Disclaimer: Los personajes de Sleepy Hollow no me pertenecen, ni los  lugares, situaciones o hechos que en la película se cuentan o que reconozcáis. NOTA: No he leído el libro, sólo he visto la película  de Tim Burton, así que me tendréis que perdonar si hay alguna cosa que no concuerde o que no sea precisa. 

XP  Lo sé soy un desastre. Leeré el libro cuanto antes. – Lo tengo encargado en la librería Antigona, jeje, esta semana lo conseguiré ^_^

Reviews, please ^_^

La presentación.

Aún con los ojos cerrados, sintió en la frente el tacto de una mano suave y pequeña. La atrapó entre las suyas propias y la sujetó contra sí, separando lentamente los párpados a la luz del día.

- Señor, ¿está usted bien? – Suspirando de alivio, abrió los ojos completamente y sonrió al niño que estaba enfrente suyo.

- Buenos días, joven Masbath – El niño le devolvió la sonrisa y lo contempló con sus ojos vivarachos – Sólo ha sido una pesadilla que he tenido...

- Estaba preocupado, señor.

Ichabod lo abrazó, apretándolo contra su pecho. Después de dos años en su casa, era como un hijo para él, y en realidad era lo único que le quedaba en la vida, pero el muy cabezota seguía empeñado en llamarlo "señor" y en llamarle de usted, cosa que Ichabod respetaba, y seguía su juego hablándole siempre con mucha formalidad.

El muchacho le acercó a la mesita una palangana con agua fresca y una esponja mientras se levantaba, y le preparó la ropa en una silla mientras se estaba lavando, informándole que tenía el desayuno listo, pero Ichabod le respondió que esa mañana tampoco tenía hambre, y que saldría a la calle inmediatamente.

- ¡Pero tiene que bajar, señor! Nikos lleva más de dos horas esperándole abajo....

- ¡¡¿¿Nikos??!! – Ichabod se sobresaltó - ¿Quién es Nikos?

- Pues su amigo, señor – El joven Masbath parecía sorprendido, y algo asustado – Le trajo anoche cuando se desmayó, y ha dormido en el cuarto de invitados. Creí que lo conocía...

Pero Ichabod ya había salido de la habitación y había saltado escaleras abajo, sólo con los pantalones de franela del pijama y con el torso y la cara aún enjabonados.

- Mierda!!!

Sentado en su silla, el muchacho de la noche anterior lo miraba sonriente mientras bebía leche a sorbitos de un cuenco. Ichabod tuvo que luchar de nuevo por no gritar: a la luz del día, ya no había duda acerca del rostro del desconocido: era el Germano, el jinete de Sleepy Hollow, sólo que con un aspecto muy joven, quien le devolvía la mirada.

- Buenos días, Señor Crane. Espero que esté mejor.

Ichabod tuvo que sujetarse para no volver a desmayarse de nuevo.

- Bueno... – dijo tartamudeando y con un leve tono de irritación – resulta que alguien me sigue durante no sé cuantos días en la oscuridad y luego me atrapa en un callejón y me dice que... que...

- ¿Qué necesita su ayuda? – Nikos terminó la frase con falsa inocencia.

- ¡Si! ¡¡No!! Arg! No trates de confundirme.. – Ichabod temblaba de rabia – Dime inmediatamente quién eres y por qué estás en mi casa.

El muchacho se levantó y rodeando la mesa se acercó a él con la mano extendida.

- Mi nombre es Nikos Bauer. He venido desde muy lejos para buscarle y pedirle ayuda.

- ¿Desde donde? – preguntó Ichabod receloso. Ahora se percataba de que el joven tenía un acento algo extraño.

- Desde el condado de Alsacia, en Europa central. Es uno de los reinos germánicos.

- ¿Alsacia? Y... ¿qué hay de lo que me dijiste anoche?

Daba miedo preguntar. Daba miedo sólo recordarlo.

- Quiero que me acompañe a Hollow y me ayude a invocar al jinete

Tanta temeridad debería estar prohibida. Debería ser delito, pensó Ichabod mientras se tambaleaba sólo de pensarlo y se sentaba en una de las sillas.

- ¿Y para que habría de ayudarte a semejante cosa? – preguntó dolorosamente.

- Pues para salvar vidas – Nikos hablaba como si fuese lo más obvio del mundo

- ¿Para salvar vidas? – Repitió incrédulo. Esto era demasiado - ¿Las vidas de quién?

- Las de los habitantes de Weininger.

- ¿Y donde está eso? ¿En Alsacia? – Ichabod estaba cada vez más desconcertado. Nikos asintió con la cabeza.

- ¿Y cómo piensas hacerlo? ¿Con la ayuda del jinete?

Otro asentimiento de cabeza. Loco insensato...

- ¿Y qué te hace pensar que el jinete te ayudará? Es más ¿¿¡¡ Cómo diablos pretendes convocarlo para que vuelva del infierno y te obedezca!!??

Nikos seguía tranquilamente sentado como si estuviesen hablando del tiempo o de deportes. Sacó una pitillera de plata y se encendió un cigarrillo. Ofreció otro a Ichabod, quien lo cogió con dedos temblorosos pero ni siquiera pensó en encenderlo.

Tras una larga calada, envió el humo hacia el techo, observando cómo dibujaba figuras abstractas, y bajó de nuevo esos ojos imposiblemente azules hasta los pardos de Ichabod, y con voz ronca le contestó:

- Me seguirá hasta el abismo del mal si yo se lo pido. Lo que yo puedo ofrecerle es mil veces mayor de lo que él podrá darme nunca con su ayuda. Además, me lo debe, porque yo soy parte de él. Soy de su sangre y de su carne. Soy su continuación.

Ichabod se llevó la mano al pecho, donde su corazón había dejado de latir. Una vez más, lo sobrenatural se introducía en sus entrañas y le arrancaba el frágil sentido de la razón a mordiscos.