3. ¿Qué tienen los profesores?
¿Qué?????? ¿Qué diablos estaba pasando? ¿En realidad eso estaba pasando? No podía ser verdad. Cho muerta en el piso, en una situación prometedora. Loackhart atónito aún aferrado a su varita sin poder creer lo que había hecho y él ahí, tirado en el suelo junto con el cadáver de su ex amada sintiendo un ardor de furia inminente. Esa si que era una situación extraña.
Dos minutos después del incidente, Loackhart empezó a gritar frenéticamente. - ¡AUXILIO! ¡AUXILIO!- gritaba- ¡LOCO! ¡COMPLETAMENTE LOCO!, ¡ME VA A MATAR! ¡AYUDA! - ¡Cállate, estúpido fanfarrón!- grito Cedric, recuperándose al instante- a menos que quieras terminar como ella...¡cállate!. Al ver el cuerpo inerte de Cho, no pudo dejar de pensar en los buenos momentos que había pasado con ella (hablamos de conversaciones, fiestas, besos, etc. No de otra cosa) -A pesar que la odio en este instante- dijo en voz más baja- creo que la sigo queriendo.
Justo al terminar estas palabras surgió de la sombras el rostro del profesor Snape. Al ver el cuerpo de la estudiante, Snape se quedó helado. No dijo nada por unos instantes, sólo la observaba con cierta tristeza en los ojos.
- Loackhart, ¿qué significa esto?- dijo comprimiendo un sentimiento entre ira y pena. - Yo no fui, te lo juro Severus, tu sabes y lo sabes muy bien que yo sería incapaz de hacer algo así. Su horrible rostro resinoso se poso en Cedric y sin decir ni una palabra lo apuntó con su varita. - Si me llego a enterar que esto a sido obra tuya, Diggory, te juro que de esta no pasas.
Cedric estaba atónito, sabía que era una escena muy difícil de apreciar, pero...porqué Snape se preocupaba tanto por Cho? Él nunca se habría portado así por otro estudiante que no sea de Slytherin y que él sabía, Snape no lo odiaba tanto como parecía en ese momento.
- ¡Basta! - Dijo una voz que surgía en la habitación. Era la voz del fantasma del Sr. Binns. - Paren todos de gritar y hacer tanto escándalo, ¡trato de dormir!- decía, parecía muy enojado. - ahora alguien me quiere explicar porque es la conmoción... Miró hacia el piso, el cuerpo sin vida de Cho lo explicaba todo. - Gracias a dios - dijo - ¡¿QUÉ?!- exclamo Cedric, ¿cómo un profesor se puede alegrar de la muerte de uno de sus estudiantes? - ¡No seas antipático, Melvin!- grito Snape (¿qué? El profesor Binns se llamaba Melvin?) - A mi no me digas eso de la antipatía, Severus. - dijo enfadado - no puedo ocultar mi alegría al ver que la señorita Chang ya no me molestará en las noches y por fin podré dormir. (En las noches???, todas las noches???) - Claro ¿no? - dijo por fin Loackhart - como tu no puedes, no quieres que nadie tenga el gusto. Cho ya me había contado que trataste y trataste pero no pudiste por razones obvias (los fantasmas no pueden) y es por ello que siempre nos miras cuando nos visitaba de noche y nos hacía el favor de.... - Alguien me puede explicar lo que......¡nooooooooooooooo! - Era Filch en la puerta del salón. Se había quedado sin respiración. Cho, estaba......muerta. Filch empezó a balbucear y gimotear como un niño. Poso su cabeza en el hombro de Severus y empezó a llorar con más fuerza. - BUAAAAAAAAAA, como es posible, como paso, que va a ser de nosotros ahora. - Fuerza, Argus, fuerza - le decía Snape dándole pequeños golpes amistosos en la espalda. - No quiero volver a recurrir a la Sra. Norris, ya esta muy vieja, se molestará conmigo- replicaba, Filch. A parte de tener que soportar el hecho de ser un squib ahora ya no podría chantajear a Peeves con espectáculo privado para que dejara de hacerle maldades y cantarle "¡Oh, Filch, eres un idiota, tratas de hacer embrujos y no sabes ni una gota!" . Al percatarse de esto, Filch, volvió a chillar tan fuerte que a todos se les taparon los oídos. - Ya estoy harto de todo esto - dijo Cedric - simplemente no entiendo nada. - Lo que yo entiendo...- dijo Snape, mirándolo con un odio que le hizo sentir como un balde de agua fría le caía en la cabeza y le recorría todo el cuerpo.- es que tu me las vas a pagar. - ¡Óigame, Ud, cabellos grasientos! No me venga con amenazas - ¡¿Qué me has dicho, Diggory?! - Lo que oye, y deje de joder - Esto te va a costar muy caro...- Snape extrajo de su bolsillo rápidamente su varita, estaba apunto de realizar el hechizo de la muerte contra Cedric cuando un rayo de luz blanca le dio en la mano. Desde las sombras aparecía el profesor Flitwick. Le había salvado la vida. - No te atrevas, Severus. No le toques ni un pelo al señor Diggory. - ¡Filius! Este chico a matado a Cho. ¡mírala!, nadie nos hará...tu sabes....los favores- dijo Snape con una mezcla de desesperación, el odio habitual y recelo. - Eso me tiene sin cuidado, la verdad - dijo empezando a ruborizarse- ya que, pues veras - se dirigió a Cedric- es que desde hace mucho tiempo yo... En el rostro de Cedric apareció un tono grisáceo, sentía que se iba a desmayar en cualquier momento, ya no entendía ni un cuerno. - yo.... - ni te atrevas Una voz burlona y lejana resonó de golpe en la habitación, se trataba de Peeves, el poilstergest. - Peeves...- chilló Flitwick - este, cariño...yo te puedo explicar, veras...no es lo que tu piensas. - ¿Cómo no? Te le ibas a lanzar a Diggory en cuestión de segundos. ¿Cómo te has atrevido?. - No la verdad yo...créeme amor, si me crees verdad mi duendecito. - No te creo nada, Filius, tantas veces que me dijiste "Cedric", no sé cómo no me di cuenta de que si eras capas, pense que era sólo un capricho. Pero no. Me has roto el corazón. Peeves salió volando de la habitación tan rápido como un trueno y rompiendo cuanta cosa este en su camino. Detrás de él salió corriendo Flitwick gritando algo así como "no te vayas mi pichoncito" . Por unos inquietantes segundos todos se miraron. De repente Snape empezó a reír, seguido por Binns, Filch, Loackhart y Cedric. - Hay este par, cuando dejarán sus tonterías- dijo Snape. - Si los dos son la muerte, pero Peeves tiene razón - observó Binns- Flitwick te ha estado mirando con otros ojos desde hace mucho tiempo - dijo mirando a Cedric. - Parece que ya tienes otro admirador - dijo con una sonrisa Loackhart, guiñándole un ojo pícaramente. Cedric retrocedió asustado. (Yo no, no es mi caso- dijo Loackhart- pero...- dijo bajando la voz- yo que tu me cuidaría del Fraile Gordo.) Cedric rió, todo era tan extraño que asustaba, mareaba y daba risa al mismo tiempo. De pronto alguien entro en la habitación. - Nooooooooooooooooooo, Cho, no. ¡No puede ser! - ¡Lupin! ¿qué demonios haces aquí? - grito Snape - Vengo por el puesto de profesor de defensa contra las artes oscuras, ya que Loackhart trató de atacar a Ron y el tiro le salió por la culata. - ¡¿¿¿¿¿¿¿Qué??????????! - dijo con un hilo de voz Loackhart - chist - musitó Binns - ese es en el siguiente libro. - ¡Hay!, perdonen Se fue - ¿Cómo es que yo....- chilló Loackhart- no puede ser..... - ¡Cálmate! No es verdad... Loackhart se dirigió a su sofa y se recostó hundiendo la cara entre sus brazos. Se podía escuchar que estaba llorando. - Que oportuno fue, ¿verdad Melvin? - gruñó Snape - La verdad que si...¿en que íbamos? Toda la conmoción había hecho olvidar a todos porqué se hallaban ahí y qué es lo que iban a hacer, pero de nuevo el cuerpo sin vida de Cho Chang los hizo volver en realidad. - Mira Diggory, - dijo Snape volviendo a poner su entrecejo fruncido - te salvarás por esta vez, si es que me encuentras a otra para que.......bueno....tu sabes. - Por supuesto profesor, ya he estado pensando....¿qué tal Ginny Weasley? Es una mandad con Harry Potter, y la verdad yo.....(¡un momento!-pensó- ¿qué estoy haciendo?, Cho era mi enamorada y ¿les tengo que encontrar otra para.....sus cosas?, no señor!) la verdad yo nada, no voy a hacer nada. Pero Snape ya no escuchaba, en su rostro había dibujada una desagradable sonrisa. - Ginny Weasley....hummm..suena bien, me gustan las pelirrojas. - Pero a mi no - dijo una voz desde el fondo de la habitación, era el mismísimo..el mismísimo..bueno, el-que-no-debe-ser-nombrado. - Señor, ¿que está usted haciendo aquí? - Lo mismo que tu, Severus, vine a ver a Cho.
¿Qué?????? ¿Qué diablos estaba pasando? ¿En realidad eso estaba pasando? No podía ser verdad. Cho muerta en el piso, en una situación prometedora. Loackhart atónito aún aferrado a su varita sin poder creer lo que había hecho y él ahí, tirado en el suelo junto con el cadáver de su ex amada sintiendo un ardor de furia inminente. Esa si que era una situación extraña.
Dos minutos después del incidente, Loackhart empezó a gritar frenéticamente. - ¡AUXILIO! ¡AUXILIO!- gritaba- ¡LOCO! ¡COMPLETAMENTE LOCO!, ¡ME VA A MATAR! ¡AYUDA! - ¡Cállate, estúpido fanfarrón!- grito Cedric, recuperándose al instante- a menos que quieras terminar como ella...¡cállate!. Al ver el cuerpo inerte de Cho, no pudo dejar de pensar en los buenos momentos que había pasado con ella (hablamos de conversaciones, fiestas, besos, etc. No de otra cosa) -A pesar que la odio en este instante- dijo en voz más baja- creo que la sigo queriendo.
Justo al terminar estas palabras surgió de la sombras el rostro del profesor Snape. Al ver el cuerpo de la estudiante, Snape se quedó helado. No dijo nada por unos instantes, sólo la observaba con cierta tristeza en los ojos.
- Loackhart, ¿qué significa esto?- dijo comprimiendo un sentimiento entre ira y pena. - Yo no fui, te lo juro Severus, tu sabes y lo sabes muy bien que yo sería incapaz de hacer algo así. Su horrible rostro resinoso se poso en Cedric y sin decir ni una palabra lo apuntó con su varita. - Si me llego a enterar que esto a sido obra tuya, Diggory, te juro que de esta no pasas.
Cedric estaba atónito, sabía que era una escena muy difícil de apreciar, pero...porqué Snape se preocupaba tanto por Cho? Él nunca se habría portado así por otro estudiante que no sea de Slytherin y que él sabía, Snape no lo odiaba tanto como parecía en ese momento.
- ¡Basta! - Dijo una voz que surgía en la habitación. Era la voz del fantasma del Sr. Binns. - Paren todos de gritar y hacer tanto escándalo, ¡trato de dormir!- decía, parecía muy enojado. - ahora alguien me quiere explicar porque es la conmoción... Miró hacia el piso, el cuerpo sin vida de Cho lo explicaba todo. - Gracias a dios - dijo - ¡¿QUÉ?!- exclamo Cedric, ¿cómo un profesor se puede alegrar de la muerte de uno de sus estudiantes? - ¡No seas antipático, Melvin!- grito Snape (¿qué? El profesor Binns se llamaba Melvin?) - A mi no me digas eso de la antipatía, Severus. - dijo enfadado - no puedo ocultar mi alegría al ver que la señorita Chang ya no me molestará en las noches y por fin podré dormir. (En las noches???, todas las noches???) - Claro ¿no? - dijo por fin Loackhart - como tu no puedes, no quieres que nadie tenga el gusto. Cho ya me había contado que trataste y trataste pero no pudiste por razones obvias (los fantasmas no pueden) y es por ello que siempre nos miras cuando nos visitaba de noche y nos hacía el favor de.... - Alguien me puede explicar lo que......¡nooooooooooooooo! - Era Filch en la puerta del salón. Se había quedado sin respiración. Cho, estaba......muerta. Filch empezó a balbucear y gimotear como un niño. Poso su cabeza en el hombro de Severus y empezó a llorar con más fuerza. - BUAAAAAAAAAA, como es posible, como paso, que va a ser de nosotros ahora. - Fuerza, Argus, fuerza - le decía Snape dándole pequeños golpes amistosos en la espalda. - No quiero volver a recurrir a la Sra. Norris, ya esta muy vieja, se molestará conmigo- replicaba, Filch. A parte de tener que soportar el hecho de ser un squib ahora ya no podría chantajear a Peeves con espectáculo privado para que dejara de hacerle maldades y cantarle "¡Oh, Filch, eres un idiota, tratas de hacer embrujos y no sabes ni una gota!" . Al percatarse de esto, Filch, volvió a chillar tan fuerte que a todos se les taparon los oídos. - Ya estoy harto de todo esto - dijo Cedric - simplemente no entiendo nada. - Lo que yo entiendo...- dijo Snape, mirándolo con un odio que le hizo sentir como un balde de agua fría le caía en la cabeza y le recorría todo el cuerpo.- es que tu me las vas a pagar. - ¡Óigame, Ud, cabellos grasientos! No me venga con amenazas - ¡¿Qué me has dicho, Diggory?! - Lo que oye, y deje de joder - Esto te va a costar muy caro...- Snape extrajo de su bolsillo rápidamente su varita, estaba apunto de realizar el hechizo de la muerte contra Cedric cuando un rayo de luz blanca le dio en la mano. Desde las sombras aparecía el profesor Flitwick. Le había salvado la vida. - No te atrevas, Severus. No le toques ni un pelo al señor Diggory. - ¡Filius! Este chico a matado a Cho. ¡mírala!, nadie nos hará...tu sabes....los favores- dijo Snape con una mezcla de desesperación, el odio habitual y recelo. - Eso me tiene sin cuidado, la verdad - dijo empezando a ruborizarse- ya que, pues veras - se dirigió a Cedric- es que desde hace mucho tiempo yo... En el rostro de Cedric apareció un tono grisáceo, sentía que se iba a desmayar en cualquier momento, ya no entendía ni un cuerno. - yo.... - ni te atrevas Una voz burlona y lejana resonó de golpe en la habitación, se trataba de Peeves, el poilstergest. - Peeves...- chilló Flitwick - este, cariño...yo te puedo explicar, veras...no es lo que tu piensas. - ¿Cómo no? Te le ibas a lanzar a Diggory en cuestión de segundos. ¿Cómo te has atrevido?. - No la verdad yo...créeme amor, si me crees verdad mi duendecito. - No te creo nada, Filius, tantas veces que me dijiste "Cedric", no sé cómo no me di cuenta de que si eras capas, pense que era sólo un capricho. Pero no. Me has roto el corazón. Peeves salió volando de la habitación tan rápido como un trueno y rompiendo cuanta cosa este en su camino. Detrás de él salió corriendo Flitwick gritando algo así como "no te vayas mi pichoncito" . Por unos inquietantes segundos todos se miraron. De repente Snape empezó a reír, seguido por Binns, Filch, Loackhart y Cedric. - Hay este par, cuando dejarán sus tonterías- dijo Snape. - Si los dos son la muerte, pero Peeves tiene razón - observó Binns- Flitwick te ha estado mirando con otros ojos desde hace mucho tiempo - dijo mirando a Cedric. - Parece que ya tienes otro admirador - dijo con una sonrisa Loackhart, guiñándole un ojo pícaramente. Cedric retrocedió asustado. (Yo no, no es mi caso- dijo Loackhart- pero...- dijo bajando la voz- yo que tu me cuidaría del Fraile Gordo.) Cedric rió, todo era tan extraño que asustaba, mareaba y daba risa al mismo tiempo. De pronto alguien entro en la habitación. - Nooooooooooooooooooo, Cho, no. ¡No puede ser! - ¡Lupin! ¿qué demonios haces aquí? - grito Snape - Vengo por el puesto de profesor de defensa contra las artes oscuras, ya que Loackhart trató de atacar a Ron y el tiro le salió por la culata. - ¡¿¿¿¿¿¿¿Qué??????????! - dijo con un hilo de voz Loackhart - chist - musitó Binns - ese es en el siguiente libro. - ¡Hay!, perdonen Se fue - ¿Cómo es que yo....- chilló Loackhart- no puede ser..... - ¡Cálmate! No es verdad... Loackhart se dirigió a su sofa y se recostó hundiendo la cara entre sus brazos. Se podía escuchar que estaba llorando. - Que oportuno fue, ¿verdad Melvin? - gruñó Snape - La verdad que si...¿en que íbamos? Toda la conmoción había hecho olvidar a todos porqué se hallaban ahí y qué es lo que iban a hacer, pero de nuevo el cuerpo sin vida de Cho Chang los hizo volver en realidad. - Mira Diggory, - dijo Snape volviendo a poner su entrecejo fruncido - te salvarás por esta vez, si es que me encuentras a otra para que.......bueno....tu sabes. - Por supuesto profesor, ya he estado pensando....¿qué tal Ginny Weasley? Es una mandad con Harry Potter, y la verdad yo.....(¡un momento!-pensó- ¿qué estoy haciendo?, Cho era mi enamorada y ¿les tengo que encontrar otra para.....sus cosas?, no señor!) la verdad yo nada, no voy a hacer nada. Pero Snape ya no escuchaba, en su rostro había dibujada una desagradable sonrisa. - Ginny Weasley....hummm..suena bien, me gustan las pelirrojas. - Pero a mi no - dijo una voz desde el fondo de la habitación, era el mismísimo..el mismísimo..bueno, el-que-no-debe-ser-nombrado. - Señor, ¿que está usted haciendo aquí? - Lo mismo que tu, Severus, vine a ver a Cho.
