CAPÍTULO 15: Y EL DÍA ACABÓ.

La subida en ascensor fue igual que la bajada, es decir, no mediaron palabra entre ellos y ambos iban con rostro serio, pero al mismo tiempo intentaban disimular que estaban casados, tan sólo a causa de las cámaras de vídeo que les rodeaban por todo el hotel. Llegaron a su planta, la 22, y se dirigieron a la puerta, la abrieron y entraron. Sara cogió su pijama, en realidad uno de los pijamas de Nick, y se dirigió al lavabo para cambiarse. Al salir con el pijama puesto se dio cuenta de que Nick no se había puesto el suyo sino que se había cambiado de ropa y se había puesto unos tejanos con una camisa por fuera.

"¿Te vas?" preguntó Sara

"Voy a dar una vuelta por el hotel, creo que nos conviene a ambos darnos un respiro"

"Estoy de acuerdo. pero Nick, recuerda que estamos aquí por algo"

"Tranquila Sara, llegué a nivel 3 antes que tú, sé perfectamente lo que tengo que hacer, no hace falta que me lo vayas recordando a cada momento"

"Lo siento. tan sólo lo decía por."

"Me voy. No volveré muy tarde por si deciden actuar hoy. Me llevo la llave de la habitación. Por cierto, si te vas a dormir, elige bien tu lado de la cama"

Con ello Nick salió deprisa de la habitación. Sara notaba que entre ellos las cosas no iban a funcionar, no ya como pareja, sino como amigos. Les había costado casi tres años confiar el uno en el otro como amigos, y eso que habían construido podría derribarse en cuestión de horas. Debían hablar de lo que había sucedido, y ella debía saber lo que realmente su corazón esperaba de ella.

Nick cogía de nuevo el ascensor, pero esta vez bajaba. Díos, tan sólo quería acabar con toda esta historia. Cuando volviesen a la monotonía del día a día esperaba que todo volviese también a ser como antes. Se maldecía por haberle contado a Sara lo que sentía, se maldecía por haberlo hecho aún sabiendo que ella no iba a quererle a su lado, y se maldecía por haber sido tan cobarde de afrontar sus sentimientos tan sólo cuando estaba borracho y le iban sacando las palabras a la fuerza.

"Maldita sea el momento en que me enamoré de Sara" susurraba para sí Nick

El ascensor paró en la primera planta, ahí no era donde él quería ir, y se abrieron las puertas. Helen aún iba con traje de noche de la fiesta y se disponía a entrar en el ascensor. Alzó la mirada y se sorprendió de ver a Nick en el ascensor, al Sr. Robins.

"Sr. Robins, no esperaba encontrarle por aquí, lo hacía ya descansando"

"Necesitaba un poco de aire, ya sabe, auque me crié en Nueva York con mis padres, y ahí conocí a Jessica, como habrá notado por mi acento soy del sur, y me gusta pasear"

"Le entiendo, son de esos momentos propios que se necesitan de vez en cuando. ¿Y la señora?"

"Creo que le haría gracia si le dijese que la ha llamado señora. Está descansando, dentro de un rato me uniré a ella"

"Por favor, tráteme de tu, ya se lo dije, Helen es mi nombre"

"Cierto, perdón, o haré con una condición, que tú me llames Mark"

"Hecho"

"Hecho" dijo Nick sonriendo de nuevo en aquella noche

Llegaron a la planta principal del hotel y ambos salieron del ascensor.

"¿A dónde se dirige?" preguntó Helen

"¿Se dirige?"

"Perdón. ¿A dónde te diriges, Mark?"

"A ningún lugar en concreto, iba a tomar algo en el bar de la terraza"

"¿Te importa si te acompaño?"

"Bueno, no sé. si es adecuado. Sabes que estoy casado"

"Lo sé, y no veo el problema. Sólo es ir a tomar una copa con un nuevo amigo"

"Entonces, si todo está claro, yo tampoco veo el problema"

Se dirigieron hacia la terraza y se sentaron en una de las mesas que había. Se encontraban solos, tan sólo ellos dos y el camarero que aquella noche le había tocado trabajar.

Ya hacía dos horas que Nick se había ido de la habitación, y Sara empezaba a estar un poco nerviosa. No era normal que Nick hiciera esas cosas, en realidad muchas que habían sucedido en este caso no eran normales. Sara decidió cambiarse e ir a buscar a Nick, temía que le pudiera haber sucedido algo, al fin y al cabo estaban trabajando y si les habían descubierto, sus vidas podrían estar en peligro. Estaba decidido, iba en busca de Nick, a lo mejor simplemente estaba sentado en algún del hotel, solo y pensativo, y seguramente por su culpa.

Sara empezó a buscar por todo el hotel: la sala de fiestas, los bares, recepción, piscina, comedor. Finalmente se dirigió hacia la última de las terrazas que le quedaba por ver. Mientras se iba acercando oía como dos personas se reían a carcajadas mientras iban hablando. Al aparecer por la puerta de la terraza, Sara distinguió de quién se trataba. También pudo ver como Helen intentaba acariciar el brazo de Nick y él la apartaba, dejándole ver que él no quería nada con ella. ¿Cómo podía aquella empleada del hotel intentar ligar con un hombre recién casado? Pensaba Sara ¿Pero quién se creía que era?

Sara se acercó a ellos. Helen fue la primera que la vio y de repente cambió su rostro. Ahora estaba seria y se alejaba un poco de Nick. Fue entonces, cuando éste se giró y vio que Sara venía hacia ellos.

"Hola." dijo Nick sorprendido "te hacía durmiendo"

"No podía dormir. Ya me he acostumbrado a dormir contigo a mi lado. Mark"

Si no hubiera sido porque Sara pronunció el nombre equivocado en el último momento, Nick hubiese creído que aquella frase era toda una declaración. Siempre han dicho que la esperanza es lo último que se pierde.

Sara, al llegar donde ellos se encontraban, le dio un beso a Nick en la mejilla y se sentó en su regazo.

"¿De qué estabais hablando? Os he escuchado reír mucho mientras venía hacia aquí"

¿Se lo parecía a Nick, o eran celos lo que notaba en Sara? Nick sonreía ante tal posibilidad. A lo mejor Catherine tenía razón y verdaderamente ella sentía algo por él. Entonces Nick cogió a Sara por la cintura y la acercó más hacia su cuerpo.

"De todo un poco" dijo Helen "ahora me estaba contando una anécdota de cuando era joven y vivía en Texas que intentó besar a una chica mientras montaban a caballo y al cerrar los ojos perdió el equilibrio y cayó del caballo. Dice que fue su peor beso"

"Ah sí. esa anécdota" Sara se daba cuenta de que aquella chica en dos horas podría saber más sobre Nick que lo que ella había descubierto en más de tres años. Aquella sensación no le gustaba, se daba cuenta de que no conocía nada de la vida de Nick, conocía, más o menos, su momento presente, pero ya está. Se sentía mal por no haberse preocupado más por su vida, de la misma forma que él se había preocupado por ella durante todo este tiempo. Nick sabía de su vida tan sólo aquello que ella le había querido contar, pero como mínimo se había interesado por ella.

A Sara no le gustaba esa chica, no se encontraba a gusto a su lado.

"¿Cariño nos vamos arriba? Estoy cansada" le susurró Sara a Nick

"Como quieras. Helen, nos vemos mañana, ha sido un placer hablar contigo"

"Igualmente. Para lo que necesites Mark, ya sabes cómo localizarme"

Nick le sonrió, cogió la mano de su esposa y salieron de aquél lugar.

¿Eso había sido una insinuación? Pensó Sara. No, esa chica no le gustaba. Llegaron a la habitación, se cambiaron de ropa y se metieron en la cama a dormir.

"¿Duermes?" preguntó Sara al cabo de un rato

"No"

"Creo que cuando acabemos esto y volvamos a la realidad, deberíamos tener una conversación"

Nick sonreía, cabía la posibilidad de que Sara se hubiera puesto celosa. "Como quieras" dijo Nick. "Buenas noches. Jessica"

"Buenas noches. Nick"

Después de unas dos horas de quedarse dormidos, la puerta de la habitación se abrió.

"He dicho que esta vez sólo la chica" se oía murmurar a un hombre

Dos personas se adentraban en la habitación, parecía que se la conocían a la perfección, pues sabían a cuál de las dos habitaciones se debían dirigir.

"No me parece bien" decía una voz femenina "siempre han sido ambos"

"A nosotros nos pagan por hacer esto. Yo también prefiero los dos pero no voy a discutir cuando pagan tan bien"

La mujer se acercó a Sara y le tapó la nariz y la boca con cloroformo. Sara se intentó resistir, cosa que Nick se despertara, pero no a tiempo de ayudar a su compañera. Antes de que el hombre se le echara encima, le dio tiempo de marcar por el móvil el número memorizado del FBI. Nick se lazó encima de Sara para protegerla, al ver que el hombre sacaba un cuchillo y se dirigía hacia ella. Entonces, sintió como algo se adentraba en su espalda.

"¡Vámonos, vámonos! ¡Creo que ha llamado a la policía!" gritaba la chica

"¡Maldita sea!"

Ambos salieron del dormitorio, pero antes de que pudieran salir de la suite, los policías ya les estaban esperando.

"¡Adentro, adentro!" gritaba Owen "¡Comprobar cómo están los chicos!"

Unos policías entraron al dormitorio y uno salió gritando.

"¡Llamar a una ambulancia! Uno sangra y el otro está inconsciente ¡Rápido!"