¡Hola nuevamente!

Llevo escribiéndo en mi primer fan fic aproximadamente una semana, y se siente realmente bien cuando recibes un review de una persona que te dice que tu historia es buena, que eres original, eso te dá el valor para seguir escribiéndola. Ahora les presento el cuarto capítulo de mi ff .

-Harry Potter y la Manzana Azul.

Pero no sin antes contestar a las preguntas de una amiga mía:

Star Crystal:
En realidad no dudaba de que fueras a leerlo, talvez ni pensé en ello. Me siento muy complacido de que te haya intrigado mi fic, es bueno oír esas cosas de los lectores. Creo que las preguntas que me hiciste son un poco difíciles de contestar si trato de guardar el misterio. Solo debo decirte que Harry está en segundo no en tercer año, y que estoy muy agradecido por todo lo que me escribiste. ¡¡¡En realidad Gracias!!!

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Claro que no me molesta en lo más mínimo que me hayas añadido en tu lista de autores favoritos. Espero que a ti tampoco te moleste.

RECOMENDACIONES:

1. Star Crystal: Ahora que te vas.

Un songfic. Draco Malfoy se marcha a la guerra y alguien le trata de confesar sus sentimientos por carta.

2. PIPERFICTION: Mundo Muggle

draco-hermione-fuera de las miradas del resto-mmm...que puede pasar?;) Para reirte un rato con las ocurrencias de Harry y sus amigos en el mundo muggle.

AHORA SIN MAS PREÁMBULOS, EL 4to CAPÍTULO DE HARRY POTTER Y LA MANZANA
AZUL.

Capítulo 4:Recuerdos *advertencia* En este capítulo habla de un personaje que puede ser su ídolo descrito de una forma que puede le moleste. No es nada personal.
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Otra galleta más, a Harry si que Hagrid lo había confundido ahora más
que

nunca.

Lucius Malfoy

Lucius, el padre de Draco, el peor enemigo de Harry en Hogwarts, un jóven

arrogante, cruel y mentiroso, que siempre trataba de poner a Harry en los

problemas más difíciles. Una vez, por tratar de que los castigaran por haber

ido a la cabaña de Hagrid en la noche, lo castigaron a él también.

-¡Maldita Sea!- pensó Harry, ya furioso y solo se acababa de levantar.

-¿Cómo Hagrid me puede mantener en un misterio así?-

Harry vió que había un plumero en el suelo de su cuarto, lo fue a recoger y

notó que en realidad era la lechuza de los Weasley; Errol, parecía muerta,

estaba inmóvil con las patas y las alas rígidas y frías, y en una de las patas

llevaba lo que Harry creyó que sería la contestación de Ron, pero nó, era la

carta que informaba que Dudley había sido aceptado en Hogwarts.

-¡Maldita Errol!- Abrió la carta para asegurarse de que Ron no hubiese

contestado en la misma carta, como lo había hecho él, y así había sido.

¿Cómo puede ser posible? Debe de haber una equivocación, tal vez

Dumbledore crea que tus tíos son magos; ó; tal vez sea que no tenía tantos

estudiantes para primer año y recurrió a reclutar muggles.

No sé, RON.

¡Por Favor, Ron!- pensó Harry. -¡Tú y tus estúpidas ideas!-

Harry estaba ansioso por volver a Hogwarts, comenzar su segundo año de

una vez y así poder hablar con sus amigos de todas las cosas extrañas que

habían estado sucediendo estos días, preguntarle a Hagrid sobre los

nombres en las galletas, y sentirse libre nuevamente, y totalmente. Con
los

Dursley podía tener lo que quisiera, pero no era feliz, porque no era lo

suyo, el había nacido para la magia.

-¡Pobre Errol!- pensó Harry, había muerto lejos de su hogar, cumpliéndo

un mandato de su amo, aunque ya estaba demasiado vieja.

Harry le escribió a Ron otra carta, explicándole lo que había pasado con

Errol, el estado en que se encontraba su lechuza al momento de Harry

levantarse y que la enterraría para que así, no tuviera que enviarla de vuelta

a él, que seguro se moriría ó se angustiaría demasiado al verla en el estado

crítico en el que estaba; estaba muerta.

Harry metió a Errol en una bolsa de basura grande, la cerró y bajó a la

cocina. Desayunó un plato de cereal (Ojuelas de Maíz) con miel y con

leche descremada, mientras Dudley trabajaba en lo que parecía ser un

collar.

-¡Oye Dudley! ¿Qué Haces?-

-Necesito tener un lugar seguro donde guardar mi piedra, ¿Y dónde mejor

que en un collar?- Parecía haberla envuelto en "Wrapping Paper" y luego

con papel de aluminio intentó sujetarla al collar.

-No creo que sea una buena idea.- le dijo Harry a su primo de forma muy

pesimísta.

-¡Sí, Sí!- contestó Dudley como cuando no prestamos atención a lo que nos

dicen y contestamos solo por salir del paso.

Terminado su desayuno, Harry tomó la bolsa de basura y salió de la casa

caminando en dirección al parque recreativo del área, al cual Harry solo

había ido una vez cuando tenía unos cuatro ó cinco años. Habían dejado a

Harry amarrado en el coche de bebé, enfrente a todos los columpios, para

que viera como era que Dudley se divertía. Harry hubiese querido tener la

experiencia de jugar, aunque hubiese sido solo, que le hubiesen permitido

tirarse por la chorrera. Había pasado mucho tiempo desde que eso pasó,

pero a Harry le había impactado de tal manera que todavía a sus 12 años lo

recordaba sin poder olvidar. Era una herida que no sanaba, se encontraba

ahí, en su mente, y Harry no podía hacer nada al respecto. Era un recuerdo

de un tiempo en que Harry había sufrido mucho y para evitar otros

recuerdos comenzó a cantar.

*FLASHBACK*

Se veía un niño pequeño, Harry a la edad de cuatro años, lloraba porque

tenía hambre, entonces Petunia, de unos ocho años más jóven que en la

actualidad, le servía comida a Dudley, que fue un bebé rechoncho.

-Harry, deja de llorar, si sobra alimento, podrás comer.-

*Fin Flashback*

Harry que iba caminando por el medio de la calle recordó luego una vez

que tuvieron que llevar a Dudley hospitalizado, casi lo debieron haber

hospitalizado a él, ya que sintió uno de los mayores miedos que había

sentido en su vida entera. Tenía tan solo seis años, él día que dieron de alta

a Dudley, lo mandaron a esperarlos en la sala de espera y pasaron las horas

y los Dursley no aparecían..., y no aparecían. En fin; a la hora en que la

enfermera cambió de turno Harry estaba llorando, sus tíos lo habían

dejado. Una enfermera se le acercó y le preguntó el nombre.

-¿Harry Potter? ¿Es ese tu nombre?-

Bebé Potter asintió con la cabeza.

Ese día la policía tuvo que llevar Harry a la casa de los Dursley en Privet

Drive y no fue una gran alegría para sus tíos verlo de vuelta sano y salvo.

Harry comenzó a sentir nostalgia y pena por aquel Harry inocente y

pequeño al que sus tíos habían hecho sufrir tanto.

Trataba de pensar en otras cosas, pero no podía, los pensamientos le

llegaban solos y era imposible eliminarlos, parecía su mente al pensador de

Dumbledore solo que sin necesidad de utilización de varita.

Luego recordó los momentos en que le llegó su carta de ingreso a

Hogwarts y cómo su tío había hecho con tal de que él no leyera las cartas.

Habían sido miles de cartas y su tío ya se había cansado de romperlas y

quemarlas, así que decidieron moverse temporeramente. Luego Hagrid

había llegado a donde ellos estaban el día de su cumpleaños número once.

Ante el desconcierto y la confusión del momento se le informó a Harry

sobre Hogwarts y toda la verdad sobre sus padres y su primo había

terminado con una cola de cerdo. Luego un año completo en Hogwarts, se

había convertido en un buscador del equipo Gryffindor, siendo así el

jugador de Quidditch más pequeño de la Historia en un siglo. Él había

logrado recuperar la piedra filosofal, derrotando a Voldemort nuevamente,

el mago más temido del mundo mágico, el cuál había sido parásito de el

profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras; Quirrel.

Ahora su primo iría a Hogwarts y las relaciones con los Dursley habían

cambiado, Harry había descubierto el más grande sueño de su tía en su

infancia, y ahora iba de camino al parque a enterrar a la lechuza de su

amigo Ron, que había muerto llevándo la última carta que pudo Ron

enviarle a través de Errol.

Tardó mucho en cavar el hoyo en el que enterró a Errol, y al hacerlo

volvió a la casa a tiempo para el almuerzo y hablar con los Dursley de

cómo conseguirían los materiales que les eran requisito para sus

respectivos cursos en Hogwarts.

-¡Me imagino que en una botánica!- le dijo tío Vernon, pero Petunia habló

antes de que que él pudiera contestar algo.

-¡querido!, Mi preciosa y queridísima hermana- dijo sarcásticamente

Hablaba de un tal callejón Dragón-

-¡Diagon!- corrigió Harry.

-¡Exacto! ¡Eso! ¿Cuál es la diferencia?-

Harry le dijo a Dudley que en cuanto llegase su carta de libros, los dos irían

juntos a Diagon Alley, pero que tendrían que ir sin sus tíos ya que eran

muggles y jamás habían estado allí.

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Bueno amigos, hasta aquí mi cuarto capítulo, Espero que les vaya gustando mi fic. Creo que éste capítulo ha sido el más aburrido hasta ahora, pero luego de esto les prometo un poco de más acción

¡Dejen Reviews! Para así poder saber que les gusta y que no.

Snuukers

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