LAS CIÉNEGAS DE
LA MUERTE
En la obscuridad,
cuando todas las luces
han quedado veladas,
cuando las estrellas se oculten,
bajo el manto de la muerte,
y la esperanza quede,
tras la profundidad de la noche.
Entonces, tu corazón será,
como la guía de la esperanza,
en la profundidad,
de los mares del olvido,
para guiar a las exhaustas almas,
que persiguen la luz del sol.
Cuando el frío llegue
hasta los rincones de tu ser,
y el hielo atraviese tu carne,
empapada de dolor.
Cuando la guía se pierda
entre las rocas,
filosas y cortantes,
de la porfía y las injurias.
¿A donde irán las almas extraviadas
de los valientes guerreros,
enraizadas en la tierra yerma
del dolor?
¿A donde irán?
