Days of our Lives

Capitulo VIII: Free to decide


"Tu brazo" Murmuró sacándome de mis cavilaciones por sorpresa.

Su rostro cambio radicalmente. De estar completamente relajado, su cara se volvió preocupada. Frunció el entrecejo, mientras agudizaba aún más su vista en mi brazo derecho. Reaccioné inmediatamente y lo cubrí con mi mano izquierda, fugazmente había visto una mancha de color crema amarillenta en la manga de mi blusa, justo donde...

"Nada." Dije de golpe, alejándome un paso.

Me miró a los ojos, serio. Se acercó un paso, con la vista aún en mis ojos y quitó mi mano del brazo lentamente. Comencé a sentirme nerviosa, Gohan no sabía nada de mi herida. Tomó mi brazo en sus manos, sin despegar la vista de mis ojos y presionó levemente sobre la mancha.

Instantáneamente salió un quejido de mis labios, comencé a temblar mientras sentía que Gohan arremangaba mi blusa con delicadeza. Cerré mis ojos, e intenté calmarme mientras rogaba salir de todo esto bien.

"Videl..."

Abrí los ojos y observé mi brazo, estaba infectado.

"¿Que te ocurrió?"

Volvió a mirarme directamente, preocupado. Yo solo bajé mi cabeza evitando su mirada.

"Yo... sólo tuve un accidente..."

"¿¡Un accidente!?" Insistió duramente, ajustándose los lentes. "¿Un accidente deja cómo resultado una herida que necesite cirugía?"

"Gohan..."

Dejó mi brazo y pasó una de sus manos por su frente. Tuve miedo a su reacción por unos instantes, sentía un peso horrible y mi garganta comenzaba a picar.

"La herida está infectada, los puntos ya deberían estar fuera. ¿Cuándo tenías que ir a sacártelos?"

Me sentía cómo una niña pequeña sin ninguna excusa. Levanté mi cabeza y murmuré despacio. "Ayer." Lo observé por unos instantes, más que molesto tenía su rostro desilusionado. Se sacó sus gafas y dio un largo suspiro. Mordí mi labio inferior, ya todo había quedado al descubierto. Ahora solo quedaba abstenerme a las consecuencias que llevaría todo esto.

"Siéntate en la cocina, veré que hago con tu herida."

Asentí tristemente y me dirigí a la cocina, tal cómo había dicho Gohan. Me senté, sosteniendo mi brazo que comenzaba a doler y viendo cómo mi novio se acercaba a mí con un maletín negro en su mano. El ambiente era muy tenso, no sabía cómo comenzar, Gohan arremangó su camisa, lavándose las manos para luego ponerse unos guantes quirúrgicos. Se sentó en la silla del frente, quedando la mesa entre nosotros. Comenzó a sacar unos instrumentos desconocidos por mi, algunas vendas y cosas por el estilo. Yo lo observaba sin decir ninguna palabra, sabía que estaba molesto por no haberle dicho nunca el asunto que había pasado en el banco.

"Tu brazo." Dijo secamente mientras yo ponía mi brazo derecho por sobre la mesa, al alcance de él.

Sacó unas bolitas de algodones que tomó con unas pinzas, las sumergió en un líquido marrón y antes de comenzar a desinfectar la herida, me miró a los ojos profundamente. Y lo único que pude ver en ellos fue tristeza.

"¿Que ocurrió.... Videl?"

Tardé unos momentos en reaccionar, debía ordenar mis ideas y eso me era un poco imposible. Estaba muy confundida y sentía ganas de llorar. Gohan dio un pequeño suspiro y comenzó a desinfectarme la herida.

Un pequeño dolor afloró de mi brazo, pero no dije nada. Sabía perfectamente que debía contarle todo, y el momento debía ser ahora.

"Unas semanas después de que te marcharas..." Comencé. "Tuve que ir a hacer unos trámites al centro de Satán City."

Gohan seguía haciendo su trabajo, sin decir nada.

"Necesité dinero... Y tuve que ir al banco, el 'Satán City Bank'… "

Dejó las pinzas en una vasija pequeña de aluminio y sacó otras de su maletín. Serio y concentrado.

"Mientras volvía de sacar algo de dinero de mi cuenta. Llegaron unos ladrones."

Salté levemente, Gohan había comenzado a sacarme punto por punto. Y eso dolía bastante. Hablaba entrecortado, quería llorar y confesarle todo de una vez.

"Eran 8"

Gohan dejó su trabajo y volvió a tocarse la frente. Claramente estaba confundido. Cualquier persona normal lo estaría al saber que un ser querido arriesga su vida sin más recompensa que poder perder la vida. Pero todo siguió su curso, sacó otros tres puntos más, indiferente al dolor que sentía. Y no solamente en el sentido físico, sobretodo el emocional.

"Todo estaba bien." Rompí el silencio. "'Sólo era un simple robo', pensé... He incluso pensaba dejarlos pasar..."

En conjunto al dolor de otro punto fuera de mi piel su frío tono de voz resonó hasta mi cabeza. "Habíamos acordado dejar de arriesgarnos, Videl" Por primera vez me observa a los ojos, y por enésima vez, lo evito.

"Gohan..." Sin un motivo alguno la primera lágrima rodó por mi mejilla mientras Gohan terminó la desinfección de la herida. Ni siquiera se tomó la molestia de guardar sus cosas y darme unas palabras más, más bien se levantó impaciente del asiento dándome la espalda por un momento. Pasé mi mano por el rostro y me incorporé a la vez que Gohan comenzaba a hablar. "Eran ocho. Sabías perfectamente que no podrías con ellos."

"Asesinaron a un inocente a unos metros de mí, Gohan." Le hablo a su espalda. "Sabes que no los hubiera dejado escapar."

Gohan se lleva las manos al rostro mientras yo continúo. "Logré acabar con unos cuantos, pero uno de ellos logró dispararme."

"¡Arriesgaste tu vida en vano!" Se gira violentamente.

"Iban a matar a otras personas, lo sabía perfectamente" Hablo, segura.

"Videl, pudiste haber muerto. M-U-E-R-T-O, ¿¡Acaso no te hace reaccionar!?" Terminó tomándome por los hombros. "¡¿Y que hubiera pasado si te hubiera llegado justo a la sien, eh?!"

"Sé que no acerté, ¡Pero en esos momento confié en que nunca antes me había pasado nada!" Dije soltándome.

"Es porque ANTES estabas conmigo, CONMIGO" Acabó sus palabras apuntándose a sí mismo.

"¡Pero en ese momento no estabas!, ¡Estaba sola y pensé que fue lo mejor!, ¡Tuve miedo, pero me arriesgué por lo que creí!"

Volvió a darme la espalda.

"¿¡Acaso está mal arriesgarse por otros!?, ¡TU lo has hecho muchas veces!"

"En esos casos fue DISTINTO"

"¡También me arriesgué por gente que ni conocía y gracias a ello algunos no salieron asesinados!"

"Ya veo, la próxima vez que vuelva a viajar tendrás un brazo menos, ¡O peor!, ¡Quizás estés muerta!, si tu acto de arriesgarte fue de tal nobleza, ¡¿Porqué no me dijiste nada?!

"Todos me han reprochado, pero nadie ha tomado en cuenta que intenté salvar vidas, ¡Me duele bastante!"

"¿¡Crees que no duele el haberme enterado que me ocultaste todo esto!?" Cambia el tema al origen exacto de toda esta discusión.

"No quería que te preocuparas, sabía que podía salir de esto sola, además sabía perfectamente que dejarías todo y volverías!"

"¿¡Y qué!?, me PREOCUPO por ti, ¿¡Acaso no tengo el derecho!?"

Guardo Silencio. Esta vez no se que responder.

"Me siento increíblemente mal." Avanza hacia mi posición. "Siento que desconfías de mí."

El silencio sigue, todo lo que sale de su boca tiene una repercusión distinta en mí. Me toma desprevenida, está hablando con mucha honestidad.

"Después de tanto que hemos pasado juntos... Me es imposible el pensar esto."

Mi garganta se seca, sus palabras me hieren.

"Y me duele bastante"

Dudaba si alguna vez me perdonaría el hecho de haberme callado todo ese lío. Todo lo que le extrañé. Sabía perfectamente que había errado, no estaba en la posición de tener la razón. Me senté en la silla más cercana, mientras Gohan daba media vuelta y se dirigía a la salida. Al principio no reaccioné, volví a tener un encuentro de pensamientos distintos, pero sabía que no debía dejarle ir. Necesitaba demostrarle que lo sentía, que me había equivocado en muchos aspectos, pero más aún deseaba que todo esto volviera a la normalidad.

Me levanté y me dirigí a la salida a la vez que rogaba que no se hubiera marchado por completo. Y allí lo encontré, de espaldas a la casa, mirando el paisaje de Paozu Yamma. Lucía cabizbajo, sus mangas aún estaban arremangadas y un aire de tristeza rondaba a su lado.

Ya a un metro de distancia, contemplando su espalda, no supe que decir. ¿Que palabras podrían enmendar lo que había hecho?. Me sentí angustiada e incapaz de hace algo para reponer todo, tenía miedo de que reaccionara de una manera inesperada o que simplemente no me disculpara. Sabía que sentía mi presencia y que también esperaba mi reacción. Cerré mis ojos, ya todo dependía de mí.

Al volver a abrir los ojos supe que ya era mi turno de expresarle mi sentir. Avancé muy lentamente, aún cuestionándome que hacer. Y cuándo solo quedaban unos cuántos centímetros entre nosotros, le abracé suavemente por la espalda, silenciosa. No deseaba que partiera lejos de mí.

Primero los brazos, tímida. Después mi pecho, para intentar conectar mi alma, con la suya.

Dios... Lo sentía tanto.

No existió el tiempo. No existieron mis lágrimas. Sólo estábamos los dos.

Le acaricié su pecho y apoyé mi rostro en su espalda. Y fue en este instante cuando concentré todos mis pensamientos, me aferré a su existencia y con la voz más verdadera que pudo emerger, pronuncié suavemente.

"Perdóname, amor."

Extrañamente, se me vino a la memoria un recuerdo.

Hace algún tiempo atrás Gohan me recalcó lo difícil que era sacar un 'te amo' de mis labios... Lo hizo después de un largo beso apasionado en el muelle de Satán City.

Era verdad, sólo unas cuántas veces había llegado a ese punto. Le expliqué que un 'te quiero' era mucho más fácil que un 'te amo', un 'te quiero' es algo momentáneo, fácil de demostrar, mientras un 'te amo', más allá de todo la cursi, significa un compromiso, algo veraz y palpable para ambos. Te entregas en cada aspecto que esta palabra simboliza, compromiso, afecto, honestidad y otros valores. Dicho esto, él me preguntó si acaso no sentía aquello, típico... Cuestionando mis teorías para dejarme bloqueada, Son Gohan podría ser muchas cosas, pero nunca un tonto...

Alguien me había dicho tiempo atrás que al enamorarte tomabas ciertas actitudes de tu pareja. Desde una simple maña, hasta pedazos de personalidades. Recuerdo que en ese instante reí a carcajadas. Eso era absolutamente imposible, cada quien tenía sus propios rasgos que a una cierta edad ya serían imposibles de cambiar.

Me imagino cómo se reirían de mí ahora. En el momento en que me descubrí con la mano tras la cabeza, mi letra desfigurada transformada en una ordenada y reluciente... Hasta el modo de reír.

Pero más allá de todos estos fenotipos. Me pregunto si acaso he cambiado mi personalidad, antes más agresiva, ahora más calmada... y por qué no mencionarlo... Un poco tímida.

"Lo siento mucho, amor. Lo siento mucho."

Le abracé aún más fuerte rogando que hubiese escuchado mis palabras y en un movimiento inesperado algo cayó de su bolsillo. Ninguno de los dos observó aquel objeto pues sabíamos perfectamente de qué se trataba.

La caja aterciopelada y el anillo de compromiso.

Cierro los ojos entregándome a su decisión. O más bien a nuestro destino. Le siento inhalar profundamente seguido de un largo tiempo en silencio.

"Videl..." Rompe el silencio suavemente, agregando con una voz dulce. "¿Crees que daría resultado?"

¿Que daría resultado qué...?

¿Amarnos toda la vida...?

¿Dar lo uno del otro...?

¿Entregarnos mutuamente para siempre...?

¿Superar las discusiones y reemplazarlas por amor...?

¿Ser felices juntos...?

...

Sonrío para mí misma, la respuesta ya la he pensado mucho antes. Entonces, me separo levemente de su espalda para pronunciar las mismas palabras que Gohan pronunció una vez.

"Me arriesgaré por ello."

Gohan gira suavemente para entregarme su mirada y sube sus manos cariñosamente hasta mi nuca, me acaricia la mejilla y manteniendo el contacto visual, pega su frente a la mía. Ambos disfrutamos el momento de paz que ha surgido, siento su respirar, su calor, su vida... Le siento todo...

No puedo evitar sonreír.

"Entonces intentémoslo" Susurra al mismo tiempo que juntamos nuestras mejillas y sus brazos atrapan mi cuerpo.