CAP # 8 "La luna llena será nuestro testigo"
- ¡Son las ocho! – grité desesperada.
Me había quedado dormida leyendo "Como NO perder la cabeza por un mago". El baile empezaría dentro de una hora y ni siquiera sabía que me iba a poner. Empecé a correr por toda la habitación, del lavabo a la mesita esparciendo todo tipo de ropa interior por la cama para luego correr hasta el armario, abrir todos los cajones y tirar toda mi ropa al suelo. Paré en seco.
- Vale, Hermione – me dije en voz alta.
Respiré profundamente y salí disparada al cuarto de baño. Diez minutos después estaba fuera. Fuí al armario, abrí las puertas de par en par:
Saqué un vestido negro con lazo azul claro en la cintura, que llegaba por encima de las rodillas. Me calcé unos zapatos negros con un poco de tacón. El reloj me informó de que solo me quedaban 20 minutos para acabar de arreglarme.
Me sentí orgullosa de mi misma cuando a las nueve salí por la puerta perfectamente peinada y pintada, con la capa puesta y un antifaz hechizado para que se suspendiera solo.
En la sala común me esperaban Harry, Fred y George. Ron apareció corriendo arreglándose la corbata.
Todos los chicos parecían haberse puesto de acuerdo para llevar pantalones negros y camisa. Estaban muy guapos.
- Vayámonos o llegaremos tarde - dijo Ron.
- Si, claro, eso teniendo en cuenta que te estábamos esperando a ti – murmuró George revolviendo el pelo de su hermano.
- ¿Qué tal lo llevas? – preguntó Fred en voz baja.
- Intento no pensar en nadie que se apellide Malfoy.
- Zeke se comporta de una manera extraña. ¿Crees que ha pasado algo? – dijo tocándose el cuello porque la corbata le apretaba.
- Espero que no – dije parándome en seco para aflojarle la corbata.
- Gracias – se metió una mano en el bolsillo y pasó su brazo sobre mis hombros.
En la última semana Fred se había convertido en el hermano mayor que nunca tuve. A pesar de que podía parecer bastante infantil e inmaduro, sabía escuchar y podía levantarte la moral cuando creías que nada lo haría.
Todos los estudiantes se habían congregado en el vestíbulo del gran castillo. Se oían agitados murmullos y especulaciones sobre la fiesta. Con un destello dorado empezaron a aparecer letras en el techo del vestíbulo en las que pudimos leer:
"LA FIESTA SE CELEBRARÁ FUERA"
Las puertas del castillo se abrieron solas y los estudiantes salimos en tropel a los terrenos de Hogwarts donde cerca del lago y iluminada por millones de luces de colores se encontraba una pista de baile enorme. Estaba rodeada por mesas con comida y bebidas que pronto se llenaron de gente.
Todo el mundo parecía tan feliz... Me sentía sola aunque estuviera rodeada por una gran cantidad de personas. Los acordes de una canción lenta empezaron a sonar.
"Oh my love, my darling
a hungered for your touch
a long, lonely time
And time goes by, so slowly,
And time can do so much
Are you still mine....."
Se me erizaron todos los pelos de la nuca cuando una voz fría y sensual me susurró al oído:
- Hola princesa.
- Drac... - me puso un dedo sobre los labios, me llevó hacía la pista y me agarró por la cintura.
- No digas mi nombre – dijo mirando a su alrededor –. No deben reconocerme...¿porque crees que llevo una máscara?
- Estoy... patidifusa por tu aparición.
Draco rió ante tal palabra de descripción. Parecía como si le costara mucho sonreír.
- Me he escapado de mi casa... Zeke me trajo hasta aquí.
- ¿Zeke?
- Si. En el fondo no es una mala persona. Es altivo y mentiroso y muy posesivo en realidad y tiene la nariz más grande que yo y además...
- ¡Draco! – dije sonriendo.
- Me dijo que no le hacía ninguna gracia pero que tendría que aprender de mis errores.
- Que capullo tu hermano...
- Oye, que en el fondo tenemos la misma sangre... muy en el fondo pero esta ahí...
- Oh, perdón...
Cuando acabo la canción, Draco me llevó hasta la orilla del lago.
- Me parece que este sitio me suena – dije.
- Calla – dijo dulcemente, acercándose lo suficiente para que nuestros labios no se tocaran.
– Escápate conmigo.
- ¿Estás loco? – dije sorprendida.
- Si, por ti. Desde que coincidimos en el tren el primer día no ha habido una noche que no fueras la dueña de mis sueños ni un solo segundo del día en que no tuvieras parte en mis pensamientos. Ya se que solo tienes dieciséis años y que sería un cambio muy importante para ti pero...quiero que sepas que te quiero y que movería cielo y tierra para que fueras feliz. Porque eres lo más importante para mí. Por fin, tengo el valor para dejar de actuar según lo que dictamine mi padre, y empezar a tomar mis propias decisiones.
Le miré y vi reflejado mi rostro en sus ojos, azules como el mar más profundo. Sonreí casi sin creerme que Draco Malfoy fuera capaz de decir "Te quiero".
Nos besamos sin sentimientos contradictorios ni de culpabilidad.
- Te seguiré al fin del mundo, Draco – dije – Te quiero.
Él sonrió y me abrazó contemplando el cielo.
Cuando vi su bello rostro iluminado por la pálida luz de la luna, supe que no dejaría de amar a ese chico hasta el fin de mi existencia.
