Hola!!!!!!!!

He aquí el cap 3.

Bueno... el otro día publiqué el tercer (y último si no contamos el epílogo) capítulo de "La antorcha de la llama verde", y muy malo tiene que ser porque no he recibido ningún review... me estoy desanimando... y eso que estaba preparando una sorpresita... sniff sniff.

Así que dejadme review para levantarme el ánimo y continúe la sorpresa y este fic.

Se lo dedico a todos los afectados por el 11S.

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CAPÍTULO 3

Ginny separó su cabeza del pecho de Harry para mirarle a los ojos. Silenciosas lágrimas seguían escurriéndose por sus mejillas. Sintieron el deseo de besarse. Se acercaron poco a poco para materializar su deseo, y sus labios estaban a un escaso centímetro cuando el ascensor se movió bruscamente y comenzó a caer, lo que hizo que no se llegaran a besar...

Se oyeron en el ascensor una gran cantidad de suspiros de alivio y algún grito por el susto, pues el ascensor se había vuelto a poner en marcha y volvía a descender.

Harry y Ginny, que antes se abrazaban con fuerza, se habían separado un poco.

-Perdón -dijo Harry en un susurro, y Ginny asintió mientras dejaba caer una lágrima más.

Cuando el ascensor llegó a la planta baja y se abrió, todo era caos. Había un montón de gente corriendo de un lado para otro y gritando y muchos bomberos intentando ayudar.

Harry y Ginny salieron entre empujones del ascensor y cogidos de la mano, pero el empujón de una de las personas que corrían hacia la salida hizo que se separaran. Uno de los bomberos que había en la puerta del ascensor esperando a quien bajara cogió a Ginny, y la llevó corriendo hacia la puerta del edificio.

Entre el desconcierto y los gritos, Ginny miró hacia atrás para buscar a Harry, pero sus ojos no pudieron encontrarlo entre la multitud. No sabía qué estaba pasando, no tenía ni idea, y no sabía cómo reaccionar, pero lo único que quería era encontrar a Harry y salir de ese caos lo antes posible.

Llegaron a una de las puertas del edificio el bombero y ella.

-¡Escúcheme! -dijo el bombero atrayendo la atención de Ginny- ¡Ahora va a alejarse lo más rápido posible del edificio!

-¡Pero...! ¡Harry...!

-¡Váyase! -le gritó el bombero empujándola hacia la puerta y saliendo corriendo hacia otro lugar. Lo perdió de vista por la gente, que la empujaba hacia la puerta.

Volvió a buscar a Harry, pero no lo encontró. Pensó que quizá estaría fuera, así que salió. Fuera del edificio había prácticamente el mismo caos. Miró hacia arriba, y se quedó helada de la impresión: la parte alta de la torre sur estaba ardiendo, al igual que la torre norte. ¿Qué demonios pasaba? Sintió que el tiempo se paraba para dejar razonar su mente y observar aquel crimen y vio algo que jamás olvidaría: había personas que se tiraban por las ventanas de las torres para no morir calcinadas. Aquello la marcó mucho, y pudo sentir el sentimiento de aquellas personas que se lanzaban al vacío, sin ninguna esperanza de salvarse.

Ginny estaba llorando ante lo que veía, ante lo que no se habría imaginado ni en sus peores pesadillas. Aunque las lágrimas apenas si la dejaban ver, pudo reconocer a agentes del Ministerio de Magia Inglés ¿Qué hacían allí? ¿Acaso todo lo que estaba ocurriendo tenía algo que ver con el mundo mágico?

Uno de esos agentes se acercó a ella y le gritó que corriera todo lo que pudiera, que el edificio se podía derrumbar.

Pensando en Harry hizo caso al agente y salió corriendo. Todo estaba lleno de bomberos, de los del FBI y agentes del Ministerio, además de personas corriendo despavoridas y periodistas intentando adentrarse en la boca del lobo. Se tropezó y calló al suelo. Un hombre la ayudó a levantarse. Ahora le dolía mucho la rodilla y el codo izquierdos, pero siguió corriendo junto a aquél hombre.

Llegaron a una ambulancia y subieron en ella.

Ginny no podía hacer otra cosa que pensar en Harry... ¿y si él aún estaba en aquél lugar? No se atrevía a preguntar qué era lo que pasaba, no quería escucharlo, quería creer que en unos segundos, su radio la despertaría con alguna de sus canciones favoritas y empezaría un nuevo día, sin tragedias y sin su preocupación por Harry.

El temblor del suelo y los gritos ahogados de sus acompañantes de ambulancia hicieron que se olvidara de sus anteriores pensamientos y miró por la ventanilla, pero habría deseado no hacerlo.