En el capítulo noveno ya sucederán cosas un poco trascendentales... este es el octavo, y espero no les aburra (¡al cabos que es corto!) ^_^ Los capítulos donde no ocurren nudos de la historia sirven para ir configurando a los personajes. En fin... dejen review por favor!

Capitulo Octavo

La diosa de Koushiro

El Portador del Conocimiento llevaba casi tres horas esperando. Yamato había prometido que hoy, sin falta, él y Yagami irían a analizar cierto material de su computadora en cuanto salieran de clases. Izzumi había entendido a la perfección a qué material se refería. ¿Por qué no habían llegado aún? Seguramente hoy tampoco podrían ir; dentro de un rato llamaría alguno de ellos, o inclusive ambos, para inventar alguna excusa, dar explicaciones o simplemente lo dejarían plantado otra vez, como lo habían estado haciendo por más de una semana.

Ultimadamente eso le importaba muy poco. Le bastaba su PC para ser feliz. Pero no, en aquellos momentos no estaba a gusto. Por alguna ignota razón se sentía asqueado de analizar el código del programa, de teclear, de pensar. Una extraña sensación de soledad pesaba sobre su espíritu. Decidió ignorarla; a él no le pasaban esas cosas; no era un joven cualquiera con típicas y recurrentes crisis existenciales.

¡A veces ser un genio autodidacta era tan difícil! No lograba concentrarse en lo que estaba haciendo. ¿Qué era lo que estaba mal? ¿Por qué seguía marcando tantos errores el compilador? Y de pronto la máquina se había puesto extremadamente lenta… ¿Le habría entrado un virus? No. Era altamente improbable; tenía instalado el antivirus más eficiente que existía, y la máquina no tenía ni dos años de antigüedad; pero aún así, el rojizo pensaba que quizá sería conveniente ir haciendo los arreglos necesarios para comprar un nuevo ordenador.

–¡Maldita sea! –Masculló– ¡Se trabó esta idiotez!

Trató de destrabarla por todos los medios; pero no pudo. Fue necesario utilizar el botón de "reset", y el pesar que sentía se hacía cada vez mayor. ¡Nunca se le trababa una computadora! Se sentía como un computólogo fracasado. Sacudió la cabeza.

–¿Qué idioteces estoy pensando?–murmuró– es imposible que YO esté deprimido.

No tardó en descubrir la razón por la que su máquina no estaba funcionando óptimamente. Ocurría que el deseo de impresionar a sus camaradas lo había llevado a bajar tantos videos pornográficos que, sin darse cuenta, llevó al disco duro a un estado de saturación.

Sería mejor que dejara la programación de lado por un rato, y para distraerse decidió que empezaría a borrar todo aquello que fuera basura. Y sí, como la carpeta de pornografía era la más extensa, empezó a filtrar los videos que en ella guardaba. Al fin y al cabos sus "amigos" no parecían muy interesados, y de cualquier manera eran demasiadas las películas que el genio guardaba en su computadora. No podrían verlas todas ni aunque estuvieran 100 horas seguidas frente a la pantalla. Inclusive había algunos videos que todavía ni siquiera él había visto, por falta de tiempo.

Se acercó un poco a la pantalla, bajó el volumen de las bocinas y abrió uno de los archivos en el reproductor de multimedia.

Un bulto, aparentemente femenino, dormía apaciblemente entre las tersas sábanas de una cama gigantesca, invadida de almohadones esponjosos. El lecho parecía estar bajo los arcos del patio en alguna antigua hacienda o fortaleza. En el fondo se erguían las sombras de árboles primaverales, y todo estaba sumido en una penumbra con destellos rosáceos, pues el sol aún no se alzaba por detrás de las montañas, cuyos picos aún exhibían vestiduras de blanca nieve.

Pero ya nacía la aurora, y cuando los primeros haces de luz alcanzaron el lecho, fue indudable que ella, una joven de cabellera castaña clara que reflejaba esplendorosos destellos dorados, estaba desnuda. Sí; yacía inmóvil y sin ropas, de espaldas a la cámara.

El desgano abandonó al joven Izzumi, quien estaba suficientemente interesado; hasta ahorita todo iba bien y la prisa por cerrar la película y borrar el archivo era inexistente; no parecía ser un filme común y corriente.

Pasaban los minutos, y pese a que el sol se alzaba rápidamente sobre el horizonte, la mujer seguía en los brazos de Morfeo, el dios del sueño. Pero sus curvas eran tan perfectas que el joven seguía contemplándola sin desesperarse. Le subió un poco el volumen a las bocinas y se esforzó para lograr percibir algún sonido, mas el esfuerzo fue vano. El silencio era absoluto.

De pronto hubo un movimiento, muy leve, pero… ¡Sí! ella estaba dando vuelta delicadamente a su cuello. Koushiro sintió un escalofrío bajando por su espina dorsal. El perfil de la muchacha era perfecto; ahora también estaba volteando el cuerpo, y una vez que estuvo de frente a la cámara, sus párpados se movieron como emulando los aleteos de una mariposa, hasta que finalmente sus ojos azules quedaron tan desnudos como el resto de su ser.

El corazón de Izzy latía a un ritmo inusitado. La muchacha, una niña de a lo más 16 años, tenía el rostro más inocente que el pelirrojo hubiese contemplado jamás…

Era… una diosa…

De pronto se sentó en el colchón y sus senos níveos quedaron a merced de la gravedad. Estiró el brazo y alcanzó una flor de pétalos aterciopelados, la cual pendía de la rama de un árbol que colgaba sobre la cama, a través de los arcos del patio. El contacto de sus manos con la planta era celestial. Haciendo un galante y acertado movimiento de muñeca, la deidad arrancó la flor de un solo tajo.

La excitación comenzaba a apoderarse del cuerpo del joven espectador, pero era más que mero candor sexual, era una pasión extraña que jamás había experimentado. Sentía inflamársele el pecho con fuego cada vez que inhalaba el aire sofocante de su cuarto.

Con una pícara expresión, la diosa sonrió a la cámara para después empezar a acomodar los almohadones en el centro del lecho, extendiéndose seguidamente encima de ellos, sobre su espalda. Ahora la cámara grababa desde arriba.

La fémina comenzó a masajear y apretujar sus senos y cerró los ojos, ruborizándose al instante. Luego deslizó sus manos lentamente a lo largo de su cintura, su pelvis y la parte interna de sus muslos torneados. Hizo una breve pausa, y en un santiamén, al tiempo que la cámara hacía un acercamiento, separó sus extremidades inferiores con un movimiento grácil. Ahora sus manos frotaban el vientre plano, aproximándose a la entrepierna lampiña, que pasó a abarcar toda la pantalla en lo que constituía un magistral close up que era capaz de robar el aliento.

En ese estado se encontraba el joven Koushiro, casi asfixiándose, sin poder parpadear ni tragar la saliva que se acumulaba en su boca. Empezó a retorcer el cuello de su camisa y desabrochó accidentalmente los primeros botones. Sus mejillas ardientes eran presas del rubor. Pero no, no eran sólo sus mejillas… sin saber exactamente cuándo ni cómo ocurrió, percibió de pronto que su falo, distendido a más no poder, luchaba desesperadamente por deshacerse de la presión de las ropas que lo aprisionaban. Estaba medio humedecido a causa de los líquidos lubricantes liberados por el sabio organismo humano ante la posibilidad de un acto sexual. No pudo evitar proporcionarse sobre el pantalón el masaje que su entrepierna demandaba.

Su temperatura corporal iba en ascenso a un ritmo exponencial; inclusive había comenzado a transpirar copiosamente y ahora se friccionaba por debajo de la ropa. Pero aquello no era suficiente.

Pausó el video. Sí, era menester hacerlo. Se bajó los pantalones y el bóxer para que no estorbaran; no, mejor debía desnudarse completamente, para sentirse más libre, tan emancipado como aquél ángel que contemplaba con tanta devoción.

¡Y es que simplemente no podía creerlo! ¡Ella era la criatura más hermosa sobre la faz de la tierra!... incluso, tras sus ojos el joven había logrado descubrir reflejos ocultos de una personalidad fascinante y una mente astuta. Y ¡oh Dios!... su entrada... ¡era perfecta…! rosada, simétrica, apretada, virginal, acolchonada, suave, lubricada, húmeda, candente, lasciva… ¡¡Deliciosa!!

Jadeante y sudoroso, inclusive temblando, Izzumi activó el reproductor de multimedia nuevamente. Los dedos de la diosa comenzaron a moverse lentamente en torno a los labios, recorriendo la extensión de su divina hendidura. El pelirrojo imitó estas caricias a lo largo de su mundano miembro viril. Después hubo de apresurar la fricción, tal y como lo hacía ella con el movimiento de sus dedos, de los cuales tres ya habían traspasado a lo más profundo de su tentadora cavidad.

La cámara se alejó para captar el cuerpo entero de la chica, quien estimulaba su empíreo sexo con tan sólo una de sus manos, habiendo logrado penetrar ya con cuatro dedos a la vez. La otra mano se la llevaba a la boca, humedeciéndola con saliva, resbalando su lengua por cada uno de sus dedos, succionándolos y besándolos. El muchacho no pudo evitar imaginar que era su propio sexo el que recibía los ardientes besos de la boca celeste.

Después, con la misma mano que segundos antes devoraba, la diosa pasó a restregar sus rosados pezones, endurecidos por la pasión que desbordaba.

En el fondo de la pantalla se percibían ya los colores del atardecer, y la luz del sol que aún no permitía a la noche conquistar el firmamento se reflejaba en el cuerpo jadeante de la mozuela empapada de sudor. El púber estaba igualmente bañado, completamente brilloso, con el pelo mojado y oscurecido sobre la frente.

…Esto… no es pornografía… pensó Koushiro, quien había reclinado el respaldo de la silla y tenía apoyados los pies descalzos sobre el escritorio, a ambos lados del monitor …es arte… Y continuó con los movimientos de la autosatisfacción, tratando de retrasar la explosión de éxtasis, para que su momento culminante llegase sincronizado con el de ella.

¡Pero no podía retrasarlo más! Su pelvis, autómata por unos instantes, empezó a temblar involuntariamente. Ella tampoco soportaba más; se estaba penetrando ya con todo el puño, a velocidades sorprendentes, embistiendo impetuosamente en lo más profundo de sus entrañas; y su mirada, tan profunda, tan cautivadora, se había trastornado ligeramente, mientras hilos de saliva escurrían por sus mejillas. Estaba poseída por el éxtasis del orgasmo. A cada arremetida su carne trémula se agitaba de excitación; y de pronto, pese al mutismo del video, Izzy notó que la diosa gritaba de placer; sí, su boca se extendía con una amplitud impresionante... y él, imitando las acciones de ella, abría la boca para jadear y gemir libremente, mientras la saliva le escurría por la barbilla; indudablemente el chico también era preso de la sensualidad llevada a los más altos extremos.

¡No podía soportar tanto placer! Cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, dejó escapar un último estertor, y suspiró. Tenía los ojos cerrados, y los tirones automáticos de su mano sobre la longitud de su sexo se alentaron paulatinamente hasta detenerse por completo; sin embargo, fue tanto lo que Koushiro se extendió sobre su asiento, que se cayó y terminó en una posición torcida sobre el suelo.

Y fue justo entonces cuando ahí, desfallecido sobre la alfombra, oyó el ruido de la chapa que daba vueltas… alguien irrumpía en su cuarto sin haber llamado a la puerta.

¡¡¡¡Dejen Review!!!!!! En cada capítulo por favor ¿Sí? Ya comencé a trabajar en el noveno… pero a veces la inspiración no llega, o simplemente me lleva a escribir incoherencias y a alargar demás la historia. Me han dicho que va medio lenta; y sí, quienes hicieron el comentario tienen razón. En cuanto a que los personajes hablan muy formalmente, es porque me gusta escribir de esa manera, y aprovecho que estoy escribiendo un fic para usar palabras que no usaba y así ampliar mi vocabulario. Espero no sea algo de verdad tan desagradable. ^_^

Y que Tai está con una personalidad extraña... supongo que también debe ser verdad... (quizá deba especificarlo en el primer capítulo) pero de eso se tratan los fics: de innovar, inventar historias nuevas, cambiar lo que se cree cierto a cerca de determinados personajes, etc.

A Mekya Tanimoto: No sé porque no aparece tu review! En unas partes dice que tengo por ejemplo 37 reviews, en otra que tengo 38... (siempre 1 más o 1 menos) pero el caso es que no se ve el tuyo! No sé porqué... Gracias de todos modos!

De igual manera agradezco a CieloCriss y a Crystal y satoshi 4erver love por sus reviews.