Nota: Ok, Pokémon no me pertenece...

"... CUANDO LAS COSAS SOLO OCURREN ..."

Una agónica jornada:

El reloj de pared marcaba las 11:00 de la noche.

La planta alta del hospital se encontraba sumida en el más absoluto silencio.

-Bueno, Willie. Mi tiempo acaba de expirar, me voy a casa...- dijo una joven observando la hora con ojos cansados. Esta tendría alrededor de 25 años. Era alta y aunque vestía un guardapolvo blanco, se podía adivinar las esbeltas y bien definidas líneas de su cuerpo bajo este. El cabello lo llevaba recogido en lo alto de la cabeza con una gruesa hebilla de dientes anchos y por lo tanto no se podía precisar con exactitud que tan largo era, pero su color rojo natural llamaba poderosamente la atención. Tenía la piel extremadamente pálida, causando un bonito contraste con el cristalino color aqua de sus ojos.

-Te ves agotada, Misty. Tómate un largo descanso, te lo mereces...- respondió otra muchacha quien presumiblemente debía ser Willie. La cual usaba un amplio pantalón celeste claro y una chaqueta corta con bolsillos delanteros haciendo juego. Tenía pelo verde oscuro envuelto en un prolijo rodete y a diferencia de su amiga, quien mostraba un claro signo de cansancio en su pálido rostro, ella tenía una expresión despierta y risueña.

-¿Hoy te toca la guardia a ti?-

-Así es, Misty.- Willie sonrió. Tenía 28 años y unos ojos increíblemente azules -¿No quieres un café antes de irte?-

La otra joven sacudió suavemente la cabeza –No gracias... Quiero llegar a casa lo más rápido posible.-

-Entonces,  espero verte mañana.-

-Lo dudo, entro a las 8:00 am.-

-No te preocupes a esas horas todavía estoy dando vueltas por aquí...-

-¿Qué encuentras tan agradable  para quedarte hasta tan tarde?.-

-Me las rebusco...- Willie le guiñó un ojo –Molestar al doctor Gary es una de mis favoritas.-

-Oh, eres terrible.-

Willie puso una cara de inocente espanto -¿Yo...?. Solo soy una simple y muy bonita enfermera de cirugía.-

Misty sonrió en tanto se masajeaba la sien con los dedos –Sí, seguro. En ese caso será hasta mañana, que te diviertas Willie.-

-Gracias, que descanses.-

La muchacha se alejó por el largo corredor silencioso, mientras se quitaba su inmaculada vestimenta. Se sentía mas a gusto con el pantalón de jean negro y la blusa de algodón que llevaba puesta debajo.

Abrió la puerta del locker que le pertenecía y cambió sus sandalias de taco por unas cómodas zapatillas de tela. Dobló cuidadosamente su guardapolvo y lo acomodó en una esquina. Por último agarró su bolso y tras colgárselo en el hombro, se dirigió al baño.

Misty observó la desgarbada imagen que el espejo le devolvía de sí. Era patética. Su piel tenía un leve color ceniciento y los párpados le pesaban como plomo. Abrió la canilla y se lavó la cara una y otra vez, en un intento de reanimarse.

Ya era cerca de medianoche.

***

Se encontraba esperando el ascensor, cuando Willie llegó a ella corriendo y se detuvo sin aliento. Tenía el cabello oculto bajo una cofia blanca y un barbijo se anudaba a su cuello aunque no lo llevaba puesto.

-Misty... ah... que... suerte... que te encuentro...- alegó respirando dificultosamente por la carrera que se había hecho.

La nombrada la miró suplicante –No otra emergencia...-

-Pensé que ya te habías ido...-

-Pues, me estoy yendo...- las puertas del elevador se abrieron.

-Lo siento, te necesitamos...- Willie hizo una pausa diplomática –Hubo un accidente, acaban de llegar los heridos y algunos de gravedad. Hacemos lo que podemos, pero no nos damos abasto. Gary quiere que te hagas cargo de la guardia... por un rato.-

-No.-

-Myst...-

-No.-

-Por favor...-

-Estoy muy cansada...-

-Lo sé y... solo será hasta que terminemos con las cirugías. Los demás doctores están ocupados en esto y eres la única que nos queda...-

Misty bufó –Está bien. Aunque solo estaré hora y ½ .-

-Gracias, Myst, se lo diré al jefe.- y tras darle un golpecito en el hombro, Willie se alejó corriendo por donde había venido.

La joven pelirroja observó consternada como las puertas del ascensor se cerraban frente a sus ojos. Echó un largo suspiro resignado -¿Y quién me mandó a meterme en esta profesión...?-

***

Caminó por un sombrío corredor amarillo, dando tumbos. Molesta consigo misma.

En el aire se olía un suave aroma a café recién hecho.

Abrió una puerta.

-¡Misty!. ¿Qué haces aquí?.- preguntó con autentico asombro una muchacha de cabello verde agua, quien usaba un uniforme idéntico al de Willie solo que en un color rosa.

-Hola, Duplica.- contestó la recién llegada dejándose caer en una silla.

La muchacha de antes vertió un liquido oscuro en una taza, y se la tendió:

-Si mal no recuerdo tuviste guardia la semana pasada. ¿Qué haces aquí?. ¿No tendrías que estar en tu casa?.- reiteró sentándose frente a ella.

-Hubo un accidente...-

Duplica asintió –Entiendo.-

-Por eso tengo que hacerme cargo de este sector.-

-Ah.-

-¿Cómo está todo por aquí?. ¿Tranquilo? -bebió un sorbo- ¿Hay gente para atender?.-

-Todo normal por ahora, no te preocupes. –Duplica revisó fijamente una lista e inmediatamente soltó una débil carcajada –En cuanto a lo otro...-

-Me lo temía.-

Volvió a reírse, pero al ver la expresión seria en el rostro de Misty, decidió que lo mejor era mantener compostura. Se aclaró la garganta –Solo hay un chico.-

-¿Algo grave?.-

-No, al parecer un golpe en el brazo derecho.-

-Perfecto.- Misty dejó la taza vacía en la mesa. De pronto miró a su alrededor -¿Dónde están las demás?.-

Duplica volvió a reírse con ganas y a callarse inmediatamente después.

-Están con el paciente...- murmuró con una voz que intentó ser seria.

-¿Las tres?.-

-Creo que debió sentirse muy solito...-

Misty arqueó las cejas -¿Solito?.-

-Si, tu sabes cómo son los chicos de ahora...- Duplica reprimió una nueva risita –Le temen a la oscuridad...-

-Pues, ve a decirles a esas tres flojas que vengan inmediatamente. –señaló la puerta y con un rugido terminante agregó -¡Ya!.-

La orden no se dejó repetir, pues Duplica tras añadir un :-Enseguida, doctora... Enseguida... –desapareció corriendo sin chistar.

Misty permaneció sentada observando toda la escena.

-Creo que se me fue la mano...- pensó encogiéndose de hombros –Pero, a estas chicas no hay que darles demasiada libertad...-

Minutos después, los ecos de varias risas histéricas se oyeron por el pasillo, acercándose al pequeño gabinete en el que ella se encontraba.

Duplica fue la primera en entrar, seguida de tres risueñas jóvenes que vestían en igual forma que la primera. Al ver la expresión irascible en el serio rostro de Misty, estas automáticamente se callaron y esperaron con aire sumiso el sermón, que sin duda, vendría a continuación.

-¿Dónde estaban ustedes? –preguntó Misty poniéndose de pie, mientras se cruzaba de brazos.

-Con un paciente. –respondió inocentemente una muchacha de cabello azul violáceo, quien parecía ser la menor del grupo.

-¿Las tres, Casey?.-

-Pero no era cualquier paciente, Misty. –intervino otra chica de largo pelo azul marino, la cual hablaba con un gracioso acento campechano.

-¡Lara tiene razón!.- agregó la que no había dicho nada hasta el momento. Esta tenía cabello castaño oscuro y se veía que era la más coqueta del grupo, ya que tenía los labios pintados de rosa. –Si tú lo vieras, Misty...-

-¡No me importa si es Brad Pitt en persona! (Eh... gustos de la autora aparte...). Ustedes son enfermeras y están en horas de trabajo. Deberían estar ayudando a Duplica, no flirteando con los pacientes.-

Una risita ahogada siguió a las palabras de Misty.

-Duplica, por favor... Estoy tratando de poner un poco de orden.-

-Lo siento...-

-Myst ¿Y qué haces tu aquí?. ¿No estuviste ya la semana pasada?- preguntó la muchacha que había hablado a lo último.

-Así es Giselle.-  Interrumpió Duplica riendo –Pero, esta es una jugarreta del jefe, quien como debía quedarse toda la noche en el hospital, ideó todo este lío para que nuestra amiga Misty le hiciera "compañía".-

Las muchachas se rieron disimuladamente.

-¡Cállate Duplica!.- replicó una sonrojada Misty –Hubo un accidente y yo era la única que podía hacerse cargo de la guardia...-                                                                             

-Oh, claro...-

-Ya chicas, no la apenen...- murmuró Lara, quien provocó un nuevo torrente de risas gracias a su marcado acento de campo –Mejor vámonos a hacer nuestra ronda nocturna...-

-Duplica y yo iremos a atender al "famoso" paciente.- dijo Misty.

-Nada mas cerca de la verdad...- añadió Casey.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

-¿Qué?.-

-Nada. ¿Quieres qué te traiga tu guardapolvo?- se ofreció amablemente Giselle.

Misty se miró. Sin duda, estar de jean y camisa no era lo más apropiado para atender a alguien...

-No, así estoy cómoda.  Según Duplica, solo es un pequeño esguince...-

***                                                                                                                                                                                                                           

Estaba llegando al consultorio seguida de la enfermera, cuando a pocos pasos se detuvo.

-¡Odio este mugroso hospital...!- decía una voz masculina muy alterada que provenía de ahí adentro –No entiendo porque tuvimos que venir aquí...-

-Ya te lo expliqué, pero parece que no me prestas atención.- replicó otra voz grave en un tono mucho más calmado.

-¡Soy el mejor entrenador Pokémon del mundo (Patético...)!. ¡ Debería estra en un lugar mas acorde a mi imagen!. ¿Qué dirían los periodistas si se enteraran que YO estoy en un sitio como este?.-

-No creo que tengan tanto tiempo como para perderlo contigo... y en cuanto a lo otro, es el centro de asistencia que teníamos mas cerca.- explicó pacientemente quien había hablado segundo.

-Esa es una excusa tonta... –hubo un corto período de silencio y luego un suspiro amortiguado- Y este maldito brazo que me duele.-

-No te preocupes ya vendrán a atenderte...-

-¡Llevas diciendo eso hace ½ hora!- arremetió la voz histerica en tono furioso- ¿Dónde demonios se habrá metido el maldito doctor?. ¿Es que no hay ninguno en este lugar de mala muerte?.-

Afuera Misty apretó los puños muy enojada. Asu lado, Duplica la estaba pasando de lo mas divertido. Decidió que ya había escuchado demasiado por parte del malhumorado individuo, y tras erguirse orgullosamente entró a paso firme,y muy segura de si misma, al consultorio.

-SÍ, hay un doctor en este hospital.- dijo con autoridad. Y levantando la barbilla en un coqueto gesto altivo, finalizó –YO.-

Unos perspicaces ojos marrones provenientes del atractivo rostro de un joven, la observaron con suma admiración.

-¿Usted es quién necesita atención medica?- prosiguió Misty dirigiéndose al joven de cabello negro, dueño de esos inmensos ojos oscuros que permanecían fijos en ella, y cuyos labios se habian abierto en un gesto que no pudo descifrar.

-Eh..., si señorita.- intervino un muchacho que estaba sentado al lado del anterior, el cual tenia la piel tostada y unos delgados ojos que nunca se abrieron –Mi amigo acaba de darse un golpe, y me temo que su brazo ha sufrido todo el impacto.-

-Oh...- murmuró Misty viendo como el susodicho se aferraba con una mano, el hombro derecho. Se le acercó –Permítame verlo.-

Este pareció reaccionar -¿Perdón?.-

-Permítame ver su brazo.-

-¿Usted?.-

Misty parpadeó molesta -¿Tiene algun problema?.-

Él sonrió –No tengo ningun problema en que usted  me revise, pero espero al doctor.-

-Yo soy la doctora que está de guardia, señor...-

El joven la observó con sorpresa -¿Usted es qué...?.-

Duplica soltó una risita que no ayudó mucho a la situación...

-Doctora. Ahora si me permite...-

-Usted no puede ser lo que dice... ¿A cuántos profesionales ha sobornado?.-

La risa de Duplica aumentó aín mas...

-¿Perdón...?.-

-Que a cuantos profesionales ha sobornado para obtener su diploma.-

-Mire, no le permito...-

-Es demasiado joven –la interrumpió el muchacho ladeando la cabeza – Una chica como usted no perderia su tiempo en un lugar como este.-

Misty frunció los labios, sus ojos parecieron oscurecerse –Tengo mis razones.-

-Ash, ya...- intervino el joven que lo acompañaba, quien se habia mantenido en silencio hasta el momento –Cálmate, no estamoa aquí para pelear. Deja que la doctora te atienda.-

El aludido se volvió a él sonriendo –No quiero pelear, Brock. Es solo que me parece... extraña. Ya que no lleva una ropa adecuada para atender...-

Las mejillas de Misty se colorearon de un agradabla rubor  -Idiota...-

-Pues, sino queda otra...-el muchacho suspiró –Quedo en sus manos, doctora.-

Ella se volvió a su acompañante -¿Podría esperar afuera por favor?.-

-Por supuesto.-

Misty esperó a que el muchacho moreno saliera, luego tomó una carpeta y una lapicera. Se aclaró la garganta  -Dígame su nombre y apellido.-

-¿Cómo dijo...?.-

-Tengo que llenar la ficha de su atención medica- explicó con impaciencia –Por favor, dígame su nombre y apellido.-

-Es una broma, verdad?.- preguntó con voz irritada el joven de cabello negro.

-Conteste.- dijo Misty.

Él la observó duramente. Parecía muy enojado.

-¿Qué acaso no sabe quién soy yo?.- inquirió furioso.

Ella levantó la vista de la carpeta y lo miró sin pestañear. Movió la cabeza negativamente:

-No, no sé quien es usted... ¿Porqué no me lo dice?.-

-Soy una persona muy famosa, uno de los hombres mas codiciados del momento...- pausó como esperando que ella misma se contestara.

Duplica ocultó el eco de una nueva risa tras la palma de su mano...

Misty arqueó una ceja –No miro televisión. Paso 15 horas en el hospital todos los dias... y no gasto el poco tiempo que me queda en los programas de espectáculo. –suspiró con fastidio –Conteste.-

-Soy uno de los tres mejores maestros Pokémon que existen...-

-El mundo Pokémon no me interesa...-

Duplica decidió intervenir risitas a la par –Él es el señor Ash Ketchum, Misty. Famoso por ser uno de los entrenadores mas jóvenes del planeta. Miembro honorable de la Liga Internacional Pokémon  y actualmente es parte del consejo que lidera la Elite four... Como él mismo dijo, es uno de los solteros mas codiciados del momento , y aunque muchas mujeres han tratado de conquistarlo, él dice que no ha conocido aún a la chica indicada qu...-

-Gracias, Duplica. Gracias.- la interrumpió Misty haciendole un gesto con la mano –Con que Señor Ash Ketchum, eh?.-

-Así es...- él sonrió orgulloso –Aunque su enfermera se ha quedado corta con las cosas que ha dicho...-

-No lo dudo.- ella anotó el nombre en la ficha -¿Edad?.-

-25 años.-

-¿Domicilio?.-

-Por el momento Pallet Town.-

-¿Estado civil?.-

-Soltero... ¿porqué?. ¿Acaso aspira a ocupar el puesto de esposa?.-

Misty entornó los ojos levemente sonrojada. Las deslumbrantes pupilas del joven estaban fijas en ella –Es una pregunta de rutina.- murmuró –No se haga esperanzas... ¿Nacionalidad?.-

Se oyó una estridente carcajada, proveniente de algun lugar de detrás de ellos...

***

-¿Cómo dice que se cayó?.-

El joven titubeó un poco –Bueno... no recuerdo realmente... El piso estaba mojado, resbalé y... creo que todo el peso de mi cuerpo recayó sobre el brazo.-

-Mmhm...- Misty asintió pensativa, luego se giró a la muchacha que estaba parada detrás de ella –Duplica tráeme unas tijeras para cortar la manga de esta camisa.-

-Claro, doctora.-

Luego se acercó a él, quien pareció ponerse tenso:

-¿Qué me va a hacer?.-

-¿Qué acaso no escuchó?.-

-Oiga, no puede estropear mi ropa así nada mas...-

Misty fingió no oirlo y de un practico movimiento cortó la tela. Frunció levemente el ceño al  notar una enorme hematoma morada cerca del codo.  Severos moretones oscurecían la  parte superior del hombro.

-¿Puede mover el brazo?.- le preguntó preocupada.

-No me gusta el tono de su voz. –replicó el muchacho moviendo el brazo unos cuantos centímetros, aunque su rostro estaba pálido de dolor.

Ella sonrió con satisfacción –Eso significa que no se lo ha quebrado.- se untó las manos con una crema y comenzó a deslizar la yema de los dedos desde la corvatura del hombro, hasta su muñeca en pequeños movimientos circulares.

Él la estaba mirando de un modo muy extraño.

-¿Le duele?.-

-No...- seguia observándola –Se siente bien...-

Duplica sacudió la cabeza.

-Le puse un ungüento, este evitará que se formen mas moretones y le calmará un poco el dolor.-Misty se incorporó limpiándose las manos con una toalla –No tiene porqué preocuparse, es solo un esguince.-

-¿Qué quiere decir?.-

Ella se dio la vuelta ignorándolo –Mi enfermera lo vendará y usted mantendrá su brazo en reposo absoluto por unos cuantos días...-

-¿Solo eso?.-

Misty se sentó en el borde del escritorio, mientras Duplica procedía a hacer lo indicado. Lo miró maliciosamente –Y supongo que por unas semanas deberá suprimir toda "maratón" nocturna...-

-No entiendo a qué se refiere..-dijo él desviando la vista de ella.

-Oh, usted me entiende muy bien. La gente no suele ser tan estupida como para caerse a la 1:30 de la madrugada. Usted estaba haciendo una visita "ilegal"  en casa de alguna mujer y fue descubierto: a) por su padre, b) novio, o lo que es aún peor, c) marido. En consecuencia salió corriendo del lugar del hecho, cayendose luego ante la urgencia obvia de desaparecer.-

Él no dijo nada.

Misty solo sonrió satisfecha al notar el rostro rojo de su paciente. Añadió risueña:

--Gracias, acaba de confirmármelo usted.-

-Cállase, quiere?.- refunfuñó el pobre muchacho –O váyase al diablo.-

Ella dejó escapar una cristalina risa de niña, que flotó en el aire como una agradable lluvia de verano.De pronto se acordó del cansancio, y el agotamiento que habia sentido tiempo atrás. Lo había olvidado.

Volvió a reir suavemente  y unos pequeños hoyuelos se formaron en sus mejillas rosadas...

Él habia vuelto a observarla de ese modo extraño. Como si ella fuera una especie de divinidad que nunca habia visto...

To be continued...

Nota:

Aqui, Sumi molestando con su segundo fic propio (si, otro mas...)

Espero que le guste a alguien, o al menos sirva para quitarles ½ hora de aburrimiento...

Hasta el siguiente capitulo (gracias a Dios esta historia solo durará cuatro. n_n ).

Si alguien quiere contactarme (para que deje de escribir o me calle, por ejemplo...) puede hacerlo a:

Mewlys_sumiprii@ciudad.com.ar

Dedico este primer capitulo a Toshi, a quien quiero un montón, y también a Ashito. Ambos son mis dos amores...