Hola amigos:
Aquí los dejo con mi 7mo capítulo de mi fic Harry Potter y la Manzana Azul, pero antes de eso les voy a contestar sus reviews.
Mary:
Espero que este capítulo te guste igual que lo que te han gustado los demás. Gracias por todas esas cosas que me dijiste, en realidad gracias. Realmente mis fics en inglés todavía no han sido publicados, pero en cuanto los publique te darás cuenta. Gracias por todo.
Joker:
Que bueno que te guste mi fic, traté de enviarte un e-mail a la dirección que me diste, pero decía que esa dirección no existe. Bueno ahora espero que te guste este capítulo, igual que los demás. Gracias por tomarte tu tiempo para leerla.
Snuukers.
Ahora los dejo con el 7mo capítulo: Llegada y Selección Inesperada.
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Capítulo 7: Llegada y Selección Inesperada.
Harry pensaba y pensaba acerca de lo que el fantasma de la Sra.
Figg le quizo decir; aunque era otro misterio que debería resolver.
En el velorio, todo estuvo corriendo normal, la gente comenzó a
entrar a la capilla luego de que él hubo cerrado el ataúd. Harry sentía
una gran pena por Anastecia, que lloraba amarga y tristemente
aferrada a un señor mayor, de ojos color miel, con un bigote y la
barba en forma de candado, de estatura mediana, que parecía ser su
esposo ó su novio. Harry no lo sabía.
Cuando regresaron a Privet Drive, en la noche, frente a la casa
había una lechuza muy inusual, extrañamente más grande que
alguna que hubiese visto jamás, era color café y negra. Con una
banda atada a su cuello con el emblema del Colegio Hogwarts de
Magia y Hechicería. Harry se acercó a ella, era una lechuza oficial
del colegio y cargaba con una caja y una carta. Harry sabía que ese
tipo de lechuzas eran poco utilizadas por el colegio y solo las
utilizaban en ocasiones especiales. Estaba Hedwig allí con ella.
Debe de ser la contestación de Dumbledore- le murmuró Harry a
Dudley.
Harry tomó la carta y al abrirla no tardó en darse cuenta de que
efectivamente era la contestación de quien él tanto esperaba, era una
carta de Dumbledore.
Harry:
En la caja que te envío adjunta, hay un
traslador que te traerá a Hogwarts a ti y a tu
primo. No debes utilizarlo sino hasta dentro de una
semana que es cuando el traslador estará
registrado en el Ministerio de Magia. Al hacer
utilización de este, antes de tocarlo, debes de
agarrar firmemente tu baúl y equipaje en una
mano, Dudley el suyo también. Envíen sus
lechuzas, si es que Dudley también compró una. Los
necesitamos en Hogwarts a ambos. Los veré el
sábado, solo en una semana.
Albus Dumbledore
No te preocupes por la Sra. Figg, ya estaba muy
vieja la pobre, y esa Squibb, ya no nos era útil para
mucho.
A Harry se le había paralizado la sangre cuando concluyó con la
carta. Albus Dumbledore estaba hablando de una forma que jamás
Harry pensó oírlo hablar. Tan cruel y vil acerca de la muerte de una
bruja, la cuál estaba siguiendo sus órdenes en el momento en que
murió.
Tal vez ella quería solo darles un mensaje para que se lo diesen a
Dumbledore y ahora él hablaba y se dirigía de ella de esa forma.
Entonces Harry le explicó todo a Dudley, dejándo sin explicar lo de
la Sra. Figg. Luego, Harry envió a Hedwig a Hogwarts con una carta
para Hagrid.
Hagrid:
Espero estés bien, quisiera saber...
¿Qué son esos nombres de las galletas que me enviáste?
¿Qué tienen que ver todos ellos en común?
Por Favor, espero tu respuesta, no te apures, pero envíame otra lechuza con
la contestación, ya que Hedwig se debe quedar en Hogwarts.
Harry
Harry observó a la lechuza volar alejándose de la ventana, hasta
que luego de haberse convertido en un puntito a lo lejos,
desapareció de la vista.
*/*/*
Pasada la semana, llegado el sábado, luego de que hubiesen
desauyunado, Dudley y Harry se vistieron para su tardía llegada a
Hogwarts, cada cuál se puso su uniforme, Harry su túnica
identificada por el emblema de la casa Gryffindor y Dudley
simplemente vestía su túnica con el emblema de Hogwarts. Harry
creyó que que Dudley le preguntaría acerca de eso, pero en cambio,
no dió ni leve muestra de interés en saber porque Dudley y Harry
vestían diferente.
Después de haber estado un buen rato investigando y buscando en
todos lados para que nada se les quedara, Harry y Dudley se
despidieron de los Dursley, los cuales cuando Harry y Dudley se
acercaron a la mesa en donde estaba la caja de madera con el
traslador en su interior, se limitaron a agitar sus manos en señal de
despedida. Petunia sollozaba y Vernon se encontraba notablemente
nervioso, a tal punto que no salía del baño. ¿Qué estaría haciendo?
Olivander hacía un chillido agudo y ensordecedor que de algún
modo los Dursley aparentaban no escuchar y hacían como si el
murciélago blanco no existiera.
-¡Cállate ratón con alas!- gritó Dudley.
-Bueno... ... ¿Estás Listo?- le preguntó Harry.
Entonces cada uno tomó su equipaje fuertemene con una mano,
Harry abrió la caja utilizando un martillo, para desclavarla, se lo
entregó a Vernon y luego se aferraron a una esfera de cristal que
Dumbledore les había enviado como traslador. Enseguida sintió una
fuerte presión que lo subió, sus piernas se despegaron del suelo y
con una sensación de terrible mareo, Harry notó que daba vueltas en
un torbellino de sonido y color y notó las siluetas de los Dursley
poco a poco más lejos, hasta que ya habían volado tan lejos que a la
vista hacia abajo solo había color. Dudley estaba visiblemente
asustado, era como quien dice la primera vez que se exponía a la
magia... ó por lo menos por su propia elección, sino recuerdan la
cola de cerdo que hagrid le había dado hace un año.
Segundos más tarde, Harry sintió que sus piernas se torcían bajo el
peso de su cuerpo y el baúl de equipaje. Dudley y Harry habían
caído en lo que parecía ser el despacho del Director Albus
Dumbledore. Había caído al suelo dado al impacto del cantazo. Se
sentía en realidad muy mareado y con ganas de vomitar. Una ténue
luz de un rayo de sol que se colaba a través de las ventanas
alumbraba el cuarto.
-¡Muy Buenas Tardes Señor Potter!, ¡Muy Buenas Tardes Señor
Dursley!- Una voz que Harry reconoció como la de Dumbledore se
había oído hablar detrás de ellos. Se levantó del suelo y al voltearse
se encontró frente a frente con Dumbledore. Cargaba a Hedwig en
su hombro derecho con un pergamino atado a la pata y en su otro
brazo cargaba un ave muy exótica de color rojo y dorado, era
verdaderamente hermosa, y cantaba bello, se podía distinguir el
sonido de sus cantadas notas aún cuando Olivander, el murciélago
de Dudley no paraba de chillar.
-¡Es un Fénix!- dijo Dumbledore.
Harry observó al ave por unos segundos y se apresuró a
preguntarle al director.
-¿Cuándo podré ver a Ron y a Hermione?-
-En este preciso instante- contestó Dumbledore sonriendole.
Entonces se abrió la puerta detrás de Dumbledore se abrió y oyó
las voces de sus amigos llamándole.
-¡Harry, Harry! ¿Cómo estás amigo?- preguntó Ron emocionado.
-¡Mi hermana cayó en Gryffindor! Que Raro, ¿NO?-
Harry estaba muy contento de poder ver a sus amigos de nuevo,
tenía tanto que contarles. Hermione estaba misteriosamente callada,
solo se había limitado a saludarlo y sonreír.
-¿Es este el primo tuyo del cuál me has hablado?- preguntó Ron.
-¿Entonces hablas de mí?- se entrometió Dudley preguntándole a
Harry, pero al parecer se querían pelear por el puesto de el más
entrometido y Ron contestó nuevamente.
-¡Seguro que habla de ti! Oye Harry- dijo mientras miraba a Dudley
fijamente. -¡Ya veo porque estás tan flacucho!- Todos rieron excepto
Dudley que tenía cara de indignación.
-¿Pero como te atreves?- gritó alzando su varita apuntándole a Ron a
su corazón.
-¡Oiga, oiga!- gritó Dumbledore y entonces Dudley bajó su varita.
-Es su primer día Señor Dursley, no sabe ningún hechizo, y ya desea
atacar a un estudiante . ¡Slytherin seguramente!-
Dumbledore entregó su lechuza a Harry, y antes de que él pudiese
preguntarle algo, él fue quién habló.
-Hagrid renunció el día antes de comenzar las clases, La Profesora
Grubbly-Plank lo cubrirá, será la nueva Cuidadora de las llaves y
terrenos de Hogwarts.- guiñó un ojo a Harry, a quien la noticia le
había dolido mucho.
-Y en cuanto a usted señor Dursley... esta noche se celebrará un
banquete, en el cuál se le asignarásu casa. Ahora, por favor Harry,
vé a tu dormitorio y lleva tus cosas. Y usted Señor Dursley dígale a
ese animalejo blanco que se calle- se refería obviamente al
murciélago de Dudley, el cuál seguía chillando. - O sino, me temo
que tendré que mandarlo a las cuevas en el bosque perdido fuera de
Hogwarts, no permitirá la concentración de los demás alumnos y eso
no lo toleraré.-
Hermione pidió su varita a Dudley, ya que la suya estaba en los
dormitorios.
-¡Silencia!- dijo Hermione apuntándo la varita a Olivander, el cuál
de pronto dejó de chillar pero hacía un cómico movimiento aún
como si estuviese chillando solo que no se oía sonido. Hermione
devolvió su varita a Dudley y se quedó mirándolo por unos
momentos y luego estalló en risas.
-¡Esa Varita!- dijo al notar que los demás incluso Dumbledore la
miraban con mucha curiosidad.
-¡Es de mujer!- añadió, todos comenzaron a reír.
Dumbledore reía también, y le quitó a Gryffindor cinco puntos
por el incidente. Los tres cesaron de reírse en ese momento, aunque
a la vista de cualquier persona era obvio que tenían ganas de reír.
Salieron del despacho y llevaron las cosas a los dormitorios, en el
camino a la Torre de Gryffindor Harry observó los pasillos con
antorchas, era el mejor lugar que Harry había visto jamás, Harry
amaba a su escuela, había pasado los mejores momentos en ella.
Cuando hubieron entrado en la sala Común de Gryffindor, Harry
les contó todo lo que había hecho en el verano, sobre la rara actitud
de los Dursley para con él y los regalos del cumpleaños.
Ron habló sobre lo que había hecho en el verano también, pero
Hermione se mantuvo callada.
-Oye Hermione, ¿Qué has hecho tú?- preguntaron ambos a coro.
-¡Nada!- contestó ella. -¡Trabajar y trabajar!-
-¿Para qué?- le preguntó Harry.
-¡En realidad en nada interesante, es una sorpresa!-
Cuando se dirigían al gran comedor, pasando por el vestíbulo, una
voz gritó:
-Oye tú, ¡Potter!-
Los tres se voltearon a mirar, Draco Malfoy se hallaba de pie junto
a Crabbe, Goyle y Pansy Parkinson, todos estudiantes de segundo
año en Slytherin.
-¿Te crees un jóven especial? ¿Te crees una estrella y que por eso
tienes el derecho a llegar una semana tarde?-
-¡Ignórenlo!- le murmuró Harry a Ron y Hermione, pero era muy
tarde, Ron ya había comenzado a contestarle defendiendo a Harry.
¡Tal vez el peróxido que usas en tu pelo te comió el cerebro
Malfoy, y no captaste lo que dijo Dumbledore el día de el Banquete
de Bienvenida luego que le llegó aquella lechuza.-
-¡Eso no es de tu incumbencia Weasley!, tal vez , tal vez tu cerebro
está tan gastado como la ropa que utilizas- Crabbe, Goyle y Pansy
habían estallado en risas.
Antes de que la pelea continuara, Hermione tiró del brazo a Ron y
entraron al Gran Comedor a través del vestíbulo. En el gran
comedor estaban las cuatro mesas habituales, parcialmente llenas de
gente, todavía no estaba todo el mundo. En la parte del fondo del
comedor estaba la mesa de los profesores, pero cuando en vez de a
Hagrid, vió en su lugar a una señora mayor, sintió una pena enorme,
¿Por qué habría Hagrid renunciado? La profesora McGonagall
tampoco se encontraba en la mesa de los profesores, sino que estaba
de pie al lado de un taburete al cuál Harry reconoció, ella cargaba el
Sombrero Seleccionador en su mano derecha, y con la otra agarraba
a Dudley de su mano. No parecía de muy buen humor que digamos,
en cambio Dudley estaba muy nervioso.
Fueron hasta donde encontraron tres asientos vacíos, junto a
Ginny, Fred y George Weasley, que se burlaban al parecer del
gordito que se encontraba junto a la Prfesora McGonagall.
-¡Hola Harry!- saludó Ginny tomándo un color rosado en sus
mejillas.
-¡Hola Ginny!- le contestó tratando de encontrar su mirada.
-¿Viste el gordo ese al lado de McGonagall, Harry?- le preguntaron
Fred y George riéndose.
¡Sí! Es mi primo-
A los Weasley se les pasmó la risa.
-¿Qué qué?-
¡No importa! ¡No se preocupen! Llegamos hoy y lo van a
seleccionar, creo que no hay que ponerle el sombrero, simplemente
siéntenlo junto a Draco Malfoy.
-¡Si tu lo dices!- ambos se rierony se sentaron al pedido de que todo
el mundo se sentara y callara que hizo la profesora McGonagall.
Ella puso el Sombrero Seleccionador en el taburete, y éste
comenzó a cantar.
Hoy y ahora celebraremos
la noche en que a Dudley colocaremos
dentro de las casas y lograremos
que alcanze sus metas y sus sueños.
En unos segundos comenzaremos
a ver en su crecimiento lo que creemos
será una magnífica prueba
que de volver atrás no podemos.
Es muy inusual, todos lo sabemos
pero ya pasará, hoy lo haremos
debemos de estar todos claros
de que a Dudley Dursley colocaremos.
Cuando el sombrero hubo terminado, el gran comedor se llenó de
vítores y aplausos, celebrando ese inusual momento que pasaría a la
Historia de Hogwarts.
-¿Sabes algo Harry?- le preguntó Hermione.
-¿Qué?-
-En el libro Historia de Hogwarts tú apareces, ya que cada año, lo
que sucede, se escribe mágicamente, así que esta inusual celebración
de Selección aparecerá allí, ya que es la primera vez que esto
sucede.- dicho esto, el silencio en la mesa de Gryffindor se volvió
sepulcral, lo único que se oía eran los rayos del techo encantado del
Gran Comedor.
Se vió que McGonagall le daba órdenes a Dudley, quien se sentó
en el taburete. La profesora colocó el sombrero sobre su rechoncha
cabeza. Ahora, toda la atención de la gente en el gran comedor
estaba puesta en Dudley, y Dumbledore también se veía muy
interesado.
... ... mmmmm veo que serás bastante difícil de colocar, porque no
reúnes las cualidades para entrar a ninguna casa. Veo que eres muy
malcriado, y no eres muy inteligente que digamos, así que
Ravenclaw definitivamente no será tu hogar. Gryffindor tampoco es
para ti, eres muy cobarde realmente, y Slytherin, veo que puedes ser
un buen Slytherin, te colocaré en... ...
¡Hufflepuff!
De la mesa de Hufflepuff se oyeron aplausos y gritos, y Harry
quedó muy impactado, le estuvo muy extraña la selección que el
Sombrero Seleccionador había hecho.
Harry siempre creyó que Dudley caería en Slytherin. ¿Por qué lo
habría pensado? Necesitaría una explicación, pero hasta Dumbledore
creyó que Dudley caería en Slytherin, lo había dicho en su
despacho esa tarde.
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Bueno, en realidad espero que les hayan gustado. Dejen reviews por que en realidad deseo saber lo que piensan sobre mi fic. Denme sugerencias, los reviews me dan esa energía que necesito, cada ves que veo uno más me dan más ganas de seguir escribiendo. Tengo que recomendarles unos fics que en realidad son muy buenos como:
-La Ultima Batalla de lunasirnape.
En verdad buenísimo, escritora genial.
¡NO OLVIDES DEJAR UN REVIEW!
!\/!¥&µéf ÕvåÎÎê
Aquí los dejo con mi 7mo capítulo de mi fic Harry Potter y la Manzana Azul, pero antes de eso les voy a contestar sus reviews.
Mary:
Espero que este capítulo te guste igual que lo que te han gustado los demás. Gracias por todas esas cosas que me dijiste, en realidad gracias. Realmente mis fics en inglés todavía no han sido publicados, pero en cuanto los publique te darás cuenta. Gracias por todo.
Joker:
Que bueno que te guste mi fic, traté de enviarte un e-mail a la dirección que me diste, pero decía que esa dirección no existe. Bueno ahora espero que te guste este capítulo, igual que los demás. Gracias por tomarte tu tiempo para leerla.
Snuukers.
Ahora los dejo con el 7mo capítulo: Llegada y Selección Inesperada.
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Capítulo 7: Llegada y Selección Inesperada.
Harry pensaba y pensaba acerca de lo que el fantasma de la Sra.
Figg le quizo decir; aunque era otro misterio que debería resolver.
En el velorio, todo estuvo corriendo normal, la gente comenzó a
entrar a la capilla luego de que él hubo cerrado el ataúd. Harry sentía
una gran pena por Anastecia, que lloraba amarga y tristemente
aferrada a un señor mayor, de ojos color miel, con un bigote y la
barba en forma de candado, de estatura mediana, que parecía ser su
esposo ó su novio. Harry no lo sabía.
Cuando regresaron a Privet Drive, en la noche, frente a la casa
había una lechuza muy inusual, extrañamente más grande que
alguna que hubiese visto jamás, era color café y negra. Con una
banda atada a su cuello con el emblema del Colegio Hogwarts de
Magia y Hechicería. Harry se acercó a ella, era una lechuza oficial
del colegio y cargaba con una caja y una carta. Harry sabía que ese
tipo de lechuzas eran poco utilizadas por el colegio y solo las
utilizaban en ocasiones especiales. Estaba Hedwig allí con ella.
Debe de ser la contestación de Dumbledore- le murmuró Harry a
Dudley.
Harry tomó la carta y al abrirla no tardó en darse cuenta de que
efectivamente era la contestación de quien él tanto esperaba, era una
carta de Dumbledore.
Harry:
En la caja que te envío adjunta, hay un
traslador que te traerá a Hogwarts a ti y a tu
primo. No debes utilizarlo sino hasta dentro de una
semana que es cuando el traslador estará
registrado en el Ministerio de Magia. Al hacer
utilización de este, antes de tocarlo, debes de
agarrar firmemente tu baúl y equipaje en una
mano, Dudley el suyo también. Envíen sus
lechuzas, si es que Dudley también compró una. Los
necesitamos en Hogwarts a ambos. Los veré el
sábado, solo en una semana.
Albus Dumbledore
No te preocupes por la Sra. Figg, ya estaba muy
vieja la pobre, y esa Squibb, ya no nos era útil para
mucho.
A Harry se le había paralizado la sangre cuando concluyó con la
carta. Albus Dumbledore estaba hablando de una forma que jamás
Harry pensó oírlo hablar. Tan cruel y vil acerca de la muerte de una
bruja, la cuál estaba siguiendo sus órdenes en el momento en que
murió.
Tal vez ella quería solo darles un mensaje para que se lo diesen a
Dumbledore y ahora él hablaba y se dirigía de ella de esa forma.
Entonces Harry le explicó todo a Dudley, dejándo sin explicar lo de
la Sra. Figg. Luego, Harry envió a Hedwig a Hogwarts con una carta
para Hagrid.
Hagrid:
Espero estés bien, quisiera saber...
¿Qué son esos nombres de las galletas que me enviáste?
¿Qué tienen que ver todos ellos en común?
Por Favor, espero tu respuesta, no te apures, pero envíame otra lechuza con
la contestación, ya que Hedwig se debe quedar en Hogwarts.
Harry
Harry observó a la lechuza volar alejándose de la ventana, hasta
que luego de haberse convertido en un puntito a lo lejos,
desapareció de la vista.
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Pasada la semana, llegado el sábado, luego de que hubiesen
desauyunado, Dudley y Harry se vistieron para su tardía llegada a
Hogwarts, cada cuál se puso su uniforme, Harry su túnica
identificada por el emblema de la casa Gryffindor y Dudley
simplemente vestía su túnica con el emblema de Hogwarts. Harry
creyó que que Dudley le preguntaría acerca de eso, pero en cambio,
no dió ni leve muestra de interés en saber porque Dudley y Harry
vestían diferente.
Después de haber estado un buen rato investigando y buscando en
todos lados para que nada se les quedara, Harry y Dudley se
despidieron de los Dursley, los cuales cuando Harry y Dudley se
acercaron a la mesa en donde estaba la caja de madera con el
traslador en su interior, se limitaron a agitar sus manos en señal de
despedida. Petunia sollozaba y Vernon se encontraba notablemente
nervioso, a tal punto que no salía del baño. ¿Qué estaría haciendo?
Olivander hacía un chillido agudo y ensordecedor que de algún
modo los Dursley aparentaban no escuchar y hacían como si el
murciélago blanco no existiera.
-¡Cállate ratón con alas!- gritó Dudley.
-Bueno... ... ¿Estás Listo?- le preguntó Harry.
Entonces cada uno tomó su equipaje fuertemene con una mano,
Harry abrió la caja utilizando un martillo, para desclavarla, se lo
entregó a Vernon y luego se aferraron a una esfera de cristal que
Dumbledore les había enviado como traslador. Enseguida sintió una
fuerte presión que lo subió, sus piernas se despegaron del suelo y
con una sensación de terrible mareo, Harry notó que daba vueltas en
un torbellino de sonido y color y notó las siluetas de los Dursley
poco a poco más lejos, hasta que ya habían volado tan lejos que a la
vista hacia abajo solo había color. Dudley estaba visiblemente
asustado, era como quien dice la primera vez que se exponía a la
magia... ó por lo menos por su propia elección, sino recuerdan la
cola de cerdo que hagrid le había dado hace un año.
Segundos más tarde, Harry sintió que sus piernas se torcían bajo el
peso de su cuerpo y el baúl de equipaje. Dudley y Harry habían
caído en lo que parecía ser el despacho del Director Albus
Dumbledore. Había caído al suelo dado al impacto del cantazo. Se
sentía en realidad muy mareado y con ganas de vomitar. Una ténue
luz de un rayo de sol que se colaba a través de las ventanas
alumbraba el cuarto.
-¡Muy Buenas Tardes Señor Potter!, ¡Muy Buenas Tardes Señor
Dursley!- Una voz que Harry reconoció como la de Dumbledore se
había oído hablar detrás de ellos. Se levantó del suelo y al voltearse
se encontró frente a frente con Dumbledore. Cargaba a Hedwig en
su hombro derecho con un pergamino atado a la pata y en su otro
brazo cargaba un ave muy exótica de color rojo y dorado, era
verdaderamente hermosa, y cantaba bello, se podía distinguir el
sonido de sus cantadas notas aún cuando Olivander, el murciélago
de Dudley no paraba de chillar.
-¡Es un Fénix!- dijo Dumbledore.
Harry observó al ave por unos segundos y se apresuró a
preguntarle al director.
-¿Cuándo podré ver a Ron y a Hermione?-
-En este preciso instante- contestó Dumbledore sonriendole.
Entonces se abrió la puerta detrás de Dumbledore se abrió y oyó
las voces de sus amigos llamándole.
-¡Harry, Harry! ¿Cómo estás amigo?- preguntó Ron emocionado.
-¡Mi hermana cayó en Gryffindor! Que Raro, ¿NO?-
Harry estaba muy contento de poder ver a sus amigos de nuevo,
tenía tanto que contarles. Hermione estaba misteriosamente callada,
solo se había limitado a saludarlo y sonreír.
-¿Es este el primo tuyo del cuál me has hablado?- preguntó Ron.
-¿Entonces hablas de mí?- se entrometió Dudley preguntándole a
Harry, pero al parecer se querían pelear por el puesto de el más
entrometido y Ron contestó nuevamente.
-¡Seguro que habla de ti! Oye Harry- dijo mientras miraba a Dudley
fijamente. -¡Ya veo porque estás tan flacucho!- Todos rieron excepto
Dudley que tenía cara de indignación.
-¿Pero como te atreves?- gritó alzando su varita apuntándole a Ron a
su corazón.
-¡Oiga, oiga!- gritó Dumbledore y entonces Dudley bajó su varita.
-Es su primer día Señor Dursley, no sabe ningún hechizo, y ya desea
atacar a un estudiante . ¡Slytherin seguramente!-
Dumbledore entregó su lechuza a Harry, y antes de que él pudiese
preguntarle algo, él fue quién habló.
-Hagrid renunció el día antes de comenzar las clases, La Profesora
Grubbly-Plank lo cubrirá, será la nueva Cuidadora de las llaves y
terrenos de Hogwarts.- guiñó un ojo a Harry, a quien la noticia le
había dolido mucho.
-Y en cuanto a usted señor Dursley... esta noche se celebrará un
banquete, en el cuál se le asignarásu casa. Ahora, por favor Harry,
vé a tu dormitorio y lleva tus cosas. Y usted Señor Dursley dígale a
ese animalejo blanco que se calle- se refería obviamente al
murciélago de Dudley, el cuál seguía chillando. - O sino, me temo
que tendré que mandarlo a las cuevas en el bosque perdido fuera de
Hogwarts, no permitirá la concentración de los demás alumnos y eso
no lo toleraré.-
Hermione pidió su varita a Dudley, ya que la suya estaba en los
dormitorios.
-¡Silencia!- dijo Hermione apuntándo la varita a Olivander, el cuál
de pronto dejó de chillar pero hacía un cómico movimiento aún
como si estuviese chillando solo que no se oía sonido. Hermione
devolvió su varita a Dudley y se quedó mirándolo por unos
momentos y luego estalló en risas.
-¡Esa Varita!- dijo al notar que los demás incluso Dumbledore la
miraban con mucha curiosidad.
-¡Es de mujer!- añadió, todos comenzaron a reír.
Dumbledore reía también, y le quitó a Gryffindor cinco puntos
por el incidente. Los tres cesaron de reírse en ese momento, aunque
a la vista de cualquier persona era obvio que tenían ganas de reír.
Salieron del despacho y llevaron las cosas a los dormitorios, en el
camino a la Torre de Gryffindor Harry observó los pasillos con
antorchas, era el mejor lugar que Harry había visto jamás, Harry
amaba a su escuela, había pasado los mejores momentos en ella.
Cuando hubieron entrado en la sala Común de Gryffindor, Harry
les contó todo lo que había hecho en el verano, sobre la rara actitud
de los Dursley para con él y los regalos del cumpleaños.
Ron habló sobre lo que había hecho en el verano también, pero
Hermione se mantuvo callada.
-Oye Hermione, ¿Qué has hecho tú?- preguntaron ambos a coro.
-¡Nada!- contestó ella. -¡Trabajar y trabajar!-
-¿Para qué?- le preguntó Harry.
-¡En realidad en nada interesante, es una sorpresa!-
Cuando se dirigían al gran comedor, pasando por el vestíbulo, una
voz gritó:
-Oye tú, ¡Potter!-
Los tres se voltearon a mirar, Draco Malfoy se hallaba de pie junto
a Crabbe, Goyle y Pansy Parkinson, todos estudiantes de segundo
año en Slytherin.
-¿Te crees un jóven especial? ¿Te crees una estrella y que por eso
tienes el derecho a llegar una semana tarde?-
-¡Ignórenlo!- le murmuró Harry a Ron y Hermione, pero era muy
tarde, Ron ya había comenzado a contestarle defendiendo a Harry.
¡Tal vez el peróxido que usas en tu pelo te comió el cerebro
Malfoy, y no captaste lo que dijo Dumbledore el día de el Banquete
de Bienvenida luego que le llegó aquella lechuza.-
-¡Eso no es de tu incumbencia Weasley!, tal vez , tal vez tu cerebro
está tan gastado como la ropa que utilizas- Crabbe, Goyle y Pansy
habían estallado en risas.
Antes de que la pelea continuara, Hermione tiró del brazo a Ron y
entraron al Gran Comedor a través del vestíbulo. En el gran
comedor estaban las cuatro mesas habituales, parcialmente llenas de
gente, todavía no estaba todo el mundo. En la parte del fondo del
comedor estaba la mesa de los profesores, pero cuando en vez de a
Hagrid, vió en su lugar a una señora mayor, sintió una pena enorme,
¿Por qué habría Hagrid renunciado? La profesora McGonagall
tampoco se encontraba en la mesa de los profesores, sino que estaba
de pie al lado de un taburete al cuál Harry reconoció, ella cargaba el
Sombrero Seleccionador en su mano derecha, y con la otra agarraba
a Dudley de su mano. No parecía de muy buen humor que digamos,
en cambio Dudley estaba muy nervioso.
Fueron hasta donde encontraron tres asientos vacíos, junto a
Ginny, Fred y George Weasley, que se burlaban al parecer del
gordito que se encontraba junto a la Prfesora McGonagall.
-¡Hola Harry!- saludó Ginny tomándo un color rosado en sus
mejillas.
-¡Hola Ginny!- le contestó tratando de encontrar su mirada.
-¿Viste el gordo ese al lado de McGonagall, Harry?- le preguntaron
Fred y George riéndose.
¡Sí! Es mi primo-
A los Weasley se les pasmó la risa.
-¿Qué qué?-
¡No importa! ¡No se preocupen! Llegamos hoy y lo van a
seleccionar, creo que no hay que ponerle el sombrero, simplemente
siéntenlo junto a Draco Malfoy.
-¡Si tu lo dices!- ambos se rierony se sentaron al pedido de que todo
el mundo se sentara y callara que hizo la profesora McGonagall.
Ella puso el Sombrero Seleccionador en el taburete, y éste
comenzó a cantar.
Hoy y ahora celebraremos
la noche en que a Dudley colocaremos
dentro de las casas y lograremos
que alcanze sus metas y sus sueños.
En unos segundos comenzaremos
a ver en su crecimiento lo que creemos
será una magnífica prueba
que de volver atrás no podemos.
Es muy inusual, todos lo sabemos
pero ya pasará, hoy lo haremos
debemos de estar todos claros
de que a Dudley Dursley colocaremos.
Cuando el sombrero hubo terminado, el gran comedor se llenó de
vítores y aplausos, celebrando ese inusual momento que pasaría a la
Historia de Hogwarts.
-¿Sabes algo Harry?- le preguntó Hermione.
-¿Qué?-
-En el libro Historia de Hogwarts tú apareces, ya que cada año, lo
que sucede, se escribe mágicamente, así que esta inusual celebración
de Selección aparecerá allí, ya que es la primera vez que esto
sucede.- dicho esto, el silencio en la mesa de Gryffindor se volvió
sepulcral, lo único que se oía eran los rayos del techo encantado del
Gran Comedor.
Se vió que McGonagall le daba órdenes a Dudley, quien se sentó
en el taburete. La profesora colocó el sombrero sobre su rechoncha
cabeza. Ahora, toda la atención de la gente en el gran comedor
estaba puesta en Dudley, y Dumbledore también se veía muy
interesado.
... ... mmmmm veo que serás bastante difícil de colocar, porque no
reúnes las cualidades para entrar a ninguna casa. Veo que eres muy
malcriado, y no eres muy inteligente que digamos, así que
Ravenclaw definitivamente no será tu hogar. Gryffindor tampoco es
para ti, eres muy cobarde realmente, y Slytherin, veo que puedes ser
un buen Slytherin, te colocaré en... ...
¡Hufflepuff!
De la mesa de Hufflepuff se oyeron aplausos y gritos, y Harry
quedó muy impactado, le estuvo muy extraña la selección que el
Sombrero Seleccionador había hecho.
Harry siempre creyó que Dudley caería en Slytherin. ¿Por qué lo
habría pensado? Necesitaría una explicación, pero hasta Dumbledore
creyó que Dudley caería en Slytherin, lo había dicho en su
despacho esa tarde.
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Bueno, en realidad espero que les hayan gustado. Dejen reviews por que en realidad deseo saber lo que piensan sobre mi fic. Denme sugerencias, los reviews me dan esa energía que necesito, cada ves que veo uno más me dan más ganas de seguir escribiendo. Tengo que recomendarles unos fics que en realidad son muy buenos como:
-La Ultima Batalla de lunasirnape.
En verdad buenísimo, escritora genial.
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