Capítulo 1 - Los Weasley.
Como todos los años anteriores el cumpleaños de Harry pasó ignorado por los Dursley. Harry gastó todo el día haciendo su inmensa lista de quehaceres, que incluía limpiar el jardín por tercera vez esa semana. Después de su acostumbrado cuarto de pomelo (Dudley estaba todavía a dieta) se desplomó en su habitación para terminar su ensayo de pociones. Sólo faltaban dos días y medio para que se fuera con los Weasley. Aunque no podía evitar preguntarse como le recogerían. Ellos eran una familia de magos, nunca llegarían de una manera que los Dursley llamaría normal. El año pasado lo habían ido a buscar por polvos Floo, volando la pared de la sala de estar en el proceso. Harry tenía el presentimiento de no lo iban a repetir. No era como si pudiera ser recogido en coche, tampoco. Él y Ron habían destrozado el Ford Anglia del señor Weasley en su segundo año. Sólo quedaba usar un trasladador o aparecerse. Harry no estaba entusiasmado con las opciones. Aún no sabía aparecerse, y un trasladador le traería de vuelta lo malos recuerdos del Torneo de los Tres Magos.
Después de terminar su ensayo ( "Menciona y explica los doce usos de la sangre de dragón" ) Harry decidió dormir algo. El sueño de la noche anterior había sacado mucho de él, y sabía que tendría que levantarse temprano para hacer el desayuno y pintar la puerta del garaje. Dándose la vuelta, cayó en un pacifico sueño y soñó con el Ford Anglia volador.
El 3 de agosto llegó relativamente rápido, y Harry estaba aliviado por dejar finalmente a los Dursley. El tío Vernon no había estado muy complacido cuando Harry le dijo que venían los Weasley. Se había negado completamente a permitirles venir hasta que Harry mencionó a Sirius. Sirius era el arma secreta de Harry. Nunca le había dicho a los Dursley que en realidad era inocente, así que todavía estaban asustado de que un asesino fugado se presentara a la puerta de su casa. Si ellos intentaban alguna vez impedir que Harry ver a sus amigos o ir al colegio él los amenazaría con decirle a Sirius que lo maltrataban. El tío Vernon al oír mencionar a "ese loco asesino", concordó con que Harry se fuera con los Weasley, dejando claro que debía ser de manera discreta y rápida.
A las 11:45 Harry se sentó con su baúl en la puerta delantera. Su tía y su tío estaban es la sala de estar, asomándose discretamente por la ventana cada pocos minutos. Dudley Se había negado a acercarse a los Weasley después del incidente del caramelo longuilinguo del año pasado y actualmente estaba encerrado en su habitación. Harry estaba agradecido por eso. Normalmente Dudley estaría aprovechando su última oportunidad de pegar a Harry antes de que se fuera. Aunque este año Dudley había estado especialmente temeroso de Harry, y lo había dejado más o menos tranquilo.
Llegaron las 12: 00 y no había ni rastro de los Weasley. Cinco minutos después los Dursley se ponían inquietos. Harry podía oír a su tío murmurar sobre "anormales desconsiderados". A las 12:10 Harry empezaba a preocuparse. Los Weasley a menudo llegaban un poco tarde, pero nunca tanto. El reloj del vestíbulo mascaba las 12:15 y hubo un repentino golpe en la puerta. Harry, estando más cerca, abrió la puerta antes que su tío tuviera la oportunidad de llegar a ella. Ante la puerta estaba Ron Weasley. Había crecido durante el corto tiempo desde que Harry le había visto por última vez. Harry sonrió a su amigo, y cogió un extremo de su baúl mientras Ron cogió el otro. En ese momento tío Vernon llegó desde el salón como una tormenta.
"¿Son todos los anormales así de desconsiderados? Tenemos mejores cosas que hacer para estar todo el día en casa porque vosotros no sois lo suficientemente educados para ser puntuales." Bramó cuando los dos adolescente salían por la puerta. Ron le lanzó una mirada divertida antes de volverse a Harry.
"¿Cómo se atreve a llamarnos anormales? Vamos Harry, no necesitas permanecer aquí más de lo que lo has hecho."
Pero Harry todavía trataba de averiguar donde iban. Ron aparentemente estaba solo, y no había ningún signo de algún medio de transporte muggle.
"Er... Ron. ¿Cómo iremos a tu casa?"
"Ah, eso. Cogeremos el Autobús Diurno. Es la versión del Noctámbulo durante el día, sólo coge pasajeros que van algún lugar al que se pueda llegar durante el día."
Harry pensaba que tenía sentido. Estaría contento cuando pudiera aprender a aparecerse. Le ahorraría muchos problemas a la hora de viajar.
Los dos chicos arrastraron el baúl al lado del camino. Harry se giró para ver a tío Vernon con una mirada de suficiencia en la cara. Asumió que su tío creía que no tenían ningún transporte. Harry no podía esperar para borrar esa sonrisa de su cara, y levantó rápidamente la varita. Con un destello y un fuerte estallido un autobús el triple de grande de lo normal apareció en Privet Drive. A diferencia del Autobús Noctámbulo el Diurno era rosa brillante en lugar de púrpura y tenía sillones en lugar de camas. Harry volvió a mirar y vio a tío Vernon con una mezcla de terror y asombro en su cara antes de seguir a Ron al autobús, que dejó Privet Drive con otro estallido.
En lo que pareció un segundo el Autobús Diurno llegó a su parada con otro estallido ensordecedor. Cogiendo un extremo de su baúl sacó sus cosas del autobús y dio las gracias al conductor. Otro destello y estallido después el autobús había desaparecido, y Harry tuvo una vista perfecta de la Madriguera. La Madriguera era uno de los lugares del mundo favoritos de Harry. Albergaba todo tipo de ejemplos de la vida mágica bajo un techo, como Harry había sido criado por Muggles, lo encontraba bastante fascinante.
Antes de que tuviera oportunidad de hacer un movimiento hacia la casa una mujer bajita y regordeta con el cabello de un rojo llameante fue volando sendero abajo hacia él. Momentos más tarde se vio envuelto en uno de los abrazos maternales de la señora Weasley. Después ella se alejó y le dirigió hacia la casa, Harry fue bombardeado con preguntas.
"¡Harry querido! Es tan bueno verte. ¿Te trataron bien los muggles?¿Has terminado ya los deberes? Ron ni siquiera comenzó con los suyos. ¿Has comido bastante? Pareces un poco delgado."
"Estoy realmente bien, Sra Weasley. Los Dursley me han ignorado bastante este verano."
"Eso es bueno, querido. Ahora busca a Ron para ayudarte a llevar el baúl arriba. La cena estará lista en media hora."
Y después de darle un suave empujón hacia las escaleras la Sra. Weasley se volvió hacia la cocina donde burbujeaba un estofado de carne, soltando un exótico aroma. Después de semanas a base de pedazos de pomelo Harry esperaba con impaciencia comer algo decente. Volviéndose hacia Ron Harry cogió su baúl y con ayuda de uno de los encantamientos de la Sra Weasley arrastraron el ahora flotante baúl hasta la habitación de Ron. Era del mismo naranja brillante que las otras veces que él lo había visitado. Era agradable saber que en el agitado mundo de Harry, algunas cosas siempre permanecían igual.
Las primeras semanas en la Madriguera fueron bastante tranquilas, gastado en largos partidos de Quidditch por los campos y haciendo los deberes ocasionalmente cuando el tiempo era malo. Parecía que no había pasado el tiempo cuando Hermione llegó a través de la chimenea de los Weasley, con Crookshanks chillando corriendo por el suelo. Quejándose, se puso de pie y tuvo apenas tiempo para sacudirse antes de ser envuelta por los brazos de la Sra Weasley. Cuando soltó a Hermione, la señora Weasley se movió para que Harry y ron pudieran saludar a su amiga. Harry le dio un breve abrazo, mientras que Ron sacudió su mano y cogió su baúl. Tras mirar interrogantemente a Harry, Hermione sólo recibió por respuesta un encogimiento de hombros. El par se movió para seguir a Ron, recibiendo un "comportaos" de la Sra Weasley.
Arriba, el trío se colocó en el cuarto de Ron. Ron y Hermione en la cama de Harry y Harry en el suelo frente a ellos. Cuando parecía que nadie empezaría la conversación, Harry tomó la iniciativa.
"Así que, Hermione, ¿cómo era Bulgaria?"
Eso era lo que tenía que decir. Los ojos de Hermione se encendieron ante la perspectiva de contarles una larga historia. Los ojos de Ron se volvieron vidriosos en anticipación, un leve ceño estropeando su frente por el pensamiento de su amiga pasando tanto tiempo con 'Vicky'.
"Ah, ¡fue maravilloso!" Exclamó "Viktor fue tan dulce. Me llevó a los mejores lugares. El barrio mágico de Sofía era asombroso. Allí compre tus regalos de cumpleaños. Tenía la librería más asombrosa del mundo, con miles de libros antiguos. Compré algunos en latín, pero había algunos que quise y no pude leer. Es una vergüenza que no sé hablar búlgaro. Ah, y una vez Viktor me llevó a uno de sus entrenamientos de Quidditch. Es realmente bueno. El equipo entero lo es. ¡Deberíais haberlo visto!"
En ese momento la mirada de Harry también se volvió levemente vidriosa. Quería a Hermione como a una hermana, pero a veces su entusiasmo por la cultura era demasiado para él. Empezó a ignorarla y distraídamente noto el ceño que oscurecía los rasgos de su amigo ante la repetida mención de lo maravilloso que era Krum. Sabía que su amigo quería a Hermione. Y no en sentido fraternal. Cuando estaba a punto de intervenir y cambiar de tema antes de que Ron explotase, hubo un tímido golpe en la puerta. Pocos segundos después, una bonita cara enmarcada por largas trenzas rojas apareció en la puerta. Ginny. Harry había advertido en varias ocasiones durante esas tres semanas cuan atractiva se estaba haciendo. Él no haría nada por eso. A fin de cuentas ella tenía seis hermanos mayores. Ella era la hermana pequeña de ron, de todos modos, y por omisión prácticamente de la familia. Volvió al presente cuando ella les dijo el motivo por el que estaba allí.
"Mamá me mando subir para deciros que iremos al Callejón Diagon después del almuerzo."
"Vale, Gin" dijo la voz de Ron con alguna molestia. Volviendo rápidamente a Hermione, con quien había comenzado una acalorada discusión sobre buscadores búlgaros mayores. Harry queriendo evitar la discusión se giró hacia la pelirroja que salía lentamente.
"Por qué no te quedas, Gin. No parece que pararan pronto."
Ginny lo miró de reojo un momento antes de sentarse en el suelo a su lado. Harry decidió empezar la conversación diciéndole algo que había intentado decir desde que llegó.
"Gracias por el regalo, de paso. Será realmente útil en el próximo partido Gryffindor/Slytherin."
Ginny se sonrojó. Aún no había logrado superar su enamoramiento del Niño Que Vivió.
"De nada, Harry. Pensaba intentar entrar en el equipo este año. Oí que hace falta un guardián."
Harry se iluminó cuando la conversación pasó a su tema favorito-Quidditch. Todavía discutían sobre las posibilidades de Gryffindor en la Copa cuando la señora Weasley lo llamó para almorzar.
Nota: Debido a que Dydrex Slytherin está castigada la encargada de actualizar sus fics soy yo, su beta (Klerenallan). Gracias por el aviso de los reviews. Creo que no se había dado cuenta. Su otro fic lo actualizaré pronto. No sabéis que bestialidad de capítulos tiene escritos. Prometo actualizar mucho más frecuentemente que ella, al menos este.
Como todos los años anteriores el cumpleaños de Harry pasó ignorado por los Dursley. Harry gastó todo el día haciendo su inmensa lista de quehaceres, que incluía limpiar el jardín por tercera vez esa semana. Después de su acostumbrado cuarto de pomelo (Dudley estaba todavía a dieta) se desplomó en su habitación para terminar su ensayo de pociones. Sólo faltaban dos días y medio para que se fuera con los Weasley. Aunque no podía evitar preguntarse como le recogerían. Ellos eran una familia de magos, nunca llegarían de una manera que los Dursley llamaría normal. El año pasado lo habían ido a buscar por polvos Floo, volando la pared de la sala de estar en el proceso. Harry tenía el presentimiento de no lo iban a repetir. No era como si pudiera ser recogido en coche, tampoco. Él y Ron habían destrozado el Ford Anglia del señor Weasley en su segundo año. Sólo quedaba usar un trasladador o aparecerse. Harry no estaba entusiasmado con las opciones. Aún no sabía aparecerse, y un trasladador le traería de vuelta lo malos recuerdos del Torneo de los Tres Magos.
Después de terminar su ensayo ( "Menciona y explica los doce usos de la sangre de dragón" ) Harry decidió dormir algo. El sueño de la noche anterior había sacado mucho de él, y sabía que tendría que levantarse temprano para hacer el desayuno y pintar la puerta del garaje. Dándose la vuelta, cayó en un pacifico sueño y soñó con el Ford Anglia volador.
El 3 de agosto llegó relativamente rápido, y Harry estaba aliviado por dejar finalmente a los Dursley. El tío Vernon no había estado muy complacido cuando Harry le dijo que venían los Weasley. Se había negado completamente a permitirles venir hasta que Harry mencionó a Sirius. Sirius era el arma secreta de Harry. Nunca le había dicho a los Dursley que en realidad era inocente, así que todavía estaban asustado de que un asesino fugado se presentara a la puerta de su casa. Si ellos intentaban alguna vez impedir que Harry ver a sus amigos o ir al colegio él los amenazaría con decirle a Sirius que lo maltrataban. El tío Vernon al oír mencionar a "ese loco asesino", concordó con que Harry se fuera con los Weasley, dejando claro que debía ser de manera discreta y rápida.
A las 11:45 Harry se sentó con su baúl en la puerta delantera. Su tía y su tío estaban es la sala de estar, asomándose discretamente por la ventana cada pocos minutos. Dudley Se había negado a acercarse a los Weasley después del incidente del caramelo longuilinguo del año pasado y actualmente estaba encerrado en su habitación. Harry estaba agradecido por eso. Normalmente Dudley estaría aprovechando su última oportunidad de pegar a Harry antes de que se fuera. Aunque este año Dudley había estado especialmente temeroso de Harry, y lo había dejado más o menos tranquilo.
Llegaron las 12: 00 y no había ni rastro de los Weasley. Cinco minutos después los Dursley se ponían inquietos. Harry podía oír a su tío murmurar sobre "anormales desconsiderados". A las 12:10 Harry empezaba a preocuparse. Los Weasley a menudo llegaban un poco tarde, pero nunca tanto. El reloj del vestíbulo mascaba las 12:15 y hubo un repentino golpe en la puerta. Harry, estando más cerca, abrió la puerta antes que su tío tuviera la oportunidad de llegar a ella. Ante la puerta estaba Ron Weasley. Había crecido durante el corto tiempo desde que Harry le había visto por última vez. Harry sonrió a su amigo, y cogió un extremo de su baúl mientras Ron cogió el otro. En ese momento tío Vernon llegó desde el salón como una tormenta.
"¿Son todos los anormales así de desconsiderados? Tenemos mejores cosas que hacer para estar todo el día en casa porque vosotros no sois lo suficientemente educados para ser puntuales." Bramó cuando los dos adolescente salían por la puerta. Ron le lanzó una mirada divertida antes de volverse a Harry.
"¿Cómo se atreve a llamarnos anormales? Vamos Harry, no necesitas permanecer aquí más de lo que lo has hecho."
Pero Harry todavía trataba de averiguar donde iban. Ron aparentemente estaba solo, y no había ningún signo de algún medio de transporte muggle.
"Er... Ron. ¿Cómo iremos a tu casa?"
"Ah, eso. Cogeremos el Autobús Diurno. Es la versión del Noctámbulo durante el día, sólo coge pasajeros que van algún lugar al que se pueda llegar durante el día."
Harry pensaba que tenía sentido. Estaría contento cuando pudiera aprender a aparecerse. Le ahorraría muchos problemas a la hora de viajar.
Los dos chicos arrastraron el baúl al lado del camino. Harry se giró para ver a tío Vernon con una mirada de suficiencia en la cara. Asumió que su tío creía que no tenían ningún transporte. Harry no podía esperar para borrar esa sonrisa de su cara, y levantó rápidamente la varita. Con un destello y un fuerte estallido un autobús el triple de grande de lo normal apareció en Privet Drive. A diferencia del Autobús Noctámbulo el Diurno era rosa brillante en lugar de púrpura y tenía sillones en lugar de camas. Harry volvió a mirar y vio a tío Vernon con una mezcla de terror y asombro en su cara antes de seguir a Ron al autobús, que dejó Privet Drive con otro estallido.
En lo que pareció un segundo el Autobús Diurno llegó a su parada con otro estallido ensordecedor. Cogiendo un extremo de su baúl sacó sus cosas del autobús y dio las gracias al conductor. Otro destello y estallido después el autobús había desaparecido, y Harry tuvo una vista perfecta de la Madriguera. La Madriguera era uno de los lugares del mundo favoritos de Harry. Albergaba todo tipo de ejemplos de la vida mágica bajo un techo, como Harry había sido criado por Muggles, lo encontraba bastante fascinante.
Antes de que tuviera oportunidad de hacer un movimiento hacia la casa una mujer bajita y regordeta con el cabello de un rojo llameante fue volando sendero abajo hacia él. Momentos más tarde se vio envuelto en uno de los abrazos maternales de la señora Weasley. Después ella se alejó y le dirigió hacia la casa, Harry fue bombardeado con preguntas.
"¡Harry querido! Es tan bueno verte. ¿Te trataron bien los muggles?¿Has terminado ya los deberes? Ron ni siquiera comenzó con los suyos. ¿Has comido bastante? Pareces un poco delgado."
"Estoy realmente bien, Sra Weasley. Los Dursley me han ignorado bastante este verano."
"Eso es bueno, querido. Ahora busca a Ron para ayudarte a llevar el baúl arriba. La cena estará lista en media hora."
Y después de darle un suave empujón hacia las escaleras la Sra. Weasley se volvió hacia la cocina donde burbujeaba un estofado de carne, soltando un exótico aroma. Después de semanas a base de pedazos de pomelo Harry esperaba con impaciencia comer algo decente. Volviéndose hacia Ron Harry cogió su baúl y con ayuda de uno de los encantamientos de la Sra Weasley arrastraron el ahora flotante baúl hasta la habitación de Ron. Era del mismo naranja brillante que las otras veces que él lo había visitado. Era agradable saber que en el agitado mundo de Harry, algunas cosas siempre permanecían igual.
Las primeras semanas en la Madriguera fueron bastante tranquilas, gastado en largos partidos de Quidditch por los campos y haciendo los deberes ocasionalmente cuando el tiempo era malo. Parecía que no había pasado el tiempo cuando Hermione llegó a través de la chimenea de los Weasley, con Crookshanks chillando corriendo por el suelo. Quejándose, se puso de pie y tuvo apenas tiempo para sacudirse antes de ser envuelta por los brazos de la Sra Weasley. Cuando soltó a Hermione, la señora Weasley se movió para que Harry y ron pudieran saludar a su amiga. Harry le dio un breve abrazo, mientras que Ron sacudió su mano y cogió su baúl. Tras mirar interrogantemente a Harry, Hermione sólo recibió por respuesta un encogimiento de hombros. El par se movió para seguir a Ron, recibiendo un "comportaos" de la Sra Weasley.
Arriba, el trío se colocó en el cuarto de Ron. Ron y Hermione en la cama de Harry y Harry en el suelo frente a ellos. Cuando parecía que nadie empezaría la conversación, Harry tomó la iniciativa.
"Así que, Hermione, ¿cómo era Bulgaria?"
Eso era lo que tenía que decir. Los ojos de Hermione se encendieron ante la perspectiva de contarles una larga historia. Los ojos de Ron se volvieron vidriosos en anticipación, un leve ceño estropeando su frente por el pensamiento de su amiga pasando tanto tiempo con 'Vicky'.
"Ah, ¡fue maravilloso!" Exclamó "Viktor fue tan dulce. Me llevó a los mejores lugares. El barrio mágico de Sofía era asombroso. Allí compre tus regalos de cumpleaños. Tenía la librería más asombrosa del mundo, con miles de libros antiguos. Compré algunos en latín, pero había algunos que quise y no pude leer. Es una vergüenza que no sé hablar búlgaro. Ah, y una vez Viktor me llevó a uno de sus entrenamientos de Quidditch. Es realmente bueno. El equipo entero lo es. ¡Deberíais haberlo visto!"
En ese momento la mirada de Harry también se volvió levemente vidriosa. Quería a Hermione como a una hermana, pero a veces su entusiasmo por la cultura era demasiado para él. Empezó a ignorarla y distraídamente noto el ceño que oscurecía los rasgos de su amigo ante la repetida mención de lo maravilloso que era Krum. Sabía que su amigo quería a Hermione. Y no en sentido fraternal. Cuando estaba a punto de intervenir y cambiar de tema antes de que Ron explotase, hubo un tímido golpe en la puerta. Pocos segundos después, una bonita cara enmarcada por largas trenzas rojas apareció en la puerta. Ginny. Harry había advertido en varias ocasiones durante esas tres semanas cuan atractiva se estaba haciendo. Él no haría nada por eso. A fin de cuentas ella tenía seis hermanos mayores. Ella era la hermana pequeña de ron, de todos modos, y por omisión prácticamente de la familia. Volvió al presente cuando ella les dijo el motivo por el que estaba allí.
"Mamá me mando subir para deciros que iremos al Callejón Diagon después del almuerzo."
"Vale, Gin" dijo la voz de Ron con alguna molestia. Volviendo rápidamente a Hermione, con quien había comenzado una acalorada discusión sobre buscadores búlgaros mayores. Harry queriendo evitar la discusión se giró hacia la pelirroja que salía lentamente.
"Por qué no te quedas, Gin. No parece que pararan pronto."
Ginny lo miró de reojo un momento antes de sentarse en el suelo a su lado. Harry decidió empezar la conversación diciéndole algo que había intentado decir desde que llegó.
"Gracias por el regalo, de paso. Será realmente útil en el próximo partido Gryffindor/Slytherin."
Ginny se sonrojó. Aún no había logrado superar su enamoramiento del Niño Que Vivió.
"De nada, Harry. Pensaba intentar entrar en el equipo este año. Oí que hace falta un guardián."
Harry se iluminó cuando la conversación pasó a su tema favorito-Quidditch. Todavía discutían sobre las posibilidades de Gryffindor en la Copa cuando la señora Weasley lo llamó para almorzar.
Nota: Debido a que Dydrex Slytherin está castigada la encargada de actualizar sus fics soy yo, su beta (Klerenallan). Gracias por el aviso de los reviews. Creo que no se había dado cuenta. Su otro fic lo actualizaré pronto. No sabéis que bestialidad de capítulos tiene escritos. Prometo actualizar mucho más frecuentemente que ella, al menos este.
