Days of our Lives
Capitulo I: He is like wind
Es sólo... Un mal presentimiento.
Los paisajes de Satán City pasaban rápidamente por el espejo trasero del taxi que iba en dirección al aeropuerto estatal, el sol parpadeaba débilmente a través de los árboles, algunos colores se mezclaban a la vista de mis ojos creando una mezcla de colores extraño pero a la vez atrayente, sin duda, los días de primavera ya habían acabado en su totalidad. Gohan observaba hacia fuera ensimismado en sus pensamientos, serio, repasando los últimos detalles pendientes de su viaje, sin decir la más mínima palabra, creando un ambiente totalmente ajeno al mío, simplemente concentrado.
Me acerco un poco más hacia él, rozando con mi mano sus dedos congelados, tomando su mano por sobre su pierna. Gohan gira rápidamente al sentir el contacto tibio de mi piel, en contraste de temperatura con sus helados nudillos. Consigo hacerle verme por unos instantes y así distraerlo de todo esto.
"¿Que ocurre Videl...?" Dice frunciendo el entrecejo.
Le miro a los ojos y suspiro. "Gohan... Es sólo que tengo un mal presentimiento acerca de todo esto..."
Termino mis palabras moviendo mi mano izquierda en una dirección indefinida, Gohan relaja sus hombros y me observa con una pequeña sonrisa. "Ven..."
No lo dudo ni siquiera por un leve instante, ignoro el sonido constante del coche, un chofer indiferente, el motivo de todo este viaje y me hundo en sus brazos que me entregan la eterna sensación de seguridad que tanto anhelo. Me acaricia el cabello suavemente con las yemas de sus dedos, sé perfectamente que queda poco para llegar al aeropuerto, donde Gohan tomará el vuelo y trato de alargar en mi consciente los últimos segundos que paso junto a él.
Me besa tiernamente entre mi cuello y hombro, luego asciende hacia mi oído para susurrarme "Tranquila... Todo estará bien..."
Trato de creer en sus palabras de la misma forma en que me aferro a su presencia, pero existe algo dentro de mí que me indica lo contrario.
Lo inevitable llega, nos detenemos en las afueras del aeropuerto, el chofer baja primero ansioso de terminar el viaje, abre el compartimento de atrás y saca la maleta de Gohan, mientras éste se escurre de entre mis brazos para salir a recibirla. Yo salgo lentamente al mismo tiempo que Gohan paga el viaje con un billete y el conductor vuelve a subir al taxi a buscar cambio.
"Al parecer aún no ha llegado Maho." Mueve su cabeza buscando entre la gente mientras el vaho sale de su boca en señal de que ya anochece.
Maho.
¿Les he hablado de ella?
Entramos al recinto luego de que el conductor trajera el cambio y se fuera sin ninguna otra palabra más, el ambiente era el mismo de afuera, aún hacía frío y una gran muchedumbre de gente con maletas y bolsos aparecía a nuestro andar. Le siento nervioso, sus manos siguen heladas y su mirada está rodeada de un aire de preocupación.
"¡Gohan!" Una voz exaltada llega hasta nosotros.
Ambos giramos hacia la voz y comprobamos que se acerca una chica con una maleta y un bolso cruzado en su pecho, agita su mano por los aires captando nuestra atención. En efecto, era Maho Shinohara.
Se acerca y saluda a Gohan efusivamente. "¿Estás nervioso?"
Por un corto rato entablan una conversación de la cual me siento fuera, luego de unos minutos ella advierte mi presencia y me dirige una mirada seca, que luego se transforma en acogedora, un gran cambio desde luego, pero no le tomo importancia. Nos saludamos y vuelve a dirigirse con una sonrisa a Gohan. "¿Vamos a registrar los boletos, eh?"
Los dos comienzan a conversar de asuntos que desconozco mientras se dirigen hacia el mesón de la aerolínea, por suerte estaba casi vacío y ambos pasaron en menos de cinco minutos a hablar con la muchacha del mesón. Claro, mientras yo los observaba a unos metros, sentada en una banqueta de metal.
Maho Shinohara. Su forma de ser y de hablar proyectaban estudios extranjeros, belleza y éxito.
Ella era la razón por la cual Gohan no volaba directamente a la ciudad donde se dirigía, y ella era la mujer que lo acompañará todo su viaje. Gohan y Maho estarían de viaje durante un mes y diez días.
1 mes y 10 días, sin duda era mucho.
Me he repetido la cifra tantas veces, pero aún me parece algo increíble.
Estarán en una ciudad del norte, desconocida por mí, desarrollando un proyecto a nombre de la Orange Star University (OSU) que incluía de todo, exposiciones, un papeleo enorme y otras cosas más que le servirían maravillosamente para su currículum cómo médico y de pasada -si lograba salir todo bien-, ganarían una beca. Era una oportunidad invaluable, óptima para cualquier persona. Para dos. Para él y Maho.
Gohan y Maho.
Ya han estado juntos casi un mes y medio, cómo un equipo. Tomaban las mismas clases, comían juntos y se quedaban hasta altas horas de la noche estudiando materias sumamente complejas. Hasta que finalmente, un día -bastante maldecido por mí- , el proyecto de Gohan había sido aceptado. Él y Shinohara debían trabajar en su ejecución por el mes y tantos días siguientes, pero, en la ciudad de Tokugawa, para finalmente exponerlo a un comité de la OSU, con jueces y cosas por el estilo, todo sea por el prestigio de la universidad.
Y aquí estoy. En el aeropuerto estatal de Satán City. Observando a mi novio y a su amiga... No puedo negar que estos últimos meses han sido incómodos.
Y no sé cómo no le he acompañado, porque me lo ofreció... Luego de una larga discusión acerca de esto... Los tres hemos pasado juntos con mucha frecuencia, la total mayoría por motivos de trabajo.
Los documentos ya han sido aprobados por la muchacha de la aerolínea, las maletas pasan por la huincha de abordaje y lentamente se alejan junto con sus otras compañeras de vuelo. Gohan se le acerca y le sonríe amablemente.
"Ya está todo listo, a las nueve parte el vuelo."
Los dos se acercan sonriendo. Gohan trata de sonreírme mientras su cara se curva en una mueca estúpida. Se sienta a mi lado y espera, mientras Maho nos observaba. Debería saber que estos minutos son sólo para Gohan y yo. Pero aún así nos observaba dificultándonos alguna expresión. Sé que debería decirle algo, debería decirle: 'Cuídate, no te desveles, come bien, abrígate, te extrañaré...'. Porque sí. De hecho lo extrañaría. Pero todos estos pensamientos se limitan a una mirada angustiada. Ninguno de los dos dijo nada.
Luego de unos segundos Maho se levantó sonriendo. "Será mejor que pasemos luego por el control de policía, para evitar problemas... ¿Partimos ya, Gohan?"
"Maho, te alcanzo en unos minutos..." La interrumpió, poniéndose de pié y mirándola de frente.
"Está bien." Dice levemente desilusionada. "Nos vemos, Videl" me ofrece su mano.
"Nos vemos." Repito en voz baja, dándole la mano y viéndola caminar hacia el control policial. Después de verla alejarse unos metros, observo a Gohan e intenté sonreírle. Pero no pude, me mantuve estática. No sabía que hacer, me puse de pié frente a él y miraba el piso cómo si de alguna manera pudiera estar ahí la respuesta.
Me sentía tan débil, tan pequeña. De un modo estaba muy triste de que Gohan partiera lejos de mí. La seguridad de hace unos momentos atrás había desaparecido y ahora estaba en plena incertidumbre. Estaba apenada, quería que todo ocurriera rápido, que su ausencia no se hiciera notar en mí. Pero ya era imposible.
Mi rostro se torna triste, tendría que estar más animada y aprovechar los últimos momentos junto a Gohan, darle ánimos y buenas esperanzas, pero todo lo que irradio es tristeza.
"¿Sabes?" Dice Gohan quebrando sorpresivamente el incómodo silencio, yo lo observo directamente a sus ojos azabaches que me contemplan cargados de ternura. "Cuando te pones celosa, arrugas la nariz. Eso es muy sexy."
Una pequeña carcajada sale de mis labios mientras comienzo a respirar más rápido y me acerco dudosa a él. "Dios... Gohan..."
Le abracé, no fue un gesto individual de mí buscando protección ni de él, tendiendo a dármela. Fue algo mutuo. Apoyé mi cabeza entre su cuello y pecho, y con un brazo le acaricié la espalda mientras con la otra mano subía hasta su nuca. Estuvimos unos minutos en la misma posición, le besé lentamente el cuello y nos alejamos levemente.
"Te extrañaré mucho, amor..." Me adelanta a la vez de que mis ojos se llenan de lágrimas y él se acerca para dejar que nuestros labios se encuentren por largo tiempo. Y también, por última vez hasta un mes y diez días más. Fue una sensación de tranquilidad, una bocanada de aire fresco en la gran turbulencia de mis sentimientos.
"Ya es hora." Digo separándome súbitamente de sus brazos, maldiciendo mi comportamiento. Gohan y yo nos miramos por los últimos segundos. "Cuídate mucho." Le sonrío. "Y a Maho también." Le digo mientras él me devuelve la sonrisa.
"Nos vemos"
Tomó su maletín de mano y caminó alejándose de mí en rumbo al control de policía donde se separaba totalmente la gente que viajaba y el resto de las personas a través de un vidrio transparente del cual yo estaba parada viendo como Gohan esperaba a obtener los últimos timbres de su pasaporte, luego de esto, me alzó su mano en señal de despedida para desaparecer totalmente entre la demás muchedumbre.
Así tan rápido cómo pasó, Gohan ya se había marchado totalmente.
