Este fic es gracias a las tardes de ocio en mi casa, espero que lo disfruten, y por favor, dejen sus opiniones que me ayudarán mucho a mejorarlo, gracias ^_^ (Coman frutas y verduras)
Capítulo ITarde lluviosa y bulliciosa en la Torre de Gryffindor, en dónde los cuatro chicos mas locos de todo Gryffindor estaban haciendo una fiesta como festejo del partido de Quidditch ganado a Slytherin hacía unos momentos.
James Potter, el cabecilla de la pandilla estaba haciendo bromas espectacularmente grandes, entreteniendo a sus mejores amigos: Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew.
-Vaya Prongs, eres realmente bueno, no creo que haya nadie que nos gane en bromas- dijo Black. Chico de cabello negro y ojos azules.
-Lo se, lo se- dijo el aludido, de cabello despeinado y ojos azules, aunque oculto por unas gafas redondas -Por cierto, estaba pensando en una bastante buena en contra de Lily Evans, la chica que hizo estallar mi caldero en clase de pociones la vez pasada, por su culpa me quedé castigado hasta las ochocientas de la noche- dijo James con una nota de queja en la voz.
-Ella dijo que había sido un accidente- protestó Remus. Este chico era de cabello castaño claro y ojos color miel, con una sonrisa cálida.
-No lo fue, yo ya conocía a esa chica desde antes de venir a Hogwarts - dijo James – solamente que casi no hablo con ella-
-¿Ya la conocías?- preguntaron todos a la vez.
-Si, miren, ya ven que mi papá trabaja como auror, bueno tiene que estar en contacto con los muggles para poder estar actualizando sobre las cosas que ellos llamarían "raras", para ver si no hay magos malvados por ahí y todo eso, ¿no? Bueno, un día........................
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"-Lo siento mucho, hoy no, tengo que ir al trabajo- Dijo un señor de
cabello negro azabache, despeinado y ojos azules.
-Pero lo prometiste- declaró su hijo, completamente igual a el.
-Lo
siento mucho, pero te tendrás que quedar en la casa de nuestra amiga, Lizbeth
Figg, todo el resto del verano, antes de entrar a Hogwarts, ella te llevará al
andén 9 ¾ - Declaró el papá, y dio por terminada la discusión.
Días después, el pequeño James iba rumbo a casa de la mejor amiga de la
familia. Su mamá lo trataba de animar diciéndole que la señora Figg tenía una
pequeña niña llamada Arabella, tal vez podrían ser amigos.
-¡Mama, el me lo prometió, y ahora ha roto su promesa!- dijo muy enojado el pequeño James. Pero aunque llorara, pataleara, se enojara y gritara, nada iba a cambiar, el se quedaría en casa de la señora Figg el resto del verano, antes de su entrada a Hogwarts, el momento mas importante de su vida, y por encima, la señora Figg vivía en el mundo muggle.
Llegaron a una casa en una calle muggle, la calle decía Privet Drive. Mientras sus papás se iban a arreglar con la señora Figg, el pequeño James aprovechó para dar un vistazo por una casa que estaba cerca de ahí, en donde había dos niñas pequeñas jugando, una era alta de cuello largo, ojos café y de mal aspecto, y la otra era una niña pelirroja de unos ojos verde brillante, realmente preciosa. Estaban jugando extrañamente, al parecer había una especie de aro en la pared, y en el suelo había unas marcas extrañas, y las niñas tenían una pelota que trataban de quitarse, y la que tuviera la pelota tenía que meter la pelota en el aro.
-Hola- dijo la chica pelirroja al verlo.
-Hola- dijo también la otra chica
-Hola- contestó James.
-Me llamo Liliana Evans, pero mis amigos me dicen Lily, y ella es mi hermana, Petunia- dijo la chica pelirroja.
-Yo soy James-
-¿Quieres jugar básquet?- preguntó Lily.
-Eh..................-
-James, vente ya- dijo la señora Potter desde el otro lado de la cerca.
-Mucho
gusto en conocerlas, adiós- dijo James, y se fue a casa de la señora Figg.
En realidad ese verano no la pasó tan mal, es decir, se hizo amigo de la
pequeña Arabella Figg, hija de Lizbeth, y ella le presentó a sus dos vecinitas,
las cuales estaban encantadas de tener a un chico en la pandilla, y James descubrió
que a las tres niñas les encantaba hacerse bromas mutuamente.
Un día en que James estaba viendo una revista del mundo mágico, Lily le tiró un globo de agua en la cabeza, pero el globo tenia harina y leche, el pelo de James quedó mas rebelde de lo que era, con trocitos blancos.
Otro día estaba la pequeña Arabella y James platicando acerca de los mundiales de Quidditch en el jardín de la casa de Arabella, cuando de pronto un cohete de apenas diez centímetros de altura aterrizó en medio de los dos, y al instante explotó, bañándolos a los dos en pintura roja.
-¡Evans!- exclamó Arabella, y al instante se puso a perseguirlas por toda la calle, hasta que las dos niñas se metieron a sus casas.
-Bueno, como sea, mañana es el cumpleaños de Evans, podremos hacerle una broma- dijo ella con una sonrisa maliciosa, y James asintió.
A James le encantaba hacer bromas, y normalmente en el mundo mágico, el era el que hacía mas bromas que todos sus amigos, pero en el mundo muggle era diferente, es decir, el casi no conocía nada de las cosas que usaban los muggles, y apenas iba aprendiendo a vivir como tal, por lo tanto, Lily y Petunia le ganaban en todo.
Al día siguiente estaban James y Arabella esperando a que Lily y Petunia
salieran de su casa, pero pasaban las horas y nadie salía.
-Que extraño....- susurró Arabella, así que cogió un paquete que había en la mesa de su casa, y ella y James salieron hacia la casa de los Evans. Tocaron el timbre y esperaron. Lily les abrió la puerta y los invitó a pasar, pero ellos notaron que estaba preocupada, puesto que su cara estaba bastante pálida, así que Arabella dijo:
-Lily, muchas felicidades por tu cumpleaños, te traje un regalo- y le entregó un paquete que había traído de su casa. Lily sonrió y al parecer se le fue un poco la preocupación, y desenvolvió el paquete, que era una caja, la destapó, y un gran pastel se fue a estrellar en su cara, mientras Arabella y James reían, y Lily también rió.
-Muchas gracias, aprecio el detalle- bromeó un poco Lily.
-¿Porque tan preocupada chica? Ni siquiera saliste a saludarnos, como prometiste la vez pasada.- Dijo Arabella.
-N.. no es nada- contestó Lily, y desvió la mirada. Mientras tanto, James observaba la casa de los Evans, bastante bien amueblada, muy limpia y amplia, encima de la chimenea había fotos de Lily y Petunia con sus papás, y mientras pensaba en lo feliz que el sería si tuviera un o una hermana, un grito lo sacó de sus pensamientos.
-¡Lily!¡Saca este horrible papel de mi habitación, jamás lo aceptaré, jamás!- Era Petunia gritándole a Lily. Lily solamente se quedó observando a sus dos invitados, bastante apenada por eso.
-Yo lo siento, es que me llegó una carta, y a Petunia no le gustó lo que decía- -¿Una carta? ¿Que carta?- Preguntó James muy interesado.
-Bueno......- contestó Lily.
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---------------------------------- Ok. Creo que ya todos saben que carta fue la
que le llegó a Lily, ¿no? Espero que les haya gustado, y ya saben, si quieren
que lo continúe, dejen sus r/r
