¡¡¡¡ H O L A !!!! Esta vez se me ocurrió variar y subir un cuento en lugar de un poema, (a ver si así si recibo recaditos) Este cuento narra las aventuras de Aethquenwen, pero no se dejen engañar, es un personaje completamente distinto a cualquiera que hayan leído, si no ¡compruébenlo!, ¡Está loca!, pero para empezar, déjenme decirles que es una "saurín" (no lo analicen, no está en quenya) es decir, un bebé que lloró en el vientre de su madre y que tiene poderes sobrenaturales, no lo invente yo, si existen y en México hay varios, ¡¡Por Ilúvatar dejen reviews!! ¡¡Si queréis leer una leyenda de aventura, emoción, intriga y fantasía, leed y juzgad lo que aquí se dice !!
¡Os deseo una feliz lectura de esta historia, llorad (o vomitad) con ella!
¡Nai Eru varyuva lelve! (Que Eru os guarde)
De Aethquenwen y la Caída de Linquetnórë
CAPITULO I
SAURÍN
En la Primera Edad del Sol, cuando las sombras se filtraban a través de las Tierras Septentrionales, nació en una casa élfica Aethquenwen, que cuando nació no tuvo nombre.
Su madre Alatafiniel, al mirarla se sorprendió, pues su piel no era blanca como la del resto de la familia, ni sus cabellos dorados, sino negros, además, Aethquenwen había nacido con los pies por delante, cosa muy extraña, su abuela que siendo joven quedara ciega, le dijo a la madre:
-Deberás tener especial cuidado con esta pequeña, pocos son los que nacen en tales circunstancias, en Valinor supe de uno u otro, pero en todo el tiempo que llevamos en esta tierra no he oído nada, y estas personas tienen el favor de los Valar-
El padre de Aethquenwen había ido a las batallas previas a la Nirnaeth Arnoediad y allí había muerto así que la casa de Moredhel quedó desprotegida, muchas veces Alatafiniel había pedido que el bebé que llevaba en su vientre fuera hombre para volver a tener un guía, fue muy grande su decepción al tener una niña, pero esto no minó su amor por ella.
Así pues, Alatafiniel decidió llevarse lejos de Tol-Galen a su hija y a su suegra, abandonaron el lugar donde habían vivido hasta entonces con el pueblo de Beren, pensó que podían refugiarse en Doriath, pues Alatafiniel y Moredhel habían viajado en la nave robada a los Teleri en la cual también iban Galadriel y sus hermanos, además una vieja amistad unía a las casas de Finwë,la de Ingwë y la de Olwë de la que Alatafiniel y Moredhel eran descendientes.
El camino de Tol -Galen a Doriath fue largo y penoso, para la Dama Alatafiniel, descendiente de los Reyes Noldor de Valinor, fue doloroso, además , debía cuidar a su pequeña hija y a su suegra en momentos en que la guerra se avecinaba y las tierras eras solitarias y hostiles, su esperanza era que Galadriel le ofreciese ayuda al llegar a Doriath, y tal vez hasta criar allí a su hija, con su ayuda.
Pero al llegar a la Cintura de Melian se dieron cuenta que se hayaba reforzada, los centinelas las miraron, uno de ellos se presentó como Beliannat y les dijo:
-El Rey Thingol a negado la entrada a todo aquel que su enviado no sea-
- Soy Alatafiniel, esposa de Moredhel y descendiente directa de *Ingwë
¡decid eso a tu Rey!-
El centinela desapareció por un rato y regresó muy seguro de su respuesta:
-Lo siento señora, pero mi Rey dice que no significan nada para él vuestros nombres-
Entonces, la abuela Ainarwen habló con voz firme y poderosa:
-Como puede no significar nada para él nuestros nombres, cómo puede negarse a reconocer la casta y poderío de Ingwë, Rey Supremo de los Noldor, allende el mar?
Esto derribó por completo la seguridad de su interlocutor, que con balbuceos apenas audibles alcanzó a decir:
-No queremos la maldición de los noldor aquí- pero su expresión ya no era la de antes, habían nombrado a Ingwë y esto lo aturdió
-¡La maldición de los Noldor! - gritó Ainarwen - ¡Sois en verdad estúpidos al pensar que con nuestra presencia atraeremos alguna maldición para vosotros! Acaso no ves aquí a tan bella y desesperada Dama, con un bebé en brazos y una ciega, ¿no sois capaces de darles refugio?
-Podrían ser espías!- dijo otro guareciéndose en el anonimato
-¡Espías!- gritó Ainarwen cada vez mas desesperada -¡Ven acá para que te enseñe lo que hace un espía! ¡insensato!-gritó mientras blandía su bastón en el aire
- Cálmese ya, madre - le pidió Alatafiniel -aunque los golpeara no nos dejarían entrar, mejor aprovechemos la luz del día para continuar nuestro camino...
-No te tratarían así si supieran quien eres, faltarle así al respeto a una Dama de tu importancia- Ainarwen frunció el ceño todavía molesta - Alata, vayamos a Dor-Lomín, allí habitan Rían y Morwen, a las cuales conocí hace mucho tiempo, ellas nos ayudarán- y continuaron su camino dejando atrás Doriath y su hostilidad.
Pasaban por los las faldas de Amon Rûdh, cuando fueron atacadas por unos enanos que vieron los bellos vestidos y joyas traídos desde Valinor, que ellas portaban, así que las despojaron de ellas, no sin recibir a cambió varios golpes bien propinados por el bastón de Ainarwen, pasado el susto, la anciana no dejaba de maldecir y repetir:
-¡Maldito el momento en que Aulë creara a tan ambiciosas bestias!-
-No son bestias, son seres como usted y como yo, es solo que estamos en guerra y cualquiera hubiera hecho lo mismo- dijo Alata
-Alata, tu corazón es muy grande, pero no los justifiques, un elfo nunca habría hecho eso, al menos se llevaron un buen recuerdo mío, ¡cada uno en sus cabezas!-Ainarwen rió.
-Lo importante es que estamos bien, prefiero mil veces que se lleven las joyas y demás a que se lleven a usted o a mi hija-
-Bueno, para que te consueles déjame decirte que no se llevaron todo- dijo la anciana sacando de entre sus ropas una cadena con una joya azul
-¡La *Mîr-Sûluin! - dijo Alata con alegría - ¡La tiene usted!, pero ¿no estaba con las demás?
-Sí, pero en cuanto escuché sus intenciones la saqué y me la guardé entre las ropas, ¡No iba a permitir que se llevaran tu heredad! -
-¡Que alegría!- dijo Alatafiniel mientras se colocaba al cuello la cadena con la piedra -El Regalo de Indis puede estar seguro por mas tiempo....- la luz azulada se reflejó en el hermoso rostro de la Dama.
AQUÍ hay unas reseñas para que sepan que significan los asteriscos:
*Ingwë fue el primer conductor de los Elfos hacia Valinor, se quedó allá y fue proclamado Rey Supremo de los Elfos de Valinor, aunque de su casa se derivan otras una parte de ella a quedado intacta, como los mas puros de los Primeros Nacidos, Ainarwen, Moredhel , Alatafiniel y por lo tanto Aethquenwen pertenecen a esta casa.
Ingwë Olwë
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Finwë~Indis Melwë~Esgalnînwen Êlgalen~Ainarwen Eärwen
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Finarfin y Fingolfin Alatafiniel Moredhel y Míriel Serindë(pef)
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Galadriel Fingon Aethquenwen Fëanor
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Celebrían Gil-Galad Maedhros (etc,etc)
(pef) Primera esposa de Finwë
Aquí se ve como Aethquenwen pertenece a las casas de Ingwë y de Olwë, por descendencia, su posición es similar a la de Galadriel, y es prima directa de Fëanor (tal vez eso explicaría el espíritu sanguinario)
*Mîr-Sûluin, Joya del Viento Azul, piedra tallada por Fëanor, para su madrastra Indis, esta se la regaló a Esgalnînwen el día en que se casó con Melwë, su hermano, así pasó a Alatafiniel cuando partió de Valinor, luego pasa a ser de Aethquenwen y bueno eso luego lo verán.
Y EN NUESTRO PROXIMO CAPÍTULO.- La llegada a Dor-Lomín, puede resultar dolorosa ¡ja, ja, ja, ja,!
Es todo por ahora, por favor, si quieren saber lo que pasará con ellas no dejen de enviar reviews, si no les interesa, no tiene caso que lo siga subiendo, o díganme si regreso a los poemas o que chingados hago con esto, luego se pone mas interesante y hay mas sangre de por medio.
¡Annali len! ¡Namarië!
Atte. Aethquenwen, (la persona, no el
personaje)
