El elíxir de los deseos
***
Capítulo I: El regreso a Hogwarts
***
Ahí estaba ella, con esa mirada de enojo y desaprobación que buscaba fulminarlo en un instante, mientras Jack sentía que se encogía hasta quedar del tamaño de un elfo doméstico.
-¡Te dije que llegaras temprano! ¡Mira las horas que son! ¡Cinco para las once! ¡Quedaste de llegar hace una hora! -exclamó Gúndula, mientras le mostraba un reloj de bolsillo plateado, que marcaba las once menos tres.
-Lo siento, pero es que...
-¡Ya qué! Apúrate, que nos deja el tren... -ella suspiró con resignación mientras subía al vagón, junto con otros más que habían llegado tarde. El expreso estaba lleno hasta el tope, parecía que ningún compartimiento estaría desocupado. Alumnos de las cuatro casas de Hogwarts, más los de primer año, buscaban con rapidez un lugar antes de que el tren comenzara a moverse.
Jack suspiró fuertemente, esperaba que la chica que le jalaba la oreja fuera un poco más comprensiva al respecto, pero él sabía bien que quedarse hasta tarde tomando en un bar no había sido la mejor de sus ideas. Jack era un tipo alto de sexto año, que a los diecisiete años de edad ya tenía un pequeño problema de alcohol, aunque Gúndula pensaba que sería temporal, teniendo en cuenta que el año anterior Jack se quedo de año y perdió su posición como prefecto de Ravenclaw. Sus penetrantes ojos ahora estaban algo rojizos y su ropa estaba a medio arreglar, como si se hubiera vestido a toda velocidad para llegar a tiempo.
Gúndula mientras tanto estaba bastante bien vestida, como si hubiera esperado hacía mucho tiempo este día, su cabello largo y castaño se movía con fuerza mientras buscaba un compartimiento, miró hacia atrás y suspiró cuando encontró un lugar que nadie parecía prestarle atención, se acerco y justo cuando estaba por entrar escucho la voz que más le irritaba en todo el mundo: Bloodmir Sabboth Malfoy, de séptimo año.
-Ah, el inútil impuro y su estúpida amiguita llegan tarde, como siempre- dijo en voz alta el Malfoy codeando a sus amigos para que rieran con él, luego miro de cerca a Jack y su mueca se convirtió en una sonrisa maliciosa -Pero Ironhead, ¿Has estado tomando? ¡Es una lástima que en el colegio no se te permita! Así como buen borrachín estarías mejor, ¿No te parece?- Jack le estaba por decir algo, pero Gúndula coloco su mano izquierda sobre su boca deteniéndolo.
-Deja de molestar, Malfoy, él terminará con honores mientras tú serás un pobre infeliz imbécil miserable el resto de tu vida -dijo, dedicándole una mirada mil veces peor que la que había dedicado antes a Jack. Malfoy y sus amigotes soltaron una desagradable carcajada.
-¿En serio? ¡Pues la experiencia muestra lo contrario! -exclamó Malfoy, sofocando la risa-¿No dices nada, Ironhead? ¿Ahora tiene que defenderte tu amiguita?
Jack levantó la vista y miró al grupo de Slytherin con desprecio, iba a contestarle pero en ese momento apareció un niño rubio en el vagón, seguido por un par de niños altos y fornidos. Era idéntico a Sabboth cuando tenía once años.
-¡Bloodimir! -exclamó-¿Escuchaste los rumores sobre Harry Potter? ¡Pues he encontrado su compartimiento! -exclamó el muchacho, emocionado, aunque no podía ocultar su tono desagradable y arrogante característico de la familia Malfoy. La atención de Sabboth pareció desviarse repentinamente hacia su hermano menor.
-Vamos enseguida con él -dijo seriamente, y se giró para mirar a Jack y Gúndula-, estos estorbos pueden esperar -dicho esto dio la media vuelta y se alejó con su hermano y sus amigotes.
-¡Estorbo tu...! -Gúndula no quería quedarse sin la última palabra, pero Jack le tapó la boca rápidamente antes de que terminara la frase.
-Ya tuvimos demasiados problemas por ahora -dijo seriamente, mientras abría violentamente la puerta del compartimiento y arrojaba su baúl adentro.
Gúndula arrastró de mala gana su baúl y cerró la puerta con un portazo.
-Ese idiota me va a agarrar de malas un día, y no la va a contar -dijo, furiosa. Jack se encogió de hombros y suspiró-Siempre dices lo mismo... Ella bajó la vista y el tren comenzó a moverse. Había tardado algo más que de costumbre. De pronto, como si se hubiera acordado de algo, alzó la vista y miró a Jack con desaprobación.
-Por cierto... es verdad lo que dijo el idiota, estuviste tomando, ¿verdad?
-Pues... sí, por eso se me hizo tarde -murmuró Jack. Gúndula bufó.
-¡No puedo creerlo! ¿Sigues con eso? ¿Cuándo vas a parar? ¿Cuándo te estés muriendo de cirrosis? -dijo, aunque ya no parecía molesta, sino triste. El muchacho la miro por momentos con el ceño fruncido, luego volteo violentamente hacia la ventanilla -Ya sabes mis motivos, creo que merezco un poco de apoyo-
-¡Apoyo!- gritó la chica -lo que necesitas es una paliza y alguien que te detenga, ¿No entiendes que es por tu bien?-
Él no la miró, pero respondió de cualquier modo -¿Y qué gano con no tomar? ¿Recordar que tendré que pasar otro año en Hogwarts por una estupidez?-
-Todavía no me explicas por que te quedaste- murmuro Gúndula mirándolo con mayor desaprobación.
-Ah- Jack torció la boca -te lo explicaré luego, ¿Esta bien?-
-Como quieras, pero para de tomar -
-No puedo tomar en Hogwarts, ¿Recuerdas? -dijo él moviendo su mano para que ella lo olvidara, sin embargo la chica no pudo hacer otra cosa más que fruncir el ceño y revisar el equipaje del otro. Luego de un buen rato saco un par de botellas -¿Con que no vas a tomar más? -dijo mientras le mostraba la botella de ron, la de whiskey, la de vodka y la de tequila con furia, saco su varita mágica e hizo un movimiento diciendo algunas palabras en voz baja, de repente las bebidas se hicieron totalmente transparentes.
-¡Oye! ¿Que hiciste?- exigió saber el tipo mientras le arrebataba las botellas a Gúndula.
-¡Agua!- respondió ella guardando su varita.
-Oh... que desperdicio- murmuró en voz baja Jack, luego bajo la vista como lo haría un perro abandonado en la calle -quiero que se acabe. -¡No digas eso! Tu vida vale más de lo que crees. -¿Eh? Me refería al año lectivo-
Ella pareció calmarse por un momento, hasta que se dio cuenta por que decía eso el chico -No será para tomar, ¿verdad?-
-¡Eh! -Jack busco por todas partes del compartimiento alguna pista para saber que responder, pero al final se rindió y respondió con la verdad- Bueno, sí...-
-¡Lo sabía! Jack... si estas más tiempo en Hogwarts por lo menos estaremos más tiempo juntos, mira el lado positivo de las cosas- El chico la miro por un momento y luego suspiró -¿Sabes lo que es pasar a ser la escoria de la clase cuando antes estaba entre los mejores? Perdí todas mis habilidades...-
-Te he visto hacer magia, así que eso es mentira- murmuro la chica.
-Bueno, casi todas mis habilidades. Pero a lo que me refiero es que ahora jamás seré ni un caminante de planos ni un piromante-
-Y de nuevo con la piromancia, ¿Acaso quieres prender fuego a Hogwarts?- Él miro hacia otra parte, sonrojándose -No, solo que las otras ramas de la magia no son tan cálidas-
Gúndula suspiró y sonrió débilmente.
-Como quieras -murmuró-, pero prométeme algo...
-¿Si?
-Que no vas a tomar una gota de alcohol en todo este año -dijo ella, seriamente.
-¿Eh? Pero...
-¡Por favor! Jack suspiró y asintió con una mueca-Está bien, prometo no tomar una gota de alcohol en todo este año... -respondió monótonamente. Gúndula le tomó las muñecas con las manos-No cruces los dedos... -Jack suspiró nuevamente, esta vez con resignación.
-Ok, ok... prometo no tomar una sola gota de alcohol en todo este año...
-Gracias -sonrió.
En ese momento se abrió la puerta. Era Penélope Clearwater, de Ravenclaw, acompañada de Percy Weasley, quien era prefecto de Gryffindor.
-Les informo que en menos de una hora estaremos llegando a Hogwarts, así que sería buen momento para que se pusieran el uniforme -dijo él, hablando en un tono serio y similar al de la profesora McGonnagall.
-Gracias -murmuró Gúndula tranquilamente. Percy arqueó la ceja al mirar las botellas.
-¿Qué es esto? -preguntó, tomando una. La abrió y olió.
-Es agua -respondió Gúndula rápidamente. Percy le dio la botella a Jack y lo miró con el ceño fruncido-No hagan cosas buenas que parezcan malas -dijo, con cierto aire de superioridad, y se retiró junto con Penélope.
-¿Y esos? -preguntó Jack.
-Eran Penélope Clearweater y Percy Weasley, ella va en cuarto y él acaba de ser nombrado prefecto de Gryffindor -contestó ella tranquilamente-. Hablaba como McGonnagall, estuve a punto de carcajearme... -sonrió. Jack frunció el ceño mirando las botellas. Abrió una y tomó un sorbo de agua, pero no dijo nada más.
-Por cierto... ¿ya te enteraste de la noticia?
-¿Qué cosa?
-Estoy embarazada... ¡Era broma! ¡No pongas esa cara! -rió, pero al instante su semblante se tornó serio-Harry Potter está en el tren. Jack parpadeó confundido.
-¿Harry Potter? ¿De verdad?
-Yo misma lo vi, mientras estaba paradota en el andén esperándote -contestó-. Estaba con una familia, a juzgar por el color de su cabello eran los Weasley.
-Ah- murmuró Jack torciendo la boca -supongo que tengo que saludarlo... despues de todo le debo la vida-
-¿Mmm? ¿Como es eso?- preguntó la chica algo sorprendida
-Mi padre dice que si Potter no hubiera detenido al Innombrable, ninguno de sus opositores le habrían detenido y... bueno, habrían muerto- su rostro pareció volverse bastante serio en aquel momento.
-Ah, tu padre a veces dice cosas interesantes- murmuró la chica. Jack bostezó con fuerza, como queriendo hacerle saber a todos los que estaban en el tren que lo había hecho -Quiero dormir Gun... despiértame cuado lleguemos- El chico lloró desconsoladamente mientras veía a el cielo por la ventanilla, este sería un año muy largo para él.
***
La ceremonia de nombramiento fue bastante normal, aunque Gúndula notó que cuando el sombrero decidía el destino de Potter se detuvo por un buen rato.
-Pst -llamó la chica a Jack- ¿Y si viene a Ravenclaw?-
-¿Importará? -preguntó el chico medio aburrido, después de todo ya había estado en seis otras ceremonias similares, en las cuales básicamente lo único que cambiaba eran algunos alumnos y el profesor de "Defensa contra las artes oscuras", que todos los años era distinto.
Al final la única parte que gustaban de verdad los estudiantes más avanzados era la gran comilona, donde podían comer bastante (Por no decir a montones). Gúndula en particular comía de manera acelerada, como no esperando a tragar las cosas antes de empezar a masticar algo distinto.
-Vas a quedar gorda, o en el peor de los casos vas a morir ahogada- dijo en voz alta el antiguo prefecto de Ravenclaw.
-¡Cállate! ¡Es que tengo que hacerme yo la comida y solo sé hacer esos horribles sandwiches de jamón en lugar de cosas ricas como cualquier madre haría! Así que no es mi culpa que me guste esta comida- explico la chica entre mordiscos.
-Como digas- bostezó Jack -voy a dormir, nos vemos mañana- murmuró antes de levantarse y retirarse de la sala, no tenía ganas de lidiar con ninguno de sus problemas por el momento. Gúndula se echo una pata de pollo a la boca cuando noto que Jack ya no estaba -Oye... te quedaras flaco si no comes- pero se encogió los hombros y siguió comiendo.
-Hubiera sido lindo tener a Potter en Ravenclaw, una lástima- escuchó a alguien de su casa hablar, levanto la vista y asintió.
-Pero por lo menos no está en Slytherin, ¿Verdad?- Gúndula siempre trataba de ver el lado bueno de las cosas... de lo contrario sería una chica muy depresiva.
Pasaron casi dos horas desde que comenzaron a comer hasta que se levantó la última persona, el profesor Flitwick se le acercó a Gúndula que se había quedado dormida sobre la comida -¿Tu rutina este año va a ser comer y dormir, señorita Erfrut?- De repente Gúndula se despertó -Ah -se sobó los ojos -pues no, voy a ser la primera de la clase, creo -lo último lo dijo bien bajo para que el profesor de Encantamientos, y jefe de la casa Ravenclaw no escuchara.
-Bien, hay que mostrar el ejemplo a los menores, y sería bueno comenzar por no quedarse dormida mientras comes, ¿Está bien?
-¡Claro que está bien!- respondió la chica haciendo una mueca -mejor voy a dormir a mi cama-
-Sí- murmuró el viejito con una sonrisa -será mejor para todos.
Gúndula se puso de pie, y tambaleándose salió del gran comedor rumbo a la Torre de Ravenclaw, situada exactamente en el ala opuesta a la de Gryffindor. La entrada era un enorme reloj de péndulo, de unos dos metros y medio de alto y uno de ancho.
-¡La contraseña! -exclamó Gúndula, con el ceño fruncido.
-Garra de águila -contestó el profesor Flitwick, que la había seguido sin que ella se diera cuenta. La puerta de cristal del reloj se abrió, y el péndulo se apartó a la izquierda para dejarla pasar.
-Gracias -murmuró Gúndula, aún amodorrada.
-De nada -respondió Flitwick, y Gúndula entró en la Sala Común. Aún ardían algunas brasas en la chimenea que iluminaban un poco el recinto, pero por lo demás la sala estaba en penumbras.
Entró silenciosamente en su dormitorio y se preparaba para dormir cuando escuchó una voz.
-¿Gúndula? ¿Eres tu? ¿Qué haces despierta a estas horas?
-Hola, Marissa... -musitó Gúndula-, a mí también me da gusto verte después de todo el verano...
-Lo siento... pero es que me preocupé algo, no viniste a la Sala Común con todos los demás, ¿verdad? -preguntó la chica, desde su cama.
-No... me quedé dormida, el profesor Flitwick tuvo que despertarme... -respondió, aunque realmente no sabía si estaba dormida o despierta.
-Ah... vaya, ¿y cómo te fue en el verano? ¿qué tal lo pasaste? -cuestionó la otra chica, con ánimos de charlar. Gúndula suspiró.
-Marissa, estoy algo cansada, preferiría dormir. Mañana habrá tiempo para platicar, buenas noches...
-Buenas no... -Gúndula ya ni siquiera escuchó su respuesta, se había quedado completamente dormida.
***
-¡¿Por qué no me despertaste?! -Gúndula se sentó frente a Marissa en el Gran Comedor, y comenzó a llenar su plato con una rapidez sobrehumana.
-¡Lo intenté, pero estabas dormida como una piedra! -exclamó la otra chica, con el ceño fruncido.
-No importa... ¿qué nos toca ahorita?
-Pociones... -contestó la chica automáticamente.
-Ugh, qué flojera... bonita clase para empezar el año -murmuró Gúndula, que al parecer se había levantado de mal humor.
-¡Hola! ¡Buenos días! Gracias, yo también dormí muy bien -Gúndula se giró hacia la derecha y miró a Jack, quien tenía una sonrisa sarcástica en el rostro.
-Buenos días -murmuró ella, bajando la vista al plato.
En ese momento, los sonidos propios del comedor se intensificaron. Todas las miradas estaban puestas, disimulada o directamente, en quien acababa de entrar: Harry Potter. Gúndula le dio un codazo en las costillas a Jack.
-Mira, ahí está Harry Potter... -dijo, señalándolo con un dedo. La mesa de Ravenclaw quedaba justo al lado de la de Gryffindor, y estaban sentados cerca de la puerta.
-Sé más discreta... -murmuró Jack, pero él también miraba.
-Bah, si todos los están viendo de todos modos... -Gúndula calló. Un instante después que Potter entró Bloodimir Malfoy, acompañando a su hermano menor, siendo seguidos por su escolta de amigotes. Gúndula y Jack desviaron la mirada de la puerta para evitar otro enfrentamiento, pero Malfoy dio un manotazo en la mesa, justo al lado del plato de Gúndula.
-Buenos días -saludó sarcásticamente-, parece que alguien no durmió muy bien anoche... -agregó, sonriendo irónicamente mientras miraba a Jack, quien seguía teniendo un aspecto desaliñado. No había pasado bien la noche, se despertaba constantemente tardando mucho tiempo en volverse a dormir.
-Eso no te importa -murmuró Jack, dedicándole una mirada asesina.
-No, en realidad tu no me importas nada, en cambio...
-¡Quítate de aquí, Malfoy, que me amargas el azúcar! -exclamó Gúndula, mientras le quitaba la mano de la mesa para acercarse la azucarera.
Bloodimir preparaba un insulto para responder cuando una ola de lechuzas entró volando al Gran Comedor. Una lechuza completamente negra trajo un paquete para Gúndula, depositándolo suavemente a la derecha de su plato.
-Gracias -murmuró ella a la lechuza, sonriendo mientras le acercaba un pedazo de pan.
-¿Qué las lechuzas no comen ratones o algo así? -preguntó Jack.
-Pues sí... pero no esperarás que me ponga a cazar ratones ahorita -dijo ella, econgiéndose de hombros. Entonces recordó la presencia de Malfoy se giró para echarlo definitivamente, pero él ya no estaba.
-Dejalo- murmuró Jack mientras le alcanzaba el azúcar a Gúndula -es mejor no tenerlo cerca- miro de cerca el paquete que tenía Gúndula en las manos -¿Qué crees que pueda ser?-
-¿Y cómo voy a saber si recién lo estoy abriendo?- preguntó la chica mientras miraba el contenido del paquete, sus ojos se iluminaron cuando vio que se trataba de un libro bastante grueso -¡Esto es maravilloso!- Jack trató de adivinar de que trataba -¿Teletransportación iluminada, por Morbius White?
-¿Eh? ¡Eso pedirías tú! ¡Esto es El señor de los anillos, ilustrado por Alan Lee!- gritó mostrándoselo, colocando el libro a escasos milímetros de la nariz de Jack.
-Ugh, ¿Literatura muggle?
-Ugh, ¿Bebidas alcohólicas muggle?- respondió la chica de mala gana
-Oye, si no quieres que tome, entonces no lo menciones.
-Como digas- murmuró la chica sin prestarle demasiada atención, comenzó a hojear el libro con una velocidad que rivalizaba la forma con la que comía, y por eso no notó un papiro doblado que cayo del libro.
Jack miró el papel y lo levantó -Oye, ¿Y esto?- estaba medio viejo, y cuando Jack lo abrió pudo saber que era algo extraño, estaba escrito con runas antiguas, antes que pudiera comenzar a traducirlo, Gúndula se lo arrebató.
-¡No leas la correspondencia de los demás!- gritó la chica con lo que parecía ser furia simulada.
Jack frunció el ceño abiertamente -Eso no es ninguna carta, a menos que en tu casa acostumbren hablar en idiomas perdidos- La chica se ruborizo, teniendo en cuenta que en su casa eran muy anticuados, pero no tanto. Así que levantó la vista y cambio su ceño fruncido por una ligera mueca -La verdad es que lo leeré sola, luego te diré que es- Jack torció la boca -Eso esta escrito en rúnico MUY antiguo, ningún estudiante de quinto puede descifrarlo en menos de tres meses- estiró su brazo en un intento por arrebatarle el papel a la chica, quien lo colocó cerca de su pecho y le miro de reojo.
-¿Y tu eres mejor?
-¡Claro! Soy el mejor para descifrar lenguas antiguas, es una de mis especialidades
-Ah... El año pasado reprobaste la materia
-Eso es diferente, ¡Dámela!
-¡Que no!- Gúndula ocultó el papiro dentro de su túnica y miro de arriba abajo al mago adolescente -¿Por que no te afeitaste? ¡Y tampoco te lavaste la cara!-
Jack olvidando por completo el papel se cubrió la cara -Oye, no hables como mi madre En ese momento se acerco el profesor Flitwick sonriendo -Ah, veo que otra vez demuestras haber sido domado Jackie- su sonrisa de oreja a oreja incomodo a ambos, Jack y Gúndula, y puso a reír al resto de los Ravenclaw. Pasaron varios minutos antes de que otra lechuza llegara a la mesa de los Ravenclaw, y más específicamente a la señorita Erfrut, quien confundida levantó la carta que le habían dejado, abrió el sobre y leyó el papel detenidamente, siempre alejándolo de la mirada de Jack.
-Eh... esto es raro- murmuró la chica torciendo la boca -¿Quién me mandaría esto?
-¿Qué es eso?- preguntó Ironhead interesado.
-Mmm... una carta de amor, pero no se de quién- no noto el rostro amargado que mostró Jack.
-¿Carta de amor? ¡Vaya eres una chica suertuda!- declaró Marissa mientras le arrebataba la carta a Gúndula, Jack se preguntó como a él le fue imposible hacer lo mismo momentos antes.
-¡Oye!- gritó la chica, pero no pudo recuperar la carta hasta que la otra terminó de leerla.
-Bah, es falsa.
-¿Falsa?
-¿No te diste cuenta de la letra? Diría que ha sido alguno de los de Slytherin, es muy... refinada, pero la han escrito con prisa- la chica sonrió cuando dejo la carta sobre la mesa. Mirando nuevamente la carta Gúndula se preguntó si realmente se trataba de algo falso, o era otra cosa.
-¿Y de quién crees que sea? -preguntó Jack de pronto.
-No tengo la más mínima idea -murmuró ella, pensativa-. Pero tampoco me importa demasiado, si es de Slytherin es completamente falsa, todos los de ahí me odian -respondió, mientras formaba una bola de papel con la carta para tirarla después en el cesto de basura más cercano.
***
Continuará
***
Notas de Umi: Mm... estoy de vuelta. No me vayan a flamear por mis otros 100000 fics que tengo publicados sin continuar, ¡todo a su tiempo! Este fic planteará una historia alterna a "Harry Potter y la Piedra Filosofal", aunque en algunos puntos se relacionarán. Este fic SÍ pienso continuarlo, además está la ventaja de que acá mis ojos *señala a Dai* va a estar presionándome para que lo continuemos, así que eviten las flames ^^U.
Notas de Dai: La verdad no tengo idea que decir... mmm bueno, ya, la idea es mia y solo mia, :P , nah, mentira jeje, me emociono contribuir en esto por el simple motivo de que ahora estoy leyendo HP por consejo de esta chica (Estoy leyendo como loco... sigh) y bueno, ya necesitaba regresar al mundo de los fics por un tiempo, y bueno, este tal vez sea el unico fic en el que trabajo que llegue a su final.
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Capítulo I: El regreso a Hogwarts
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Ahí estaba ella, con esa mirada de enojo y desaprobación que buscaba fulminarlo en un instante, mientras Jack sentía que se encogía hasta quedar del tamaño de un elfo doméstico.
-¡Te dije que llegaras temprano! ¡Mira las horas que son! ¡Cinco para las once! ¡Quedaste de llegar hace una hora! -exclamó Gúndula, mientras le mostraba un reloj de bolsillo plateado, que marcaba las once menos tres.
-Lo siento, pero es que...
-¡Ya qué! Apúrate, que nos deja el tren... -ella suspiró con resignación mientras subía al vagón, junto con otros más que habían llegado tarde. El expreso estaba lleno hasta el tope, parecía que ningún compartimiento estaría desocupado. Alumnos de las cuatro casas de Hogwarts, más los de primer año, buscaban con rapidez un lugar antes de que el tren comenzara a moverse.
Jack suspiró fuertemente, esperaba que la chica que le jalaba la oreja fuera un poco más comprensiva al respecto, pero él sabía bien que quedarse hasta tarde tomando en un bar no había sido la mejor de sus ideas. Jack era un tipo alto de sexto año, que a los diecisiete años de edad ya tenía un pequeño problema de alcohol, aunque Gúndula pensaba que sería temporal, teniendo en cuenta que el año anterior Jack se quedo de año y perdió su posición como prefecto de Ravenclaw. Sus penetrantes ojos ahora estaban algo rojizos y su ropa estaba a medio arreglar, como si se hubiera vestido a toda velocidad para llegar a tiempo.
Gúndula mientras tanto estaba bastante bien vestida, como si hubiera esperado hacía mucho tiempo este día, su cabello largo y castaño se movía con fuerza mientras buscaba un compartimiento, miró hacia atrás y suspiró cuando encontró un lugar que nadie parecía prestarle atención, se acerco y justo cuando estaba por entrar escucho la voz que más le irritaba en todo el mundo: Bloodmir Sabboth Malfoy, de séptimo año.
-Ah, el inútil impuro y su estúpida amiguita llegan tarde, como siempre- dijo en voz alta el Malfoy codeando a sus amigos para que rieran con él, luego miro de cerca a Jack y su mueca se convirtió en una sonrisa maliciosa -Pero Ironhead, ¿Has estado tomando? ¡Es una lástima que en el colegio no se te permita! Así como buen borrachín estarías mejor, ¿No te parece?- Jack le estaba por decir algo, pero Gúndula coloco su mano izquierda sobre su boca deteniéndolo.
-Deja de molestar, Malfoy, él terminará con honores mientras tú serás un pobre infeliz imbécil miserable el resto de tu vida -dijo, dedicándole una mirada mil veces peor que la que había dedicado antes a Jack. Malfoy y sus amigotes soltaron una desagradable carcajada.
-¿En serio? ¡Pues la experiencia muestra lo contrario! -exclamó Malfoy, sofocando la risa-¿No dices nada, Ironhead? ¿Ahora tiene que defenderte tu amiguita?
Jack levantó la vista y miró al grupo de Slytherin con desprecio, iba a contestarle pero en ese momento apareció un niño rubio en el vagón, seguido por un par de niños altos y fornidos. Era idéntico a Sabboth cuando tenía once años.
-¡Bloodimir! -exclamó-¿Escuchaste los rumores sobre Harry Potter? ¡Pues he encontrado su compartimiento! -exclamó el muchacho, emocionado, aunque no podía ocultar su tono desagradable y arrogante característico de la familia Malfoy. La atención de Sabboth pareció desviarse repentinamente hacia su hermano menor.
-Vamos enseguida con él -dijo seriamente, y se giró para mirar a Jack y Gúndula-, estos estorbos pueden esperar -dicho esto dio la media vuelta y se alejó con su hermano y sus amigotes.
-¡Estorbo tu...! -Gúndula no quería quedarse sin la última palabra, pero Jack le tapó la boca rápidamente antes de que terminara la frase.
-Ya tuvimos demasiados problemas por ahora -dijo seriamente, mientras abría violentamente la puerta del compartimiento y arrojaba su baúl adentro.
Gúndula arrastró de mala gana su baúl y cerró la puerta con un portazo.
-Ese idiota me va a agarrar de malas un día, y no la va a contar -dijo, furiosa. Jack se encogió de hombros y suspiró-Siempre dices lo mismo... Ella bajó la vista y el tren comenzó a moverse. Había tardado algo más que de costumbre. De pronto, como si se hubiera acordado de algo, alzó la vista y miró a Jack con desaprobación.
-Por cierto... es verdad lo que dijo el idiota, estuviste tomando, ¿verdad?
-Pues... sí, por eso se me hizo tarde -murmuró Jack. Gúndula bufó.
-¡No puedo creerlo! ¿Sigues con eso? ¿Cuándo vas a parar? ¿Cuándo te estés muriendo de cirrosis? -dijo, aunque ya no parecía molesta, sino triste. El muchacho la miro por momentos con el ceño fruncido, luego volteo violentamente hacia la ventanilla -Ya sabes mis motivos, creo que merezco un poco de apoyo-
-¡Apoyo!- gritó la chica -lo que necesitas es una paliza y alguien que te detenga, ¿No entiendes que es por tu bien?-
Él no la miró, pero respondió de cualquier modo -¿Y qué gano con no tomar? ¿Recordar que tendré que pasar otro año en Hogwarts por una estupidez?-
-Todavía no me explicas por que te quedaste- murmuro Gúndula mirándolo con mayor desaprobación.
-Ah- Jack torció la boca -te lo explicaré luego, ¿Esta bien?-
-Como quieras, pero para de tomar -
-No puedo tomar en Hogwarts, ¿Recuerdas? -dijo él moviendo su mano para que ella lo olvidara, sin embargo la chica no pudo hacer otra cosa más que fruncir el ceño y revisar el equipaje del otro. Luego de un buen rato saco un par de botellas -¿Con que no vas a tomar más? -dijo mientras le mostraba la botella de ron, la de whiskey, la de vodka y la de tequila con furia, saco su varita mágica e hizo un movimiento diciendo algunas palabras en voz baja, de repente las bebidas se hicieron totalmente transparentes.
-¡Oye! ¿Que hiciste?- exigió saber el tipo mientras le arrebataba las botellas a Gúndula.
-¡Agua!- respondió ella guardando su varita.
-Oh... que desperdicio- murmuró en voz baja Jack, luego bajo la vista como lo haría un perro abandonado en la calle -quiero que se acabe. -¡No digas eso! Tu vida vale más de lo que crees. -¿Eh? Me refería al año lectivo-
Ella pareció calmarse por un momento, hasta que se dio cuenta por que decía eso el chico -No será para tomar, ¿verdad?-
-¡Eh! -Jack busco por todas partes del compartimiento alguna pista para saber que responder, pero al final se rindió y respondió con la verdad- Bueno, sí...-
-¡Lo sabía! Jack... si estas más tiempo en Hogwarts por lo menos estaremos más tiempo juntos, mira el lado positivo de las cosas- El chico la miro por un momento y luego suspiró -¿Sabes lo que es pasar a ser la escoria de la clase cuando antes estaba entre los mejores? Perdí todas mis habilidades...-
-Te he visto hacer magia, así que eso es mentira- murmuro la chica.
-Bueno, casi todas mis habilidades. Pero a lo que me refiero es que ahora jamás seré ni un caminante de planos ni un piromante-
-Y de nuevo con la piromancia, ¿Acaso quieres prender fuego a Hogwarts?- Él miro hacia otra parte, sonrojándose -No, solo que las otras ramas de la magia no son tan cálidas-
Gúndula suspiró y sonrió débilmente.
-Como quieras -murmuró-, pero prométeme algo...
-¿Si?
-Que no vas a tomar una gota de alcohol en todo este año -dijo ella, seriamente.
-¿Eh? Pero...
-¡Por favor! Jack suspiró y asintió con una mueca-Está bien, prometo no tomar una gota de alcohol en todo este año... -respondió monótonamente. Gúndula le tomó las muñecas con las manos-No cruces los dedos... -Jack suspiró nuevamente, esta vez con resignación.
-Ok, ok... prometo no tomar una sola gota de alcohol en todo este año...
-Gracias -sonrió.
En ese momento se abrió la puerta. Era Penélope Clearwater, de Ravenclaw, acompañada de Percy Weasley, quien era prefecto de Gryffindor.
-Les informo que en menos de una hora estaremos llegando a Hogwarts, así que sería buen momento para que se pusieran el uniforme -dijo él, hablando en un tono serio y similar al de la profesora McGonnagall.
-Gracias -murmuró Gúndula tranquilamente. Percy arqueó la ceja al mirar las botellas.
-¿Qué es esto? -preguntó, tomando una. La abrió y olió.
-Es agua -respondió Gúndula rápidamente. Percy le dio la botella a Jack y lo miró con el ceño fruncido-No hagan cosas buenas que parezcan malas -dijo, con cierto aire de superioridad, y se retiró junto con Penélope.
-¿Y esos? -preguntó Jack.
-Eran Penélope Clearweater y Percy Weasley, ella va en cuarto y él acaba de ser nombrado prefecto de Gryffindor -contestó ella tranquilamente-. Hablaba como McGonnagall, estuve a punto de carcajearme... -sonrió. Jack frunció el ceño mirando las botellas. Abrió una y tomó un sorbo de agua, pero no dijo nada más.
-Por cierto... ¿ya te enteraste de la noticia?
-¿Qué cosa?
-Estoy embarazada... ¡Era broma! ¡No pongas esa cara! -rió, pero al instante su semblante se tornó serio-Harry Potter está en el tren. Jack parpadeó confundido.
-¿Harry Potter? ¿De verdad?
-Yo misma lo vi, mientras estaba paradota en el andén esperándote -contestó-. Estaba con una familia, a juzgar por el color de su cabello eran los Weasley.
-Ah- murmuró Jack torciendo la boca -supongo que tengo que saludarlo... despues de todo le debo la vida-
-¿Mmm? ¿Como es eso?- preguntó la chica algo sorprendida
-Mi padre dice que si Potter no hubiera detenido al Innombrable, ninguno de sus opositores le habrían detenido y... bueno, habrían muerto- su rostro pareció volverse bastante serio en aquel momento.
-Ah, tu padre a veces dice cosas interesantes- murmuró la chica. Jack bostezó con fuerza, como queriendo hacerle saber a todos los que estaban en el tren que lo había hecho -Quiero dormir Gun... despiértame cuado lleguemos- El chico lloró desconsoladamente mientras veía a el cielo por la ventanilla, este sería un año muy largo para él.
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La ceremonia de nombramiento fue bastante normal, aunque Gúndula notó que cuando el sombrero decidía el destino de Potter se detuvo por un buen rato.
-Pst -llamó la chica a Jack- ¿Y si viene a Ravenclaw?-
-¿Importará? -preguntó el chico medio aburrido, después de todo ya había estado en seis otras ceremonias similares, en las cuales básicamente lo único que cambiaba eran algunos alumnos y el profesor de "Defensa contra las artes oscuras", que todos los años era distinto.
Al final la única parte que gustaban de verdad los estudiantes más avanzados era la gran comilona, donde podían comer bastante (Por no decir a montones). Gúndula en particular comía de manera acelerada, como no esperando a tragar las cosas antes de empezar a masticar algo distinto.
-Vas a quedar gorda, o en el peor de los casos vas a morir ahogada- dijo en voz alta el antiguo prefecto de Ravenclaw.
-¡Cállate! ¡Es que tengo que hacerme yo la comida y solo sé hacer esos horribles sandwiches de jamón en lugar de cosas ricas como cualquier madre haría! Así que no es mi culpa que me guste esta comida- explico la chica entre mordiscos.
-Como digas- bostezó Jack -voy a dormir, nos vemos mañana- murmuró antes de levantarse y retirarse de la sala, no tenía ganas de lidiar con ninguno de sus problemas por el momento. Gúndula se echo una pata de pollo a la boca cuando noto que Jack ya no estaba -Oye... te quedaras flaco si no comes- pero se encogió los hombros y siguió comiendo.
-Hubiera sido lindo tener a Potter en Ravenclaw, una lástima- escuchó a alguien de su casa hablar, levanto la vista y asintió.
-Pero por lo menos no está en Slytherin, ¿Verdad?- Gúndula siempre trataba de ver el lado bueno de las cosas... de lo contrario sería una chica muy depresiva.
Pasaron casi dos horas desde que comenzaron a comer hasta que se levantó la última persona, el profesor Flitwick se le acercó a Gúndula que se había quedado dormida sobre la comida -¿Tu rutina este año va a ser comer y dormir, señorita Erfrut?- De repente Gúndula se despertó -Ah -se sobó los ojos -pues no, voy a ser la primera de la clase, creo -lo último lo dijo bien bajo para que el profesor de Encantamientos, y jefe de la casa Ravenclaw no escuchara.
-Bien, hay que mostrar el ejemplo a los menores, y sería bueno comenzar por no quedarse dormida mientras comes, ¿Está bien?
-¡Claro que está bien!- respondió la chica haciendo una mueca -mejor voy a dormir a mi cama-
-Sí- murmuró el viejito con una sonrisa -será mejor para todos.
Gúndula se puso de pie, y tambaleándose salió del gran comedor rumbo a la Torre de Ravenclaw, situada exactamente en el ala opuesta a la de Gryffindor. La entrada era un enorme reloj de péndulo, de unos dos metros y medio de alto y uno de ancho.
-¡La contraseña! -exclamó Gúndula, con el ceño fruncido.
-Garra de águila -contestó el profesor Flitwick, que la había seguido sin que ella se diera cuenta. La puerta de cristal del reloj se abrió, y el péndulo se apartó a la izquierda para dejarla pasar.
-Gracias -murmuró Gúndula, aún amodorrada.
-De nada -respondió Flitwick, y Gúndula entró en la Sala Común. Aún ardían algunas brasas en la chimenea que iluminaban un poco el recinto, pero por lo demás la sala estaba en penumbras.
Entró silenciosamente en su dormitorio y se preparaba para dormir cuando escuchó una voz.
-¿Gúndula? ¿Eres tu? ¿Qué haces despierta a estas horas?
-Hola, Marissa... -musitó Gúndula-, a mí también me da gusto verte después de todo el verano...
-Lo siento... pero es que me preocupé algo, no viniste a la Sala Común con todos los demás, ¿verdad? -preguntó la chica, desde su cama.
-No... me quedé dormida, el profesor Flitwick tuvo que despertarme... -respondió, aunque realmente no sabía si estaba dormida o despierta.
-Ah... vaya, ¿y cómo te fue en el verano? ¿qué tal lo pasaste? -cuestionó la otra chica, con ánimos de charlar. Gúndula suspiró.
-Marissa, estoy algo cansada, preferiría dormir. Mañana habrá tiempo para platicar, buenas noches...
-Buenas no... -Gúndula ya ni siquiera escuchó su respuesta, se había quedado completamente dormida.
***
-¡¿Por qué no me despertaste?! -Gúndula se sentó frente a Marissa en el Gran Comedor, y comenzó a llenar su plato con una rapidez sobrehumana.
-¡Lo intenté, pero estabas dormida como una piedra! -exclamó la otra chica, con el ceño fruncido.
-No importa... ¿qué nos toca ahorita?
-Pociones... -contestó la chica automáticamente.
-Ugh, qué flojera... bonita clase para empezar el año -murmuró Gúndula, que al parecer se había levantado de mal humor.
-¡Hola! ¡Buenos días! Gracias, yo también dormí muy bien -Gúndula se giró hacia la derecha y miró a Jack, quien tenía una sonrisa sarcástica en el rostro.
-Buenos días -murmuró ella, bajando la vista al plato.
En ese momento, los sonidos propios del comedor se intensificaron. Todas las miradas estaban puestas, disimulada o directamente, en quien acababa de entrar: Harry Potter. Gúndula le dio un codazo en las costillas a Jack.
-Mira, ahí está Harry Potter... -dijo, señalándolo con un dedo. La mesa de Ravenclaw quedaba justo al lado de la de Gryffindor, y estaban sentados cerca de la puerta.
-Sé más discreta... -murmuró Jack, pero él también miraba.
-Bah, si todos los están viendo de todos modos... -Gúndula calló. Un instante después que Potter entró Bloodimir Malfoy, acompañando a su hermano menor, siendo seguidos por su escolta de amigotes. Gúndula y Jack desviaron la mirada de la puerta para evitar otro enfrentamiento, pero Malfoy dio un manotazo en la mesa, justo al lado del plato de Gúndula.
-Buenos días -saludó sarcásticamente-, parece que alguien no durmió muy bien anoche... -agregó, sonriendo irónicamente mientras miraba a Jack, quien seguía teniendo un aspecto desaliñado. No había pasado bien la noche, se despertaba constantemente tardando mucho tiempo en volverse a dormir.
-Eso no te importa -murmuró Jack, dedicándole una mirada asesina.
-No, en realidad tu no me importas nada, en cambio...
-¡Quítate de aquí, Malfoy, que me amargas el azúcar! -exclamó Gúndula, mientras le quitaba la mano de la mesa para acercarse la azucarera.
Bloodimir preparaba un insulto para responder cuando una ola de lechuzas entró volando al Gran Comedor. Una lechuza completamente negra trajo un paquete para Gúndula, depositándolo suavemente a la derecha de su plato.
-Gracias -murmuró ella a la lechuza, sonriendo mientras le acercaba un pedazo de pan.
-¿Qué las lechuzas no comen ratones o algo así? -preguntó Jack.
-Pues sí... pero no esperarás que me ponga a cazar ratones ahorita -dijo ella, econgiéndose de hombros. Entonces recordó la presencia de Malfoy se giró para echarlo definitivamente, pero él ya no estaba.
-Dejalo- murmuró Jack mientras le alcanzaba el azúcar a Gúndula -es mejor no tenerlo cerca- miro de cerca el paquete que tenía Gúndula en las manos -¿Qué crees que pueda ser?-
-¿Y cómo voy a saber si recién lo estoy abriendo?- preguntó la chica mientras miraba el contenido del paquete, sus ojos se iluminaron cuando vio que se trataba de un libro bastante grueso -¡Esto es maravilloso!- Jack trató de adivinar de que trataba -¿Teletransportación iluminada, por Morbius White?
-¿Eh? ¡Eso pedirías tú! ¡Esto es El señor de los anillos, ilustrado por Alan Lee!- gritó mostrándoselo, colocando el libro a escasos milímetros de la nariz de Jack.
-Ugh, ¿Literatura muggle?
-Ugh, ¿Bebidas alcohólicas muggle?- respondió la chica de mala gana
-Oye, si no quieres que tome, entonces no lo menciones.
-Como digas- murmuró la chica sin prestarle demasiada atención, comenzó a hojear el libro con una velocidad que rivalizaba la forma con la que comía, y por eso no notó un papiro doblado que cayo del libro.
Jack miró el papel y lo levantó -Oye, ¿Y esto?- estaba medio viejo, y cuando Jack lo abrió pudo saber que era algo extraño, estaba escrito con runas antiguas, antes que pudiera comenzar a traducirlo, Gúndula se lo arrebató.
-¡No leas la correspondencia de los demás!- gritó la chica con lo que parecía ser furia simulada.
Jack frunció el ceño abiertamente -Eso no es ninguna carta, a menos que en tu casa acostumbren hablar en idiomas perdidos- La chica se ruborizo, teniendo en cuenta que en su casa eran muy anticuados, pero no tanto. Así que levantó la vista y cambio su ceño fruncido por una ligera mueca -La verdad es que lo leeré sola, luego te diré que es- Jack torció la boca -Eso esta escrito en rúnico MUY antiguo, ningún estudiante de quinto puede descifrarlo en menos de tres meses- estiró su brazo en un intento por arrebatarle el papel a la chica, quien lo colocó cerca de su pecho y le miro de reojo.
-¿Y tu eres mejor?
-¡Claro! Soy el mejor para descifrar lenguas antiguas, es una de mis especialidades
-Ah... El año pasado reprobaste la materia
-Eso es diferente, ¡Dámela!
-¡Que no!- Gúndula ocultó el papiro dentro de su túnica y miro de arriba abajo al mago adolescente -¿Por que no te afeitaste? ¡Y tampoco te lavaste la cara!-
Jack olvidando por completo el papel se cubrió la cara -Oye, no hables como mi madre En ese momento se acerco el profesor Flitwick sonriendo -Ah, veo que otra vez demuestras haber sido domado Jackie- su sonrisa de oreja a oreja incomodo a ambos, Jack y Gúndula, y puso a reír al resto de los Ravenclaw. Pasaron varios minutos antes de que otra lechuza llegara a la mesa de los Ravenclaw, y más específicamente a la señorita Erfrut, quien confundida levantó la carta que le habían dejado, abrió el sobre y leyó el papel detenidamente, siempre alejándolo de la mirada de Jack.
-Eh... esto es raro- murmuró la chica torciendo la boca -¿Quién me mandaría esto?
-¿Qué es eso?- preguntó Ironhead interesado.
-Mmm... una carta de amor, pero no se de quién- no noto el rostro amargado que mostró Jack.
-¿Carta de amor? ¡Vaya eres una chica suertuda!- declaró Marissa mientras le arrebataba la carta a Gúndula, Jack se preguntó como a él le fue imposible hacer lo mismo momentos antes.
-¡Oye!- gritó la chica, pero no pudo recuperar la carta hasta que la otra terminó de leerla.
-Bah, es falsa.
-¿Falsa?
-¿No te diste cuenta de la letra? Diría que ha sido alguno de los de Slytherin, es muy... refinada, pero la han escrito con prisa- la chica sonrió cuando dejo la carta sobre la mesa. Mirando nuevamente la carta Gúndula se preguntó si realmente se trataba de algo falso, o era otra cosa.
-¿Y de quién crees que sea? -preguntó Jack de pronto.
-No tengo la más mínima idea -murmuró ella, pensativa-. Pero tampoco me importa demasiado, si es de Slytherin es completamente falsa, todos los de ahí me odian -respondió, mientras formaba una bola de papel con la carta para tirarla después en el cesto de basura más cercano.
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Continuará
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Notas de Umi: Mm... estoy de vuelta. No me vayan a flamear por mis otros 100000 fics que tengo publicados sin continuar, ¡todo a su tiempo! Este fic planteará una historia alterna a "Harry Potter y la Piedra Filosofal", aunque en algunos puntos se relacionarán. Este fic SÍ pienso continuarlo, además está la ventaja de que acá mis ojos *señala a Dai* va a estar presionándome para que lo continuemos, así que eviten las flames ^^U.
Notas de Dai: La verdad no tengo idea que decir... mmm bueno, ya, la idea es mia y solo mia, :P , nah, mentira jeje, me emociono contribuir en esto por el simple motivo de que ahora estoy leyendo HP por consejo de esta chica (Estoy leyendo como loco... sigh) y bueno, ya necesitaba regresar al mundo de los fics por un tiempo, y bueno, este tal vez sea el unico fic en el que trabajo que llegue a su final.
