La música parecía arremolinarse en su cabeza como si estuviese viva. Un
sonido de serpiente eso es lo que era. Kurama se dio cuenta de que le
gustaba un poco esa sensación. La música era definitivamente disparatada,
cantando sobre el dolor y la muerte y algo más, estaba murmurado en la
letra. Pero él lo escuchó con una sonrisa adusta en su cara. Era una buena
canción.
"¿Quiere otra?" - le preguntó el camarero. Está bien, puede que Kurama tuviera que estar un poco bebido antes de que le empezara a gustar esa canción, pero no era como si estuviese totalmente perdido. Puede que sólo un poco.
"Claro, ¿por qué no?" - ¿Estaba mascullando? No, debía de ser la música.
Sonrió agradecido cuando el hombre volvió a llenar el vaso. Otra vez. Era divertido como el alcohol de los humanos podía funcionar. Unas pocas copas y ya estabas pensando las cosas más extrañas.
"Esto es para revelarme contra ser el humano perfecto." - gritó Kurama a cualquiera que le pudiese oír. Luego tomó un largo trago.
De alguna manera su copa estaba vacía otra vez. La miró fijamente preguntándose dónde podría haber ido la bebida. Encogiéndose de hombros decidió que el club era demasiado ruidoso de todas formas. Habría jurado que la música estaba más baja al principio. Pagó al camarero algún dinero, aunque no sabría decir cuánto, y luego se fue del club; la música-serpiente aún daba vueltas en su cabeza.
Tararareando la hipnótica melodía, Kurama se preguntó donde iba a ir. No podía ir a casa, porque si su madre le veía así, ella... Bueno, digamos que no sería capaz de soportar la idea de que él estuviese bebido. ¡E imaginad si supiera el porqué! Entonces tuvo una idea. Podía ir a casa de Yusuke. Seguramente a su madre no le importaría o ni siquiera se daría cuenta. Demonios, puede que ni estuviera en casa y si lo estaba eso querría decir bebidas gratis. Sonaba como una buena idea, pero algo en el fondo de su mente le estaba intentando recordar que estaba enfadado con Yusuke. ¿Enfadado con un buen amigo como él? ¿Cómo podía ser?
De alguna manera, sus pies le llevaron hasta la casa de Yusuke. Sonriendo con orgullo llamó a la puerta. Yusuke contestó y ahogó un grito cuando vio a Kurama.
"¿Dónde estabas? He estado llamando a tu casa todo el día. Hay algo que deberías saber sobre..." - se calló cuando vio el estado de Kurama. - "Uh, Kurama estás borracho."
"¡No!" - dijo él defensivamente. Después bajó la voz. - "Está bien, lo estoy, pero no se lo digas a nadie. Eso arruinaría mi reputa-a-ación."
Yusuke le ayudó a entrar y a sentarse en el sofá. - "Ahora, ¿por qué demonios te fuiste a beber? Sé que no eres lo suficientemente estúpido para emborracharte por accidente."
"¡Soy Youko Kurama! ¡Pue-edo hacer lo que quiera y beber ta-anto como quiera!" - masculló - "y... y..." - frunció el ceño pensando.
Yusuke suspiró. - "Mañana te encontrarás fatal."
"Puedo soportar un poco de alcohol, Yusuke."
"Ya lo sé, pero algo me dice que has bebido algo más que un poco."
"Bueno, no creo que te concierna." - Kurama se apoyó en el respaldo de su silla.
"Estás en mi casa."
"¡Ya lo veo! - rió levantándose. Debió haberlo hecho demasiado rápido, tan pronto como se puso en pie cayó al suelo. Yusuke fue hacia él y vio que se había desmayado. - "Fíjate en lo que ha sido del poderoso Kurama." - dijo Yusuke. - "Ahora debo cuidar de tu estupidez."
Yusuke lo levantó y lo puso encima de la cama. Después cogió una manta y cubrió a su amigo.
"Hablaremos mañana, entonces." - susurró.
~ ^*^ ~
De la primera cosa que fue consciente fue de un fuerte dolor en su cabeza. Luego sintió la más incómoda sensación en su estómago. Hacía ruido rebeldemente y Kurama sintió que debía ir al baño enseguida. Se levantó a pesar del dolor que causó y de repente quedó desconcertado. ¿Dónde estaba? No importaba, iba a estallar en cualquier momento. Olvidando la idea del baño se agarró a una papelera y pasó una considerable cantidad de tiempo vaciando su estómago.
"Ah, entonces estás despierto." - dijo Yusuke entrando en la habitación.
Kurama gimió y se sentó, cerrando los ojos. ¿La casa de Yusuke? ¿Cómo diablos se las había apañado para llegar hasta aquí? Decidió que eso no le importaba. El dolor en su cabeza era demasiado intenso como para preocuparse de esas cosas.
"No puedo creer que te emborracharas, Kurama. Nunca me esperé eso de ti." - continuó Yusuke.
¿Borracho? Entonces Kurama recordó el bar. 'Oh, Inari!!' - pensó. Debió perder los papeles la otra noche. Apenas podía recordar algo después de su segunda copa de sake. Gimió otra vez, disgustado consigo mismo.
Yusuke continuó hablando sin hacer caso de los gemidos de Kurama.
"Supongo que es comprensible con toda la tensión emocional que estás sufriendo. Quiero decir, que no debes estar acostumbrado a este tipo de sentimientos humanos. Pero aún así, emborracharse no es la solución. Sólo hará que tus problemas empeoren."
"¿Te callarás?" - dijo Kurama haciendo una mueca de dolor. Necesitaba ir a casa y escapar del discurso de Yusuke.
"Mira, Kurama." - dijo Yusuke sentándose. - "Te lo iba a decir ayer, pero te desmayaste antes de que tuviese oportunidad" - buscó las palabras adecuadas. - "Verás, en la fiesta, cuando besaste a Hiei..."
"No tengo tiempo para esto, Yusuke." - Kurama no quería oír lo que tenía que decirle. Fue un error mezclar a Yusuke en este asunto, en primer lugar. No necesitaba ser arrastrado más hondo. Kurama se levantó y fue hacia la puerta.
"¡Kurama!" - gritó Yusuke. - "¡Estás olvidando lo más importante! Estás tan absorto en tus propias emociones, puedes ver lo que pasa en tu cara!"
Kurama se paró, su mano en el pomo de la puerta. Yusuke continuó.
"Cuando besaste a Hiei, él tenía la mirada más extraña... Puede que no lo sepas, pero Hiei siente algo por ti."
"Lo siento Yusuke, pero necesito una aspirina. Gracias por cuidar de mi esta noche." - Kurama se marchó cerrando la puerta detrás suyo.
Poco a poco hizo su camino de vuelta de casa de Yusuke. 'Debo tener una pinta horrible.' - pensó para sí mismo. Pasó una mano por su pelo, estaba más enredado de lo que hubiese podido imaginar y su ropa estaba toda arrugada. Además, con cada paso que daba un dolor agudo le punzaba en la cabeza. La única cosa que Kurama quería era una buena aspirina y su cómoda cama.
Mientras caminaba, sin hacer caso a las miradas de la gente, percibió una familiar y oscura energía espiritual en un árbol cercano. Hiei. Su cabeza le dolió más al pensarlo. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba haciendo, Kurama se dirigió al árbol y llamó a Hiei. Éste bajó del árbol, vio a Kurama y empezó a correr. Kurama en una fracción de segundo vio una imagen borrosa que empezaba a desvanecerse. Entonces, sin pensarlo dos veces empezó a perseguirlo.
"¡Hiei! Hiei, ¿puedes esperarte un momento?" - Kurama continuó corriendo, pero el dolor le impidió acelerar. Entonces, dándose por vencido se dejó caer en el suelo y gritó. "¡Está bien, haz lo que quieras!"
Entonces Hiei se paró y miró a Kurama desde unos pasos de distancia.
"¿Qué demonios te ha pasado?" - le preguntó.
"Eso no importa. Nada de eso importa. Dios, ¡maldita sea, Hiei!" - gritó Kurama, con la cabeza en sus manos. - "Lo siento, ¿de acuerdo? Siento haber hecho que te fueras la otra noche. Siento que Yusuke y los demás se divirtieran gastándonos la broma de nuestra vida. Siento haber tenido que besarte. Siento que te sintieras tan avergonzado y te fueras." - su tono continuó subiendo. Estaba gritando tanto como sus pulmones le permitían, echando fuera todas sus emociones. - "¡Mi cabeza me está matando!¡Es todo culpa tuya, Hiei! Tú me has echado a perder. ¡Es por ti que me emborraché y es por ti que me siento tan mal!"
Hiei sólo parpadeó cuando Kurama continuó. - "Y sé que tú también lo sientes. ¡Sientes haber estado involucrado conmigo y mis estúpidas emociones humanas!" - bajó un poco la voz - "No puedo creer que esté pasando por esto por un beso. ¡Y en la mejilla nada menos!" - antes de que Hiei pudiese pensar, ni mucho menos responder, Kurama fue primero que él, susurrando. - "Aunque esto empeore, debería al menos besarte realmente." - A continuación, Kurama acercó a Hiei. Tomó la barbilla de Hiei en su mano, forzándolo a mirarle a los ojos. Luego, Kurama puso sus labios en los de Hiei.
El beso fue apasionado. Kurama bebió hambriento de la boca de Hiei, saboreando la pasión entre ellos. Hiei respondió al beso, despacio al principio, pero luego vorazmente. Acercó a Kurama con fuerza. Podían sentir latir el corazón del otro contra sus propios pechos, mientras se aferraban al otro, como si temiesen no poder estar cerca de nuevo. Kurama hizo más intenso el beso, su propio corazón latiendo más rápido de lo que él había pensado posible.
Había sido todo lo que siempre soñó. Hiei era tan cálido, tan tentador y tan delicioso. No quería dejarle ir nunca. Quería flotar en las nubes con Hiei para siempre en sus brazos. Este era el momento que había deseado. Lo había querido durante mucho tiempo y por fin había llegado.
Debido a la falta de aire los dos se separaron. Ambos estaban sin aliento, jadeando por aire. Ambos corazones estaban latiendo igual de rápidos. Ambos estaban envueltos en un aire de asombro, mirando fijamente los ojos del otro sin decir nada.
Los ojos de Hiei se llenaron de lágrimas. Sin una palabra, huyó de Kurama otra vez, desapareciendo.
Kurama parpadeó buscando a Hiei, mirando el lugar donde Hiei acababa de estar. Su mente reproducía el beso una y otra vez y Kurama sólo parpadeaba, sus emociones aturdidas. Estaba lleno de total incredulidad y conmoción.
Confuso y desconcertado, Kurama se quedó mirando el lugar donde había estado Hiei. '¿Qué hice?' - pensó. - 'Hiei... A Hiei no le gustó el beso y ahora me odia. ¿qué he hecho? No debí besarle. Nunca debí escuchar a Yusuke, ahora Hiei conoce mis sentimientos. Nada volverá a ser lo mismo.'
'¿Quién soy yo para pensar que puedo besarle?'
Empezó a caminar, con los hombros caídos y cabizbajo. Estaba avergonzado y deprimido. 'Soy un humano asqueroso...'
*******************************************************************
Hasta aquí la segunda parte. Espero que esta también os haya gustado y me haya quedado bien. Ahora empezaré la tercera parte ^_^
Agradecer a Shirubi, Keiko y Laura que me hayan dejado un review ^^U muchas gracias!!!
Lo de siempre, cualquier cosa: HKKKY2003@yahoo.es
Hasta pronto!!! ^_^
y ya sabéis si me dejáis un review... ^o^
"¿Quiere otra?" - le preguntó el camarero. Está bien, puede que Kurama tuviera que estar un poco bebido antes de que le empezara a gustar esa canción, pero no era como si estuviese totalmente perdido. Puede que sólo un poco.
"Claro, ¿por qué no?" - ¿Estaba mascullando? No, debía de ser la música.
Sonrió agradecido cuando el hombre volvió a llenar el vaso. Otra vez. Era divertido como el alcohol de los humanos podía funcionar. Unas pocas copas y ya estabas pensando las cosas más extrañas.
"Esto es para revelarme contra ser el humano perfecto." - gritó Kurama a cualquiera que le pudiese oír. Luego tomó un largo trago.
De alguna manera su copa estaba vacía otra vez. La miró fijamente preguntándose dónde podría haber ido la bebida. Encogiéndose de hombros decidió que el club era demasiado ruidoso de todas formas. Habría jurado que la música estaba más baja al principio. Pagó al camarero algún dinero, aunque no sabría decir cuánto, y luego se fue del club; la música-serpiente aún daba vueltas en su cabeza.
Tararareando la hipnótica melodía, Kurama se preguntó donde iba a ir. No podía ir a casa, porque si su madre le veía así, ella... Bueno, digamos que no sería capaz de soportar la idea de que él estuviese bebido. ¡E imaginad si supiera el porqué! Entonces tuvo una idea. Podía ir a casa de Yusuke. Seguramente a su madre no le importaría o ni siquiera se daría cuenta. Demonios, puede que ni estuviera en casa y si lo estaba eso querría decir bebidas gratis. Sonaba como una buena idea, pero algo en el fondo de su mente le estaba intentando recordar que estaba enfadado con Yusuke. ¿Enfadado con un buen amigo como él? ¿Cómo podía ser?
De alguna manera, sus pies le llevaron hasta la casa de Yusuke. Sonriendo con orgullo llamó a la puerta. Yusuke contestó y ahogó un grito cuando vio a Kurama.
"¿Dónde estabas? He estado llamando a tu casa todo el día. Hay algo que deberías saber sobre..." - se calló cuando vio el estado de Kurama. - "Uh, Kurama estás borracho."
"¡No!" - dijo él defensivamente. Después bajó la voz. - "Está bien, lo estoy, pero no se lo digas a nadie. Eso arruinaría mi reputa-a-ación."
Yusuke le ayudó a entrar y a sentarse en el sofá. - "Ahora, ¿por qué demonios te fuiste a beber? Sé que no eres lo suficientemente estúpido para emborracharte por accidente."
"¡Soy Youko Kurama! ¡Pue-edo hacer lo que quiera y beber ta-anto como quiera!" - masculló - "y... y..." - frunció el ceño pensando.
Yusuke suspiró. - "Mañana te encontrarás fatal."
"Puedo soportar un poco de alcohol, Yusuke."
"Ya lo sé, pero algo me dice que has bebido algo más que un poco."
"Bueno, no creo que te concierna." - Kurama se apoyó en el respaldo de su silla.
"Estás en mi casa."
"¡Ya lo veo! - rió levantándose. Debió haberlo hecho demasiado rápido, tan pronto como se puso en pie cayó al suelo. Yusuke fue hacia él y vio que se había desmayado. - "Fíjate en lo que ha sido del poderoso Kurama." - dijo Yusuke. - "Ahora debo cuidar de tu estupidez."
Yusuke lo levantó y lo puso encima de la cama. Después cogió una manta y cubrió a su amigo.
"Hablaremos mañana, entonces." - susurró.
~ ^*^ ~
De la primera cosa que fue consciente fue de un fuerte dolor en su cabeza. Luego sintió la más incómoda sensación en su estómago. Hacía ruido rebeldemente y Kurama sintió que debía ir al baño enseguida. Se levantó a pesar del dolor que causó y de repente quedó desconcertado. ¿Dónde estaba? No importaba, iba a estallar en cualquier momento. Olvidando la idea del baño se agarró a una papelera y pasó una considerable cantidad de tiempo vaciando su estómago.
"Ah, entonces estás despierto." - dijo Yusuke entrando en la habitación.
Kurama gimió y se sentó, cerrando los ojos. ¿La casa de Yusuke? ¿Cómo diablos se las había apañado para llegar hasta aquí? Decidió que eso no le importaba. El dolor en su cabeza era demasiado intenso como para preocuparse de esas cosas.
"No puedo creer que te emborracharas, Kurama. Nunca me esperé eso de ti." - continuó Yusuke.
¿Borracho? Entonces Kurama recordó el bar. 'Oh, Inari!!' - pensó. Debió perder los papeles la otra noche. Apenas podía recordar algo después de su segunda copa de sake. Gimió otra vez, disgustado consigo mismo.
Yusuke continuó hablando sin hacer caso de los gemidos de Kurama.
"Supongo que es comprensible con toda la tensión emocional que estás sufriendo. Quiero decir, que no debes estar acostumbrado a este tipo de sentimientos humanos. Pero aún así, emborracharse no es la solución. Sólo hará que tus problemas empeoren."
"¿Te callarás?" - dijo Kurama haciendo una mueca de dolor. Necesitaba ir a casa y escapar del discurso de Yusuke.
"Mira, Kurama." - dijo Yusuke sentándose. - "Te lo iba a decir ayer, pero te desmayaste antes de que tuviese oportunidad" - buscó las palabras adecuadas. - "Verás, en la fiesta, cuando besaste a Hiei..."
"No tengo tiempo para esto, Yusuke." - Kurama no quería oír lo que tenía que decirle. Fue un error mezclar a Yusuke en este asunto, en primer lugar. No necesitaba ser arrastrado más hondo. Kurama se levantó y fue hacia la puerta.
"¡Kurama!" - gritó Yusuke. - "¡Estás olvidando lo más importante! Estás tan absorto en tus propias emociones, puedes ver lo que pasa en tu cara!"
Kurama se paró, su mano en el pomo de la puerta. Yusuke continuó.
"Cuando besaste a Hiei, él tenía la mirada más extraña... Puede que no lo sepas, pero Hiei siente algo por ti."
"Lo siento Yusuke, pero necesito una aspirina. Gracias por cuidar de mi esta noche." - Kurama se marchó cerrando la puerta detrás suyo.
Poco a poco hizo su camino de vuelta de casa de Yusuke. 'Debo tener una pinta horrible.' - pensó para sí mismo. Pasó una mano por su pelo, estaba más enredado de lo que hubiese podido imaginar y su ropa estaba toda arrugada. Además, con cada paso que daba un dolor agudo le punzaba en la cabeza. La única cosa que Kurama quería era una buena aspirina y su cómoda cama.
Mientras caminaba, sin hacer caso a las miradas de la gente, percibió una familiar y oscura energía espiritual en un árbol cercano. Hiei. Su cabeza le dolió más al pensarlo. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba haciendo, Kurama se dirigió al árbol y llamó a Hiei. Éste bajó del árbol, vio a Kurama y empezó a correr. Kurama en una fracción de segundo vio una imagen borrosa que empezaba a desvanecerse. Entonces, sin pensarlo dos veces empezó a perseguirlo.
"¡Hiei! Hiei, ¿puedes esperarte un momento?" - Kurama continuó corriendo, pero el dolor le impidió acelerar. Entonces, dándose por vencido se dejó caer en el suelo y gritó. "¡Está bien, haz lo que quieras!"
Entonces Hiei se paró y miró a Kurama desde unos pasos de distancia.
"¿Qué demonios te ha pasado?" - le preguntó.
"Eso no importa. Nada de eso importa. Dios, ¡maldita sea, Hiei!" - gritó Kurama, con la cabeza en sus manos. - "Lo siento, ¿de acuerdo? Siento haber hecho que te fueras la otra noche. Siento que Yusuke y los demás se divirtieran gastándonos la broma de nuestra vida. Siento haber tenido que besarte. Siento que te sintieras tan avergonzado y te fueras." - su tono continuó subiendo. Estaba gritando tanto como sus pulmones le permitían, echando fuera todas sus emociones. - "¡Mi cabeza me está matando!¡Es todo culpa tuya, Hiei! Tú me has echado a perder. ¡Es por ti que me emborraché y es por ti que me siento tan mal!"
Hiei sólo parpadeó cuando Kurama continuó. - "Y sé que tú también lo sientes. ¡Sientes haber estado involucrado conmigo y mis estúpidas emociones humanas!" - bajó un poco la voz - "No puedo creer que esté pasando por esto por un beso. ¡Y en la mejilla nada menos!" - antes de que Hiei pudiese pensar, ni mucho menos responder, Kurama fue primero que él, susurrando. - "Aunque esto empeore, debería al menos besarte realmente." - A continuación, Kurama acercó a Hiei. Tomó la barbilla de Hiei en su mano, forzándolo a mirarle a los ojos. Luego, Kurama puso sus labios en los de Hiei.
El beso fue apasionado. Kurama bebió hambriento de la boca de Hiei, saboreando la pasión entre ellos. Hiei respondió al beso, despacio al principio, pero luego vorazmente. Acercó a Kurama con fuerza. Podían sentir latir el corazón del otro contra sus propios pechos, mientras se aferraban al otro, como si temiesen no poder estar cerca de nuevo. Kurama hizo más intenso el beso, su propio corazón latiendo más rápido de lo que él había pensado posible.
Había sido todo lo que siempre soñó. Hiei era tan cálido, tan tentador y tan delicioso. No quería dejarle ir nunca. Quería flotar en las nubes con Hiei para siempre en sus brazos. Este era el momento que había deseado. Lo había querido durante mucho tiempo y por fin había llegado.
Debido a la falta de aire los dos se separaron. Ambos estaban sin aliento, jadeando por aire. Ambos corazones estaban latiendo igual de rápidos. Ambos estaban envueltos en un aire de asombro, mirando fijamente los ojos del otro sin decir nada.
Los ojos de Hiei se llenaron de lágrimas. Sin una palabra, huyó de Kurama otra vez, desapareciendo.
Kurama parpadeó buscando a Hiei, mirando el lugar donde Hiei acababa de estar. Su mente reproducía el beso una y otra vez y Kurama sólo parpadeaba, sus emociones aturdidas. Estaba lleno de total incredulidad y conmoción.
Confuso y desconcertado, Kurama se quedó mirando el lugar donde había estado Hiei. '¿Qué hice?' - pensó. - 'Hiei... A Hiei no le gustó el beso y ahora me odia. ¿qué he hecho? No debí besarle. Nunca debí escuchar a Yusuke, ahora Hiei conoce mis sentimientos. Nada volverá a ser lo mismo.'
'¿Quién soy yo para pensar que puedo besarle?'
Empezó a caminar, con los hombros caídos y cabizbajo. Estaba avergonzado y deprimido. 'Soy un humano asqueroso...'
*******************************************************************
Hasta aquí la segunda parte. Espero que esta también os haya gustado y me haya quedado bien. Ahora empezaré la tercera parte ^_^
Agradecer a Shirubi, Keiko y Laura que me hayan dejado un review ^^U muchas gracias!!!
Lo de siempre, cualquier cosa: HKKKY2003@yahoo.es
Hasta pronto!!! ^_^
y ya sabéis si me dejáis un review... ^o^
