LA ESTRELLA FUGAZ

En mis sueños,

cuando el cielo se cubría de sombras,

ví claramente, a Vingilot surcando el cielo

y las estrellas se apagaron, para no minar su brillo

y la luna paró su cantó,

para escuchar como Vingilot surcaba las nubes,

la noche dejó de peinar su cabello para verlo pasar,

y yo, yo me detuve en seco,

sin creer tal visión,

con los ojos vueltos al cielo,

y anegados en llanto,

vi las sombras bailar a su paso,

temblaban al verse desplegadas por la luz,

el navío, en suave vaivén, bailaba al compás de ellas

sin tomar parte en el ilusorio baile,

en mis ojos vibraban con emoción

las lágrimas de admiración,

por ver tal acontecimiento,

que deseaban salir,

y a las cuales reprimí.

Pero la emoción era mucha,

la sentí por mi pecho subir,

y desee estar en Vingitlot,

para poder de aquí huir,

y escapar del asfixiante dolor,

por fin las lágrimas se desbordaron

y sentí un gran alivio,

pero la Estrella de Esperanza se había ido

y yo me quedé aquí,

de pie sola en la obscuridad,

como siempre.