Yo no cree el concepto de escaflowne ni gano ningun tipo de remuneración al
escribir esto. Yo invente a Rodos, Criseir, Ellis, Alison, Kokein, Kony
(Rey Akintunde) y los Gaimelef Agator y Falcon; las Tierras Desiertas y
Hikeda; todo lo demás es propiedad de Sunrise, Shijo Kawamori etc.
Hasta el momento nuestros amigos (Rodos, Ellis, Criseir e incluso Allen) estaban en un gran aprieto pero llegó un Alseides negro que acabó con la amenaza; es piloteado por Kokein, la mujer que persigue a Rodos y a Criseir por desertores..¿los matará ahí mismo?
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Capitulo 5: FANELIA
Todo parecía estar calmado. Cada quien bajó de sus máquinas a encontrarse con la recién llegada ; pero al felino y al camaleón no le agradaban la idea de acercarse a dicha piloto...preocupados por su propia seguridad.
-¡Si que la hicieron buena esta vez! Me costó trabajo rastrearlos hasta acá. Los hombres Lobo los encubrieron bien, pero no fue suficiente. Ahora díganme, ¿cómo quieren morir? Les daré la oportunidad de que lo elijan.- dijo Kokein casi riéndose. Su cabello castaño que tenía una tonalidad rojiza era lacio y parte de el estaba recogido hacia atrás por un pequeño listón. Su armadura, a diferencia de la de Rodos, era negra, con tonalidades grises donde debían ir los azules. Para entonces Celena, Gadet y Alison llegaban del Crucero y por su parte también se acercó Kony, acompañado por un par de escoltas.
-No veo el motivo para que diga semejante afirmación, señorita- dijo Allen un poco indignado. Podía ver el miedo y la preocupación en los dos acusados y no podía dejar que los mataran así no más; Aunque apenas los conocía, no le parecían tipos que merecieran tal destino.
-¡Usted no se meta en los asuntos de Zaibach!¡Aunque esté sojuzgado y en armisticio no significa que no podamos darle lo que se merece a nuestros traidores!- replicó la joven, que cuando mucho tendría unos 17 años.
-¿¡Traidores?!- exclamó Kony. Kokein advirtió que él era alguien importante casi inmediatamente- ¿Cómo puedes llamarles traidores a MIS SOLDADOS?!!- le preguntó ironicamente a la muchacha.
-¿A qué se refiere con SUS soldados? Ellos son mis subordinados, y mi superior, el General Adelfos, me mandó explícitamente a traerlos de vuelta-
-Dijo de vuelta¿ o no?... No dijo nada de muertos, en pedacitos o solo la cabeza...se quedan como están y bajo mi protección- terminó diciendo Kony
-¿quién se cree que es.?-
-¡El Rey Akintunde de las tierras desiertas! Y por si no lo recuerdas, es parte del pacto de los ganadores, es decir, no me puedes llevar la contraria a demás de ser un Rey- Kokein no podía creer que ese par de semihumanos tuvieran tanta suerte.
-¡Aun así, no puedo regresar sin ellos! Tienen que venir conmigo- recalcó .
- Tendrás que esperar entonces hasta que cumplan esta misión de escoltarme a Fanelia y luego veremos que se hace; si no, puedes irte despidiendo...-
Los ojos de Kokein se agrandaron por un momento. La habían vencido, no podía hacer nada más que acompañarlos y tratar de convencer al Rey Akintunde que los dejara regresar a Zaibach, cosa que ella sabía seguro no pasaría. Sin embargo recordó algo..Fanelia... ese lugar, el lugar natal de su amor...sus mirada se volvió triste y con una seña de la cabeza asintió que los seguiría. Rodos estaba feliz, no podía creer que lo estuvieran defendiendo, nunca un humano se había puesto así por él. Tambien Criseir pensaba de la misma manera. Ellis se acercó a ellos dos y les dio unas palmaditas:
-Creo que ya no se deben preocupar más por ella- les dijo con una gran sonrisa. Kokein observaba con recelo cómo los tres, junto con Kony se dirigían al Gilgamesh (su nave) pero algo llamó su atención, una persona que estaba con Allen la veía de una manera muy extraña:...Celena.
A la joven de cabello rubio le parecía muy conocida esa soldado de Zaibach, "¿La habré conocido como Dilandu?" se preguntaba. Intentó recordar en ese lado de su mente que siempre estaba borroso, casi nunca podía ver con claridad su pasado en Zaibach; a lo mucho recordaba a Jajuka, un poco a Folken y a los cazadragones (Chesta, Daller, Miguel, etc). Con estos últimos pudo recordar una imagen: la de Kokein viendo a los lejos a una persona...parecía ser Folken.
Por su parte, tambien a Kokein le parecía conocida Celena. Su corte de cabello, la complexión de la cara, algo de la mirada le hacían recordar a su antiguo camarada Dilandú. "Me recuerda Dilandú..hehe.si él me oyera decir esto intentaría abofetearme como a Chesta, pero yo no lo permitiría". Allen, se dio cuenta de lo que cada quien pensaba... se acercó a Celena y a Alison para regresar al Crucero.
-Alison, quiero que tengas vigilada a Kokein ¿está bien? Creo que sabe de.. Dilandu.- dijo discretamente Allen a la pequeña pelirroja.
-S-si, ¡yo cuidaré a Lady Celena! usted no tiene de que preocuparse- pero antes que los dos pudieran hacer algo, Celena se acercó hasta Kokein y habló.
-Me gustaría que vinieras con nosotros, Kokein. Me imagino que todo el viaje hasta acá debió ser pesado solo usando tu Alseides, y todavía falta un tramo para llegar a Fanelia. ¿qué dices? -Celena hablaba con un tono muy amistoso y cálido cómo si estuviera con un amigo de años. Algo sorprendida por la cortesía que le acaban de ofrecer, Kokein no sabía qué decir.
-¿estás hablando en serio? No creo que Allen Schezar lo permita - dijo voltenado a ver al caballero de azul y la escolta de Celena.
-No te preocupes, Allen aceptará si yo se lo pido..¿verdad hermano?- su expresión se volvió sumamente tierna y miró a su hermano, quien sabía que no podría negarse ante las súplicas de su hermana menor.
-¡Esta bien!...pero luego no me digas que soy todo reglas y no te dejo hacer nada- dijo suspirando Allen. Los cuatro se dirigieron al Crucero y partieron en rumbo a Fanelia. Allen estaba sumamente preocupado por la reacción de Van al traer consigo a dos soldados de Zaibach y además a un hombre camaleón...pero ya nada se podía hacer.
Ya en la nave Celena comenzó una plática -Dime ¿qué haz hecho en estos ultimos meses?- preguntó muy interesada a la pobre Kokein.
-La verdad no es descortesía, pero no hablo de mis asuntos con extraños...- observó a la joven rubia- aunque me hayan invitado-
-Pues...-la expresión de Celena cambió, de tierna y feliz, a pensativa y calculadora, con un tono de voz muy extraño- no creo que a Lord Folken le haya gustado oirte hablar de esa manera, ¿verdad Koin?- Estas palabras alteraron a Kokein. Solo Dilandú le decía Koin para molestarla un poco (nadie más se atrevía a hacerlo) y sobre todo, eso de Folken le heló la sangre...¿cómo podía saber está jovencita sobre su vida, si nunca la había visto? ¿o sí? La miró fijamente tratando de buscar una pista que le revelara la verdad, pero fue interrumpida por la misma voz de Celena.
-Si, soy yo...Albatou- susurró Celena para que Allen y Alison no la oyeran. Esto hizo retroceder a Kokein, "¿¿¿¡¡Dilandu??!!!" no podía creer eso ¿una mujer?
-Sé que es dificil de aceptar pero en verdad lo soy, ni siquiera Miguel, Chesta o Gatty lo hubieran adivinado ¿verdad?- por un momento su expresión se volvió triste. Kokein tuvo que afrontar la realidad y aceptó para sus adentros que lo que veía realmente era (o fue) su compañero de Batalla.
-¿qué diablos le pasó?- dijo Kokein con un poco más de respeto- Es decir...mírese!!
-Soy así realmente, ¿recuerdas que me llevaban al laboratorio muchas veces? Pues de ahí salió Dilandu, pero no te preocupes, no diré nada inconveniente.- Sonrió y su rostro regresó a ser tierno, la Celena de siempre. Se alejó y se sentó al lado de Allen.
-Espero que tenga en cuenta que ya no es el señor Dilandou- la voz de Alison se oyó detrás de Kokein, había estado escuchando la plática- No queremos causarle problemas inecesarios a Lady Celena ¿verdad?- le preguntó a la soldado de Zaibach.
-No, claro que no...-era la primera vez que hablaba con Alison pero a diferencia de otras pláticas, estuvo totalmente de acuerdo con ella, no quería causarle problemas. Tal vez, después de todo, el viaje que había hecho para atrapar a Rodos y a Criseir no fue en vano.
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-¡Su Majestad! La nave Crucero y otra de Hikeda se acercan a la ciudad. ¿les permitimos aterrizar? - preguntó un soldado al joven Rey de Fanelia que estaba sentado en un cómodo sofá mientras Hitomi y Merle se debatían para ver quién se comería el último bizcocho de la mesita de te (muy gracioso como de costumbre).
-¿Una nave de Hikeda?- se preguntó Van. Hitomi y Merle callaron al verlo tan pensativo.
-¿Es malo? ¿Quiénes son los de Hikeda?- dijo Hitomi, buscando una respuesta en Merle o Van.
-No es nada malo, pero me extraña que vengan de un lugar tan lejano hasta Fanelia, pero si vienen con Allen no creo que haya ningún problema.- dijo Van mientras se levantaba y se dirigía hacía Hitomi.-Será mejor irnos preparando para recibirlos.
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Hasta el momento nuestros amigos (Rodos, Ellis, Criseir e incluso Allen) estaban en un gran aprieto pero llegó un Alseides negro que acabó con la amenaza; es piloteado por Kokein, la mujer que persigue a Rodos y a Criseir por desertores..¿los matará ahí mismo?
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Capitulo 5: FANELIA
Todo parecía estar calmado. Cada quien bajó de sus máquinas a encontrarse con la recién llegada ; pero al felino y al camaleón no le agradaban la idea de acercarse a dicha piloto...preocupados por su propia seguridad.
-¡Si que la hicieron buena esta vez! Me costó trabajo rastrearlos hasta acá. Los hombres Lobo los encubrieron bien, pero no fue suficiente. Ahora díganme, ¿cómo quieren morir? Les daré la oportunidad de que lo elijan.- dijo Kokein casi riéndose. Su cabello castaño que tenía una tonalidad rojiza era lacio y parte de el estaba recogido hacia atrás por un pequeño listón. Su armadura, a diferencia de la de Rodos, era negra, con tonalidades grises donde debían ir los azules. Para entonces Celena, Gadet y Alison llegaban del Crucero y por su parte también se acercó Kony, acompañado por un par de escoltas.
-No veo el motivo para que diga semejante afirmación, señorita- dijo Allen un poco indignado. Podía ver el miedo y la preocupación en los dos acusados y no podía dejar que los mataran así no más; Aunque apenas los conocía, no le parecían tipos que merecieran tal destino.
-¡Usted no se meta en los asuntos de Zaibach!¡Aunque esté sojuzgado y en armisticio no significa que no podamos darle lo que se merece a nuestros traidores!- replicó la joven, que cuando mucho tendría unos 17 años.
-¿¡Traidores?!- exclamó Kony. Kokein advirtió que él era alguien importante casi inmediatamente- ¿Cómo puedes llamarles traidores a MIS SOLDADOS?!!- le preguntó ironicamente a la muchacha.
-¿A qué se refiere con SUS soldados? Ellos son mis subordinados, y mi superior, el General Adelfos, me mandó explícitamente a traerlos de vuelta-
-Dijo de vuelta¿ o no?... No dijo nada de muertos, en pedacitos o solo la cabeza...se quedan como están y bajo mi protección- terminó diciendo Kony
-¿quién se cree que es.?-
-¡El Rey Akintunde de las tierras desiertas! Y por si no lo recuerdas, es parte del pacto de los ganadores, es decir, no me puedes llevar la contraria a demás de ser un Rey- Kokein no podía creer que ese par de semihumanos tuvieran tanta suerte.
-¡Aun así, no puedo regresar sin ellos! Tienen que venir conmigo- recalcó .
- Tendrás que esperar entonces hasta que cumplan esta misión de escoltarme a Fanelia y luego veremos que se hace; si no, puedes irte despidiendo...-
Los ojos de Kokein se agrandaron por un momento. La habían vencido, no podía hacer nada más que acompañarlos y tratar de convencer al Rey Akintunde que los dejara regresar a Zaibach, cosa que ella sabía seguro no pasaría. Sin embargo recordó algo..Fanelia... ese lugar, el lugar natal de su amor...sus mirada se volvió triste y con una seña de la cabeza asintió que los seguiría. Rodos estaba feliz, no podía creer que lo estuvieran defendiendo, nunca un humano se había puesto así por él. Tambien Criseir pensaba de la misma manera. Ellis se acercó a ellos dos y les dio unas palmaditas:
-Creo que ya no se deben preocupar más por ella- les dijo con una gran sonrisa. Kokein observaba con recelo cómo los tres, junto con Kony se dirigían al Gilgamesh (su nave) pero algo llamó su atención, una persona que estaba con Allen la veía de una manera muy extraña:...Celena.
A la joven de cabello rubio le parecía muy conocida esa soldado de Zaibach, "¿La habré conocido como Dilandu?" se preguntaba. Intentó recordar en ese lado de su mente que siempre estaba borroso, casi nunca podía ver con claridad su pasado en Zaibach; a lo mucho recordaba a Jajuka, un poco a Folken y a los cazadragones (Chesta, Daller, Miguel, etc). Con estos últimos pudo recordar una imagen: la de Kokein viendo a los lejos a una persona...parecía ser Folken.
Por su parte, tambien a Kokein le parecía conocida Celena. Su corte de cabello, la complexión de la cara, algo de la mirada le hacían recordar a su antiguo camarada Dilandú. "Me recuerda Dilandú..hehe.si él me oyera decir esto intentaría abofetearme como a Chesta, pero yo no lo permitiría". Allen, se dio cuenta de lo que cada quien pensaba... se acercó a Celena y a Alison para regresar al Crucero.
-Alison, quiero que tengas vigilada a Kokein ¿está bien? Creo que sabe de.. Dilandu.- dijo discretamente Allen a la pequeña pelirroja.
-S-si, ¡yo cuidaré a Lady Celena! usted no tiene de que preocuparse- pero antes que los dos pudieran hacer algo, Celena se acercó hasta Kokein y habló.
-Me gustaría que vinieras con nosotros, Kokein. Me imagino que todo el viaje hasta acá debió ser pesado solo usando tu Alseides, y todavía falta un tramo para llegar a Fanelia. ¿qué dices? -Celena hablaba con un tono muy amistoso y cálido cómo si estuviera con un amigo de años. Algo sorprendida por la cortesía que le acaban de ofrecer, Kokein no sabía qué decir.
-¿estás hablando en serio? No creo que Allen Schezar lo permita - dijo voltenado a ver al caballero de azul y la escolta de Celena.
-No te preocupes, Allen aceptará si yo se lo pido..¿verdad hermano?- su expresión se volvió sumamente tierna y miró a su hermano, quien sabía que no podría negarse ante las súplicas de su hermana menor.
-¡Esta bien!...pero luego no me digas que soy todo reglas y no te dejo hacer nada- dijo suspirando Allen. Los cuatro se dirigieron al Crucero y partieron en rumbo a Fanelia. Allen estaba sumamente preocupado por la reacción de Van al traer consigo a dos soldados de Zaibach y además a un hombre camaleón...pero ya nada se podía hacer.
Ya en la nave Celena comenzó una plática -Dime ¿qué haz hecho en estos ultimos meses?- preguntó muy interesada a la pobre Kokein.
-La verdad no es descortesía, pero no hablo de mis asuntos con extraños...- observó a la joven rubia- aunque me hayan invitado-
-Pues...-la expresión de Celena cambió, de tierna y feliz, a pensativa y calculadora, con un tono de voz muy extraño- no creo que a Lord Folken le haya gustado oirte hablar de esa manera, ¿verdad Koin?- Estas palabras alteraron a Kokein. Solo Dilandú le decía Koin para molestarla un poco (nadie más se atrevía a hacerlo) y sobre todo, eso de Folken le heló la sangre...¿cómo podía saber está jovencita sobre su vida, si nunca la había visto? ¿o sí? La miró fijamente tratando de buscar una pista que le revelara la verdad, pero fue interrumpida por la misma voz de Celena.
-Si, soy yo...Albatou- susurró Celena para que Allen y Alison no la oyeran. Esto hizo retroceder a Kokein, "¿¿¿¡¡Dilandu??!!!" no podía creer eso ¿una mujer?
-Sé que es dificil de aceptar pero en verdad lo soy, ni siquiera Miguel, Chesta o Gatty lo hubieran adivinado ¿verdad?- por un momento su expresión se volvió triste. Kokein tuvo que afrontar la realidad y aceptó para sus adentros que lo que veía realmente era (o fue) su compañero de Batalla.
-¿qué diablos le pasó?- dijo Kokein con un poco más de respeto- Es decir...mírese!!
-Soy así realmente, ¿recuerdas que me llevaban al laboratorio muchas veces? Pues de ahí salió Dilandu, pero no te preocupes, no diré nada inconveniente.- Sonrió y su rostro regresó a ser tierno, la Celena de siempre. Se alejó y se sentó al lado de Allen.
-Espero que tenga en cuenta que ya no es el señor Dilandou- la voz de Alison se oyó detrás de Kokein, había estado escuchando la plática- No queremos causarle problemas inecesarios a Lady Celena ¿verdad?- le preguntó a la soldado de Zaibach.
-No, claro que no...-era la primera vez que hablaba con Alison pero a diferencia de otras pláticas, estuvo totalmente de acuerdo con ella, no quería causarle problemas. Tal vez, después de todo, el viaje que había hecho para atrapar a Rodos y a Criseir no fue en vano.
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-¡Su Majestad! La nave Crucero y otra de Hikeda se acercan a la ciudad. ¿les permitimos aterrizar? - preguntó un soldado al joven Rey de Fanelia que estaba sentado en un cómodo sofá mientras Hitomi y Merle se debatían para ver quién se comería el último bizcocho de la mesita de te (muy gracioso como de costumbre).
-¿Una nave de Hikeda?- se preguntó Van. Hitomi y Merle callaron al verlo tan pensativo.
-¿Es malo? ¿Quiénes son los de Hikeda?- dijo Hitomi, buscando una respuesta en Merle o Van.
-No es nada malo, pero me extraña que vengan de un lugar tan lejano hasta Fanelia, pero si vienen con Allen no creo que haya ningún problema.- dijo Van mientras se levantaba y se dirigía hacía Hitomi.-Será mejor irnos preparando para recibirlos.
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