El misterio de Harry Potter

Eran las cuatro de la mañana en el tranquilo número 4 de Privet drive, una calle vacía en la que no se veía ni siquiera un gato y solo iluminado por las habituales faroles de luz media anaranjada.

Repentinamente un grito rompe el silencio-diablos¡, olvidé que este es un barrio mugle (es decir no mágico)-

Un joven de pelo rubio y ojos azules muy fríos se deslizaba por la calzada, con una escoba en la mano.

Esto me saldrá caro-pensó el chico-apuesto que Harry ni siquiera querrá escucharme-luego suspiró-pero bien vale la pena si mi madre.

En eso se escucha una risa fría, y luego.

Nunca pensé que intentaría traicionarme el hijo estúpido de un aliado

Como supo.?

Tu padre. supongo que sabrás lo que te pasara a continuación

Sí.-un rayo verde cruzó la calzada y el joven quedo boca abajo, tan frío como la riza del otro.