CAPÍTULO 9: ARRIBA EL TELÓN

Una vez ya vestidos, se disponían a salir de la habitación. El plan consistía en dejarse ver por el hotel, gastar y disfrutar. En realidad aquella misión parecían más unas mini-vacaciones que otra cosa.

"Bueno ¿nos vamos?" preguntó Sara

"Preparado"

Sara salió de la habitación y esperaba mientras que Nick cerrase la puerta de la misma. Ellos ya sabían que había cámaras de video en todo el hotel, así que la función empezaba en ese mismo instante. Al cerrar la puerta Nick, Sara le dio un abrazo y con las manos entrelazadas se dirigieron al ascensor. Una vez dentro Sara se acercó a Nick cariñosamente.

"Perdón por lo de anoche" le susurraba al oído "no quería decir eso, es que. bueno, no sé qué decir. Creo que me pasé anoche y no era mi intención. Nick, eres mi mejor amigo y no quiero que nada estropee lo que tenemos"

"Tranquila, pero mi promesa sigue en pie" respondió también susurrando al oído

"¿Tu promesa?"

"No te tocaré mientras estemos a solas, ni siquiera rozarte"

"No seas estúpido, eso es de niños"

"Será de niños, pero ayer me sentí ofendido. Me dolió. No sé si crees que me voy a aprovechar de ti, o no sé qué. sé que tengo una reputación. pero no creas todo los que los demás te puedan decir de mí"

"Ya te he pedido perdón, ¿qué más quieres?"

"Sara. lo que quiero es que me acabes echando de menos"

Sara se quedó atónita ante la respuesta. Entonces era verdad que Nick haría lo posible para que ella le pidiera un beso. Pero Sara sabía que no lo conseguiría. Estaban entrando en un juego peligroso, y a la hora de jugar, nadie podía ganar a Sara Sidle.

El ascensor llegó a la planta principal. Ambos salían del ascensor haciéndose arrumacos y dándose pequeños besos por el cuello. Definitivamente, si alguien los viese pensaría que eran una pareja, por lo tanto, el plan estaba funcionando. Se dirigían a la piscina, cuando alguien se cruzó con ellos y se chocaron.

"Perdón, no les había visto, disculpen" dijo el hombre

Era un hombre de mediana edad, vestido con mono de trabajo y gorra en la cabeza. Seguramente era de mantenimiento, pero no podía fiarse de nadie, eso algo que su trabajo les había enseñado. Al llegar a la piscina y abrir las bolsas con las toallas, vieron una nota que decía: sabemos que están en Las Vegas. Hay gente tomando huellas por el hotel para identificar a gente fichada. La luna de miel sigue su curso. Ya sabían que el de mantenimiento era uno de los suyos. Pero alguien tomando huellas. eso significaba que el CSI estaba en el hotel. A Sara no le gustaba la idea de que los demás viesen como tenía que abrazar y besar a Nick, para ella era un poco violento. Nick se dio cuenta de la cara de preocupación de Sara.

"¿Qué te ocurre?" dijo Nick mientras le daba un beso en la mejilla

"Nada, sólo que Grissom y los demás están por aquí, y es un poco violento interpretar delante de gente que te conoce bien" decía Sara a susurros

"Tranquila. Supongo que tienes razón, es más fácil si todo el mundo cree que eres pareja. Vamos a hacer una cosa para irnos adaptando a todo esto, yo me voy a dar un baño y tú quédate aquí tomando el sol, así nos daremos un respiro ¿te hace?"

"Me parece bien"

Nick, que estaba sentado en una hamaca, al lado de Sara, se levantó, se quitó el polo y el pantalón pirata que llevaba y se tiró de cabeza a la piscina. Sara le observaba mientras nadaba, pero seguía inmersa en sus pensamientos. Se preguntaba quién del equipo estaría por ahí. Seguramente en la piscina habría algún agente del FBI, alguien a quien no habrían visto nunca. Al echar un vistazo a la gente que había tumbado en las hamacas no podía creer lo que veían sus ojos. Warrick se encontraba tumbado en una de ellas con un mojito en sus manos y miraba hacia donde estaba ella, sonrió y se tumbó.

Nick salió de la piscina y se dirigió hacia su tumbona, no sin antes dar un rápido beso en los labios a Sara.

"Warrick está en frente nuestro" dijo Sara susurrando. Nick miró al frente y sonrió.

"Jessica, olvídate de los demás" dijo Nick mientras cogía la mano de su esposa.

Estuvieron alrededor de una hora tomando el sol y bañándose mientras, de vez en cuando, se acordaban de que estaban de luna de miel y entonces se daban un besito o acariciaban un brazo, es decir, no había mucha pasión entre ellos, y eso lo notaban los demás.

El teléfono móvil que el FBI les había proporcionado sonó.

"Hola" dijo Sara

"Tratar de ser más convincentes, esto no es una película para niños pequeños, así que por favor, os acabáis de casar" dijo una voz

Sara colgó el móvil y miró a Nick, que esperaba que le dijera quién había llamado y lo que había dicho. Sin mediar palabra, Sara se tumbó con Nick en su tumbona y se quedó abrazada a él, dejando menos espacio entre ellos que el que existía la noche anterior.

"Dicen que no estamos en una película infantil" dijo Sara. Al decir esto ella miró a Nick a los ojos. "Vamos a cambiarlo un poco. Mark" y le besó. El beso era de mayor intensidad que los anteriores, pero de él no se desprendía la pasión de unos enamorados. Nick rompió el beso, le hubiera gustado más que hubiera dicho Nick, en vez de Mark, pero ella sólo estaba interpretando.

Al cabo de un rato decidieron que ya era hora de ir de compras, que el Estado pagara alguno de sus caprichos. Se acercaron a la zona de tiendas que el mismo hotel tenía. Lo ideal del plan era que no saliesen del hotel, pues allí podían encontrar todo aquello que quisieran, es más, según los informes que habían podido leer del FBI, eran los presuntos asesinos los que merodeaban por los hoteles en busca de sus víctimas.

"¿Qué tal Sr. y Sra. Robins?" dijo Helen que se acercaba a ellos

"Hola Helen. Muy bien gracias" dijo Sara, mientras cogía de la maño a Nick

"Espero que su primera noche en el hotel haya sido tan satisfactoria como esperaban"

"Ni se lo imagina, créame, indescriptible nuestra primera noche" dijo Nick con ironía

"Me alegro. ¿Les puedo preguntar a dónde se dirigen? Si no es mucha indiscreción"

"Íbamos a comprar algo de ropa y a mirar por las tiendas" dijo Sara

"Que disfruten de sus compras, y por favor, insisto, en el caso de que necesiten algo, no duden en llamarme. Adiós"

Helen se alejó y se dirigió hacia otros clientes. Nick y Sara seguían su camino hacia el centro comercial del hotel. Querían gastar, que más daba cuánto, ellos dijeron que gastasen.

Pasaron bastante tiempo comprándose ropa y alguna joya para Sara, la cual tenía claro que después las devolvería, ya que ella no era de ponerse esas cosas. Se dejaron ver gastando y haciendo ostentoso su caudal de dinero, hasta que llegó un momento que ya se habían artado de tanto comprar, sobretodo Sara, tampoco era de ir de compras, y ese día le había hecho probar muchos vestidos. ¿Ella probándose vestidos para su maridito? Nick se lo acabaría pagando, la vergüenza que pasó merecía venganza.

"Hola de nuevo" dijo Helen

"Hola Helen, ¿de nuevo por aquí?" dijo Nick

"Ya saben, mi trabajo es saber que ustedes están bien"

"Gracias, pero no es necesario" dijo Sara

"En realidad les venía a pedir un pequeño favor, si no les es molestia. Verán, estamos haciendo un pequeño álbum con los matrimonios que pasan por el hotel, de diferentes generaciones, y nos gustaría que posasen para nosotros"

"No sé Helen, lo siento, pero no nos gusta demasiado esas cosas" dijo Sara

"Oh vamos Jessica. vamos a hacerles ese pequeño favor. Que más nos da a nosotros que nos hagan una foto. Sólo es una más" dijo Nick. Se acercó más a Sara y le dijo al oído "allí se nos verá mejor y nos podrán ver".

"Esta bien, cariño, si me lo pides así. vamos contigo Helen" dijo Sara

"El hotel se lo agradece mucho. Si son tan amables de acompañarme"

De camino al lugar donde estaban haciendo las fotos, se cruzaron con Catherine. La pareja no pudo disimular una sonrisa al verla, pues iba vestida con ropa para limpiar, sin duda un buen disfraz para buscar huellas.

"Muy bien si son tan amables de ponerse allí. El fotógrafo les dirá cómo colocarse" dijo Helen. "Si me disculpan, ahora me tengo que ir"

Helen de despidió de ellos, mientras se colocaban en uno de los ventanales que daban a la zona de la piscina. El fotógrafo llegó. Era un hombre de mediana edad, más mayor que joven y venía acompañado por una chica, seguramente su hija. El director del hotel también les acompañaba.

"Hola Sr. y Sra. Robins, Helen ya me ha informado que todo está a su gusto. Me alegro mucho, y quisiera agradecerles que se presten para nuestro álbum de fotos. Que ustedes posen, sin duda dará prestigio a nuestro álbum" dijo el director antes de marcharse. A Nick y a Sara ya empezaban a cansarles tantas alabancias.

"Muy bien señores" dijo el fotógrafo "pónganse bien juntitos y sonriendo". Nick y Sara hicieron lo que les mandaron mientras se disparaban repetidamente los flashes.

"Y ahora por favor, una dándose un beso, es para darle más emoción al álbum. Ya me entienden" dijo el fotógrafo con cara de picarón.

Nick dio un beso con los labios cerrados a Sara, pero esta vez los flashes no se dispararon. Nick y Sara se separaron.

"Señores" dijo el fotógrafo "he dicho un beso, y un beso, es un beso en condiciones"

Nick se acercó a Sara y se dieron un beso más prolongado, pero los flashes seguían sin dispararse.

"¡He dicho un beso!" medio gritó el fotógrafo

En ese momento, Sara agarró a Nick del cuello y le dio un beso de tornillo, uno de esos besos que no son fáciles de olvidar.