¡Hola! Gracias a todos los review. Y sobretodo quería pedir perdón, ya que
me he retrasado un poquito en subir los capítulos. Y digo lo mismo que he
dicho con mis otras historias: He estado de vacaciones, y he vagueado en
eso de escribir. Pero espero que me perdonen la tardanza y sigan leyendo,
si?
***Harry Potter, personajes, libros, películas y todo lo que conlleva no me pertenece. Sólo hago esto por diversión, no gano nada.***
*********
No fue tu culpa, Mione
Capítulo 3: La decisión de Hermione
Cuando Hermione abrió los ojos no recordaba nada, pero sentía unas agujetas terribles que le dolían por todo el cuerpo. Se dio cuenta de que estaba en un sillón tumbada, y que el sillón se encontraba en un pasillo estrecho blanco, que parecía parte de un hospital.
Giró un poco la cabeza a la derecha, y se fijó en que un hombre se encontraba allí, apoyado en la pared a unos metros de ella, con una cara con mezcla de terror y angustia. Pero no se encontraba solo.
Al lado del hombre, en silencio también, se encontraba la Profesora Magonagall. Pero nunca la había visto así. No llevaba su típica túnica negra, sino una gris vieja, y sus facciones usualmente severas eran ahora de terror y rabia, pero sobretodo expresaban pena. Y Hermione sintió una punzada al presentir que podía ser pena por ella.
"Profesora" la voz de Hermione era muy débil, y fue casi inaudible. Pero el silencio que allí había propició que los otros dos la oyeran y se giraran a verla repentinamente.
"Hermione" su profesora se acercó rápidamente, y la chica se dio cuenta de que no la había llamado Señorita Granger.
"¿Se encuentra bien?" Hermione comprobó que conocía esa voz. Era aquel hombre, el que había impedido que se lanzara al mortífago. De cerca se dio cuenta de que era un chico joven, de unos veintitantos años. Aún así, en su pelo castaño se dibujaban bastantes canas.
Y de repente recordó la imagen de sus padres tirados en el suelo.
"Profesora, ¿y mis padres? ¿y mi hermano?"
La mandíbula del hombre empezó a temblar un poco, mientras miraba a la Profesora, que también había cambiado su expresión al oír esa pregunta. Había palidecido y reflejaba más compasión que antes. Verdaderamente sólo expresaba eso.
"Marcus, puedes irte. Intenta dormir, y no te martirices" El hombre miró a la Profesora Magonagall, después a Hermione y se dio la vuelta. Ésta última creyó percibir lagrimas en sus ojos, pero había girado demasiado rápido para comprobarlo. De todas maneras, no le importaba lo más mínimo. Todavía estaba esperando una respuesta.
"Hermione" empezó a decir la Profesora con poca voz cuando a Marcus ya no se le veía "Sé perfectamente que eres fuerte, y me has demostrado en numerosas ocasiones que puedes afrontar todo tipo de acontecimientos, sean agradables o no. Por algo eres una Griffindor" en la cara de la mujer se dibujó una sonrisa muy triste. Sus ojos no sonrieron con ella.
"¿Qué ocurre?" la chica estaba ya demasiado ansiosa por saber la verdad, como para escuchar a su profesora sin hablar. Todo la daba muy mala espina. La estaba tuteando, y se estaba yendo por las ramas, cosa que nunca hacía en Hogwarts.
"Su hermano se encuentra bien, sólo un poco aturdido. Está en esa habitación "señaló con una mano una puerta a su espalda" Por si te lo habías preguntado, estamos en el Hospital Mágico Luz Blanca. Y bueno..."
"Quiero verlo" Hermione se levantó, o al menos lo intentó. La seguía doliendo todo el cuerpo, y todavía no había recuperado su fuerza.
"Todavía no puedes. Espera a recuperarte un poco. Además... todavía tienes que saber algo" su voz era cada vez menos sonora y más triste. Hermione notó que todavía no había dicho nada de sus padres, y algo la golpeó en el estómago.
"Por favor" rogó la chica con un hilo de voz "Dígame que mis padres están vivos"
La Profesora miró a su alumna con lástima. "Ojala pudiera"
A Hermione se le cayó el mundo a los pies, y por su cara empezaron a caer algunas lagrimas pequeñas, que en unos segundos se hicieron algo más grandes, y que poco después eran ya parte de un triste llanto.
"Hermione... Sé que es duro, pero debes salir adelante, por ti y por tu hermano" la profesora daba la sensación de querer abrazar a su alumna, pero su condición de maestra la mantenía alejada.
"Mi hermano" susurró Hermione para si misma "Mi hermano ahora estará solo.. No puede ir a un internado, no mientras esté yo.."
"¿Estás diciendo algo?" preguntó la profesora, al ver como su alumna parecía susurrar algo.
"Si. Profesora" Hermione había levantado la cabeza, y se secaba las lagrimas. En su cara ya no sólo había tristeza y furia, sino también determinación "Siento decirlo, pero no voy a volver a Hogwarts este año"
"¿¡Qué!? Hermione, no puedes dejar de estudiar, eres una gran alum..."
"¡Y qué! Ahora mi hermano no tiene a nadie. No le voy a dejar solo, no puede perder todo lo que tiene en tan poco tiempo"
"Pero tu tampoco puedes quedarte con él, eres menor de edad"
"Pues iremos los dos a un orfanato, o a dónde sea, pero los dos. ¡No le voy a dejar solo!" la voz de la chica era prácticamente un grito. Estaba furiosa. No quería hablar con su profesora, era una bruja, como ella misma. Por un momento Hermione sintió asco de si misma. Habían sido magos los que habían acabado con su familia, y los hechizos que ella estudiaba eran los que habían destrozado su vida. No quería volver a oír hablar de Hogwarts, ya que había sido la magia la causante de todo.
La profesora optó por dejar sola a la joven. Confiaba en que con el tiempo se diera cuenta de lo que hacía y de lo que pensaba hacer. Discutir con ella en ese momento parecía inútil.
"Señorita, espero que se piense esto. Creo que ya puede pasar a ver a su hermano. Si necesita algo de mi, póngase en contacto conmigo. Creo que también podrá contar con casi cualquier profesor de Hogwarts. Y por favor, supérelo" poso su mano en la cara de la joven bruja. Ésta hizo como que ni escuchaba, y sin despedirse entró en la habitación de su hermano. Confiaba en no tener que ver nunca más a esa mujer, a la que había guardado tanto respeto por tanto tiempo, y que ahora prácticamente le inspiraba asco.
*******************
¿Y bien? Sé que parece un dramón, pero es que hay pocas formas de enfocar algo así, ¿no creen? Bueno, por ahora la cosa está un poco extraña, pero ustedes qué opinan ¿Cambiará Hermione de opinión? Esta es la gran pregunta, y me pueden dar sus respuestas, opiniones, críticas, jamones (esto tal sea un poco difícil), etc dejándome un review, que son como droga (apuesto a que cualquiera en ff.net me apoyaría en esto)
Bueno, dejen review o no, gracias por leer la historia.
Kaly
***Harry Potter, personajes, libros, películas y todo lo que conlleva no me pertenece. Sólo hago esto por diversión, no gano nada.***
*********
No fue tu culpa, Mione
Capítulo 3: La decisión de Hermione
Cuando Hermione abrió los ojos no recordaba nada, pero sentía unas agujetas terribles que le dolían por todo el cuerpo. Se dio cuenta de que estaba en un sillón tumbada, y que el sillón se encontraba en un pasillo estrecho blanco, que parecía parte de un hospital.
Giró un poco la cabeza a la derecha, y se fijó en que un hombre se encontraba allí, apoyado en la pared a unos metros de ella, con una cara con mezcla de terror y angustia. Pero no se encontraba solo.
Al lado del hombre, en silencio también, se encontraba la Profesora Magonagall. Pero nunca la había visto así. No llevaba su típica túnica negra, sino una gris vieja, y sus facciones usualmente severas eran ahora de terror y rabia, pero sobretodo expresaban pena. Y Hermione sintió una punzada al presentir que podía ser pena por ella.
"Profesora" la voz de Hermione era muy débil, y fue casi inaudible. Pero el silencio que allí había propició que los otros dos la oyeran y se giraran a verla repentinamente.
"Hermione" su profesora se acercó rápidamente, y la chica se dio cuenta de que no la había llamado Señorita Granger.
"¿Se encuentra bien?" Hermione comprobó que conocía esa voz. Era aquel hombre, el que había impedido que se lanzara al mortífago. De cerca se dio cuenta de que era un chico joven, de unos veintitantos años. Aún así, en su pelo castaño se dibujaban bastantes canas.
Y de repente recordó la imagen de sus padres tirados en el suelo.
"Profesora, ¿y mis padres? ¿y mi hermano?"
La mandíbula del hombre empezó a temblar un poco, mientras miraba a la Profesora, que también había cambiado su expresión al oír esa pregunta. Había palidecido y reflejaba más compasión que antes. Verdaderamente sólo expresaba eso.
"Marcus, puedes irte. Intenta dormir, y no te martirices" El hombre miró a la Profesora Magonagall, después a Hermione y se dio la vuelta. Ésta última creyó percibir lagrimas en sus ojos, pero había girado demasiado rápido para comprobarlo. De todas maneras, no le importaba lo más mínimo. Todavía estaba esperando una respuesta.
"Hermione" empezó a decir la Profesora con poca voz cuando a Marcus ya no se le veía "Sé perfectamente que eres fuerte, y me has demostrado en numerosas ocasiones que puedes afrontar todo tipo de acontecimientos, sean agradables o no. Por algo eres una Griffindor" en la cara de la mujer se dibujó una sonrisa muy triste. Sus ojos no sonrieron con ella.
"¿Qué ocurre?" la chica estaba ya demasiado ansiosa por saber la verdad, como para escuchar a su profesora sin hablar. Todo la daba muy mala espina. La estaba tuteando, y se estaba yendo por las ramas, cosa que nunca hacía en Hogwarts.
"Su hermano se encuentra bien, sólo un poco aturdido. Está en esa habitación "señaló con una mano una puerta a su espalda" Por si te lo habías preguntado, estamos en el Hospital Mágico Luz Blanca. Y bueno..."
"Quiero verlo" Hermione se levantó, o al menos lo intentó. La seguía doliendo todo el cuerpo, y todavía no había recuperado su fuerza.
"Todavía no puedes. Espera a recuperarte un poco. Además... todavía tienes que saber algo" su voz era cada vez menos sonora y más triste. Hermione notó que todavía no había dicho nada de sus padres, y algo la golpeó en el estómago.
"Por favor" rogó la chica con un hilo de voz "Dígame que mis padres están vivos"
La Profesora miró a su alumna con lástima. "Ojala pudiera"
A Hermione se le cayó el mundo a los pies, y por su cara empezaron a caer algunas lagrimas pequeñas, que en unos segundos se hicieron algo más grandes, y que poco después eran ya parte de un triste llanto.
"Hermione... Sé que es duro, pero debes salir adelante, por ti y por tu hermano" la profesora daba la sensación de querer abrazar a su alumna, pero su condición de maestra la mantenía alejada.
"Mi hermano" susurró Hermione para si misma "Mi hermano ahora estará solo.. No puede ir a un internado, no mientras esté yo.."
"¿Estás diciendo algo?" preguntó la profesora, al ver como su alumna parecía susurrar algo.
"Si. Profesora" Hermione había levantado la cabeza, y se secaba las lagrimas. En su cara ya no sólo había tristeza y furia, sino también determinación "Siento decirlo, pero no voy a volver a Hogwarts este año"
"¿¡Qué!? Hermione, no puedes dejar de estudiar, eres una gran alum..."
"¡Y qué! Ahora mi hermano no tiene a nadie. No le voy a dejar solo, no puede perder todo lo que tiene en tan poco tiempo"
"Pero tu tampoco puedes quedarte con él, eres menor de edad"
"Pues iremos los dos a un orfanato, o a dónde sea, pero los dos. ¡No le voy a dejar solo!" la voz de la chica era prácticamente un grito. Estaba furiosa. No quería hablar con su profesora, era una bruja, como ella misma. Por un momento Hermione sintió asco de si misma. Habían sido magos los que habían acabado con su familia, y los hechizos que ella estudiaba eran los que habían destrozado su vida. No quería volver a oír hablar de Hogwarts, ya que había sido la magia la causante de todo.
La profesora optó por dejar sola a la joven. Confiaba en que con el tiempo se diera cuenta de lo que hacía y de lo que pensaba hacer. Discutir con ella en ese momento parecía inútil.
"Señorita, espero que se piense esto. Creo que ya puede pasar a ver a su hermano. Si necesita algo de mi, póngase en contacto conmigo. Creo que también podrá contar con casi cualquier profesor de Hogwarts. Y por favor, supérelo" poso su mano en la cara de la joven bruja. Ésta hizo como que ni escuchaba, y sin despedirse entró en la habitación de su hermano. Confiaba en no tener que ver nunca más a esa mujer, a la que había guardado tanto respeto por tanto tiempo, y que ahora prácticamente le inspiraba asco.
*******************
¿Y bien? Sé que parece un dramón, pero es que hay pocas formas de enfocar algo así, ¿no creen? Bueno, por ahora la cosa está un poco extraña, pero ustedes qué opinan ¿Cambiará Hermione de opinión? Esta es la gran pregunta, y me pueden dar sus respuestas, opiniones, críticas, jamones (esto tal sea un poco difícil), etc dejándome un review, que son como droga (apuesto a que cualquiera en ff.net me apoyaría en esto)
Bueno, dejen review o no, gracias por leer la historia.
Kaly
