CAPITULO 3

LAS SEPARACIONES SON DOLOROSAS

DEDICADO A:

CARLOS SEGUNDO (Quien presta su voz al inteligente, fuerte, lindo y tierno Piccolo-san, a Woody de Toy Story, a Alf el extraterrestre, a Alan Rickman, el profesor Snape en "Harry Potter y la Piedra Filosofal" (Aquí me gustaría poner muchos corazoncitos y cosas así), a Danny Glover en "Arma Mortal" y a varios personajes que por mas que lo intento no consigo recordar en este momento. También es el principal culpable de que recorriera el centro de la ciudad buscando un muñeco de peluche del Señor Piccolo, que espero me autografie aunque sea en la capita, ^-^. Por cierto que yo JAMAS en la vida había tenido un muñeco tan lindo, tan verde, con capita, trajecito morado, turbantito (?) y zapatitos naranjas. ¡Es absolutamente adorable!)

Por si las dudas, decidieron que a partir de esa noche, Gokuh se quedara en el Templo de Kami Sama. Piccolo aseguro que el se haría cargo PERSONALMENTE del "huésped" (maldito) y le prohibió a Dende y a Mr. Popo siquiera el pensar en acercársele bajo ninguna circunstancia, lógicamente sin darles ninguna explicación. Buscaron una habitación en las profundidades del edificio, y el Namek se instalo junto con el engendro camuflado en camas gemelas, resignándose a que serian largas veladas si esto no se solucionaba pronto. No se molestaron en avisarle a la familia de Gokuh; para Chichi y Goten, mientras menos lo vieran mejor, y seguramente Gohan iría pronto para hablar con su maestro, ya le explicarían.

Mientras decidían en que cama se dormía cada quien, Vegeta se sentó ante la pequeña mesa que había en la habitación, leyendo el grueso volumen de teoría de caza para obtener mas información sobre el misterioso uniforme.

- Aunque no lo creas Gokuh - comento el Namek -, lo mas increíble de todo esto es ver a Vegeta leyendo con tanto ahínco. ¿De cuando acá se volvió un niño estudioso?

El príncipe cerro el libro de golpe.

- Escuche eso - gruño -. Y lo estoy leyendo porque ya no podré hacerlo...

- ¿Por qué?

- Porque, insecto verde, yo no regreso con toda esa mugre- señalo su baúl -, voy a dejarla justo aquí y nunca volveré a ocuparme del asunto.

Piccolo lo mando al diablo con todo y baúl.

Esa noche Julia Woods y Vincent Kellen equipados con enormes lamparas de mano, seguían al detective Dean Klein, en su viaje a ninguna parte entre los callejones de las ratas. A cada paso Julia se convencía mas de que era tiempo perdido, le daba mas frío y le zumbaban mas los oídos. El sonido que lo provocaba venia de su compañero Vincent, el joven murmuraba entre dientes con tanta insistencia que Julia penso que estaba rezando de miedo, a fin de cuentas se entero de que estaba cantando de nervios.

"El gran Sayaman" hizo una reaparición menos triunfal que la que alguna vez imagino. Pensaba si no seria mejor utilizar un antifaz o algo por el estilo, ya que los lentes oscuros le dificultaban ver entre esos sucios callejones a mitad de la noche.

No estaba acostumbrado a hacer algo así, generalmente sus peleas eran a la luz del día, contra un adversario definido, y Gokuh o el señor Piccolo rondaban por ahí, esperando que saliera adelante solo, o si no, para ayudarlo. Trato de concentrarse en lo que estaba haciendo; era de noche, no sabia con lo que se iba a encontrar y ya no era un niño para que lo estuvieran cuidando. Su padre y su maestro no siempre iban a estar para protegerlo.

Avanzando lentamente sobre los techos de los edificios, vigilaba hacia los callejones sin ver a nadie sospechoso. Bueno, no sospechoso de los asesinatos en cuestión porque todos a quienes había visto tenían cara de delincuentes. Se quito los lentes oscuros para ver mejor confiando que entre esa oscuridad y su velocidad nadie lo reconocería.

Sintió presencias en todas partes pero ninguna lo suficientemente poderosa o maligna como para ser quien estaba buscando. Ocultándose tras los depósitos de agua y ladrillos sueltos esperaba cualquier cosa.

Spider-man, el hombre araña.

Spider-man, que teje la red.

Spider-man, no temes a nadie.

Spider-man, proteges el bien.

Tus manos, alcanzan, a todo el que hace el mal.

Ninguno, se escapa, si los amarras con tu tela especial.

Spider-man, eres mi amigo.

Spider-man, tu sabes luchar.

Spider-man, tu puedes vencerlos

Spider-man, con tu agilidad...

- Ya cállate, Vincent - murmuro Julia entre dientes -. Me tienes harta.

- Lo siento patrón, no puedo evitarlo...

- Silencio los dos - dijo Dean -. Estamos por encontrar algo...

- Mientras que sea la salida...

De pronto, se escucharon gritos a lo lejos. Los tres oficiales sacaron sus armas y volvieron a escuchar. Los gritos se repitieron.

- ¡Viene de allá! - señalo Vincent echándose a correr por un callejón.

Julia lo siguió, preocupándose. Sabia que su compañero era mucho mas rápido que ella, ya antes había tenido problemas por eso. Podía ser un poco cobarde, pero en ciertos momentos, como cuando sabia de alguien en serios problemas, perdía la cabeza por completo y no media el peligro. Miro hacia atrás para ver si Klein los seguía, estaba a bastante distancia, el corpulento hombre rubio era bastante lento. En ese breve lapso, Vincent dio la vuelta por la esquina de un callejón, y al llegar al mismo lugar Julia lo perdió de vista.

- ¿Qué sucede? - pregunto el detective al llegar a su lado.

- Este idiota se me perdió - gruño mientras avanzaba con el arma lista -. Hay que encontrarlo.

Ambos llegaron a una de esas intersecciones que siempre hay en este tipo de casos, en donde los personajes se separan y se van cada uno por su lado, tratando de encontrar al que se extravío en primer lugar.

- ¡VEGETA!

Ya era suficiente susto recibir dos cachetadas a mitad del sueño, para aparte escuchar la fuerte voz de Piccolo muy cerca del oído. Por reflejo, el príncipe de los Sayajin descargo un puñetazo en el cercano rostro del Namek.

- ¡¿QUÉ DEMONIOS TE PASA?! - rugió Vegeta levantándose.

- ¿Eh? ¿Qué? ¿Vegeta? - se despertó asustada Bulma - ¿Qué pasa Piccolo?

El Namek había olvidado por completo que Vegeta dormía acompañado.

- Tengo que hablar con Vegeta - contesto Piccolo tratando de parecer calmado sin lograrlo. Sobre todo por el hecho de que estaba cubriéndose la adolorida nariz con la mano -. A SOLAS -. Completó apretando los dientes.

- ¿PERO QUE DICES? - se indigno Bulma -. Lo que tengas que decirle, puedes hacerlo frente a mi, además...

- ADEMAS TE CALLAS, MUJER - le dijo Vegeta en su tono mas terrible -. Si el insecto verde tiene que hablarme a solas, por algo será.

Bulma retrocedió ligeramente, no muy dispuesta a darse por vencida en su curiosidad (N. de P. S.: Así estaba de valiente cuando llego Freezer y cuando los androides, y a la mera hora si se asusto), además, era SU casa y tenia todo el derecho a hacer preguntas. Pero a pesar de todo, la voz de Vegeta la dejo sin saber que pensar, el hacia mucho que no utilizaba ese tono con ella. Enojada, dio la media vuelta y salió de la habitación dando un portazo, y se fue a la cocina a prepararse un café.

- Ahora si - dijo Vegeta una vez que se sintió seguro de que ella no podía oírlos - ¿Por qué perdiste de vista al engendro?

- ¿?

- Esa es la única razón por la que vendrías a buscarme a esta hora y tan alarmado.

- Lo que paso fue que... su traje... me ataco. No parecía poder controlarlo. El no hizo mucho por detenerlo, como si estuviera un poco ausente... solo al final evito que esa cosa me matara...

- Y después...

- Se teletransporto y no puedo sentir su presencia, no se donde esta...

- En fin... creo que por fin voy a tener el pretexto que buscaba - dijo Vegeta con aparente resignación y ese brillo en los ojos de cuando presiente una buena pelea. Con un gesto apareció sus armas y brillante armadura. Aun conservaba el dije en forme de cruz que lo identificaba entre todos los cazadores. Escucharon un ruido que venia del fondo del enorme armario de su habitación, y el molesto baúl salió de ahí, la tapa salto y los listones se enredaron alrededor de la muñeca derecha del príncipe.

- ¡Eso si que no! ¡No voy a llevar estas cosas tan ridículas!

- Vegeta olvídate de eso, después te deshaces de ellas, ahora solo concéntrate en encontrar a Spawn.

Los dos guerreros salieron volando por la ventana. Vegeta iba todo el camino forcejeando disimuladamente tratando de quitarse los listones.

Al escuchar los gritos, Gohan volteo alarmado para todas partes, sin poder sentir ningún Ki amenazador. Corrió entre las azoteas para no revelar su presencia, asomándose de vez en cuando al suelo para ver si encontraba algo. De pronto, escucho disparos y vio a una mujer rubia corriendo, en dirección a donde había salido el sonido de los gritos, con un arma en una mano y una lampara enorme en la otra, iluminando las zonas mas oscuras. Gohan decidió seguirla.

Unos metros mas adelante, la lampara ilumino un cuerpo entre basura. No se podía saber si era de hombre o de mujer. La detective se inclino para revisarlo, le habían arrancado la garganta, probablemente para que dejara de gritar antes de que alguien llegara.

- ¡Vincent! - grito buscando a su compañero, dirigiendo luz hacia el fondo de ese callejón - ¡Vincent! ¿Dónde estas?

Un sonido de cadenas arrastrándose la alerto y la luz de su lampara ilumino a alguien cubierto por una enorme capa roja, en la oscuridad brillaron unos ojos verdes.

"A ver, pongamos las cosas claras." Se dijo Spawn "Estaba yo durmiendo tranquilamente por primera vez en mucho tiempo. Si, estar con Piccolo en realidad me da mucha seguridad. Creo que junto con Vegeta, es el único que no se asusta al verme. Claro que por razones distintas. Los demás no saben de mi trato con ese demonio, pero no pueden ocultar que me ven como un ser de ultratumba. Hasta Krillin, después de la emoción inicial, y eso que el ya se ha muerto dos veces, pero en fin, cada cabeza es un mundo.

Como decía, estaba yo tan tranquilo, cuando escuche de nuevo esa voz, tengo que admitir que es muy agradable y dulce, pero no hay que cambiar el tema. No estoy muy seguro, pero creo que dijo: 'Cuidado'. Abrí los ojos y vi a Piccolo peleándose con mis cadenas... o a mis cadenas tratando de estrangular a Piccolo, es lo mas probable. Piccolo me pidió ayuda y yo me quede muy quieto. No supe que hacer, hasta que recordé de quien eran las cadenas, y las jale con todas mis fuerzas. Volví a lastimarme, mire mis manos, de donde escurría mi... 'sangre' verde y todo se volvió oscuro. Lo siguiente que recuerdo fue que dos balas me rozaron y escuche un grito: '¡Alto! ¡Policía!'... ¿por qué gritan eso? No hice caso. Ya parece que alguien se va a detener si lo persigue la policía... O tal vez es un pretexto: 'Le grite que se detuviera, pero como no lo hizo, le metí tres tiros'. En todo caso... ¿Qué estoy haciendo preguntándome esa clase de cosas? Debería de preocuparme de que me estén persiguiendo, no tanto por mi, si no por el pobre que se meta en mi camino y el de mi traje."

Julia ya le había dicho y repetido a Vincent que no creía en el monstruo. Pero ahí estaba, frente a ella, y a sus pies, el cuerpo sangrante de su compañero. Lo llamo, y no obtuvo respuesta.

"Maldita sea Vincent, no me hagas esto" penso disparándole al engendro.

- ¡Alto! ¡Policía! - le grito.

El misterioso sujeto de la capa se echo a correr y Julia lo siguió, pasando junto a su compañero.

"Esta mujer no sabe en la que se mete" penso preocupado Gohan "No es posible, si es EL, ¡es papá!"

Sin ver la necesidad de esconderse por mas tiempo, Gohan voló para adelantársele a la policía y alcanzar al engendro.

Julia lo vio pasar sobre ella, y por un momento penso que la descabellada idea del detective Klein de que esos dos estaban de acuerdo, no era tan descabellada. Fue un momento muy breve, "El Gran Sayaman" se arrojo sobre Spawn y lo golpeo tratando de derribarlo. Las cadenas le dieron en la cara un latigazo capaz de voltear un camión, y no le permitieron volver a acercarse a su dueño.

- ¡No! ¡Detente! - escucho la voz del engendro.

Julia los alcanzo y volvió a dispararle. La capa dejo de ser una tela flexible, se puso rígida y se dirigió contra la detective en forma de afiladas puntas. Estuvieron a punto de atravesarla y Gohan voló y la cargo para salvarla.

- ¡Por favor vallase de aquí! - le pidió el mestizo Saiyajin, protegiéndola con su cuerpo.

- ¡No! ¡Esa cosa lo mato! ¡Vincent!

La capa volvió a atacarlos, y fue jalada hacia atrás por ¿unos listones? Las engañosamente delgadas y frágiles líneas azul y oro envolvieron la capa y al engendro y lo jalaron hacia arriba.

- ¿Qué? - dijo Julia.

En el aire se veían dos figuras siniestras, una enorme con turbante y capa blanca, y otra mas pequeña, con armadura y una espada, los listones parecían venir de su muñeca derecha.

- ¡Oye, engendro! - grito la figura mas pequeña -. Vamos a un lugar mas amplio donde pueda destrozarte a gusto.

Como si fuera un helicóptero llevando colgada una insólita carga, se llevaron al monstruo enredado entre los listones. "El Gran Sayaman" dejo a la rubia en el suelo y los siguió. Estaba bastante oscuro, pero los dos se acercaron mucho y la detective alcanzo a distinguir las facciones del disfrazado. Ya mas tarde se preocuparía por eso. Volaban muy rápido y no los alcanzaría, además se dio cuenta de que aunque pudiera, no debía meterse.

Ahora tenia que ir por Vincent y encontrar al inútil de Dean.

El mar es increíblemente imponente y aterrador por las noches, penso Spawn, recordando que antes le gustaba mucho ir a la playa, y últimamente, hasta había acompañado a la familia en vacaciones. El traje lo hizo desenredarse cuando volaban sobre un muelle, cayo como costal de papas levantándose trabajosamente, sobre una plataforma de gruesos tablones que entraba varios metros en el agua. Vegeta, Piccolo y Gohan aterrizaron a su lado.

- Papá... pero ¿Cómo pudiste...?

- Antes de que empieces con una escena dramática Gohan - lo interrumpió Piccolo -. Hay algo importante que debes saber...

Las cadenas rodearon a su amo con una animada muralla casi impenetrable. Vegeta hizo aparecer su lanza dimensional.

- Si te sirve de consuelo, Gohan - dijo Vegeta -, el inútil de tu padre no es el verdadero responsable de las muertes. Parece que su traje se aburrió de solo esperar a que su dueño actuara como le corresponde a un engendro del infierno, y esta tomando la iniciativa.

- ¡¿Qué?!

- ¿Qué piensas hacer, Vegeta? - le pregunto Piccolo.

- Quitárselo por la fuerza. Le va a doler, pero luego me lo agradecerá. Lo que ustedes TIENEN que hacer es ayudarme con las cadenas, para que todo sea mas fácil.

El engendro le dirigió una mirada fría, luego comenzó a mover trabajosamente un brazo.

- El traje... no... me deja... moverme...

- Tranquilo Gokuh - le dijo Piccolo -. Vamos a solucionar esto.

Las cadenas atacaron como serpientes, mostrando unos pequeños cráneos con dientes afilados como navajas.

- ¡MAKANKONSAPPO!

El disparo de Piccolo apenas molesto a las cadenas, Gohan unió un Kamehameha al ataque de su maestro. No era lo único contra lo que tenían que lidiar, la capa volvió a ponerse rígida y embistió contra el príncipe de los saiyajin.

Spawn se quito con mucha dificultad uno de sus pesados guantes, el que tenia mas aspecto de ariete.

"No te atrevas... " escucho la voz de su traje.

- Cállate.

El guante cayo al piso ruidosamente.

"Ahora, el otro" penso el engendro.

En eso estaba, cuando la capa volvió a ser flexible y cubrió por completo a Vegeta. En el interior, Vegeta noto que era como estar cubierto de cálido y suave terciopelo, era bastante agradable.

"Es una lastima" penso, activando su lanza.

Spawn solo sintió como si miles de voltios de electricidad pasaron atraves de la capa, el traje negro, las cadenas y su cuerpo.

- ¡¡¡AAAAARRRRRRGGGGHHH!!! - grito arqueándose hacia atrás. Cayo quedando inmóvil.

- ¡Ahora! - grito Piccolo, y entre todos hicieron un esfuerzo por separar la tela del cuerpo del engendro. Spawn gritaba con todas sus fuerzas a cada tirón que le daban. Cuando lograron separar una parte se dieron cuenta de que el traje había formado miles de minúsculos ganchitos por dentro, sujetándose a la piel de sicoplasma de su dueño, llevándose varios pedazos.

"A este paso," penso Spawn "no va a quedar mucho de mi."

- ¡A las tres! - grito Vegeta.

- ¡¿A LAS QUE?! - exclamo alarmado Spawn.

Piccolo: ¡Una!

Gohan: ("No se porque estoy haciendo esto. Le duele.")

Vegeta: ¡TRES!

Todos al mismo tiempo jalaron la tela negra y roja y las cadenas, sacando todo de la imponente figura de Spawn. El pobre engendro, quedo tan adolorido que ni siquiera pudo seguir gritando. Amontonaron de cualquier modo, la masa informe de los jirones del traje y Vegeta le receto otra intensa dosis de energía de su lanza dimensional. Una parte de los listones se desprendió de su muñeca, enredando todo perfectamente, incluyendo los guantes y las botas que el engendro se había quitado solo.

- ¿Y ahora? - pregunto Piccolo jadeando por el esfuerzo.

- Déjame pensar... - le respondió Vegeta - ¡Ya lo tengo!

El príncipe desapareció por una fracción de segundo y reapareció cargando su baúl. Lo abrió y lo volteo para vaciarlo, desparramando el contenido. Metió a la fuerza el ovillo formado entre los listones, el traje y las cadenas y cerro la tapa. El resto de sus listones se enredo alrededor del baúl, para mayor seguridad. Cuando se aseguro de que nada podía salir, y los listones no se iban a soltar, Vegeta, de una patada, envío todo al agua.