Bueno, luego de una ardua semana en la que empecé las clases los dejo con
el Octavo Capítulo de mi Fan fic Harry Potter y la Manzana Azul. Les debo
decir algo que quizás los alegre empezando con los siguientes capítulos
comienza la verdadera acción, es cierto que pondré alguno que otro capítulo
de por medio donde no vas a entender lo que sucede pero si siguen leyendo
les gustará. ¡O al menos eso creo! Ahora los dejo con el capítulo 8
El Fruto del Trabajo.
Capítulo 8: El Fruto del Trabajo.
El día siguiente, Harry estaba sentado en una mesa en la sala
común de Gryffindor reponiéndo todo lo que se había hecho en una
larga y demasiado fuerte semana inicial. Harry estuvo trabajando allí
incansablemente, no bajó al Gran Comedor ni a desayunar, a
almolzar, ni a cenar, pero Ron y Hermione le habían traído la
comida. Tal vez se encontraba un poco despistado con todos esos
recuerdos que lo invadían y los pensamientos sobre la Sra. Figg, era
una fantasma ahora, Dudley había caído en Hufflepuff, Hagrid había
renunciado, había también algo que Dumbledore estaba muy
interesado en cuidar, pero había fallado. ¿Qué sería? ¿Para que
servía? No podría ser tan tonto como para tener otra piedra filosofal
en Hogwarts. Seguro que Nicolas Flammel no se lo permitiría.
Al otro día, cuando bajaron al desayuno, habían entrado a la vez
que ellos cientos de lechuzas. Camino a la silla, Oliver Wood le dijo
que en la tarde tendrían una práctica de Quidditch, era algo como un
fogueo (juego de práctica) en contra de Slytherin.
Luego que hubieron desayunado, se dirigieron a la clase de
Encantamientos con el Profesor Flittwick, la cuál fue todo un
desastre. Estaban intentando hacer que las cosas levitaran, y en el
aire desaparecieran. Hermione fue quien único consiguió hacerlo
perfectamente, y por ello consiguió diez puntos para Gryffindor.
Ron había levitado muy bien su piedra, pero en cuanto intentó
desaparecerla, salió disparada en todas direcciones rompiendo y
destruyendo cosas.
Habiendo salido de Encantamientos, fueron a su clase de
Transformaciones, con la Profesora McGonagall, directora de la
casa Gryffindor. Estaban tratando de convertir un trozo de
pergamino en una capa.
-¡Pergacapus!- pronunció McGonagall con un leve movimiento de
su varita. Su pergamino comenzó a alargarse, tomando una forma
bella de una capa estrellada de color del cielo nocturno.
-¡Pergacaptus!- dijo Neville Longbotton, pero en vez de conseguir
una capa, había conseguido que el pergamino se pusiera verde y
salieran de él espinas.
La clase ese día terminó con una resta de veinte puntos a Slytherin,
ya que Draco Malfoy había hechizado a Susan Bones, una estudiante
de Hufflepuff. Le hizo un Humancapus y ella se estiró hasta verse lo
suficientemente plana, tan y tan contraído que parecía una lasca de
jamón.
Tras que se le restaron veinte puntos a Slytherin, Draco tuvo que
cumplir un mes de detención, lo que significaba que estarían libres
de verle la cara por un mes, para nada, absolutamente.
A la hora del almuerzo, Hermione no apareció, y llegó tarde a la
clase de Herbología doble hora con la Profesora Sprout, donde
consiguió otros veinte puntos para Gryffindor. Y luego en la clase de
pociones con el Profesor Snape, no faltaron las humillaciones hacia
con Harry por parte de él. ¿Qué rayos en todos los mundos había
logrado que Snape lo odiara tanto?
... Señor Potter es usted muy arriesgado atreviéndose a llegar una
semana tarde... ¿Se Cree usted que puede hacer lo que le salga de su
cerebro por el hecho de haber vencido a... a.... - No dijo nada, se
reflejó en su rostro un pánico inimaginable. Ahí estaba la Sra. Figg,
más bien su fantasma sobre Harry flotando.
-Snape... ¡no seas tan duro con el jóven!-
Snape se contuvo a gritarle algo, en ese momento se abrió la
puerta de la mazmorra de pociones y entró Albus Dumbledore junto
a Sir Nícolas. Dumbledore estaba furioso, muy furioso.
-¿Qué hace usted aquí?- preguntó aún más furioso a la fantasma, la
cuál reaccionó con pánico e intentó salir volando a través de la
pared, pero antes de que pudiera hacerlo, un pequeño artefacto que
Dumbledore tenía la succionó.
...¡N eee ssecittoooo hablaaaarteeee!- fue lo que ella gritó
fuertemente. Dumbledore cerró el artefacto luego de que ella hubo
entrado y gritó aún más fuerte que ella.
-¡No hablarás con él de nada!- Luego dieron media vuelta y sa;ieron
del aula.
*/*
En la tarde, a eso de las cinco, Harry recordó que en una media
hora era el juego de práctica en contra de Slytherin. Harry se dirigió
hacia su habitación en busca de su escoba, pero ésta no aparecía.
Verificó debajo de las sábanas en su cama y ahí encontró un paquete
alargado, no parecía ser una escoba. Harry rasgó el papel que lo
envolvía para revelar una escoba, era una escoba nueva, un regalo.
La escoba brillaba, varnisada, que era bella, de color negra y roja y
en letras plateadas se leía Voltricity. Era la mejor escoba en el
mercado en ese momento, Harry había oído a Ginny y Hermione
hablando sobre esas escobas, pero un regalo así tendría que venir
con una lógica explicación. Había ahí una carta, Harry la desdobló y
leyó lo que le tenía que decir alguien.
Harry:
Recuerdas que te dije que no tenía mucho tiempo y que me encontraba
trabajando muy fuerte. Pués como puedes ver estaba luchando para
conseguirte un buen regalo, y poder darte algo más que unas simples
grajeas de todos los sabores. Dejo en tus manos esta Voltricity, úsala bien,
sabes que eres un gran amigo y que te quiero mucho.
Besos y Abrazos
Hermione
Ahora Harry se sentía culpable por haberse enfadado con
Hermione por su regalo. Ahora tenía en sus manos una escoba que
para dar un precio mínimo costaba unos quinientos galeones, y él la
tenía entre sus manos.
Al salir a los terrenos del castillo, se encontró con George Weasley
que cargaba con una Nimbus 2000.
-¿No te molesta que haya cogido tu escoba verdad? Me enteré del
regalo que Hermione te iba a hacer y cojí tu escoba. Es mucho mejor
que mi Barredora de Polvo-
-¡Está bien George Quédatela! Es tuya ahora.-
Cuando llegaron al campo de Quidditch, todos los alumnos de
Gryffindor se quedaron admirando la escoba de Harry.
-¿Y eso?- preguntó Wood.
-Es mi nueva escoba, es un regalo.-
-¿Pero quién te da regalos a ti ehh?- preguntó Angelina Jonhson en
broma.
Todos se rieron, inclusive ella y salieron al Campo de Quidditch
los del equipo Slytherin.
-¿Conseguiste Buscador?- inquirió Oliver Wood al capitán Marcus
Flinch quién contestó muy orgullosamente.
-Draco,... Draco Malfoy-
Harry se asustó al pensar cualquier cosa que Draco fuera capaz de
hacer mientras volaran en sus escobas. Pero Oliver Wood no parecía
tan preocupado.
-¿Es eso lo mejor que conseguiste?- le preguntó Wood a Flinch.
-Eso no importa... ... Oliver perdedor- dijo en tono de burla,
riéndose. -¡Volaremos con Clase!-
Dicho esto, todo el equipo de Slytherin, que se habían reunido en
torno a los Gryffindors, sacaron de sus espaldas unas escobas
negras, una Nimbus 2001 cada uno.
-¿Crees que con eso nos intimídas?- gritó Katie Bell.
-¡¡Síí!! Lo que vale es el talento- gritó a su vez Alicia Spinnet.
-¡Es el volador quien hace a la escoba!- añadió angelina para
terminar el trío.
El equipo de Slytherin se montó sobre sus escobas y se elevaron,
para esperar a que el fogueo comenzara.
*/*
El juego práctica terminó 370:100, ganó Gryffindor. Harry no pasó
tanto trabajo en atrapar la snitch porque al parecer Draco ni la veía.
El guardián de Slytherin estaba muy despistado y los golpeadores
parecían nunca haber jugado anteriormente. Fue tan fácil como
quitarle unas grajeas a un bebé.
Harry volvió a la torre Gryffindor, a la sala común, y solo
recordaba lo misteriosa que se veía Hermione últimamente, casi no
hablaba, solo se limitaba a saludar; Pero ahora le había regalado una
escoba, Una Voltricity.
En la sala común, cuando Harry entró vió a Hermione en una mesa
llorando, y Ginny Weasley que trataba de consolarla.
-¡Creo que mejor me voy!- dijo Ginny nerviosa cuando Harry se
acercó. Hermione se secó las lágrimas rápidamente y como tratando
de aparentar no haber estado llorando, miró al piso ignorándo a
Harry.
-¡Hola Hermione! ¡Gracias por el regalo!- dijo tratando de que
hablara.
-¡De Nada!- tenía la voz fañosa, al parecer tenía la nariz tupida,
quizás había llorado mucho.
-¿Qué te pasa?- preguntó acercándose y acariciándole el cabello.
Ella le apartó el brazo muy rudamente y luego se levantó
golpeándo la mesa.
-¿Por qué me tiene que pasar algo? ... ... ¡Estoy bien! No me pasa
nada, ¡¡NADA!! ¡¡¡ABSOLUTAMENTE NADA!!!- y habiendo
gritado esto, explotó a llorar otra vez y salió corriendo hacia la
escalera del dormitorio de mujeres.
Harry la siguió con la mirada, y notó que Ginny había estado
mirando todo desde detrás de una pared que quedaba hacia las
escaleras. Al ella encontrar su mirada, se enrojeció, y salió muy
avergonzada.
-¡Perdón!- dijo al salir de atrás de la pared.
-¡No tienes porque disculparte!- dijo sonriéndole, lo que pareció
aliviarla mucho.
En ese momento Harry sintió un cosquilleo en la parte inferior de
su estómago, unas mariposas que le revoloteaban. Trató de no
pensar en ello, pero era inevitable. ¿Qué era ese sentimiento? ¿Por
qué estaba tan sensible? ¿Se habría enamorado de Ginny?
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Miren en realidad necesito saber que es lo que opinan porque sí, ¡please dejenme un review!
¡¡¡AHORA!!!
: )
El Fruto del Trabajo.
Capítulo 8: El Fruto del Trabajo.
El día siguiente, Harry estaba sentado en una mesa en la sala
común de Gryffindor reponiéndo todo lo que se había hecho en una
larga y demasiado fuerte semana inicial. Harry estuvo trabajando allí
incansablemente, no bajó al Gran Comedor ni a desayunar, a
almolzar, ni a cenar, pero Ron y Hermione le habían traído la
comida. Tal vez se encontraba un poco despistado con todos esos
recuerdos que lo invadían y los pensamientos sobre la Sra. Figg, era
una fantasma ahora, Dudley había caído en Hufflepuff, Hagrid había
renunciado, había también algo que Dumbledore estaba muy
interesado en cuidar, pero había fallado. ¿Qué sería? ¿Para que
servía? No podría ser tan tonto como para tener otra piedra filosofal
en Hogwarts. Seguro que Nicolas Flammel no se lo permitiría.
Al otro día, cuando bajaron al desayuno, habían entrado a la vez
que ellos cientos de lechuzas. Camino a la silla, Oliver Wood le dijo
que en la tarde tendrían una práctica de Quidditch, era algo como un
fogueo (juego de práctica) en contra de Slytherin.
Luego que hubieron desayunado, se dirigieron a la clase de
Encantamientos con el Profesor Flittwick, la cuál fue todo un
desastre. Estaban intentando hacer que las cosas levitaran, y en el
aire desaparecieran. Hermione fue quien único consiguió hacerlo
perfectamente, y por ello consiguió diez puntos para Gryffindor.
Ron había levitado muy bien su piedra, pero en cuanto intentó
desaparecerla, salió disparada en todas direcciones rompiendo y
destruyendo cosas.
Habiendo salido de Encantamientos, fueron a su clase de
Transformaciones, con la Profesora McGonagall, directora de la
casa Gryffindor. Estaban tratando de convertir un trozo de
pergamino en una capa.
-¡Pergacapus!- pronunció McGonagall con un leve movimiento de
su varita. Su pergamino comenzó a alargarse, tomando una forma
bella de una capa estrellada de color del cielo nocturno.
-¡Pergacaptus!- dijo Neville Longbotton, pero en vez de conseguir
una capa, había conseguido que el pergamino se pusiera verde y
salieran de él espinas.
La clase ese día terminó con una resta de veinte puntos a Slytherin,
ya que Draco Malfoy había hechizado a Susan Bones, una estudiante
de Hufflepuff. Le hizo un Humancapus y ella se estiró hasta verse lo
suficientemente plana, tan y tan contraído que parecía una lasca de
jamón.
Tras que se le restaron veinte puntos a Slytherin, Draco tuvo que
cumplir un mes de detención, lo que significaba que estarían libres
de verle la cara por un mes, para nada, absolutamente.
A la hora del almuerzo, Hermione no apareció, y llegó tarde a la
clase de Herbología doble hora con la Profesora Sprout, donde
consiguió otros veinte puntos para Gryffindor. Y luego en la clase de
pociones con el Profesor Snape, no faltaron las humillaciones hacia
con Harry por parte de él. ¿Qué rayos en todos los mundos había
logrado que Snape lo odiara tanto?
... Señor Potter es usted muy arriesgado atreviéndose a llegar una
semana tarde... ¿Se Cree usted que puede hacer lo que le salga de su
cerebro por el hecho de haber vencido a... a.... - No dijo nada, se
reflejó en su rostro un pánico inimaginable. Ahí estaba la Sra. Figg,
más bien su fantasma sobre Harry flotando.
-Snape... ¡no seas tan duro con el jóven!-
Snape se contuvo a gritarle algo, en ese momento se abrió la
puerta de la mazmorra de pociones y entró Albus Dumbledore junto
a Sir Nícolas. Dumbledore estaba furioso, muy furioso.
-¿Qué hace usted aquí?- preguntó aún más furioso a la fantasma, la
cuál reaccionó con pánico e intentó salir volando a través de la
pared, pero antes de que pudiera hacerlo, un pequeño artefacto que
Dumbledore tenía la succionó.
...¡N eee ssecittoooo hablaaaarteeee!- fue lo que ella gritó
fuertemente. Dumbledore cerró el artefacto luego de que ella hubo
entrado y gritó aún más fuerte que ella.
-¡No hablarás con él de nada!- Luego dieron media vuelta y sa;ieron
del aula.
*/*
En la tarde, a eso de las cinco, Harry recordó que en una media
hora era el juego de práctica en contra de Slytherin. Harry se dirigió
hacia su habitación en busca de su escoba, pero ésta no aparecía.
Verificó debajo de las sábanas en su cama y ahí encontró un paquete
alargado, no parecía ser una escoba. Harry rasgó el papel que lo
envolvía para revelar una escoba, era una escoba nueva, un regalo.
La escoba brillaba, varnisada, que era bella, de color negra y roja y
en letras plateadas se leía Voltricity. Era la mejor escoba en el
mercado en ese momento, Harry había oído a Ginny y Hermione
hablando sobre esas escobas, pero un regalo así tendría que venir
con una lógica explicación. Había ahí una carta, Harry la desdobló y
leyó lo que le tenía que decir alguien.
Harry:
Recuerdas que te dije que no tenía mucho tiempo y que me encontraba
trabajando muy fuerte. Pués como puedes ver estaba luchando para
conseguirte un buen regalo, y poder darte algo más que unas simples
grajeas de todos los sabores. Dejo en tus manos esta Voltricity, úsala bien,
sabes que eres un gran amigo y que te quiero mucho.
Besos y Abrazos
Hermione
Ahora Harry se sentía culpable por haberse enfadado con
Hermione por su regalo. Ahora tenía en sus manos una escoba que
para dar un precio mínimo costaba unos quinientos galeones, y él la
tenía entre sus manos.
Al salir a los terrenos del castillo, se encontró con George Weasley
que cargaba con una Nimbus 2000.
-¿No te molesta que haya cogido tu escoba verdad? Me enteré del
regalo que Hermione te iba a hacer y cojí tu escoba. Es mucho mejor
que mi Barredora de Polvo-
-¡Está bien George Quédatela! Es tuya ahora.-
Cuando llegaron al campo de Quidditch, todos los alumnos de
Gryffindor se quedaron admirando la escoba de Harry.
-¿Y eso?- preguntó Wood.
-Es mi nueva escoba, es un regalo.-
-¿Pero quién te da regalos a ti ehh?- preguntó Angelina Jonhson en
broma.
Todos se rieron, inclusive ella y salieron al Campo de Quidditch
los del equipo Slytherin.
-¿Conseguiste Buscador?- inquirió Oliver Wood al capitán Marcus
Flinch quién contestó muy orgullosamente.
-Draco,... Draco Malfoy-
Harry se asustó al pensar cualquier cosa que Draco fuera capaz de
hacer mientras volaran en sus escobas. Pero Oliver Wood no parecía
tan preocupado.
-¿Es eso lo mejor que conseguiste?- le preguntó Wood a Flinch.
-Eso no importa... ... Oliver perdedor- dijo en tono de burla,
riéndose. -¡Volaremos con Clase!-
Dicho esto, todo el equipo de Slytherin, que se habían reunido en
torno a los Gryffindors, sacaron de sus espaldas unas escobas
negras, una Nimbus 2001 cada uno.
-¿Crees que con eso nos intimídas?- gritó Katie Bell.
-¡¡Síí!! Lo que vale es el talento- gritó a su vez Alicia Spinnet.
-¡Es el volador quien hace a la escoba!- añadió angelina para
terminar el trío.
El equipo de Slytherin se montó sobre sus escobas y se elevaron,
para esperar a que el fogueo comenzara.
*/*
El juego práctica terminó 370:100, ganó Gryffindor. Harry no pasó
tanto trabajo en atrapar la snitch porque al parecer Draco ni la veía.
El guardián de Slytherin estaba muy despistado y los golpeadores
parecían nunca haber jugado anteriormente. Fue tan fácil como
quitarle unas grajeas a un bebé.
Harry volvió a la torre Gryffindor, a la sala común, y solo
recordaba lo misteriosa que se veía Hermione últimamente, casi no
hablaba, solo se limitaba a saludar; Pero ahora le había regalado una
escoba, Una Voltricity.
En la sala común, cuando Harry entró vió a Hermione en una mesa
llorando, y Ginny Weasley que trataba de consolarla.
-¡Creo que mejor me voy!- dijo Ginny nerviosa cuando Harry se
acercó. Hermione se secó las lágrimas rápidamente y como tratando
de aparentar no haber estado llorando, miró al piso ignorándo a
Harry.
-¡Hola Hermione! ¡Gracias por el regalo!- dijo tratando de que
hablara.
-¡De Nada!- tenía la voz fañosa, al parecer tenía la nariz tupida,
quizás había llorado mucho.
-¿Qué te pasa?- preguntó acercándose y acariciándole el cabello.
Ella le apartó el brazo muy rudamente y luego se levantó
golpeándo la mesa.
-¿Por qué me tiene que pasar algo? ... ... ¡Estoy bien! No me pasa
nada, ¡¡NADA!! ¡¡¡ABSOLUTAMENTE NADA!!!- y habiendo
gritado esto, explotó a llorar otra vez y salió corriendo hacia la
escalera del dormitorio de mujeres.
Harry la siguió con la mirada, y notó que Ginny había estado
mirando todo desde detrás de una pared que quedaba hacia las
escaleras. Al ella encontrar su mirada, se enrojeció, y salió muy
avergonzada.
-¡Perdón!- dijo al salir de atrás de la pared.
-¡No tienes porque disculparte!- dijo sonriéndole, lo que pareció
aliviarla mucho.
En ese momento Harry sintió un cosquilleo en la parte inferior de
su estómago, unas mariposas que le revoloteaban. Trató de no
pensar en ello, pero era inevitable. ¿Qué era ese sentimiento? ¿Por
qué estaba tan sensible? ¿Se habría enamorado de Ginny?
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Miren en realidad necesito saber que es lo que opinan porque sí, ¡please dejenme un review!
¡¡¡AHORA!!!
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