La Dama En La Torre

En una ciudad,

muy lejos en el sur,

sobre una ciudad de plata,

se levanta una orgullosa Torre Blanca.

En la cumbre, en la ventana

está una dama contemplando

con ojos de verde esperanza

la ciudad a sus pies sembrada.

Su rostro es de marfil,

sus manos de plata,

sus cabellos del color de la noche

un rostro triste enmarcan.

Su corazón encendido,

con tristes pensamientos,

en su pecho hendido

encuentra cuna el sufrimiento.

Bajo sus pies la luz se mezcla

con unas casas antaño enhiestas,

allá, en la cumbre espera,

pareciera inalcanzable,

fría, hermosa doncella.

En sus ojos

la luz de las estrellas se refleja,

orgullosa y distante,

sus palabras son suaves como el rayo del sol,

su sonrisa, mejor que todas las buenas noticias,

así es mi Dama en la Torre,

de los Valar una fugitiva,

corazón guerrero, enigmática sonrisa

Sus caricias son mi cura

pues todo dolor mitigan,

y daría una vida de plenas alegrías

por encontrarla una noche en mis brazos protegida.