Jugando a ser Dios

por arklance

N/A: Marchando un fic cortito de Shôjo Kakumei Utena. ¿Lo prefieren frío o mejor calentito? o^__^o

*-*-*

El Fin del Mundo miró a la muchacha a los ojos. Esperaba intimidarla, hacerla suya. Pero la "aprendiz" de príncipe no desvió la mirada. No, no la desvió; simplemente la hizo más dura, más fuerte. Los ojos de la muchacha parecían querer declararle la guerra. Jamás le perdonaría el hecho de haber jugado con ella.

-Utena... –dijo finalmente el que hacía llamarse a sí mismo El Fin del Mundo-. No te resistas; ven a mi. Yo soy tu Destino. Yo fui el que te salvó. Yo hice que llegaras hasta aquí. Yo soy el príncipe que buscas. Yo soy ese príncipe al que amas...

La muchacha dudó. Todo lo que Él decía era cierto. Ella había llegado a Ohtori sólo porque quería encontrar a su Príncipe. Pero entonces todo se complicó.

La carta de amor de Wakaba... El duelo contra Saijonji... Y Anthy.

La Novia de las Rosas.

La hermana de Akio.

La Bruja del cuento de hadas.

-¿Qué me dices, Utena? –preguntó confiado mientras una sonrisa burlona y triunfal se dibujaba en sus labios-. Sé tú mi Princesa...

Anthy.

Su amiga.

Anthy.

La Princesa que ella debía proteger.

Su Princesa.

Anthy Himemiya.

-¡JAMÁS! –exclamó ella, rompiendo el contacto visual. No podía sucumbir ante aquel ser tan repugnante.

-Como tú quieras...

Su tono de voz no admitía ningún tipo de réplica. Y ella, siendo la aprendiz de Príncipe que era, se puso en guardia.

En el fondo ambos sabían perfectamente que el juego había acabado.

Ambos sabían que en ese momento las cosas iba a cambiar para siempre.

Para SIEMPRE.

*-*-*

-Utena-sama...

Al oír que la estaban llamando, la aludida pareció volver a la realidad. Miró a su amiga con mirada interrogante.

-¿Decías algo, Himemiya? –preguntó un poco confusa.

-Quería saber si le apetecía un té –dijo Anthy sin apenas inmutarse ante la actitud de la persona a la que estaba prometida-. Utena-sama, ¿se encuentra usted bien?

-Yo... –dudó un instante antes de continuar con una mentira-, nada. Tranquila, creo que estaba soñando despierta, eso es todo.

Anthy observó a Utena. Sabía perfectamente lo que le ocurría. Pero no estaba en sus manos actuar. Aún no. Pero ya faltaba muy poco para el acto final, el definitivo.

-Si usted lo dice... –comentó la Novia de la Rosa mientras servía el té-. Aquí tiene, Utena-sama.

-Gracias... Himemiya.

** FIN **