Ces: Muchas gracias ^' trataré de seguir escribiendo rápido, pero en un tiempo porque estoy en finales ¬¬

Malkavian Kirie Croiff: Bueno, pues aquí esta el otro cap, ya se que me tardé demasiado, una disculpa, pero es que ando muy apurada, pero como quiera tratare de escribir más seguido :D.

Ok, muchas gracias por sus RR, espero que sigan escribiendo mas, mi intención es escribir todo lo que pueda acerca del tiempo de escuela de James y Lily, y si se puede, todavía mas, pero tengan paciencia, estoy en finales ;_; La inspiración se me corta con ello..... ¬¬

Capítulo 4

James terminó de platicarles a sus amigos acerca de Lily Evans.

-¿Cómo sabes tu lo del hechizo de desarme si no estabas con ella?- preguntó Remus.

-Pasaba por ahí cuando Lucius salió disparado, después solamente lo vi levantarse, limpiarse un poco de sangre de la boca, e irse.- contestó James sonriendo.

-Vaya, no puedo creer que Malfoy haya sido vencido por una niña dos años menor que el- dijo Sirius, riéndose como loco en el suelo.

Estaban en su tercer año en Hogwarts, y muchas cosas habían cambiado desde entonces, los chicos platicando eran Remus Lupin, Sirius Black y James Potter (Peter estaba en la enfermería... ¬¬), los cuales se conocían desde su primer año en Hogwarts, excepto Sirius y James, que se conocían desde mucho antes:

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-Papá, quiero ir contigo- dijo un niño de apenas unos 7 años, con lágrimas en los ojos, los cuales estaban detrás de unas gafas negras redondas, y por debajo de un cabello negro azabache imposible de peinar.

-Sabes que no puedes hijo, lo siento- dijo su papás, sin mirarlo si quiera.

El pequeño James era hijo de un matrimonio de magos, James y  Cristian Potter. Era totalmente igual a su padre en lo físico, pero no en la forma de ser.

El pequeño James le tenía un cariño muy especial a su papa, el cual trabajaba como auror en el Ministerio de Magia, pero dado que tenía muchos asuntos que atender, casi nunca estaba en casa, y a James eso le dolía, porque a pesar de que sus padres le podían comprar todo lo que él quisiera, a James esto no le parecía suficiente, es decir, no deseaba nada sino pasar aunque fuera una tarde completa al lado de James, su padre, al que admiraba.

Su madre en cambio, era la persona mas linda que James pudiera conocer, era amable, sincera, sencilla, en fin, tenía muchas cualidades, y un defecto muy grande: todos, y con esto quiero decir, TODOS le tenían miedo, ya que era una persona que cuando se enojaba, había que huir si no querían ser despedazados. Ella era de cabello rojo y ojos color miel, alta y esbelta, pero bastante firme. James la amaba con todo  su corazón, ya que era con la que más compartía.

Este año el pleito de James con su padre era porque vivían en un lugar en donde, según James chico, no había ningún niño de su edad, y como James padre no podía pasar tiempo con su familia, James hijo se aburría el solo en la gran mansión.

James padre salió de la casa, dejando a su hijo solo, viendo la puerta por la que había salido su padre, sin siquiera despedirse de él. Cristian entró en el recibidor y le dio un abrazo a James.

Los días pasaron mientras James jugaba solo en el jardín detrás de su casa. Era un lugar mágico para el (más de lo que se puede decir), con muchos escondrijos por todas partes, y James podía ocultar ahí todos sus instrumentos de broma. Esa noche tenían una cena muy importante, al parecer iban a ir unos amigos de su papá que no veían desde hacia mucho tiempo, se acababan de mudar al pueblo, y les iban a dar la bienvenida.

Como a eso de las seis de la tarde Cristian llamo a James para que subiera a bañarse y cambiarse, a lo que James obedeció al instante.

A eso de las ocho estaban James padre e hijo, junto con Cristian en el recibidor, abriendo la puerta a los nuevos vecinos, que eran unos magos algo raros (según la opinión de James) muy estirados y con poco gusto por el desorden. La señora era bajita y llenita, con el cabello bastante rizado y ojos de color café, mientras el señor era alto y flacucho, sin cabello y con un bigote espeso que sobresalía de su picuda nariz. Ambos entraron y saludaron ceremoniosamente a James y Cristian, y al ver a James solo lanzaron un muy seco "mucho gusto".

En ese instante entró otro niño de aproximadamente su misma edad, de cabello negro y ojos azules, con una expresión pícara en los ojos:

-Este es nuestro sobrino- explicó la señora Van de Camp.

-Es hijo de mi cuñada, tiene 7 años recién cumplidos, es un angelito, jamás hace travesura alguna, se esta quedando con nosotros durante el verano porque sus papás tuvieron que ir a un viaje de negocios, Sirius, saluda al señor y la señora Potter- dijo el Señor Van de Camp.

-Mucho gusto- dijo el muchacho, haciendo una reverencia ante el señor Potter, y tomado la mano de la señora Potter y besándola suavemente.

-Hola- dijo un muy poco entusiasmado James. A pesar de la expresión pícara en los ojos del niño, parecía que era bastante correcto y ceremonioso, con un gran respeto por las reglas.

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-¿De  verdad pensabas eso de mi?-  Preguntó Sirius asombrado.

-¿Qué querías que pensara? Tomaste la mano de mi mamá y la besaste ceremoniosamente, eso es algo que francamente yo no haría (¬¬) – Contestó James.

-Pero es que yo....- empezó a discutir Sirius.

-Cállate Sirius, déjalo continuar- Dijo Lupin emocionado, el cual estaba acostado sobre un cojín en su cama, mientras Sirius estaba recargado en la puerta, para que no fuera a entrar nadie.

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Los señores Van de Camp junto con los Señores Potter se fueron al salón, dejando a los chicos solos.

-Ya era hora (¬¬)- dijo Sirius con aspecto aburrido, y al instante volteó hacia James. -¿Dónde esta el baño?-.

-Es la puerta que esta a la izquierda antes de subir a las escaleras.-

-Gracias- Sirius corrió hacia el baño mientras James se quedaba expectante a lo que sucedería a continuación, cual no sería su sorpresa al ver salir a Sirius con unos shorts y una playera muy holgada, con gorra.

-Vamos a salir- dijo, y al instante sacó una pequeña caja de su bolsillo y sacó una mini patineta de ahí. Le aplicó un hechizo que hizo que se hiciera grande.

-Vamos- contestó James con una sonrisa.

Pasaron unas tres horas fuera de la casa de James, con la patineta de Sirius, la cual podía elevarse poco en el aire (de ahí empezó la idea de cierta moto.... ¬¬), y en la cual James se cayó un sinfín de veces.

Entraron en la casa antes de que sus padres y tíos, respectivamente, se dieran cuenta que habían salido, pero fue demasiado tarde, a ambos chicos los agarraron de las orejas prácticamente con unas tenazas (mejor llamadas dedos de la señora Van de Camp, los papás de James no lo trataban así), pero antes de que pudiera hacer algo más, Cristian elevó su potente voz:

-Suelte a mi hijo inmediatamente, por favor- su voz sonaba  firme, y tuvo el efecto deseado, James pudo liberar su oído e irse a refugiar en su mamá, mientras Sirius tenía cara de enojado. Sacó algo de su pantalón disimuladamente, solo James alcanzó a ver que era, mientras que Sirius soltaba al sapo en el bolso de su tía, el cual saltó para liberarse mientras que su tía corría y gritaba por la casa.

-¡Harold!¡Harold!- gritaba ella.

Cristian, James padre y James hijo  contemplaban la escena completamente serios, aunque a todos se les veía en el rostro las ganas que tenían de reírse, mientras que el pequeño Sirius estaba tirado en el suelo a carcajada abierta, y Harold corría detrás del sapo. Tiempo después Harold había logrado atrapar al sapo, mientras que la señora Van de Camp descansaba en una silla.

-¡Que mal comportamiento Sirius, no puedo creerlo, te comportas como un muggle, así de tonto te comportas!- gritó el señor Van de Camp, pero James padre entró en la conversación.

-No creo que los muggles sean tontos, Harold- dijo con voz pausada.

-Claro que lo son, orgullosamente puedo decir que no tengo ni una sola gota de sangre muggle en las venas- exclamó el señor Van de Camp, totalmente enojado.

-¿Tu eres de los magos que creen que por tener sangre limpia son mejores?- preguntó el señor Potter, desafiante.

-Pues claro que si, James, ¿tu no?- preguntó Van de Camp, muy escandalizado.

-Pues claro que no- contestó Potter.

-Bueno, muchas gracias por la cena, creo que es hora de irnos, hasta la vista James- dijo Van de Camp, y salieron los tres de la casa, la señora agarrando a Sirius por las orejas.

-En mis tiempos era mejor muchacho, de hecho tuvo una novia hija de muggles, no se que le pasó, se volvió muy frío, lamento haberlos invitado a la casa- dijo James padre, dirigiéndose hacia su esposa.

-Bueno, ni modo, espero que no vuelvan- dijo Cristian, entrando al comedor a limpiar el desorden.

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-Jajajajajajaja, así que eso fue lo que pensaron de mis tíos- dijo Sirius riéndose.

-Si, tus tíos se pasaron, la mejor amiga de mi mamá es nieta de muggles-  contestó James con una sonrisa.

-Bueno, así se conocieron, pero no me explicaron que pasó después- dijo Lupin.

-Nada, solamente que James se escapó de su casa y fe a visitarme jajaja y a partir de ahí nos hicimos grandes amigos... siempre que iba a casa de mis tíos me escapaba para ir con James. Realmente nunca me han agradado esos tíos, son bastante tenebrosos. Hace mucho tiempo, cuando yo tenía cinco años ellos se fueron de viaje a un pueblo alejado, no se en dónde esta, pero desde que regresaron se volvieron extraños, y un día en que se le levantó la manga del brazo izquierdo vi un tatuaje extraño en el brazo, una calavera con una serpiente saliendo de su boca- dijo Sirius muy serio.

-Que extraño, no se que signifique, le preguntaré a mi papá y después te diré- dijo James.

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Bueno, hasta aquí le dejo, tal vez esté un poco confuso, a ver si le entienden, espero que les guste y si dejan RR le continúo, gracias :D