Notas de la autora:

Vamos con el segundo capítulo. Quizas se haga algo confuso pero todo se resolverá más adelante.
Tal vez me demore con las siguientes partes ya que en esta época comienzan los examenes pero en cuanto tenga tiempo sigo con la historia. Harry Potter y Co. pertenecen a Rowling.





Seremos Felices






Capítulo II





Era un día muy hermoso. Las últimas temperaturas de verano animaban a todo aquel que las sintiera y el sol reinaba en el cielo. Una leve brisa corría meciendo los árboles que había en el exterior de Hogwarts.



Harry, junto con Ron, bajaba por una de las tantas escaleras del castillo al Gran Comedor para tomar desayuno. Luego de la conversa de la noche había caído a la cama, durmiendo al instante. En una de las mesas los esperaba Hermione impaciente.



- Chicos aquí están sus horarios – gritó la chica entregándoles, a cada uno, un papel en el que se leía cada día de la semana y sus asignaturas correspondientes.



- Vaya, tenemos Defensa contra las Artes Oscuras a primera hora – comentó Ron mientras veía a Hermione entregar más horarios a los Griffindors que se acercaban a la mesa.



- ¿Quién será nuestro profesor este año? – preguntó Harry



- Según se rumorea – habló la chica acercándose – es una persona que ya tuvo el trabajo antes… aunque no estoy muy segura – dijo después pensativamente - generalmente los rumores son inciertos.



- Si fuera verdad, me encantaría que fuera Lupin – comentó el pelirrojo



- Ojalá, aunque lo veo muy difícil – habló Potter con un dejo de tristeza– después de lo que pasó en tercer año dudo que alguien crea que es de fiar.



- Te equivocas Harry – habló Seamus Finnigan cuando Hermione le pasó su horario – creo que todos los de Gryffindor piensan que ha sido el mejor profesor de la materia.



- De eso no hay duda.



- Después de eso tenemos Encantamientos, Herbología y Cuidado de Criaturas Mágicas – recitó Neville al llegar donde los demás.



- No está tan mal para un Lunes ehh?? – Ron mostró una sonrisa – lo pasaremos afuera.



- Esperemos que no nos den tantos deberes.




Hermione al terminar de entregar todos los horarios, llamó a Harry y Ron para que fueran a buscar los libros que necesitarían para su primera clase. Después de bajar de la torre Gryffindor, el trío se dirigió a la sala de DCAO con gran entusiasmo por saber quién sería su nuevo profesor.



Cuando llegaron se sentaron en un lugar al medio de la sala y esperaron que todos entraran para que la clase comenzara. Al pasar el último alumno el profesor fue visible para todos cuando entró detrás de él. Con un agrado incontenible, Harry observó como Lupin se dirigía al asiento del profesor.



A los Gryffindor se les iluminó la cara y la clase fue una de las mejores de las que habían tenido en todos los años que habían estado en Hogwarts. Para todos fue una lástima que se acabara tan luego pero tenían otra clase luego de esta y no se debían demorar.



Aún así Harry, Ron y Hermione no dejaron de saludar a Lupin cuando la clase terminó y luego corrieron a la sala de Encantamientos justo antes de que la puerta se cerrara. La noticia de que el profesor más querido por Harry había regresado les levantó el animo hasta las nubes.



- Que buena sorpresa nos tenía Lupin esta ves – dijo una alegre Hermione a sus amigos cuando iban al Gran Comedor a almorzar.



- Este curso será uno de los mejores ¿no lo creen? – habló Ron al sentarse y vio como ambos asentían vigorosamente.



- En la noche iré a preguntarle como llegó a que lo volvieran a aceptar como profesor – comentó pensativamente Harry – además que le pediré noticias de Sirius.



- Vamos contigo – dijo la joven prefecta - ¿Cierto Ron?



- Claro



- Muy bien, después de cenar – dijo el Griffindor mientras se disponía a almorzar.




Terminaron de comer y se pararon para ir en busca de los materiales para Herbología. Fue cuando Harry vio a Cho Chang en la mesa de Ravenclaw y algo en su estomago comenzó a moverse a la vez que sentía un calor en su cara. Ella, al verlo, alzó su mano en un gesto de saludo que fue respondido por el Gryffindor. Era la primera vez que la veía en ese año… y lo saludaba. Ese era el mejor día de su vida. Pero algo lo sacó de sus pensamientos.




- ¡Harry! – le gritó Ron



- ¿Qué… que pasa? – le preguntó a ambos mientras terminaba el contacto visual con Cho algo molesto.



- Llegaremos tarde a clase – habló, esta vez, Hermione.



- Oh… vamos




Recogieron todo y fueron al invernadero donde los esperaba la profesora Sprout. El día pasó sin mayores contratiempos y pronto estaban cenando. Las clases habían sido aceptables y lo mejor de todo era que no les habían dejado ningún deber.




Al terminar el trío fue al despacho de Lupin, en donde se encontraba revisando algunos papeles. Cuando lo vio les hizo entrar inmediatamente con una sonrisa en la cara, la que era imitada por los jóvenes.




- Hola chicos – los saludó muy cortés – que bien se siente volver a verlos



- Hola Lupin – saludaron los tres



- ¿Qué cuentan? Hacía algo de tiempo que no los veía – dijo el profesor algo nostálgico



- Nada en especial – contestó Hermione - ¿y usted? ¿Cómo fue que volvió? – preguntó interesada



- Dumbledore me llamó en el verano, parece que convenció a todos de que era inofensivo para los alumnos con la poción de Snape, ya que no he tenido ningún problema con el Ministerio, aún.



- Eso es genial – dijo Harry con entusiasmo – al fin tendremos clases de DCAO que valgan la pena.



- Me alegro que pienses eso, Harry. Pensé que en Hogwarts ya no me querían como profesor.



- Que cosas dice – respondió Ron en nombre de todos – en Gryffindor lo aman – todos soltaron una carcajada.



- Lupin – dijo un poco más serio el niño que vivió - ¿Tiene alguna noticia de Sirius?



- Claro, y muy buenas – respondió el profesor – Él está bien y bien protegido… si no fuera porque Peter se escapó, estaría libre



- ¿O sea que aún no encuentran a Pettigrew? – preguntó Hermione un poco triste mirando al suelo. Se fijó en una mancha que se movía rápidamente tras una mesa pero le quitó importancia.



- No y no tenemos idea en donde se puede encontrar – dijo apenado – pero no hay problema, pronto lo encontraremos y Sirius estará en libertad.



- Ojalá… - murmuró Harry



- Bien chicos, es mejor que se vayan si no quieren tener problemas con Filch



- Tiene razón, chicos… luego nos pillan y nos metemos en lios – dijo Hermione



- Está bien… - murmuró el par de jóvenes



- Adiós Lupin – dijeron, una vez más, los tres



- Adiós y no se metan en problemas – recordó el profesor




Los jóvenes se dirigieron a la sala común fijándose de no chocar con Filch o con su gata, la Señora Norris y, mucho menos, con Peeves que siempre andaba revoloteando por el castillo. No hablaron nada durante el camino. Los tres estaban sumidos en sus pensamientos. Cuando llegaron al retrato de la señora gorda, murmuraron la contraseña y entraron. Ron fue el primero en hablar.




- Sirius aún está en problemas



- Al menos está a salvo… – pensó Hermione al escucharlo



- ¿Dónde estará Pettigrew? – preguntó en voz baja Harry



- Seguramente está con Tu-Sabes-Quien ideando un plan el muy desgraciado – dijo en tono molesto el hombre menor de los Weasley.



- ¿Tu que piensas, Herm? – preguntó Potter mirándola intrigado - ¿Hermione? – vió que no le hacía caso alguno.



- ¡Hermione! – le gritó Ron, haciendo que se asustara



- ¿Qué pasa? – preguntó la chica reaccionando



- Te pregunté que qué piensas sobre la ubicación de Pettigrew – repitió Harry



- Ahh, pues creo…- se quedó un momento en silencio – que está donde Voldemort



- ¡Hermione! – gritó nuevamente el pelirrojo al escuchar el nombre del asesino de los padres de su amigo - … ten cuidado en lo que dices



- Ups!, no me di cuenta – dijo ella sorprendida – lo siento.



- ¿Qué sucede Herms? – preguntó el chico con lentes – desde que llegamos estas muy distraída…



- Pasa que está pensando en Malfoy – dijo Ron en tono de burla – o tal vez en Vicky ¿cierto?



- No pasa nada, Harry – dijo Hermione mirándolo -… y Ron – le habló esta vez al pelirrojo – no me recuerdes a Malfoy, además, no llames Vicky a Victor ¿bueno? No puedo creer que sigas con lo mismo aún.



- ¡Y todavía lo defiendes!, de seguro que fuiste con él a Bulgaria ¿no?



- ¡Si fui o si no fui es un asunto que no te interesa! – la sala común no estaba totalmente vacía y los que estaban ahí miraban desconcertados como la pareja se gritaba.



- Chicos… - Harry habló sabiendo que le dirían



- ¡No te metas!



- ¡No puedo creer como te atreviste a ir con él! – gritó Ron furioso



- ¡Como si tuviera que pedirte permiso, Weasley! – gritó de igual forma Hermione



- ¡Deberías, al menos, avisarnos que estás con Vicky para no interrumpir con nuestras cartas en verano!



- … Ron, no estuve con Victor ¿estas feliz? – Harry se sorprendió cuando Hermione terminó la discusión – estoy aburrida de pelear siempre…



- ¿Ves Harry?, algo le pasa – Ron estaba también sorprendido – de seguro Vicky la hizo cambiar.



- No me pasa nada – dijo la Gryffindor conteniendo su ira – y te vuelvo a repetir, no estuve con él.



- Está bien – dijo Ron aún molesto – te creo.



- Es mejor que vayan a dormir – dijo la chica – yo iré a vigilar los pasillos



- Muy bien – dijeron los chicos mientras iban a su dormitorio pero al verla salir se detuvieron.



- Algo le pasa – dijo el chico con pecas – nunca había detenido una pelea



- Tengo la impresión que hay algo que nos esconde



- No creo, ha pasado el día con nosotros…



- Quizás… vio algo que nosotros no



- O quizás estamos haciendo una tormenta en un vaso de agua…




Hermione salió de la sala común y empezó a caminar por los pasillos de Hogwarts. No sabía porqué pero algo la inquietaba. En el despacho de Lupin había visto algo pero en esos momentos no le prestó atención ¿Porqué ahora lo hacía? Quizá había sido alguna araña o algún ser que tenía el profesor para su clase, o simplemente era un ratón común y corriente.




Paró de repente.




¡Un ratón! Tal vez era Scabbers… aunque sería muy estúpido que fuera al sitio de su enemigo y sabiendo que Lupin podía verlo en cualquier momento.




Siguió caminando sin saber donde se dirigía. Sin darse cuenta chocó con una persona. En esos momentos quiso salir corriendo. El individuo, con quien había chocado, sonreía de forma maliciosa.




- Hola Granger – habló



- Apártate Malfoy – dijo Hermione caminando por el lado de él para alejársele



- Oh, ¿y me dejarás solo? – respondió mientras se acercaba a la chica



- Déjame en paz – le dijo y caminó rápidamente



- Vaya, no pensé que la prefecta de Gryffindor me tuviera miedo – dijo con una mueca de satisfacción mientras se detenía



- ¿Miedo? – dijo la Gryffindor deteniéndose y mirando hacia atrás - ¿Yo a ti?, en tus sueños, Malfoy



- Ahora que no tienes a tus guardaespaldas Potter y Weasley estás indefensa



- Ellos no son mis guardaespaldas, son mis amigos, pero creo que no sabes que es eso – dijo la chica caminando nuevamente – teniendo a esos gorilas que son Crabble y Goyle es difil que sepas el significado de la palabra.



- Jajaja, amigos… en poco tiempo más no lo serán – dijo el prefecto de Slytherin



- ¿Por qué dices eso?



- Porque el traidor está en Hogwarts, Granger – habló de manera misteriosa mientras doblaba por un pasillo, distinto al de Hermione – y vino por él.




Hermione se detuvo mientras miraba como Draco Malfoy se alejaba por el pasillo en el cual estaba la biblioteca. ¿Qué quería decir con el traidor está en Hogwarts? ¿Él sabía sobre Peter Pettigrew y todo lo que había hecho? Y peor aún ¿Verdaderamente estaba en Hogwarts?.




Todo eso la tenía confundida. Después de todo, no estaba tan errada en su pensamiento anterior. Pettigrew estaba en el castillo e… iba detrás de Harry. Miró el reloj que tenía en su muñeca. Eran las 12:40 p.m… ¿estaría Dumbledore despierto?. De pronto vio a Malfoy regresar y sin poder evitarlo él se acercó a su oído




- No me digas que ahora si tienes miedo… No te atrevas a decirle a Dumbledore o serás su próximo objetivo




Y sin más vueltas que darle, se fue corriendo.





Continuará...