ALATAFINIEL
Joven e inmortal doncella,
con la piel de porcelana,
intemporal como una estrella,
y a la oscuridad ajena,
tan fría, distante y bella.
De mirar noble
y porte sereno
el dolor en el rostro,
que avanza como cruel veneno.
De la Luna su blancura,
en los cabellos, los rayos del sol,
y el brillo estelar,
en los ojos de hielo azul.
La Princesa Noldorín,
con la magia en las manos,
la esperanza de su pueblo,
el pilar de sus hermanos.
Belleza élfica,
que ningún lay hará justicia,
la fuerza de tu espíritu,
que el sufrimiento jamás menguó.
Bajo un árbol yace hoy,
la de los ojos fríos,
la de cabellos dorados,
y en un túmulo,
sus recuerdos fueron llorados.
¡Oh! Alatafiniel
de la casa de Ingwë,
la honestidad, el poder y la gloria,
fundidas todas en tí,
dime, cuando yo muera y parta de aquí,
¿quién llorará por tí?
