No sé si esto lo debo decir en cada capítulo, pero por si alguien no lo
sabía, los personajes no son míos, vamos, que no soy rica.
Muchas, muchas, muchas y muchísimas gracias a los que me escribís, eso me
hace saber que no escribo en balde. Y si alguien lee esto y me manda un
simple e-mail dándole al botoncito de ahí abajo le digo. ¿tanto te cuesta?
(
A lo que vamos, otro capítulo más para la colección. Bueno esto sigue
CAPÍTULO 7: LA LLEGADA
La llegada al hotel fue un tanto glamorosa. Al bajar de la limusina ya había dos o tres personas esperándoles y ofreciéndoles de todo, ellos sabían que tenían dinero. Sara recordaba las veces que había ido a ese hotel por asuntos de trabajo y como sus empleados habían intentado evitarles al máximo, no querían relacionarse con la policía y menos con el CSI. Ahora era todo al contrario, eran ricos, tenían dinero y eso significaba que podían dejar sustanciosas propinas.
"Me pregunto cuánto dinero se supone que tenemos en nuestra cuenta" dijo Sara en voz baja a Nick
"¿Cómo?"
"No te has fijado que nos hacen mucho la pelota" añadió Sara "seguro que tenemos mucho dinero en nuestra cuenta ficticia"
"O al menos eso es lo que creen"
Entrando ya en la recepción del hotel, un hombre bajito y calvo, junto a una mujer alta y rubia se acercaron a los recién casados.
"Hola Sr. Y Sra. Robins, me llamo Eduard Jones y ésta es la señorita Smith. Soy el director del hotel y me alegra mucho dar la bienvenida a unos invitados tan especiales. Felicidades por su reciente matrimonio, espero que su estancia en el hotel sea de su agrado y disfruten al máximo de su tiempo aquí. La Srta. Smith les atenderá en cualquier cosa que necesiten, está a su entera disposición. Si me disculpan tengo otro clientes que atender, les dejo en buenas manos" el director del hotel saludó efusivamente a Nick y a Sara y se marchó.
"Como ya les han dicho me llamo Helen Smith, pero por favor desearía que me llamaran Helen. Les atenderé en todas y cada una de sus necesidades. Si son tan amables de acompañarme les enseñaré como es la suite nupcial del hotel que ustedes han reservado. Sus maletas ya están allí"
Nick y Sara, aún sin mediar palabra, y sorprendidos por tan agradable bienvenida se disponían a seguir a Helen hacia uno de los ascensores del hotel. Antes de dar el primer paso Sara miró a Nick como preguntándose que qué debían hacer. Nick le sonrió le dio un beso en la mejilla y la cogió de la mano mientras prácticamente la arrastraba hacia el ascensor.
Nick ya se había metido en su papel, pero a Sara le costaba, tenía demasiada confianza con Nick y no sabía si podría disimular ser su mujer. Seguramente hubiera sido más fácil interpretar este papel con un extraño, pero con Nick. a Nick le tenía mucho aprecio, mucho. "¡Ya está bien!" pensaba Sara "estás cumpliendo una misión, pues cúmplela de una vez y olvídate de los demás". La Sara de siempre había vuelto.
Mientras Sara seguía inmersa en sus pensamientos, llegaron al ascensor y se dio cuenta de que Nick hablaba con Helen sobre la ceremonia de boda, es decir, le estaba relatando una ceremonia ficticia.
".fue maravilloso. Era de noche, todo iluminado con velas y pétalos de rosas por el suelo. Jessica iba preciosa, más que nunca" decía Nick
Sara se dio cuenta de que debía reaccionar. Interpretar, sólo era interpretar. Así que le dio un dulce beso en los labios a Nick y se quedó abrazada a él. Esto sorprendió a Nick, pues no se esperaba una reacción así, no de Sara. Pero le gustó.
"La boda fue íntima, sólo unos amigos y familiares más cercanos" proseguía con la historia Sara "pero después en el convite se añadieron todos esas personas que no conoces pero que según tus padres deben ser invitados por negocios"
"Ya entiendo, hay que quedar bien con cierta gente" dijo Helen
"Claro, su ellos te invitan a las bodas de sus hijos, tú te ves obligado a invitarles a lo de los tuyos. Al menos eso es lo que afirmaron nuestros padres" contestó Nick
"A nosotros en realidad nos daba igual, ¿verdad cariño? Lo único que queríamos es que la ceremonia fuera nuestra, y sólo nuestra. Como siempre habíamos soñado, y bueno creo que Mark ya te la ha relatado con detalle"
"Debió ser maravillosa" dijo Helen
"No habría soñado con nada mejor" dijo Sara mientras Nick la rodeaba con sus brazos
Por fin llegaron a su planta, la 22, y en el pasillo tan sólo cuatro puertas.
"Como pueden notar en esta planta tenemos pocas habitaciones. La razón es que todas son suites nupciales, aunque la suya, y lo digo con el corazón, es la mejor del hotel" dijo Helen mientras abría la puerta de dicha habitación.
La habitación era inmensa, ni la casa de Nick y Sara juntos conseguía llegara tal dimensión. Desde la entrada podías ver el salón, que se componía de varios sofás, televisión de pantalla plana, equipo de música y ordenador. Había una habitación a la derecha que tenía una cama de matrimonio con su vestidor y lavabo. Pero la verdadera habitación se encontraba a la izquierda. La cama era enorme, podrían dormir cuatro personas tranquilamente sin a penas molestarse entre ellos. También tenía su propio lavabo y un vestidor que ni siquiera llenarían de ropa. Todo el suelo estaba enmoquetado de color azul claro, del mismo color de las paredes. Nick y Sara no daban crédito a lo que sus ojos les mostraban.
"Bueno, pues ya os he enseñado la habitación" dijo Helen "en caso de que queráis lo que sea, y digo lo que sea, o necesitéis alguna consulta, sólo tenéis que marcar el cero de cualquiera de los teléfonos, eso os pondrá de forma directa, en contacto conmigo".
"Muchas gracias Helen" dijo Nick "Esperamos no tener que molestarte demasiado"
"No os preocupéis, estoy aquí para ello. Ahora os dejo, según mi experiencia las parejas prefieren un poco de intimidad, no suelen salir demasiado de las habitaciones" dijo Helen con una sonrisa en su cara
"Gracias de nuevo" dijo Sara mientras Helen salía ya por la puerta. "Esto es increíble Nick, no podría permitirme una noche aquí ni con el sueldo de todo un año"
"¡Sara ven a mirar esto!"
Nick se encontraba en el lavabo de la habitación principal dentro de un jacuzzi sin agua y completamente vestido. "¿Has visto esto? Caben unas tres personas aquí dentro"
"Esto es impresionante. Daría lo que fuese por tener un lavabo así algún día"
Nick se comportaba como un niño tocándolo todo e inspeccionando cada rincón de la suite. Sara no se quedaba atrás. Ya habían estado en habitaciones como éstas con anterioridad, pero sólo por motivos de trabajo, y esta habitación la estaban disfrutando, porque esta habitación era su habitación.
"¿Y ahora que hacemos?" preguntó Sara
"Pues según el FBI disfrutar y simular. Sabes no creo que este trabajo vaya a ser muy duro" dijo Nick
"No cantes victoria aún. ¿Qué hora es?"
"Las 21:30. Aún no es hora de irse a la cama, cariño".
"No seas tonto. Veamos ¿una pareja de recién casados qué haría?"
"Quieres que te lo describa" dijo en tono burlón Nick
"No quiero decir que se bebería el champán, comería las fresas que nos tienen ahí preparadas."
"Y sobretodo desharía mucho la cama" añadió Nick. "La verdad es que había pensado que yo podría dormir en la otra habitación. Así no tendríamos problemas"
"Los problemas los tendremos si duermes en aquella habitación. Que pareja de recién casados duerme en habitaciones separadas, ¿no crees que las señoras de la limpieza notarían algo raro? Venga Nick que somos adultos, ¿no has visto esta cama? cabemos de sobra y sin ni siquiera llegar a molestarnos"
"Esta bien, me has convencido, tampoco hacía falta mucho esfuerzo para ello" dijo Nick riendo "¿qué te parece sin nos comemos esas fresas y nos bebemos ese champán mientras vemos una peli en dvd?"
"Me parece una gran idea. Oye Nick, sólo para que después no haya problemas. ¿qué lado de la cama prefieres"
Nick la miraba con una sonrisa en los labios "el centro. pero por esta vez te dejo elegir"
A lo que vamos, otro capítulo más para la colección. Bueno esto sigue
CAPÍTULO 7: LA LLEGADA
La llegada al hotel fue un tanto glamorosa. Al bajar de la limusina ya había dos o tres personas esperándoles y ofreciéndoles de todo, ellos sabían que tenían dinero. Sara recordaba las veces que había ido a ese hotel por asuntos de trabajo y como sus empleados habían intentado evitarles al máximo, no querían relacionarse con la policía y menos con el CSI. Ahora era todo al contrario, eran ricos, tenían dinero y eso significaba que podían dejar sustanciosas propinas.
"Me pregunto cuánto dinero se supone que tenemos en nuestra cuenta" dijo Sara en voz baja a Nick
"¿Cómo?"
"No te has fijado que nos hacen mucho la pelota" añadió Sara "seguro que tenemos mucho dinero en nuestra cuenta ficticia"
"O al menos eso es lo que creen"
Entrando ya en la recepción del hotel, un hombre bajito y calvo, junto a una mujer alta y rubia se acercaron a los recién casados.
"Hola Sr. Y Sra. Robins, me llamo Eduard Jones y ésta es la señorita Smith. Soy el director del hotel y me alegra mucho dar la bienvenida a unos invitados tan especiales. Felicidades por su reciente matrimonio, espero que su estancia en el hotel sea de su agrado y disfruten al máximo de su tiempo aquí. La Srta. Smith les atenderá en cualquier cosa que necesiten, está a su entera disposición. Si me disculpan tengo otro clientes que atender, les dejo en buenas manos" el director del hotel saludó efusivamente a Nick y a Sara y se marchó.
"Como ya les han dicho me llamo Helen Smith, pero por favor desearía que me llamaran Helen. Les atenderé en todas y cada una de sus necesidades. Si son tan amables de acompañarme les enseñaré como es la suite nupcial del hotel que ustedes han reservado. Sus maletas ya están allí"
Nick y Sara, aún sin mediar palabra, y sorprendidos por tan agradable bienvenida se disponían a seguir a Helen hacia uno de los ascensores del hotel. Antes de dar el primer paso Sara miró a Nick como preguntándose que qué debían hacer. Nick le sonrió le dio un beso en la mejilla y la cogió de la mano mientras prácticamente la arrastraba hacia el ascensor.
Nick ya se había metido en su papel, pero a Sara le costaba, tenía demasiada confianza con Nick y no sabía si podría disimular ser su mujer. Seguramente hubiera sido más fácil interpretar este papel con un extraño, pero con Nick. a Nick le tenía mucho aprecio, mucho. "¡Ya está bien!" pensaba Sara "estás cumpliendo una misión, pues cúmplela de una vez y olvídate de los demás". La Sara de siempre había vuelto.
Mientras Sara seguía inmersa en sus pensamientos, llegaron al ascensor y se dio cuenta de que Nick hablaba con Helen sobre la ceremonia de boda, es decir, le estaba relatando una ceremonia ficticia.
".fue maravilloso. Era de noche, todo iluminado con velas y pétalos de rosas por el suelo. Jessica iba preciosa, más que nunca" decía Nick
Sara se dio cuenta de que debía reaccionar. Interpretar, sólo era interpretar. Así que le dio un dulce beso en los labios a Nick y se quedó abrazada a él. Esto sorprendió a Nick, pues no se esperaba una reacción así, no de Sara. Pero le gustó.
"La boda fue íntima, sólo unos amigos y familiares más cercanos" proseguía con la historia Sara "pero después en el convite se añadieron todos esas personas que no conoces pero que según tus padres deben ser invitados por negocios"
"Ya entiendo, hay que quedar bien con cierta gente" dijo Helen
"Claro, su ellos te invitan a las bodas de sus hijos, tú te ves obligado a invitarles a lo de los tuyos. Al menos eso es lo que afirmaron nuestros padres" contestó Nick
"A nosotros en realidad nos daba igual, ¿verdad cariño? Lo único que queríamos es que la ceremonia fuera nuestra, y sólo nuestra. Como siempre habíamos soñado, y bueno creo que Mark ya te la ha relatado con detalle"
"Debió ser maravillosa" dijo Helen
"No habría soñado con nada mejor" dijo Sara mientras Nick la rodeaba con sus brazos
Por fin llegaron a su planta, la 22, y en el pasillo tan sólo cuatro puertas.
"Como pueden notar en esta planta tenemos pocas habitaciones. La razón es que todas son suites nupciales, aunque la suya, y lo digo con el corazón, es la mejor del hotel" dijo Helen mientras abría la puerta de dicha habitación.
La habitación era inmensa, ni la casa de Nick y Sara juntos conseguía llegara tal dimensión. Desde la entrada podías ver el salón, que se componía de varios sofás, televisión de pantalla plana, equipo de música y ordenador. Había una habitación a la derecha que tenía una cama de matrimonio con su vestidor y lavabo. Pero la verdadera habitación se encontraba a la izquierda. La cama era enorme, podrían dormir cuatro personas tranquilamente sin a penas molestarse entre ellos. También tenía su propio lavabo y un vestidor que ni siquiera llenarían de ropa. Todo el suelo estaba enmoquetado de color azul claro, del mismo color de las paredes. Nick y Sara no daban crédito a lo que sus ojos les mostraban.
"Bueno, pues ya os he enseñado la habitación" dijo Helen "en caso de que queráis lo que sea, y digo lo que sea, o necesitéis alguna consulta, sólo tenéis que marcar el cero de cualquiera de los teléfonos, eso os pondrá de forma directa, en contacto conmigo".
"Muchas gracias Helen" dijo Nick "Esperamos no tener que molestarte demasiado"
"No os preocupéis, estoy aquí para ello. Ahora os dejo, según mi experiencia las parejas prefieren un poco de intimidad, no suelen salir demasiado de las habitaciones" dijo Helen con una sonrisa en su cara
"Gracias de nuevo" dijo Sara mientras Helen salía ya por la puerta. "Esto es increíble Nick, no podría permitirme una noche aquí ni con el sueldo de todo un año"
"¡Sara ven a mirar esto!"
Nick se encontraba en el lavabo de la habitación principal dentro de un jacuzzi sin agua y completamente vestido. "¿Has visto esto? Caben unas tres personas aquí dentro"
"Esto es impresionante. Daría lo que fuese por tener un lavabo así algún día"
Nick se comportaba como un niño tocándolo todo e inspeccionando cada rincón de la suite. Sara no se quedaba atrás. Ya habían estado en habitaciones como éstas con anterioridad, pero sólo por motivos de trabajo, y esta habitación la estaban disfrutando, porque esta habitación era su habitación.
"¿Y ahora que hacemos?" preguntó Sara
"Pues según el FBI disfrutar y simular. Sabes no creo que este trabajo vaya a ser muy duro" dijo Nick
"No cantes victoria aún. ¿Qué hora es?"
"Las 21:30. Aún no es hora de irse a la cama, cariño".
"No seas tonto. Veamos ¿una pareja de recién casados qué haría?"
"Quieres que te lo describa" dijo en tono burlón Nick
"No quiero decir que se bebería el champán, comería las fresas que nos tienen ahí preparadas."
"Y sobretodo desharía mucho la cama" añadió Nick. "La verdad es que había pensado que yo podría dormir en la otra habitación. Así no tendríamos problemas"
"Los problemas los tendremos si duermes en aquella habitación. Que pareja de recién casados duerme en habitaciones separadas, ¿no crees que las señoras de la limpieza notarían algo raro? Venga Nick que somos adultos, ¿no has visto esta cama? cabemos de sobra y sin ni siquiera llegar a molestarnos"
"Esta bien, me has convencido, tampoco hacía falta mucho esfuerzo para ello" dijo Nick riendo "¿qué te parece sin nos comemos esas fresas y nos bebemos ese champán mientras vemos una peli en dvd?"
"Me parece una gran idea. Oye Nick, sólo para que después no haya problemas. ¿qué lado de la cama prefieres"
Nick la miraba con una sonrisa en los labios "el centro. pero por esta vez te dejo elegir"
