Arel M.: Gracias!!M alegro k t guste y no t preocupes k pienso seguir rápidamente! Bye!
Siria Atlante: Bueno, gracias x leerlo!! D todas formas, no creo k nada n l mundo d Harry Potter sea real! Byes!
Mary-Watson-Granger: Hola, y muxas gracias!! Ahora m doy cuenta d los important k es xra los autores d fics los R/r!! N cuanto a capítulos, no lo se todavía, creo k según vayan surgiendo. Gracias otra vez! Byes!!
Capitulo 2: La verdad sobre Lily
Los rayos de sol iluminaron el rostro de Lily Potter. Ya había amanecido. La noche anterior había trabado amistad con el famoso trío, y con Fred y George Weasley. Pero debía apresurarse. A las 8:00 AM debía estar en el despacho de Dumbledore, junto con Harry Potter. Tampoco ella entendía del todo bien quien era él. En fin, todo quedaría claro esa misma mañana...
Por otro lado, Harry Potter apenas había dormido. En su cabeza rondaba una sola palabra. "¿Hermana?". Recordó lo que le había dicho Lily la noche anterior. "Dumbledore me dijo que quería hablar con nosotros, mañana por la mañana.". Se incorporó en la cama y se frotó los ojos. Todavía tenía muchas cosas que hacer esa mañana.
Eran las 7:52 AM. Harry y Lily se dirigían juntos al despacho de Dumbledore, seguidos de Ron y Hermione, que esperarían fuera.
- ¿Y cómo sabes donde está el despacho de Dumbledore, Lily? – preguntó Hermione, colocándose al lado de Lily.
- Cuando llegué aquí, la profesora McGonagall me llevó al despacho de Dumbledore.- contestó Lily algo insegura.
- Entiendo.- dijo Hermione con una sonrisa.
- Lily, ¿sabes la contraseña del despacho de Dumbledore?- preguntó Harry cuando llegaron a la entrada del despacho de Dumbledore.
Lily sonrió, dijo algo que sonó como "Galletas de mantequilla" y la gárgola empezó a ascender formando una escalera de espiral.
Ella y Harry subieron por la escalera, y Ron y Hermione se dirigieron a desayunar.
- ¿Crees que es su hermana?- preguntó Ron gravemente. Hermione se quedó pensativa unos segundos.
- ...No lo sé.
Siguieron caminando por los iluminados pasillos cuando se cruzaron con las personas que menos querían ver en ese momento. Malfoy y sus amigotes, Crabbe y Goyle. Estos se pararon enfrente de los chicos impidiéndoles pasar. Malfoy estudió la situación.
- ¡Pero que tenemos aquí! Weasley y Granger. Vaya parejita... Quien lo diría.- dijo arrastrando las palabras con una malévola sonrisa.- ¿Y el cara-rajada? ¿Os lo habéis dejado en casita?
Ron le dirigió una mirada de odio.
- Apártate, Malfoy. No tenemos ganas de perder el tiempo con tus estupideces.- replicó Ron asqueado.
Malfoy lo miró aparentando estar ofendido.
- No, no, no, Weasley. Debes de ser amable con tus superiores.- siseó Malfoy. Ron lo miró con rabia.- Crabbe, Goyle, vamos.
Y se alejó con aire de superioridad.
Mientras tanto, en el despacho de Dumbledore, Lily y Harry aguardaban la llegada de Dumbledore con nervios en su despacho, sentados en unas sillas frente a la mesa del director.
- Perdonad la espera.
Dumbledore apareció en el despacho y se dirigió a su escritorio, no sin antes acariciar suavemente a Fawkes, su fénix. Tomó asiento frente a los jóvenes Potter. Lily parecía tranquila, pero Harry estaba bastante nervioso. Tenía la cabeza totalmente nublada. Y esperaba ansiosamente que Dumbledore despejara toda la confusión que lo ahogaba. Confiaba en él.
- Creo, Harry, que te debo una explicación.- dijo Dumbledore con tranquilidad, observando a Harry por encima de sus gafas de media luna. Harry asintió levemente. - Anoche no di todas las explicaciones que debí haberte dado, pues no es necesario que toda la escuela tome constancia de la situación- una breve pausa- de esta señorita.
Harry observó a Lily detenidamente. Parecía una copia femenina suya. Su pelo ondulado caía por sus hombros, del mismo negro azabache. La piel clara, suponía que de su madre. Los ojos verdes, que estaban sumidos como en un trance. El fino contorno de sus labios rojos, todo...
- Esta chica, Harry, es tu hermana.- Harry se esperaba algo parecido, pero aun así entro en una especie de shock. Su mente voló en el tiempo y de repente se encontraban como en el interior de una casa. Podía ver a Dumbledore y Lily a su lado, de pie.
- Profesor, ¿dónde...?- Dumbledore le hizo una seña para que guardara silencio y señaló algo frente a ellos. Era una mujer. De pelo ondulado y castaño claro, y de increíbles ojos verdes. Harry reconoció a esa mujer al instante, pues la había visto cinco años atrás, reflejada en un espejo. Esa mujer era su madre. Estaba arrodillada frente a una cuna azul claro.
Dumbledore, Lily y Harry se acercaron a la cuna, y Harry pudo verse a sí mismo, con catorce años menos. No había rastro de Lily. Pero algo le hizo voltearse. Un hombre de pelo negro, piel clara y figura delgada entró en la habitación. Harry tardo en descubrir de quien se trataba. No podía ser...
- Sirius... - susurró la mujer. Las lágrimas llenaron sus ojos. Sus grandiosos ojos verdes...
Sirius llevaba algo en los brazos. Era algo envuelto en sábanas y mantas. Harry no podía creer lo que veía.
- ¿Ella está bien?- preguntó su madre, mirando a Sirius. Este asintió. En ese instante, la puerta se abrió estrepitosamente. Era él... Era su padre.
- ¡Sirius, llévatela de aquí! ¡Rápido! – grito el hombre, cuando se oyó una puerta abrirse, la puerta de entrada a la casa.
- ¡Oh, Dios mío, ya está aquí! – la voz de la mujer sonaba angustiada y muy asustada. James salió a encarar a Lord Voldemort, para hacerlo retroceder. Se oyó un grito ahogado. Su padre había muerto. Lord Voldemort lo había matado.
- ¡¡No!!- exclamó Harry corriendo hacia el pasillo, pero Lily lo agarró del brazo. Harry entendió...
Sirius desapareció justo cuando Voldemort entró en la habitación, no sin despedirse: "Lily, os quiero... No te preocupes por ella... Estará a salvo... Adiós".
- Apártate, mujer.- decía Voldemort.- Apártate...
- ¡Nooooooo!
Una luz verde y un golpe seco. El cuerpo sin vida de Lily Potter en el suelo. Una imagen borrosa, y blanco. Mas blanco... Una imagen se hace nítida. Estaban en el despacho de Dumbledore otra vez.
- ¿Qué ha pasado...? – pregunto Harry, sudando y con la respiración agitada.
Dumbledore sonrió.
- Harry, hemos vuelto atrás en el tiempo catorce años. Ahora sabes lo que pasó en realidad. Pero – Dumbledore suspiró – me temo que no es suficiente para explicarte lo ocurrido. Voy a terminar de aclarar tu mente, que parece nublada.
Harry escuchaba a Dumbledore con atención, mientras que Lily observaba a su hermano con aprecio.
- Harry, Lily y tú sois... mellizos. Al nacer, Sirius se encargó de Lily, tu hermana, pues ellos sabían que Voldemort los mataría. – explicó Dumbledore suavemente, contemplando a Harry, que parecía atónito.
Harry reflexionó un segundo. ¿Mellizos?. Y si sabían que Voldemort los atacaría, ¿por qué no se lo llevó también a él?
- Sé lo que piensas, Harry. ¿Por qué Sirius no te llevaría con él? Si Sirius te hubiera llevado también a ti, Voldemort sospecharía. Él sabía que tu madre estaba embarazada. Pero... La existencia de tu hermana era un completo secreto.
- Y por eso no ha venido a Hogwarts estos años... Porque Voldemort ha estado apareciendo continuamente... – dedujo Harry - Pero, ¿por qué viene precisamente este año? – preguntó dudoso.
- Bien, Harry, la causa por la que tu hermana ha llegado este año a Hogwarts... Eres tú.
Harry cada vez estaba más confuso. ¿Él era la causa de que Lily hubiera llegado este año a Hogwarts? ¿Por qué?
- Harry, tu ya estas preparado para defender a tu hermana... – otra pausa – de Voldemort.
