Título: Draco Malfoy y la Leyenda de la Serpiente Plateada

Rating: R

Autor: Youko Gingitsune - Youko_Gingitsune@hotmail.com

ADVERTENCIA: Este fic es SLASH -- Draco/Harry. Lucius/Snape y/o Lupin/Snape. Otras parejas: Blaise/Seamus.

Derechos: Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.

Nota1 .- Me han escrito preguntándome qué es 'El Sépitmo Libro' ya que un par de personas en los reviews mencionaron esto. Sí, es un fanfic mío que ya va en sus últimos capítulos y es de las Crónicas Vampíricas de Anne Rice (Entrevista con el Vampiro, El vampiro Lestat, La Reina de los Condenados, etc), no es de Harry Potter, y sólo está en mi página.

Nota2 .- Ya vieron el Rating, no? Este capítulo es R, así que tengan cuidado, ya están advertid@s

Nota3 .- En Hogwarts el año escolar termina en Junio.

Nota4 .- Me avisan que les pareción el final ^_~

Capítulo Siete


Un gemido prolongado se escuchó en la habitación y los labios que lo profirieron fueron sellados por otros que estaban respirando a milímetros de aquellos. Los únicos sonidos que perturbaban la quietud de la atmósfera era el crepitar de la leña que se consumía en el fuego, las respiraciones agitadas, el rozar de cuerpos sudados y, de cuando en cuando, un gemido más alto que el otro.

Su ritmo aumentó mientras las uñas de su amante arañaban su espalda deliciosamente, la hábil lengua que batallaba con la suya estaba tan adentro de su boca que casi no lo dejaba respirar, las piernas que le envolvían las caderas ayudaban a hacer su paso cada vez más rápido, la penetración cada vez más profunda, logrando que en aquella posición encajasen tan perfectamente que parecían uno.

"Severus!" Lupin llegó dentro de su amante, llenando sus adentros mientras seguía moviéndose, aquel orgasmo irrigándose por todo su cuerpo en una explosión de sensaciones. Aquello fue suficiente para Snape, quien en ese instante alcanzó el clímax, mordiendo el cuello de su amante para evitar gritar.

Sus respiraciones agitadas se fueron apaciguando mientras ambos traban de prolongar aquellas sensaciones por unos segundos más. Momentos después, cuando sólo quedaban vestigios de aquel cosquilleo recorriéndolos, Lupin salió de dentro del profesor de pociones con cuidado y se movió hacia un lado para apoyar su peso en la cama y no aplastarlo, pero no salió completamente de encima de él; mientras lo sentía lamer su cuello donde sabía la mordida había sacado sangre.

"Estás seguro de que no eres parte vampiro, Severus?" Sintió una sonrisa formarse en los labios pegados a su piel, lo siguiente fue una mordida fuerte que estaba seguro abrió más la herida que estaba ahí, haciéndole cerrar los ojos y suspirar con placer. Adoraba cuando Severus hacía eso.

"Y se va otra promoción." Murmuró Lupin pasando las manos por la espalda de Snape, le encantaba hacerlo, era suave y sólida al tacto. "Y ya tengo contrato firmado para el siguiente curso. Dumbledore dice que es mejor que me quede aquí, en Hogwarts, Harry también va a quedarse. Nos haremos compañía."
"Después de lo sucedido las vacaciones de verano pasadas no me sorprende."
"Y tú por qué no te quedas? Después de lo sucedido sería lo más recomendable. Aunque el director dijo que habías encontrado un lugar seguro."
"Tú te quedas a proteger al tarado del ahijado de tu amigo y yo me voy a proteger al mío." Snape se levantó, cogió su bata y se fue al cuarto de baño.

Lupin cogió la sábana y se cubrió parcialmente con ella mientras pensaba que claro, Severus haría lo que fuese para proteger a su ahijado y aprendiz. Había sido una sorpresa enterarse que quien le había estado preparando la Wolfsbane, hasta lo de Morgana, había sido Draco, y Lupin sabía que su Wolfsbane era especial. La que comúnmente se usaba, la aprobada por el Ministerio de la Magia, era un arma de doble filo, porque si bien apaciguaba al lobo era como envenenar al paciente poco a poco… pero la que Snape le administraba era diferente, usaba ingredientes prohibidos por el Ministerio, era magia negra lo que el Maestro en Pociones usaba para evitar los mortíferos efectos secundarios… y sólo Dumbledore, Snape y él lo sabían. Enterarse, unas semanas atrás, que Draco era aprendiz de Snape y que él también sabía como preparar esa fórmula especial…

Era finales de Junio, al día siguiente vería a los alumnos subir al tren que los llevaría de regreso a casa mientras él se quedaría ahí a pasar las vacaciones con Harry. Pero tendrían un invitado especial, Sirius vendría a pasar las vacaciones con ellos.

Sintió la puerta del baño abrirse y se hizo el dormido, haciendo su respiración más profunda y relajando todo su cuerpo. Sintió la mirada de su colega sobre sí y por un momento pensó que lo despertaría para que se fuera. Así siempre era, se acostaban y cuando todo había terminado enviaba a Lupin a su cuarto, por lo menos al principio, después Remus sólo cogía sus ropas, lo besaba y se iba. Pero, en lugar de despertarlo, Snape cogió parte de la sábana y se acostó a su lado.

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Cuando Draco entró a la habitación ya era de tarde, el castillo estaba semi-desierto, en la mañana todos los alumnos habían tomado el expreso y se habían ido a casa. Menos él. Bueno, menos él y Potter, que se quedaría a pasar el verano en el castillo en compañía de los profesores que usualmente se quedaban. Su padre iría a recogerlo personalmente alguna noche de la semana y lo llevaría a casa donde pasaría unos días y después lo llevaría a un castillo en Escocia, donde estaría su padrino esperándolo y estarían seguros.

Draco sólo podía suspirar de alivio. Si bien en sus lecciones con Morgana no había exámenes finales, cada paso que daban, cada hechizo, era uno; además de las clases, las prácticas y partidos de Quidditch, aunque relajantes, quitaban mucho tiempo… y sus lecciones con Snape… Estaba listo para tomarse un merecido descanso. Bueno, de todas formas continuaría sus lecciones con Morgana y Snape, además de las clases con su padre sobre Las Artes Oscuras, pero no tendría clases ni exámenes de fin de curso de qué preocuparse, ni partidos, ni profesores metiches que estuvieran vigilando sus pasos.

Había sido un curso muy atareado y especialmente exhaustivo. Pero muy productivo también. Después de que comenzó sus clases con Morgana había pensado que no tendría ni el tiempo ni la oportunidad de hacer sus cosas… pero no fue así, muy por el contrario, sus labores con ella le dieron algo de libertad y pudo salir más de un par de veces de Hogwarts sin levantar sospechas de ningún tipo y eliminar a otros tres nombres de su lista.
Por lo que se pudo informar de uno de los muchachos del cuarto curso de Ravenclaw, cuyo padre trabajaba en el ministerio en asuntos internos, se enteró de que aquel hombre al que había dejado al borde de la muerte había sido encontrado todavía con vida, pero murió antes de que tuvieran la oportunidad de transportarlo a otro lugar más apropiado. Si había dicho algo, no lo sabía, por lo que pudo averiguar sólo unas cuantas personas lo sabían y era 'Top-Secret' , inclusive se murmuraba en los pasillos del Ministerio sobre la creación de un nuevo grupo de Aurores entrenados especialmente para ir a la caza de este asesino. Por algún motivo habían dejado de llamarlo 'Death Eater', eso le daba una pista de lo que había logrado decir el hombre antes de morir… y si había dicho algo más no tenía importancia, los nombre restantes de su lista ya debían de saber que ellos serían los próximos, ya que aquel había sido un año en donde el número usual de vidas que tomaba había pasado lo común y recién era medio año. Una sonrisa torcida se formó en su rostro y sus ojos grises brillaron con malicia mientras acariciaba su brazo izquierdo lentamente, podía sentir que estaba ahí, si cerraba los ojos y se concentraba inclusive podía sentir su lomo suave y frío bajo sus dedos.

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Sabía que Draco estaba ahí, no lo había encontrado en ninguna parte con el mapa de los Merodeadores así que no había otro lugar en donde pudiera estar. Abrió la puerta con cuidado, quizá estaba durmiendo, no quería despertarlo, le gustaba encontrarlo dormido, así podía quedarse observándolo sin que él se diera cuenta o que le reprochase por eso. Pero cuando entró encontró una diferente vista. Ahí estaba él, sentado en el felpudo frente al fuego, con los ojos cerrados pero definitivamente no estaba dormido, tenía una expresión en el rostro de total placer, sus labios rojos estaban ligeramente abiertos y eran humedecidos por la punta de una lengua que brillaba mojada por las flamas. Su rostro, usualmente pálido como la luna, estaba pintado grácilmente por un suave rubor que se esparcía desde sus mejillas hasta su cuello. Sus cabellos plateados le caían sobre los ojos, cubriéndolos parcialmente y moviéndose cada vez que Draco movía la cabeza ligeramente hacia un lado. Uno de sus brazos le estaba rodeando la cintura, parecía estar acariciando al otro mientras que este se deslizaba por su vientre hasta su entrepierna y comenzó a acariciarse mientras que se recostaba, extendiendo su cuerpo lánguidamente en la alfombra felpuda, como un gato estirándose frente al fuego, como un sacrificio a Dionisio, listo e impaciente por ser ofrecido al Dios en una de sus fiestas bacanales.

Harry cubrió su boca con ambas manos para evitar dejar escapar algún ruido cuando vio que el rubio se estaba estimulando a sí mismo, de piernas abiertas mientras sus caderas seguían el ritmo de aquella lasciva y hábil mano, estirándose y retorciéndose en el felpudo con la gracia de un felino. Una capa de sudor fino comenzó a cubrir la piel y las ligeras ropas que llevaba encima empezaron a pegarse a su cuerpo. El ritmo de aquella sensual y extraña danza que el rubio estaba haciendo en la alfombra aumentó, pero de aquellos labios tan tentadores que parecían de ambrosía no salían más que suaves suspiros. Sólo un sonido más alto que los demás, un leve gemido, abandonó aquellos labios cuando todo su rostro se contrajo en una expresión de pasión, su espalda se arqueó y lanzó la cabeza hacia atrás… para luego dejar que su cuerpo se relaje completamente sobre aquella alfombra.

Harry tuvo que morderse la mano para evitar gritar cuando llegó al mismo tiempo que el otro muchacho y ni siquiera se había tocado. Tuvo que esperar unos momentos para que sus piernas volvieran a obedecerle y con unos pasos silenciosos hacia atrás salió del cuarto y cerró la puerta con cuidado sólo para después caer al suelo sentado, tratando de controlar su respiración.

*Diablos!* Pensó para sí cuando, después de unos momentos de haber recobrado algo de aliento, se dio cuenta de que sus pantalones estaban pegajosos. No podía creerlo, simplemente no podía creerlo, nunca le había sucedido algo así antes. Tenía que cambiarse, no podía entrar ahí así.
Veinte minutos después el muchacho de cabellos negros regresó y entró haciendo tanto ruido con la puerta como pudo. Lo primero que vio fue a Malfoy sentado donde había estado hacía media hora, pero ahora llevaba puesto una camisa cosida en V en seda azul oscura, unos pantalones algo entallados a la cadera negros y, en lugar de las botas con varias hebillas que había llevado puestas hacía un rato, tenía unas zapatillas simples que parecían de tela, aunque obviamente no lo eran, que moldeaban sus pies a la perfección. Era el colmo, hasta tenía bonitos pies, pero eso ya lo sabía.
Le pasó la vista lentamente, nunca lo había visto vestido tan… Bueno, sus ropas todavía eran elegantes y, a la vista, bastante costosas, pero no tanto como las que usualmente llevaba.


"Así que es cierto que te vas a quedar." La tranquila voz lo sacó de sus divagaciones, aunque el dueño de aquella no se tomó la molestia de voltearse para mirarlo.

"Sí, después de lo ocurrido el verano pasado… Snape debería quedarse también, arriesgó mucho y su vida peligra. Si solamente…" Dijo aproximándose hasta alcanzar el largo sofá y se acostó en este.
"Deja de quejarte, Potter, lo que hizo fue estúpido pero lo hecho, hecho está, de otra forma dudo que estarías aquí para contar lo sucedido. Hasta ahora no puedo creer que Snape haya sido espía… no, un momento, sí lo puedo creer…"

"Estás hablando conmigo?"
"No, con tu otro yo. Realmente…"
"No le dieron problema en Slytherin después de lo ocurrido? Digo… hay gente ahí que…"
"No hay necesidad, Potter. Sí, tuvo sus problemas porque una parte está bastante ligada a Voldemort, pero él se encargó de mantener el orden sin importar en dónde yacieran sus lealtades."
"Snape es tu padrino."

Draco, de lo que estaba pasando las páginas de un libro, tendido en el felpudo, se volvió para mirarlo.

"El profesor Lupin me lo comentó el otro día, digamos que no estoy del todo sorprendido. Debe ser algo duro para ti que…"
"Deja de presumir cosas acerca de mí, Potter…"
"Tiene eso que ver con tus desapariciones nocturnas en la oficina de Dumbledore?"

"Ya fue suficiente, qué hay con este interrogatorio, se puede saber? Lo siguiente que vas a preguntarme es si regresaré el próximo año con un nuevo tatuaje."

"Y lo harás?"
"Si lo hago no es de tu incumbencia."

Ambos quedaron en silencio por varios minutos, sólo mirándose el uno al otro con una intensidad que parecía crear estática entre ellos.

"Por qué siempre tienes que ser un perfecto imbécil, Malfoy!?" Harry se paró de un salto.
"Porque se me da la gana, quizá?" Draco se paró y Harry no pudo evitar el pensar que sí, realmente tenía la gracia de un felino, cómo conseguía moverse así, no tenía la menor idea. "Mira, yo no tengo porqué darte explicaciones ni a ti ni a nadie. Ya estoy cansado, harto de que la gente a mi alrededor crea que sabe lo que va a ser de mí. Hace tiempo, mucho antes de venir a Hogwarts, que decidí dejarlos pensar lo que quisiesen, a las finales soy yo el que decide." Tiró el libro a un lado.

"Tú o tu padre? Dime, Malfoy, el niño de papá se atrevería a decirle que no?" Harry caminó hacia el rubio y no se detuvo hasta estar a un paso de él, retándolo a retroceder, mirándolo a los ojos ya que casi eran de la misma altura, Malfoy un poco más alto por un par de centímetros.

"Qué insinúas, Potter? Que no soy capaz de atreverme? Sí, me atrevería, pero no lo haría, y sabes por qué? Porque mi concepto de familia es uno con el que tú nunca creciste," Sus ojos brillaron amenazadores, eso fue enviado directo para herir y sabía que lo había conseguido cuando su mirada fue devuelta con una de rabia contenida.

"No necesito tu concepto de familia, tengo la mía propia desde que llegué aquí, tengo amigos que darían su vida por mí y yo haría lo mismo por ellos, tengo personas que me quieren…"
"Vivo o muerto?" Se burló el rubio. "Vamos, si entre aquellas personas tan importantes incluyes a un mediocre Weasley bueno para nada y a una mudblood que no tiene otra cosa mejor que hacer que meter la nariz en un libro pues déjame decirte que no es algo de envidiar…" No pudo terminar porque lo siguiente que supo fue que Potter le había cogido de la camisa y lo había empujado hacia un lado, hasta golpearlo con la pared más cercana. Y fuerte.

Cuando abrió los ojos se encontró con que Potter lo tenía cogido de la camisa, atrapado entre él y la pared, con una mirada peligrosa en los ojos. A la que respondió con la suya propia.

"Suéltame, Potter." Gruñó arrastrando las palabras peligrosamente. Cuando el otro no lo hizo al instante, el rubio lo tomó de los brazos y los jaló con fuerza, soltándose de aquel asimiento.

"No se te ocurre mejor cosa que hacer que insultar a los demás por lo que son, no es así? El hecho de que la familia de Ron sea escasa de dinero y Hermione sea muggle-born…"
"Después de todo este tiempo y no lo has entendido? No suelo 'insultar' a los demás por lo que son, sino por lo que no son. Hay una diferencia ahí."
"Vaya diferencia. Eres un hipócrita, un cretino que no puede ver más allá de su aristócrata nariz! No sabrías el significado de la palabra lealtad aunque te cayera en la cabeza!"
"Yo sé más de lealtad que tú y todos tus impertinentes e ignorantes remedos de compañeros! La lealtad es muy preciada para mí, no es algo que se da a diestra y siniestra como ustedes suelen hacer y que es por lo general su talón de Aquiles!"
"Y quién lo dice!? El hijo de un Death Eater que no dudaría en entregar la cabeza de quien fuese por beneficio propio y que sirve a una escoria como Voldemort!? Hazme el favor, Malfoy!"
"Mi lealtad, Potter, es para mi familia y sólo para con ella! Es más, es algo tan preciado para mí que sólo mi padre tiene mi completa lealtad! Pero no espero que eso sea algo que entiendas!" Alzó la mano para apartarse el cabello del rostro. "Ya te dije que estoy harto de todo esto…"

Harry le cogió de la muñeca con fuerza. "Y tú crees que eres él único que está harto? Yo soy el Chico Que Vivió, del que se espera que venza a Voldemort en un acto de valentía y heroísmo! Estoy hasta la coronilla de gente diciéndome el gran Auror que voy a ser!"

"Y acaso no va a ser así!? El 'héroe' del lado de la luz, un gran Auror que atrapará y matará Death Eaters para hacerle un bien al mundo y salvar las vidas de muggles inútiles en una guerra sin fin, camino a tu batalla con Voldemort!?"

"No! No lo será! No tengo intenciones de convertirme en un Auror! No quiero ser el héroe de nadie! Estoy enfermo de que los demás me digan cómo participaré en una guerra que no es mía! No, no voy a participar! Si algún Auror te mata en una de aquellas cacerías de Death Eaters, ten la seguridad de que ese no soy yo!!"

"Y a ti quién rayos te dijo que yo sería un Death Eater!?!?"

Se hizo un silencio tenso en donde los dos rivales no hicieron otra cosa que batallar con la mirada mientras sus respiraciones trastornadas por el agitado altercado era el sonido prevaleciente en aquel ambiente. Lo que sucedió después Harry no lo había tenido planeado, a decir verdad sólo las primeras palabras que había intercambiado las había pensado, después todo se salió de control…

Harry jaló de la muñeca que todavía tenía asida con fuerza y Malfoy empujó al Gryffindor hacia atrás, molesto.

"Te advertí que me soltaras!" Le gritó Malfoy antes de darle un golpe que casi le rompe la quijada y cayó al suelo deteniéndose cuando se chocó contra una mesa. Se levantó de un salto y se fue contra el rubio, pero en lugar de golpearlo, como el Slytherin se lo esperaba, lo cogió de los hombros y pegó sus labios con los del otro.

Los ojos grises se abrieron enormes y separó los labios de la sorpresa, lo que fue aprovechado ya que en ese instante sintió una lengua deslizarse en su boca… y la mordió. Harry dejó salir un pequeño grito de dolor y se retiró un poco, pero no lo soltó. Pudo sentir el sabor salado de su propia sangre en su boca mientras veía la sonrisa maliciosa en los labios del rubio, donde algo de su sangre había quedado y se estaba resbalando por la comisura de sus labios. Harry esbozó una sonrisa que Draco pensó digna de un Slytherin y luego le tomó los labios nuevamente, retándolo a probar aquel líquido que ahora teñía su boca de rojo.

Draco se encontró a sí mismo correspondiendo a ese apasionado beso antes de que pudiese darse cuenta. El líquido salado recorría entre sus lenguas que combatían por el liderazgo de aquella batalla. El rubio le tomó de la cintura y lo alzó con facilidad sobre la mesa que había detenido a Harry unos segundos atrás, de donde botaron algunos cuadernos y libros que había encima. Sintió un jalón y su cuerpo se fue hacia delante, atrapando así al otro contra la mesa, acomodándose entre sus piernas… Fue en ese momento que todo su cuerpo se tensó y de un salto se alejó lo más que pudo de aquella mesa y del cuerpo extendido sobre ella que ahora se apoyaba en los codos y lo miraba anonadado. Por lo menos eso le dio a entender que no era el único sorprendido por todo aquello.

"Qué rayos crees que estabas haciendo!?" Le gritó mientras se limpiaba la boca con las manos. "Maldito seas, Potter!" Con esto Draco salió de aquella de habitación como alma que lleva el diablo.

No fue sino hasta unos segundos después que el cerebro de Harry registró todo lo que acaba de ocurrir y, sin saber qué hacer o pensar, salió corriendo tras el Slytherin.

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Harry había corrido todo el camino desde la habitación secreta hasta fuera del castillo donde, después de mirar a todos lados, vislumbró en las sombras de la recién llegada noche un resplandor en los bordes del Bosque Prohibido. Se dirigió hacia allá, ya estando cerca escuchó un grito agudo que definitivamente no era de Malfoy, luego un gruñido… Se internó en el bosque siguiendo los gritos, corriendo tan rápido como sus piernas podían llevarlo, hasta que los gruñidos y ruidos de un animal salvaje arañando los árboles se detuvieron, pero podía seguir escuchando los gritos de desesperación que se convirtieron en llanto.
Se detuvo cuando encontró el lugar, detrás de unos arbustos con flores púrpura. Con la varita en la mano avanzó, pero cuando llegó vio un bloque de hielo deforme en la tierra, muy cerca de un gran roble, dentro del cual provenía el llanto.
Avanzó cautelosamente. Cuando estuvo lo suficientemente cerca del bloque se dio con que había un animal dentro, un horrible animal con dientes enormes y garras que, por los rasguños en la corteza del árbol, había estado intentando sacar algo de ahí.

"Hola?" Tocó el árbol con la varita, no quería terminar como esa bestia. "Hay alguien ahí?" Se aproximó y miró hacia donde la bestia había estado tratando de alcanzar a zarpazos. Había un hueco en el tronco y era de ahí de donde salía el lloriqueo.

"Wingardium Leviosa!" Agitó la varita y el bloque de hielo salió volando. Se arrodilló, agachándose hasta que su rostro estuvo frente al agujero, casi a la altura del piso. "Hey, todo está bien, ya no hay peligro." Habló con el tono de voz más suave que pudo, pero al parecer eso sólo consiguió asustar a la persona que estaba ahí adentro. Tuvo que retroceder cuando una pequeña piedra le voló los lentes. "Tranquilo! No voy a hacerte daño, sólo quiero sacarte de ahí y llevarte al castillo donde estaremos más seguros, este es un lugar peligroso." Trató de convencer a aquel que seguía llorando tan desconsoladamente. Esperó y poco a poco el llanto fue cesando. Escuchó un ruido, como el de las hojas cuando te arrastras sobre ellas y se quedó muy quieto, no quería asustar más al… Una cabeza pequeña apareció, seguida de unas ropas demasiado grandes para el niño que salía tratando de moverse en ellas, con el rostro sucio y los ojos rojos de lo que había llorado.

"Dónde está mi papá?" Preguntó en aquella suave y diminuta voz mientras se cogía con fuerza al árbol, como si eso pudiese protegerlo si lo atacase. "Dónde está mi papá?"

"No… No lo sé." Respondió Harry más confundido todavía. Ese era un niño que no podía tener más de cuatro años, bañado en lodo y pisándose el polo ya que los pantalones se habían salido cuando surgió de su escondite. "Sabes dónde estás?" Preguntó mientras trataba de aproximarse nuevamente, pero el niño retrocedió y de sus ojos comenzaron a salir más lágrimas, al parecer trataba de no llorar pero no lo estaba consiguiendo, parecía estar muy asustado y no era para menos. "Esta bien, no voy a hacerte daño. Sabes dónde estás?"

El niño miró a su alrededor y sacudió la cabeza. "No." Sollozó. "Estaba… estaba jugando con Argos y luego… luego aparecí aquí y algo horrible comenzó a perseguirme y corrí y corrí hasta que encontré este árbol y…" Se atoró en sus propias palabras cuando comenzó a llorar nuevamente, pero esta vez en silencio.

Harry se acercó de nuevo cautelosamente mientras el niño trataba de limpiarse las lágrimas con el polo y lo atrapó en sus brazos. El pequeño cuerpecito se tensó y trato de liberarse pero el Gryffindor sólo lo abrazó más fuerte y comenzó a hablarle lo más suavemente posible. "Shh, shh, todo va a estar bien, ya verás, ahora que estás conmigo no dejaré que nada te pase. Te voy a llevar al castillo y ahí estoy seguro de que el director nos ayudará a encontrar a tu padre."

A la mención de su padre el niño dejó de forcejear. "De verdad?"
"Sí, ya verás, hay otras personas muy buenas ahí que van a estar contentas de ayudarte, pero primero tienes que tranquilizarte para que podamos salir de este lugar, está bien?" El muchachito no respondió, sólo lo miró con recelo. Fue cuando Harry lo colocó de vuelta en el piso y se puso de cuclillas para estar a su altura y poder ver su rostro. El pequeño miraba al piso pero Harry le alzó el rostro tiernamente con las manos hasta que estuvieron frente a frente y le sonrió. Le sonrió la mejor sonrisa que pudo para tranquilizarlo y al parecer tuvo efecto, porque los ojos bonitos ya no estaban tan asustados y ya no lo miraban con tanta desconfianza. Esos ojos… dónde había visto antes esos ojos? Los miró con más atención. Aquel color precioso y extraño, un gris que no era gris sino plateado… con reflejos azules. De inmediato pasó la mano por el cabello cubierto de barro y trató de limpiarlo. No dio resultado, estaba demasiado embarrado, pero ahí lo vio, las raíces del cabello eran rubias, un rubio pálido… un rubio plata. Y aquella camisa… era inconfundible.

Su boca se abrió y se quedó mirando al niño, sorprendido. "Malfoy…?" Preguntó y el niño abrió los ojos aun más, ahora mirándolo como si esperase que dijese algo más. "Draco?" Se aventuró.

"Tú me conoces?" Le respondió el niño mirándolo con algo de extrañeza. "Conoces a mi papá?" Le preguntó ya con más expectativa.

Harry abrió la boca pero no salió ni un ruido de ella, sus ojos estaban abiertos enormes y no los podía sacar de encima de la figura de quien se suponía era Draco Malfoy. "Tu papá es… Lucius Malfoy?" Al fin encontró su voz.

Al niño se le iluminaron los ojos y una tímida sonrisa se dibujó en sus labios. "Sí! Conoces a mi papa! Dónde está? Por qué estoy aquí?" Pero se detuvo en seco y todo su rostro perdió el color, sus ojos volvieron a llenarse de miedo mientras su atención se enfocaba en un punto sobre el hombro del chico de cabellos negros.

El Gryffindor se volvió enseguida con la varita ya lista, cuando vio una sombra acercándosele por detrás. "Inflammatio!" Una bola de fuego salió de su varita y dio directamente con la criatura, impactando contra ella y enviándola hacia el otro lado del bosque.

Harry tomó a Draco en sus brazos y lo cargó, usando el derecho para soportar su peso de las piernas y el izquierdo en su espalda para protegerlo contra su cuerpo. De inmediato los pequeños brazos le abrazaron del cuello con fuerza mientras escondía el rostro en su cuello, sollozando.

"No te preocupes, vamos a salir de aquí." Le dijo mientras corría en dirección al castillo.

TBC

Death Eater .- Mortífago

Wolfbane .- Poción mata lobos.

Muggle-born .- De padres muggles.

Respuestas a los Reviews:

Yuna .- Ha ^^ sabía que te iba a gustar esa parte ^.^ Aunque ya no los vas a ver, o por lo menos no en los siguiente capítulos, quizá los traiga de vuelta, pero todavía tendría que ver. Sí, pobre Draco, pero Narcissa me estaba sobrando así que ese fue un buen motivo para desacerme de ella... no me agrada ni desagrada, solo que iba a estar de más en este fic ^^' La cajita es muy útil, no? ^.^ Se me ocurrió mientras trataba de conciliar el sueño... pero bajo diferentes circunstancias ^^ Ya viste el Harry/Draco ^_^ que te pareció? ^_~

Tachibana Netsu .- Yo escribo cuando me inspiro, es muy raro que escriba cuando no quiero hacerlo, así que por ahora estoy escribiendo más rápido esto ^_^ y por lo de El Séptimo Libro, ya te lo respondí por e-mail ^^ Snape y Lupin, ne? ^_~ Entonces te habrá gustado la apertura de este capítulo ^.^ Etto... no entendí que significa eso de 'despues de que Malfoy le haga la embarrada del siglo' ^^' Me explicas?

Margarita .- Aquí está el nuevo capítulo ^.^ me avisas que te pareció ^_~

Akane Kinomoto .- Lupin + Snape? Remus + Snape? Lupin es Remus ^^' Y Claro que entendí todo su review =P El Séptimo Libro lo actualizo la próxima semana después de mi evaluación de Historia ^^

BY MYSELF:

What do I do to ignore them behind me?
Do I follow my instincts blindly?
Do I hide my pride / from these bad dreams
And give in to sad thoughts that are maddening?
Do I / sit here and try to stand it?
Or do I / try to catch them red - handed?
Do I trust some and get fooled by phoniness,
Or do I trust nobody and live in loneliness?
Because I can't hold on / when I'm stretched so thin
I make the right moves but I'm lost within
I put on my daily façade but then
I just end up getting hurt again
By myself [myself]
I ask why, but in my mind
I find I can't rely on myself

I can't hold on
To what I want when I'm stretched so thin
It's all too much to take in
I can't hold on
To anything watching everything spin
With thoughts of failure sinking in

If I Turn my back I'm defenseless
And to go blindly seems senseless
If I hide my pride and let it all go on / then they'll
Take from me 'till everything is gone
If I let them go I'll be outdone
But if I try to catch them I'll be outrun
If I'm killed by the questions like a cancer
Then I'll be buried in the silence of the answer
[by myself]

How do you think / I've lost so much
I'm so afraid / I'm out of touch
How do you expect / I will know what to do
When all I know / Is what you tell me to
Don't you know
I can't tell you how to make it go
No matter what I do, how hard I try
I can't seem to convince myself why
I'm stuck on the outside

GROUP: LINKIN PARK
ALBUM: HYBRID THEORY

POR MÍ MISMO:

Qué hago para ignorarlos y dejarlos atrás?
Sigo mis instintos ciegamente?
Escondo mi orgullo / De estos malos sueños
Y me rindo ante los pensamientos tristes que son enloquecedores?
Me siento aquí y trato de soportarlo?
O trato de atraparlos en el acto?
Confío y soy engañado por la falsedad,
O no confío en nadie y vivo en la soledad?
Porque no puedo soportarlo / cuando me tensan al límite
Hago las movidas correctas pero
Estoy perdido dentro
Pongo mi máscara diaria pero entonces
Sólo termino siendo herido de nuevo
Por mí mismo (Mí mismo)
Pregunto por qué, pero en mi mente
Me encuentro que no puedo confiar en mí mismo


No puedo soportarlo
Lo que quiero cuando me tensan al límite
Es demasiado para soportarlo
No puedo soportarlo
Para ver cualquier cosa mientras todo da vueltas
Con pensamientos de derrota me hundo


Si vuelvo la espalda estoy indefenso
E ir ciegamente no tiene sentido
Si escondo mi orgullo y lo dejo todo ir / entonces ellos
Tomarán de mí hasta que no quede nada
Si los dejo hacerlo me habré excedido
Pero si los trato de atrapar seré dejado atrás
Si muero por causa de las preguntas como un cáncer
Entonces seré enterrado en el silencio de la respuesta
(por mí mismo)

Cómo piensas / he perdido tanto
Tengo tanto miedo / Estoy retrasado
Cómo esperas / Sabré que hacer
Cuando todo lo que sé / Es lo que me dices
No sabes acaso
No puedo decirte como hacer para que se vaya
No importa lo que haga, cuanto lo intente
Al parecer no puedo convencerme del por qué estoy atorado afuera

GRUPO: LINKIN PARK
ÁLBUM: HYBRID THEORY