¡Hola! ¡Aquí Carscard! Al parecer ha llamado la atención el hecho de que Zero proviene de un humano en este fic. Ésta y más sorpresas redactó la gran Red Draco.
Megaman y Megaman X pertenecen a la Capcom.
Perplejo, Bass se paró rectamente en medio del laboratorio de Wily. El proyecto reploid casi terminaba y las instrucciones finales y preguntas volaban en el aire.
-El corazón robótico está funcionando al 100%, y los fluidos circulatorios están siendo distribuidos como se requieren.
-La armadura X de titanio ha sido reforzada y puesta.
-¿Qué colores fueron elegidos para la armadura?
-Rojo y gris son los colores principales de la armadura. También tiene detalles dorados.
-Esos colores apestan.
-Hey, escúchame. ¿Si eres tan guapo, por qué no mueves tu trasero hacia Robot Depot y escoges los colores por tí mismo?
-No me tientes.
-¡Okay! El cañón del brazo está en posición. Debería corresponder con los programas de batalla del reploid.
-Bass, Shadow Man acaba de decir que mi madre es una lata de atún. ¡Has aaaaalgo!
En respuesta a esta súplica desesperada de su fastidiado subordinado, Bass tronó sus nudillos. El clamor que lo rodeaba fue tan terrible como glorioso. Terrible en el sentido que era desagradable, pero glorioso en el sentido que, a cada segundo que pasaba, Alex se acercaba más y más a ser un reploid. Bass caminó cerca de la mesa de construcción para ver como se desarrollaba su hermano bebé. Fire Man estaba ahí, tontamente papando moscas ante el reploid frente a él. Para el piromaniaco, era obviamente apenas un poco más que un montón de metal y cables, mientras que para Bass, era la vida más allá de sí mismo, y por esa razón la figura carmesí ante él era más preciosa para él que nada más en el mundo.
-Asombroso, ¿no?- Bass susurró con admiración mientras se paraba a un lado de Fire Man. Sus ojos brillaban de admiración.
Fire Man saltó por el sonido repentino de la voz de Bass. Murmuró su aceptación mientras miraba al rostro estoico del reploid frente a él. -Sí, está bien, supongo.- Pausó Fire Man. -Uh... ¿Puedo encenderle fuego?
La mandíbula de Bass se aflojó. -¡No! ¿No tienes idea alguna de qué está aquí frente a nosotros? ¡Un reploid! ¡Un miembro de las especies perfectas! ¡¡La evolución que ha surgido desde organismos unicelulares en el caldo de cultivo prehistórico a ESTO!!- Aquí Bass señaló con un dedo en dirección al reploid dormido. -¡Es el único adecuado de la 'raza perfecta' que debería ser un miembro de la familia de los robots!
La cabeza de Fire Man se inclinó a un lado mientras escuchaba sin demostrar interés en los comentarios de su superior. Entonces le respondió a Bass con una simple respuesta que encajaba con su simple mente:
-Me gusta el caldo.
Bass golpeó a Fire Man varias veces antes de que observara el fenotipo de su hermano.
Alex ya nos se asemejaba a un humano. Estaba cubierto en una impactante armadura carmesí-platina. Grandes botas de velocidad estaban colocadas firmemente en sus piernas. Éstas le permitirían al reploid deslizarse a altas velocidades con la ayuda de propulsores. Sobre la mano derecha del reploid estaba la parte superior del cañón del brazo que, cuando estuviese cargado, emitiría un enorme disparo de energía blanca que se entrelazaría al rededor de una victima como grandes serpientes de poder, y freiría al desafortunado individuo. Un casco descansaba sobre la cabeza del reploid. Sólo una cosa permanecía de los días humanos de Alex: su larga cola de caballo, la cual caía al lado de la mesa como una reliquia dorada del pasado. El reploid todavía dormía pacíficamente en el mundo problemático de su subconsciente. Bass le concedió a la creación un extraño sentimiento de amor protector. La criatura sería poderosa pero vulnerable. Sería la obligación de Bass enseñarle al recién nacido como usar las habilidades que poseía. Este pensamiento repentinamente preocupó a la mente de Bass.
-¿Alguien ha visto al Doc? Quiero hacerle algunas preguntas.
Como señal, las enormes puertas del laboratorio se abrieron y Wily pasó por ellas. Parecía como un demonio del noveno anillo del infierno. No había dormido por días y su cabello estaba erizado como montones de nubes. Una retorcida sonrisa ambiciosa tenía en su avejentado rostro y la ambición relucía ferozmente en sus ojos. Bass involuntariamente retrocedió ante la loca visión.
-¿Llamaste, Bass?
-Uhm... Sí. Tengo una pregunta. Dos, en realidad. Primero que nada, cuando el reploid despierte, ¿tendrá algún recuerdo de su vida pasada como humano? Y segundo, ¿cómo haremos que odie a los humanos y se vuelva la pequeña bestia violenta y destructiva que queremos que sea? A lo que me refiero, los humanos son generalmente violentos pero no creo que la mayoría de ellos se maten entre sí con una risa.
Los ojos de Wily parecían distantes. -Estoy dos pasos adelante de ti, Bass. Ya he pensado en esos problemas.
-¿En verdad?- Bass dijo como si nada.
-Sí. Estaba pensando... un reploid se supone que tenga una mente muy similar a la de un humano, ¿correcto?
-Hasta donde sé.
-Quiero probar esa teoría. Un humano puede ser lavado del cerebro, ¿correcto? Así que, si el proceso de pensamiento de un reploid es casi exactamente el mismo... ¿Podría un reploid ser lavado del cerebro para cambiar sus puntos de vista sobre algo? Quiero probar esto en Alex. Podríamos hacerlo odiar a los humanos y olvidar su pasado.
La cabeza de Bass se inclinó ante el pensamiento. -¿Sabe qué, Doc? ¡Es tan loco que podría funcionar! Sería una perfecta oportunidad para probar que tan verdaderamente 'humana' es la mente de un reploid.
-Brillante idea, ¿verdad? Es como matar dos pájaros de un sólo tiro. Deberíamos empezar a lavarle el cerebro ahora y continuar haciéndolo cuando el reploid despierte, lo cual deberá suceder muy pronto. Será difícil y tomará tiempo. Ahora, queda una pregunta: ¿quién va a hacer la alteración de la mente?
Bass sonrió malévolamente. -Deje eso en mis manos.
La noche cayó rápida y silenciosamente, y el laboratorio de construcción se vació inmediatamente. Una vez que el último robot hubo dejado el enorme cuarto, las puertas se abrieron otra vez y Bass entró como un dios negro. Sus malignos ojos voltearon hacia su hermano dormido sobre la mesa. A parte del monótono sonido de las maquinas que monitoreaban los signos vitales del reploid, el laboratorio estaba extremadamente silencioso. Bass se aproximó a la mesa lentamente y la rodeó una vez como un tiburón tigre preparándose para atacar un inofensivo bote. Repentinamente, Bass se acercó a la cabeza inmóvil del reploid y le susurró demoniacas historias de destrucción, violencia y sangre.
Las retorcidas palabras penetraron la mente del reploid y se infiltraron en su subconsciente como un veneno mortífero. Sus sueños se llenaron de violencia y codicia. Podía verse en las calles de una ciudad que su subconsciente había soñado, como figura cubierta. Destruyó y asesinó a cada humano desafortunado de cruzar su camino. Con cada vida que tomaba, su odio hacia los humanos se incrementaba. Sus memorias de su esposa, hijo y vida anterior se disolvieron como iba actuando así. Podía sentir el miedo de las personas: para ellos, él era el viento de la muerte. Una risa demoníaca y profunda sonaba por encima de él. El reploid paró su avance y miró hacia arriba. Ahí, cubriendo la mayoría del cielo teñido de sangre estaba una sombra sin forma con ojos de gato que era más obscura que una noche sin estrellas. Aquello recompensó al reploid y su risa surgió otra vez.
-¡Bien hecho! ¡Bien hecho! Ve el temor que te rodea y huele la sangre derramada ante tus pies. ¿No es maravilloso? No te arrepientas por matar a todos estos humanos: son criaturas sucias que... uh... cargan toda clase de enfermedades y males. ¡Pero eres un reploid! ¡Un miembro de la más grande especie de la tierra! Vives para conquistar y regir sobre esos grandes monos. ¿Entiendes? ¡Vamos, despierta, y toma tu lugar en el VERDADERO círculo de la vida!
Una enorme mano negra surgió del vacío, tomó al reploid y lo sacó de lo más profundo de su subconsciente como un pez en una caña. El reploid trató de gritar pero su aliento retuvo el grito en la garganta mientras se introducía en una multitud impactante de colores y sonidos. Toda a una vez, su cuerpo y su mente se volvieron uno y sus párpados torpemente se abrieron. Lo primero que los ojos del reploid enfocaron era una figura negra parada cerca de él con su boca abierta en sorpresa. Entonces, la boca se cerró y formó las primeras palabras que el reploid escucharía:
-Zero.
Probablemente no se esperaban que se siguiera redundando en el nacimiento de Zero pero creo que la autora comparte mi opinión de que esto es muy importante para comprender lo que sigue (¡y vaya que sí!).
Ya saben, la página de Red Draco (la autora) es: www.mechadrake.com
El siguiente capítulo será:
El Parque Jurásico es Atemorizante en la Obscuridad...
Si quieren enviarme un mail, mi dirección es carscard@yahoo.com.mx
¡Sonrían!^O^
