Capitulo 8

En menos de lo que tarda Longbottom en destrozar un caldero estuvimos todos sentados a la mesa, a saber y de derecha a izquierda:

-Granger y Weasley 1 (esos dos siempre acababan juntos)
-Potter (por supuesto, junto a su inseparable masco--compañero)
-Hagrid (uno de los guardaespaldas del niño...)
-Weasley 2 y Weasley3 (también se acostarán juntos el par de inseparables?)
-Sprout y Trewlaney (que se reían furtivamente con el perro y el lobo)
-Lucius (que se había puesto más de mi ropa y que parecía un cantante de Heavy Metal ochentero, ajustado y melenudo)
-Yo (vestido de negro y con una manta de cuadros por los hombros que Poppy me había encasquetado al darse cuenta de que desde la cama no podría -evidentemente- sentarme a la mesa)
-Draco (claramente incómodo por cenar entre Griffindors, profesores y su padre)
-Y Poppy, Black y Lupin (que reían con Sprout y la Loca... seguro que tramando algo)

"Señor Director... nos hace los honores?" Lupin sonrió vagamente haciendome un gesto, y contuve un gruñido viendo a Black intentando no reír y por supuesto, fracasando

"Creo que nuestro [tostos] invitado lo haría mucho mejor que yo. Lucius..." Dije, una sonrisa malvada en mis labios unos momentos... pero el rubio no se enfadó, cosa que ya había previsto. A Mr. Malfoy le encantaban las reuniones sociales y sobre todo exhibirse, todo lo contrario que a mí, así que de este modo ambos estuvimos contentos

"Gracias, Director Snape --me sonrió cándido con una inclinación de cabeza y colocándome bien la mantita de abuelo que me había endosado Poppy y que odiaba, toda su fachada de soy-una-bellísima-persona trabajando en esos momentos- A pesar de estar esta noche aquí por un hecho desafortunado, he de reconocer que me complace *sonrisa* pasar una Nochebuena más en Hogwarts. Fuera de esto, seguramente casi todos estaréis llenos de buenos deseos para esta noche que nos vemos en la *sonrisa* agradable obligación de compartir, así que sin más dilación y siempre con el permiso del señor Director *sonrisa*, comencemos con el banquete"

"Quiero hacer un brindis!!! Quiero hacer un brindis!!!!" Sybill se levantó casi al momento de sentarse Lucius con una copa de zumo de calabaza en la mano. Hubo un intercambio de miradas general... y nos alzamos con ella con un suspiro y nuestras copas

"Por esta, la Nochebuena más especial en muchos años!"

"Es un augurio, prof. Trewlaney?" Preguntó Granger levantando una ceja, y unos más que otros nos sonreímos con maldad

"Por supuesto que sí, my dear --la bruja la sonrió felizmente-- hemos superado todos los nubarrones que vi, y ahora tenemos via libre para pasar una noche fantástica. Salud!!"

"Salud...."

De los escasos brindis que he hecho en mi vida, este fue, con mucho, el más soso, triste y desenganado... al menos para mí, claro. Hay gente que, como todo se lo toma a broma y no asumen ningún tipo de responsabilidades, no tienen por qué dar explicaciones de que medio castillo sea una ruina...

Gruñí entre dientes al dejar la copa en la mesa, y Lucius me dio un pequeño empujón con su hombro en el mío, arqueando una ceja

"Es todo culpa [tos] tuya así que [tostos] déjame gruñir en paz" Le dije en voz baja sirviéndome lo primero que encontré cerca... y entonces, y no antes, me fijé en el menú que Poppy y Rose habían creado:

- Zumo de calabaza (por supuesto...)
- Vino tinto (Increíble que tuvieran atenciones así para con alguien como Lucius.....)
- Cerveza de mantequilla (con y sin alcohol, que había menores presentes...)
- Pastel de verduras
- Pudding de carne
- Empanada de verduras (baja en calorías y libre de colesterol.......)
- Frituras de patata (en aceite de oliva 100% natural... no quiero ni saber lo que les costó)
- Pavo (riado en cautividad pero con alimentación sana y sin piensos engordantes...)
- Patatas asadas, pequeños buñuelos, salsas varias, crema de albaricoque -para los buñuelos- y algunas guarrerias más que estaban en la Zonna Griffindor y que no me apetecía mirar


Estábamos tan felices y tranquilos (eso es un decir....) comiendo, cuando Sybill se levantó de golpe, las manos temblorosas y una sonrisa que realmente daba miedo impresa en su rostro

"Qué haces, Sybill?" Le preguntó Rose sin siquiera alzar la vista del plato (he ahí lo que la importaba realmente)

"Es que ya no puedo esperar más"

"A qué, Sybill?" Le preguntó en el mismo tonillo masticando empanada de verdura

"Mi regalo. Tengo que dárselo ya..." Aplaudió un par de veces, las pulseras tintieando como locas, y de pronto conjuró un accio que llevó a su mano un paquete no demasiado grande envuelto en azul con lazo amarillo

"Toma, Severus. Feliz Navidad" Dijo con una sonrisa de oreja a oreja que me dejó helado bajo la manta de cuadros. Lucius la miró con la expresión que pone uno cuando es imposible lo que se está viendo, y el resto del profesorado intercambió miradas -algunas de intenso odio- y luego me miraron a mí, expectantes

Pero yo estaba demasiado horrorizado como para moverme. El momento que tanto había estado esperando desde la noche anterior había llegado. El regalo de la Trewlaney...

"Vamos, Severus, no seas tímido" Me dijo, y me dio en escalofrío

"Merlin, trae acá!" Fue una suerte que hubiera acabado con la paciencia de Lucius, pues él cogió el paquete, apartó el plato y me lo puso delante. Iba a cogerme también las manos y a ponerlas encima pero le fulminé con la mirada

"No quiero [tos tos] regalos" Pude decir por fin

"No seas desagradecido, hombre" Me amonestó la enfermera con un gesto reprobatorio

"Miedo, Snape?" Me dijo Black una risita, y el resto de los Griffindor se echaron a reir. Ya me gustaría a mi verles en mi situación.... Merlin... recibir un paquete de Sybill...!!!

Suspiré y lo agarré, pensando que total, de alguna forma tarde o temprano me iba a morir igual. Deshice el lazo, desenvolví la caja de madera y la abrí.

Al instante el par de Mafoys (cómo demonios pueden ser tan cotillas!!!) se empezaron a reir a carcajadas

"Qué es? Qué es?" Preguntaba Rose

Intenté cerrar la tapa para que nadie más lo viera, pero Lucius tomó lo que había dentro y lo enseñó a todo el mundo. Sybill estaba emocionadisima.

Un awww llegó de las tres féminas, y una carcajada del resto de la mesa al ver el 'adorable' gato de peluche extra suave, blandito y malva claro con el hocico y algunas manchitas azules

Claro que todos nos quedamos de piedra cuando el gato-peluche empezó a agitarse en la mano de Lucius, a maullar bajito y agudo y a dar zarpacitos con sus patitas de trapo sin uñas

Con un miaw de enfado saltó de la mano del rubio (que estaba tan patidifuso que ni pensó en sujetarlo) y se quiso sujetar a la manta horrible que me cubría... pero evidentemente con su felpa suave resbaló hasta mi regazo donde quedó un poco espatarrado e inmóvil

Draco le dio un toquecito en la cabeza, como para animarle a levantarse, pero el peluche no se movió más

"Cógelo, Severus, vamos" Me instó Sybill con sus enooormes ojos brillando de emoción. Antes de que empezara siquiera a negarme el resto de la mesa empezó a corear que lo cogiera... y por no escucharles más lo tomé en una mano, y cobró vida de nuevo.

Pero no saltó, sino que se volvió a mirarme con el rabo muy tieso y maulló bajito antes de dar con su morrito azul en mis dedos

"AWWWwwww!!!"

Estuve a un pelo de echar al gato a volar de un manotazo al escucharlas, pero Rose apareció de pronto a mi lado y lo agarró con cuidado por debajo de las patas de delante, mirándolo con adoración

"No te importa, verdad? Es tan cucooooso...!"

"Bueno, ya que la profesora Trewlaney ha comenzado esto... tendremos que seguirla!" Dijo Lupin con un suspiro, y parte de la mesa se volvió a él con cara de espanto, Black incluído.

Claro que la expresión del animago fue de increíble espanto cuando el licántropo conjuró un lazo verde y enorme a su alrededor, atándole los brazos a la cintura y haciendo un complejo nudo de oreja en su espalda

"Pero qué.... qué coño haces???" Le preguntó cuando le tomó de la ropa y le obligó a levantarse. Lupin no dijo nada, y se lió a empujarle hasta mi sitio

"Severus.... este es nuestro regalo. Te presento a un animago que no se meterá contigo en una semana"

"MOONY!!!!!!!!!" Chilló el regalo con patas, y seguramente se le hubiera tirado al cuello de no ser porque tenía los brazos sujetos con el lazo

"Feliz Navidad" Me dijo con una sonrisa cándida de oreja a oreja, de esas que la gente de su calaña -como Black o Lucius- utilizaba para derretir corazones en su provecho. Ciertamente no lamenté nada el que una mala mirada y gruñido entre toses y carrasperas le dejase claro que yo no tenía corazón que fundir...

"MOONY SUÉLTAME!!!!" Gritó Black, y Lucius le dio un codazo algo amistoso (algo porque no fue tan fuerte como para que se doblara agonizando) para que se callara

"Pero qué regalo más chillón, por Merlin" Se quejó haciendo una mueca y mirándole de soslayo por si se le ocurría volver a chillar

"Yo no puedo soltarte --se encogió de hombros-- Eres su regalo, tiene que 'abrirte' él"

"QUÉ???!!!"

Esta vez el codazo de Malfoy fue menos amistoso, y Black dejó escapar un gruñido de dolor. Potter se puso en pie e intentó desatar a su padrino, pero no tuvo éxito

Me sonreí ladino mientras me limpiaba la nariz. Black iba a quedarse con ese lazo hasta que se congelara el Infierno

"Vale, me toca a mí probar" Dijo Sprout pasándole el gatito -que jugueteaba con todo el mundo- a Poppy y diciéndole a Doby a grito pelado que le trajera 'aquello'

Malfoy padre se acercó a susurrarme en el oído "Por qué todo el mundo te hace regalos? Pensé que te odiaban... Les tienes bajo amenaza de muerte o algo?"

"No tengo [tostosestornudo] la más remota idea... Seguro que [carraspera] traman algo"

Y era cierto. Qué carajo era eso de regalarme ese año por Navidad?? Si nunca se acordaban de que existo incluso viéndome en el banquete... Por qué era distinto aquél año?? Por que era el director??? Estaban intentando hacerme la rosca??? Con qué fin????

En todo eso cavilaba cuando Dobby se apareció entre Draco y yo con una enorme planta de hojas verde-azuladas largas y delgadas y flores como varas enormes, con el caliz largo y azulado tambien, y los pistilos rojizos y abultados

"La crié especialmente para que pudieras ponerla en las mazmorras. No necesita sol, sólo agua y vitaminas para crecer fuerte y sana-- explicó la mujercilla felizmente, las manos entrelazadas-- Espero que te guste... y feliz Navidad"

Al que realmente le encantó fue al gato de trapo malva, que se había lanzado del regazo de Poppy y la miraba con ojos curiosos, dándole con las patitas de trapo a las hojas de cuando en cuando. Se me puso de patas en la pierna para que le cogiera pero Draco lo agarró por mí y se lo puso encima, mirándole con el rostro imperterrito de los Malfoy... pero con un brillo en los ojos que le delataba. Le encantaba. Seguro que acabaría pidiéndole uno a Lucius....

Mi regalo enlazado había vuelto a su sitio regonzando, gruñendo y fusilando a Lupin a base de miradas mientras el licántropo sonreía y entablaba conversación con Potter y cía para evitar mirarle

"Está bien.... me toca a mí" Suspiró Pomfrey teatralmente levantándose de su asiento. No me había fijado hasta entonces pero Sybill, Rose y Lupin tenían -unas más que otros- expresiónes de fastidio

"Veamos, veamos..." Madame Pomfrey buscó por los bolsillos de su delantal blanco hasta que sacó una hoja doblada que me tendió, un poco azorada

Me la quedé mirando con los ojos entrecerrados, y di un respingo cuando la el gato de trapo saltó a mi regazo y empezó a escarbar en la manta de cuadros. Volví a mirarla igual de mal y le dije

"Qué-está-[tostos]-pasando-aquí[estornudo]"

La enfermera me miró sin entender al principio, pero luego miró al resto de los adultos presentes y sonrió un poco nerviosa "En Navidad se hacen regalos, Severus"

Creo que la miré aún peor para contestarle todo lo que había pensado un poco antes sobre su hipócrita actuación del año en curso respecto al resto de los años que llevaba sirviendo en el staff, y tuvo que ser el siempre conciliador licántropo el que hablara por el resto

"Digamos que... bueno... sabemos que tienes razón y por eso mm decidimos cambiar"

Vi a Potter y a los Weasley mirarse como si se hubiera tragado un colacuerno húngaro de cabo a rabo y eso confirmó mis sospechas. Ahí había gato encerrado, y no era precisamente el que me daba mochazos con su cabeza de peluche

No obstante, guardé mis sospechas en silencio, aunque por lo que me pareció ninguno de los Malfoy tragaba tampoco. Supongo que habíamos hecho y sufrido demasiadas trastadas como para creernos algo así en aquellas alturas de la existencia

"Bueno... este es mi regalo, pues... Feliz Navidad, Severus" Me dijo la enfermera, el papel en la mano. Lo tomé arquando una ceja y agarrando al gato antes de que se escurriera de la manta y se espanzurrase en el suelo

Era un vale por el ingrediente de pociones raro que prefieriera. Soplé y lo dejé en la mesa

Supongo que es que piensa que colecciono bichos metidos en frascos y cajas con polvitos....

Cuando vi que al parecer nadie más iba a levantarse a desearme felices Navidades, les 'rogué' encarecidamente que continuáramos cenando para poder terminar cuanto antes y acostarme de una vez.

No tenía idea de lo que era aquello que Poppy llamaba 'preparado contra la fiebre' pero cansaba. Cierto que estaba lúcido y que podía cenar, pero también era cierto que me tenía derecho el orgullo...

"Hmmm....Tengo algo por aquí que... bueno, se me ocurrióyfui a la biblioteca y encontréundibujo que podría servir... Entonceslohiceyaquíestá" Granger parecía una ametralladora, y el Weasley más pequeño se tapó los ojos. La miramos expectantes -en parte porque no habíamos entendido un carajo de lo que había dicho-, y la cría se puso como un tomate mientras sacaba algo de su bolsillo.

Anduvo hacia donde estaba yo y se paró junto a Lucius, tendiéndole un aro de cartón serigrafiado con extraños símbolos y dibujos que colgaba de varios cordondes marrones

"Sesuponequedeberiacontrarrestarlosefectosdelamaldición"

"Qué??"

"Quesesuponequedeb-- se supone que debería contrarrestarlosefectos de la maldición" Volvió a repetir haciendo patentes esfuerzos por refrenarse

"Buena idea, srta Granger, quizás así mr. Malfoy no destroce lo que queda del castillo...." Dijo Poppy sarcástica arqueando una ceja

Lucius la fulminó con la mirada antes de alzarle las cejas a la sangresu-- sabeloto-- .... a Granger con esa mueca tan suya que le dedicaba a todo aquél que le parecía inferior a su persona. Tomó el 'amuleto' por los cordones, escéptico y sin saber qué hacer con él

"Tiene que llevarlo puesto" Le informó, las manos tras la espalda y la expresión de satisfaccion que se le pintaba en el rostro cada vez que hacía algo que le parecía útil para la comunidad

Ya sabía yo que de ninguna manera Lucius se lo iba a colgar al cuello, así que se lo acabé atando a la muñeca derecha

"Muchas gracias, srta Granger. Ojalá funcione y nos libremos de las catástrofes" Madame Pomfrey siguió con las puyas, y ambos Malfoys gruñeron

El gato se metió de nuevo entre los pliegues de mi manta maullando bajito y agudo, y de pronto la mano de Lucius hurgó en mi persona -sin mi consentimiento- y lo atrapó, alzándolo a la altura de sus ojos para verlo mejor y entretenerse en algo que no fuera en cómo asesinar a la enfermera que ya estaba tocándole las narices de sobremanera

"Cómo es posible que un muñeco de trapo maúlle? Mira su boca, es una cruz de hilo roja..." Como si se hubiera ofendido por sus palabras, el 'animal' moviás las patas delanteras para pegarle, pero el rubio no hizo ni caso y siguió moviéndole para todos lados, analizándolo

Al final tendrán uno para cada uno, me apuesto las Mazmorras

"Aún no le has puesto nombre, Severus?" Me preguntó la profesora de Adivinación, y ni la miré

Al momento las tres brujas se pusieron a discutir sobre el nombre que ponerle al bichito de peluche, preguntándome opinión de vez en cuando, pero no las hice el menor caso.

Draco comía totalmente silencioso a mi lado, escuchando conversaciones ajenas y aburriéndose como cualquiera haría en su lugar, y su padre hablaba educadamente con Hagrid... o mejor dicho, le lanzaba puyas medianamente encubiertas al semigigante

Black gruñía a Lupin más que nunca, porque como no me había dado la gana desatarle no podía ni comer. Aún y con todo tenía 'suerte' de tener al lado a su ahijado y su cohorte de pelirrojos para llevarle algo a la boca de cuando en cuando.

"Qué te parece Floppy?"

"No! Mejor Legolas!"

Draco casí se atragantó al escuchar eso de boca de pelofosco Granger, y ella le miró con curiosidad, aunque no fui capaz de adivinar sus pensamientos. Tiempo después me enteraría por boca del mismo rubio que era un elfo y que aparecía en un libro de los que le compré unas Navidades...

"Erik?"

"Maxmilian!"

"Malvita?"

"Minerva!" -Risas varias-

"Misifú!"

"Azrael!!"

"Artemis!!!"

"Dorami!!!!!"

"Por Merlin ya [tostos] está bien, panda [tostostos] de cotorras!" Les dije apoyando la cabeza en una mano cansinamente, harto de que mis sienes se quejaran cada vez que encontraban un nuevo nombre y, por lo tanto, subían el tono de voz

"Póngale un nombre al gato y terminará antes, profesor" Apuntó Draco sabiamente mirando al peluche que ahora estaba en manos de Lupin, quien se esforzaba en ponérselo a Black-regalo encima cuando hasta yo sabía que no le gustaban los gatos

Pues sí. Estaba yo como para pensar nombres de gato. Cerré los ojos unos momentos, pero a mi mente sólo acudían nombres de ingredientes y plantas... aún así preferí seguir pensando antes que escucharlas chillar otra vez

"Vaya, vaya..." Dijo una voz amistosa y ciertamente de la tercera edad. Nos volvimos hacia la puerta de la enfermería y vimos al señor director y a McGonagall, él con una sonrisa cálida y ella con uno de sus atisbos de sonrisa ( y luego decían de mí...)

"Llegamos a tiempo para unirnos al banquete, Minerva" Dijo sin dejar de sonreir y acercándose a nosotros. Arqueó las cejas primero al ver a Lucius, y luego por las vendas de los cuatro más la espantosa manta de cuadros que me resbalaba por los hombros y que el gato-peluche parecía adorar

"Qué os ha... No, mejor no quiero saberlo" Agitó la cabeza Minerva reprobándonos a los cuatro y conjurando un par de sillas más. Dobby apareció en el acto con más vituallas y dos copas para los recién llegados

"Bien y... qué tal estos días, Severus?" Me preguntó, los ojillos brillantes tras los quevedos de media luna

No supe qué decir, y aunque deseé que una piadosa incosciencia me ganara, nada ni remotamente parecido sucedió. Tan solo me quedé callado mirando ausentemente los buñuelos mientras el director esperaba una respuesta

"Director Dumbledore, por qué no hablan de estos temas más tarde, después de la cena?" Dijo Poppy con una sonrisa tan encantadora que no parecía ni ella. Tanto fue así que Minerva se subió sus gafas mirándola escéptica. A la subdirectora no se la escapaba una, ya lo sabía yo...

"Y a qué debemos el 'honor' de que cene con nosotros, mr Malfoy?" Preguntó la bruja con malicia, seguramente pensando que ya malo verle de cuando en cuando por las reuniones del Consejo Escolar como para tenerle cenando en Nochebuena

"No era mi intención quedarme, profesora McGonagall, pero me temo que hay un pequeño inconveniente que me impide marcharme a mi hogar" Le respondió con la misma cantidad de veneno en su educada contestación

"Oh? Y de qué se trata?"

Merlin, iba a soltarle todo. Agarré con fuerza la manta, y de pronto maulló como protesta. Agarré al gato-aún-sin-nombre que estaba escondido debajo --cómo demonios se las apañaba para volver siempre a mi regazo??-- y fui a dejarlo en el suelo, y el Director lo vió

"Qué preciosidad... Es tuyo, Severus? Puedo cogerlo? Me encanta!" Por un momento pensé que le había dado una enajenación mental propensa a la regresión a sus años de crío, pero no, después recordé que el ilustre Headmaster de Hogwarts era así por naturaleza incluso con sus 150 años a las espaldas

Minerva dejó un momento de lanzarse dagas por los ojos con Lucius para mirar al gato. También a ella le encantó, y le arrascó entre las orejas suavemente para no despelucharlo "Cómo se llama?"

".....[tostos]"

Dumbledore cogió al peluche de forma que podía mirarle a la cara, y le preguntó su nombre ante la estupefacción de los presentes. Luego nos dijo con una sonrisa que su nombre era Malvavisco, pero que le gustaba que le llamaran Malva.

Lucius se empezó a carcajear, y no me extrañó en absoluto. Albus Dumbledore, el mago más poderoso de Inglaterra, Órden de Merlin de 1º Clase y nosecuantas cosas más, decía que -atención- un gato de peluche le había dicho su nombre y apodo. Pensado fríamente, era para cuestionarse la salud mental del anciano...

La verdad es que no debió ser él sólo quien se lo cuestionó, porque hubo una carcajada general en la mesa, desde el 'muahahaha' que la inició hasta el 'ji ji ji' de las brujas pasando por el 'ja ja ja' de los magos y el 'jo jo jo' de Hagrid

"Dónde lo conseguiste? Quiero uno... o quizás dos" Sonrió de nuevo el director, y le señalé a Sybill con un gesto

"Ahh...." Dijeron él y Minerva a un tiempo mirando a Rose, que agitó la cabeza. Fruncí el ceño. Iba a ser que ellos también estaban metidos en el ajo.... fuera cual fuera

"En fin. Mr. Malfoy, me estaba contando algo sobre lo que le había llevado a compartir mesa con nosotros esta noche..."

"Me temo que está confundida, profesora, no estaba contándole nada" Sonrió falso para quitarle hierro a su bordería, y Minerva apretó los labios hasta reducirlos a una línea casi invisible mientras le miraba con tanta intensidad que apunto estuvo de prenderlo fuego

"Pues ya que os habéis dado regalos --dijo Dumbledore en el momento oportuno para cortar la tensión-- tendremos nosotros que hacer lo mismo, verdad?"

El director movió la varita y disparó contra uno de los árboles de Navidad que Dobby había traído del Gran Salón. Colgando de sus ramas aparecieron varios paquetes con etiqueta

"Vamos, vamos id por ellos" Les dijo la subdirectora con una gesto y una diminuta sonrisa en los labios finos

"No tenemos nada para ti, Lucius, lo lamento pero podemos descorchar una buena botella de brandy. Dobby!" Sonrió el anciano. Cuando quería era todo corrección.... y también mala leche, por Merlin

El rubio Malfoy sonrió tan forzado que casi no le salió la sonrisa, e hizo una inclinación aceptando su ofrecimiento y estrangulando a Dobby mientras con la mirada. Draco, a mi lado, miraba cómo el resto de la mesa se levantaba y medio correteaba hasta el árbol donde comenzaron a buscar sus regalos

"Ve con el [tostosestornudo] resto, Draco" Le dije, y él frunció el ceño y quiso contestarme, pero mi expresión y tono no admitían réplica y lo sabía, así que se levantó de mala gana

"Headmaster..." Comencé a decir, pero el mago encontró mi mirada, me sonrió agitando la cabeza y lanzó otro conjuro contra el árbol

"Estás enfermo, Severus?" No tienes buen aspecto" Comentó la bruja mientras el enano orejudo servía cuatro copas de licor

"Black me tiró al [tostostos] lago"

Minerva arqueó las cejas y recostó el mentón en sus manos entrelazadas, mirándome

"Y yo no [tostos] hice nada [carraspera]"

Ni que a Black le hiciera falta un motivo en especial para hacerme la vida imposible...

"Y hablando del lago... no hay un agujero en el muro que da al lago desde las mazmorras?"

Ahora sí que no me salvaba ni que bajara del cielo una cohorte de arcángeles. Me dio un acceso de tos, y Lucius apartó la mirada y casi se puso a silbar, el desgraciado

Pues si pensaba que me iba a callar, estaba muy equivocado.

"Mr. Malfoy[tos] aquí presente vino a [tostos] pedirme ayuda sobre una maldición [carraspera] que evidentemente tuvo que tra[tos]er con él y que ha sido [estornudo] la causa de todas las desgra[tostos]cias del castillo"

"Todas? Lo de la puerta también es cosa suya, Mr. Malfoy?"

"Sí. Y la inundación, y el derrumbe de la mazmorra" Dijo el rubio casi suspirando, casi soplando

"La mazmorra?" Albus nos miró por encima de las lentes, y me arrebujé en la manta de lana, que me consolaba dándome palmaditas con los flequitos del borde

Malfoy siguió explicando a remolque lo sucedido y las aventuras del saco dichoso a una cada vez más sorprendida -e iracunda- Minerva y un Director con las cejas cada vez más alzadas

"Y la cría esa me hizo esto --enseñó el aro de cartón que se mecía desde su muñeca-- pero no sé si funcionará"

Ambos mandamases de Hogwarts se miraron unos momentos en el más completo silencio para luego volverse a nosotros. Lucius les miraba también con esa arrogancia típica en él, pues evidentemente le importaba un carajo lo que fueran a decirle. De hecho casi seguro que esperaba a que dijeran algo para saltarles al cuello...

Poco a poco, los Griffindors y Draco fueron volviendo a la mesa con sus presentes a darle las gracias a los directores, aunque el joven Malfoy se sentó a mi lado apretando sus nuevos libros contra el pecho y dedicándome una fugaz mirada de agradecimiento que correspondí tosiendo furiosamente bajo la manta

La bufanda rayada del muchacho suspiró, y me miró como si me diera unos diez minutos de vida, a lo que la manta me arrebujó más entre sus pliegues. Allí estaba también Malva, que maulló felizmente hecho un ovillo entre mis piernas

Poppy se sentó, y me miró con los ojos entornados antes de levantarse y estirándose sobre la mesa ponerme una mano en la frente

"Te ha subido la fiebre. Necesitas descansar, Severus..." Me dijo mientras buscaba en su delantal algo que resultó ser el sirope de fresa contra la fiebre. Cogió una cuchara, pero por mi santa madre que no me iba a hacer lo de la otra vez

Cuando por mi mano me hube tomado las dos cucharadas de rigor (el gato quiso olerlo con su trufita de plástico azul y se me puso de patas en el brazo y casi le baño en jarabe...) el Headmaster y McGonagall no habían dicho aún ni palabra... aunque a mi cerebro estaba empezando a darle igual todo

La enfermera anduvo hacia mí y estuvo apunto de ponerme la mano encima, pero se contuvo en el último momento por el poder de mi mirada "Vamos, te llevaré hasta tu cuarto por la chimenea --hice un amago de levantarme, y ella me empujó contra la silla como una furia -- Ten cuidado con el gato, hombre! Que lo tiras!"

Gruñí malamente y le agarré por el cuerpecillo malva con manchitas (que me cabía sobrado en una mano) y me levanté, sujetando la manta con la otra mano (que se puso a tararear felizmente porque se venía conmigo). No iba a discutir con Poppy por mandarme a la cama, porque eso era exactamente lo que yo quería. Dormir tranquilo lejos de todos y de la conciencia del fracaso como headmaster que era

Lucius se levantó de pronto y se acercó a la enfermera, apartándose la larguísima coleta rubia que, conociéndole, debía estarle poniendo frenético. Aún y con todo, arqueó las cejas y pintó una sonrisita en su rostro

"Por favor, madame Pomfrey, permítame acompañarle. Aprovecharé el viaje además para recuperar ciertas propiedades que dejé en su alcoba --dijo, y mentía como un cosaco porque en mi habitación no se había dejado nada-- y así no tendré que molestarle cuando me vaya luego. Me ocuparé de que no le falte de nada"

Poppy le miró de soslayo "Quién dice que se va a marchar esta noche, mr. Malfoy?" Dijo muy despacio, como saboreando las palabras, y el rubio se quedó momentaneamente sin habla antes de agarrarme por un hombro

"Ya veremos..." Medio siseó

"...dijo un ciego, y nunca vio" Le contestó ella, las manos en las caderas y una sonrisa triunfal que arrancó idems en los rostros de los Griffindor presentes, es decir, en todos menos el en joven Malfoy, marginado y en territorio enemigo

"Buenas noches, Severus" Me dijo el director con la voz más seria de lo que acostumbraba -mala señal- pero yo no dije nada, intentando entre gruñidos, palabras y ademanes que Lucius me soltara y dejara de arrastrarme literalmente hacia la chimenea por la que nos desaparecimos


Mi cuarto estaba más o menos como lo recordaba; echo un desastre. El caldero en el suelo, trozos de cosas innombrables aquí y allá, sangre por todos lados....

Ya se limpiará, me dije con un suspiro, y dejé que el Lord Malfoy me condujera hasta la cama, donde me dejó antes de y ponerse a cacharrear con el caldero y la mitad de mi libro.

Dejé caer al gato sobre la cama, y empezó a recorrerla y a oler con curiosidad aquí y allá. Yo también me dejé caer, pero para quedarme quieto sobre la mullida superficie mientras con una mano vaga intentaba taparme

Sentí a Malva venir y subírseme encima de un salto, sus patitas blandas y redondeadas recorriéndome hasta llegar al pecho, donde se acomodó ronroneando

Cerré los ojos muerto de cansancio, dejando que la cadencia del cuchillo cortando me arrastrara con ella al sueño....


Unas manos sobre mí me despertaron del trance en que me había sumido el cuchillo, que ya no sonaba. Malva había sido colocado a mi lado ahora, y las mantas me fueron subidas hasta casi el cuello y remetidas a conciencia para que no entrara frío. Por último, una de las manos me apartó el pelo de la cara y se apoyó en mi frente suavemente, como si no quisiera despertarme

Al ratito, el repicar del cuchillo se dejó escuchar de nuevo por la habitación

"No te [tostos] cansas de ser[tos] así?" Murmuré mientras me ganaba el sopor de nuevo

Imaginé a Lucius volviéndose hacia mí con una mano en la cadera y una mueca de fastidio "Mira quién fue a hablar --gruñó-- Además, claro que no me canso. Y si lo dices por haberte traído a rastras lo hice porque tengo que acabar con el puto saco de una vez --siguió diciendo-- Y esta era la única forma en que podría hacerlo tranquilamente, sin mugrosos Griffindors ni estúpidos directores poniendome pegas aún más estúpidas"

"No... así de falso"

Lucius clavó el cuchillo en la mesa de un golpe seco, y tardó bastante en contestar "Duérmete. Estás delirando"

"A veces... no eres tan [tostos] distinto... que de mocoso [tos]..." Susurré casi sonriendo, arrebujando en las mantas y abandonándome a la delirante incosciencia, sin la cual nunca hubiera dicho aquello....


***********************

Cuando desperté no había nadie conmigo en la habitación excepto Malva, que dormía a pata suelta panza arriba a mi lado. Me senté en la cama. Tenía la cabeza despejada y me pareció que tosía con menos fuerza que antes. Aparte, el brazo apenas me molestaba....

Había de reconocer que, con todo lo gruñona, borde, mandamás, vengativa y a veces histérica que era Poppy, era buena haciendo su trabajo.

Miré a mi alrededor y me sorprendí. Sobre mi mesa había orden. El caldero estaba limpio, el cuchillo también, y los frascos de ingredientes cerrados. No había rastro de que hubiera habido una pelea entre Griffindor y Slytherin allí mismo.

Malvavisco se desperezó antes de venir maullando a mi encuentro y frotarse un par de veces contra mí, cariñoso. Fruncí el ceño. Qué iba a hacer con semejante bicho? No era de alguien como yo el tener mascotas de peluche que a todo el mundo le parecen adorables... menos aún si me iba a estar siguiendo a todos lados restregándose contra mis piernas

El peluche me miró con sus ojos azules de plástico como si esperara algo, y yo aún fruncí más el ceño "No voy a acariciarte... es lo que me faltaba" Gruñí por lo bajo esto último, y me levanté de la cama. Me maulló con su aguda vocecilla y se tiró en pos mía, despatarrándose contra el suelo

Serás burro... Pensé yendo al armario a por ropa limpia, es decir, otros pantalones y chaqueta negros y otra camisa blanca

Mientras me abotonaba lentamente la chaqueta, miré al suelo. Malva seguía estirado en el suelo. Quizás el espanzurrarle fuera la única manera de tenerle quieto... Fui a cogerle para probar mi teoría cuando otra cosa llamó mi atención.

Un paquete envuelto en seda negra y una lazada plateada estaba junto a la mesilla de noche, realzado por un grueso libro recién comprado. Me senté en la cama con un suave suspiro y lo tomé todo.

Aún sin oler el perfume de la seda saltaba a la vista la evidencia su procedencia. El libro era el mismo que me había partido por la mitad, así que lo dejé a mi lado sin mirarlo mucho y abrí el paquete, escurriéndose la seda sobre mis piernas al deshacer la lazada

Descubrí una caja de madera labrada y bastante antigua por lo que se veía, y la abrí después de rozar con los dedos la artesanía de la tapa. Dentro, algo y una nota

No me las puedo quedar, y no se las vendería por nada del mundo al patán de Borgins. Cuídalas y, si puedes, úsalas

Dejé la nota a un lado y saqué el regalo que, siendo como evidentemente era de magia negra, tampoco yo debería poder poseer...

La última vez que vi ese par de dagas estaban colgadas en el cuarto del rubio, junto al cabecero de su cama. Creo que Lucius me contó alguna vez su leyenda, no la recuerdo bien, pero decía algo sobre magos de hace cientos de años luchando con varitas y espadas y alguien que lo mismo usaba las hojas para rebanar pescuezos que para lanzar hechizos amplificados

Las dagas eran de un metal negro y opaco como seguramente casi nadie hubiera visto nunca, y eran curvas y muy afiladas y puntiagudas. Las guardas y el principio de las hojas tenían grabados en plata, símbolos que se perdieron para nosotros hace siglos y que varios Malfoy fracasaron en descifrar. Las empuñaduras acababan en sendas cabezas de dragón deliciosamente detalladas en plata y ambas encajaban perfectamente para hacer una media luna de acero helado y mortal

Que las use, dice... Pensé, dándome cuenta de que nunca cambiaría, y arqueé una ceja, separando las dos armas y guardándolas de nuevo en la caja. Me prometí hacerles el honor y colgarlas en el despacho y... quien sabe? Quizás usarlas contra algún alumno insufrible de pelo rebelde....

Agarré a Malva, de pronto de buen humor por ese pensamiento, y el gatillo se revolvió en mi mano, vuelto a la vida de nuevo, antes de corretear por el suelo con sus patitas de bola.

Terminé de abrocharme la chaqueta y me refugié en mi capa oscura y cálida antes de echar a andar escaleras arriba. Era media tarde aproximadamente, según vi por cómo el sol caía sobre los árboles del Bosque Tenebroso, y el aire que circulaba por el corredor debido al agujero en el muro me trajo el olor de la seda desde mis manos.

Agité la cabeza, y estornudé, pensando en que quizás al rubio le habría gustado lo que seguro encontró bajo su árbol. Era un pequeño juego que comenzó cuando íbamos a clase, una Navidad que Lucius se quedó en Hogwarts y me obligó literalmente a regalarle algo que me gustara para corresponderle un libro que le había hecho 'coger prestado' de la biblioteca de su padre

No es que fuera gran cosa, pero mi copia del Necronomicón con un siglo y encuadernada en cuero negro y oro estaba seguro de que le iba a encantar. Como dice él, quiza hasta lo pudiera utilizar...

Mis pasos me dirigían hacia el despacho del director, resuelto como estaba a hablar sobre las desgracias acaecidas en el castillo durante su ausencia, pero Dumbledore -que de alguna manera siempre lo sabía todo- me estaba esperando en en Hall

Realmente me ponía de los nervios que supiera todo sin siquiera estar presente. Y eso debía ser algo que no venía con el cargo de Director, porque en mi corto mandato nunca me había sucedido...

"Ah, Severus! Me alegro que estés mejor. Ven, estamos en el Gran Salón merendando pastelillos y pastas. Únete a nosotros, por favor" Me dijo sonriendo como siempre. Y yo pensé, no se cansará de sonreír a todo el mundo?

Al entrar escuché que estaban cantando, y me dio un escalofrío y fruncí el ceño. Las Navidades eran unas fiestas realmente espantosas...

Algunos nos saludaron -y 'otros' fruncieron el gesto-, y estuve a punto de negarme rotundamente a sentarme en la mesa Griffindor, pero Albus me agarró del brazó y me 'obligó' a ceder, cosa que hice gruñendo y malmirando a todo el mundo

"Ahem ahem -escuché a mi derecha, y miré hacia arriba para ver a Black, aún enlazado- Me haces el put--- er, me desatas, por.... Merlin?" Me dijo intentando ser agradable, y mis labios se curvaron en una mueca vengativa

"Quizás más tarde [tos]" Le dije, y le despedí con un gesto de la mano que le debió sentar fatal por la retahíla de tacos que iba soltando hasta volver a su sitio

"Bueno - el director me miró con ojillos vivarachos, esos que tanto miedo me daban porque significaban que tramaba algo- Me han estado contando cómo han ido estos días, y creo que tengo que felicitarte. Lo has hecho muy bien"

Me quedé mirando al Headmaster como si se hubiera vuelto rosa con topos verdes. Me estaba reconociendo un mérito... a mí? Delante de los Griffindor?? No podía ser. Seguro que aún estaba soñando, o que volvía a tener fiebre y alucinaba

"No te preocupes por la mazmorra y eso, todo estará solucionado en un par de días. Tengo unos hechizos por ahí para la conservación del castillo que nos irán de perlas, ya verás" Siguió diciendo, y no le hice ni caso a Sprout, que me preguntaba cuánto té quería y que acabó llenándome la taza entera

"Y bien, ya que nos hiciste el gran favor de cuidar a la tropa en nuestra ausencia, pensamos en hacerte un regalo que esperamos sea de tu agrado..." El Headmaster me alargó un sobre cerrado y lacrado con el sello de Hogwarts que hacía años que no veía. Lo tomé, y me le quedé mirando, un poco azorado

"Ábrelo. Creo que te lo has ganado" Minerva tenía un asomo de sonrisa en sus labios finos, y el sobre estuvo quieto en mis manos unos segundos más antes de abrirlo y encontrar una carta firmada por ambos profesores q concediéndome la cátedra de DAO para el año siguiente

Creo que la leí tres o cuatro veces para asegurarme que era de verdad, después de tantos años de ser rechazada mi solicitud

"Feliz Navidad, Severus" Me dijo el anciano

"Feliz Navidad[tos], Headmaster..." Contesté sin pensar, aún con los ojos en la carta, y de pronto estalló un alboroto tal que me quedé mirando a todo el mundo

Sybill, Poppy y Rose estaban quejándose amargamente -- escuché un 'lo sabía' por ahí perdido-- Lupin reía por lo bajo, Black gruñía -desde la noche anterior aún no había dejado de hacerlo- y el director y Minerva se reían también

"Qué pasa?"

Cuando me lo explicaron no me lo podía creer. Ya sabía que había gato encerrado pero... una apuesta?? Una puta apuesta???? De la ira no me salían las palabras. Se habían estado riendo a mi costa 'con sus mejores deseos' !!!! Panda de desgraciados....!!!!!

"Fue idea mía -me dijo el director- Se me ocurrió que entre todos los del staff que se quedaban podían intentar que te gustara un poco la Navidad, así que planeamos involucrarte en las tareas de todos los años incluidos los regalos pensando que si no lo pasabas mal quizá dejaras de odiar estas fiestas"

"...sólo que de paso apostamos a ver a quién felicitabas las navidades..." Terminó Sybill, un gesto de pura inocencia en el rostro

"Es cosa mía lo que odie o deje de odiar, gracias" Siseé furioso

"Lo hicimos con nuestra mejor voluntad, Severus, no te enfades..." Rose me miró como si no hubiese roto un plato en su vida

"Y nosotros entramos al juego cuando nos enteramos ayer mientras decorábais el salón..."

"Dirás que TÚ entraste, Moony" Black le fulminó con la mirada

"Es una forma tan buena como otra para que no recordaras 'otras' Navidades y sí estas" Me explicó Minerva mirándome por encima de sus quevedos, las cejas arqueadas sobre unos ojos que hablaban más que sus palabras. Gruñí de nuevo, cruzándome de brazos, y estornudé, teniendo que limpiarme la nariz

"Desde luego estas [tos] Navidades no se me olvidarán" Dije, y Sybill me pasó un plato con pastas mirándome con sus ojos de loca y sonriendo como si le fuera en ello la vida. Por qué no se iba a su torre y nos regalaba con su presencia incorpórea?

Se me ocurrió que eso debían pensar de mí los demás normalmente, pero eso no hizo que sintiera simpatía por la excusa de pitonisa que era la bruja. Algo me empezó a dar golpecitos en una pierna; Malva estaba jugando con los botones de las perneras de mis pantalones

Lo cogí y lo subí a mi regazo, y el peluche se acopló en los pliegues de mi capa. El director me miraba cariñosamente -cosa que me repelió como pasaba siempre que alguien lo hacía- y me dijo

"En el fondo no han sido tan malos estos días, verdad?"

A punto estuve de mandarle al carajo. Me faltó valor, por no decir otra cosa. Le fulminé con la mirada, eso sí, mientras tomaba el té que se estaba enfriando. Así que no habían sido tan malos....

Una pequeña y muy maligna sonrisa me cruzó el rostro una fracción de segundo. Bien. Entonces seguramente no les molestaría que les devolviera ' la gracia ' el año siguiente, verdad? Porque, como no habían sido tan malos...

C'est Fini!

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15-08-2003

NdelA: Éeeeepeleeeeeeeeee!!!! TERMINÉ!!!!! O_____o XDDD No me lo puedo ni creer jajajaja ;) Qué larga se ha hecho esta historia, mm?? Casi un año!! Y eso que pensaba ser cortita... pero claaro, esta gente siempre hace lo que quiere ^^

En fin! Espero que os haya gustado -grin- Sé que ha sido muy paranoica, que se me ha ido la olla unas cuantas veces -muchas XDD- pero en fin ^^U Es lo que tienen mis historias cuando intentan ser graciosas xD Muchas gracias por leer hasta el final, ha sido un honor mantener entretenido al personal tanto tiempo.... *___*

Por cierto, por mucho que Sev quiera, no le dejaré vengarse porque no escribiré segunda parte..... ^___^UUuu Bastante hemos tenido con una xDDD

Os contaré, como bonus, cómo creé esta historia:

- Todo empezó una tarde que, estando yo costipada vino mi Sybill (juro que es como ella T__T) y me dijo, voy a regalarte algo por tu cumpleaños!! Y yo me quedé temblando en el sitio.... Y dije, esto tengo que escribirlo.... y empezó el cap uno, con Sybill. Lo que realmente fue gracioso es que al día siguiente de escribir el cap1 -cuando aún no pensaba siquiera en que saldría una historia de esto- mi madre me dió un remedio muggle contra el costipado que disuelto en agua era marrón y sabía dulce (curioso cómo la ficción se hizo realidad...). Sí, el jodío revolvía el estómago después del desayuno... pero eso ya lo usé para el capítulo 2 ;)

- La paranoia del saco también tiene lo suyo. Esto es que fui con mi hermano a ver su casa nueva (casa oscura y vacía, y encima era de noche, así que iba con el paraguas-varita en la mano por si acaso) y tenía el anterior inquilino un saco chino rojo con bordados dorados colgado en una puerta. Ni corta ni perezosa lo cogíu y lo abri (curiosidad por ver lo que había dentro) y apareció mi hermano y me dijo algo como " Ehh! A ver si se te va a pegar la maldición de la maruja que vivía aquí y que todo lo pegaba con silicona!!"

Claro, a partir de eso me entró la paranoia y el saco (que está en mi estantería) y Lucius se metieron en la historia...

- Lo de los niños ya lo conté, es porque mi Sev 'trabajaba' con ellos varias veces por semana y me contaba cosas, y yo me imaginé a Sev entre críos y así aparecieron los chibis ^__^ Ha sido de las partes que más me han gustado de la historia hehe

- El Lucius de esta historia es, como prometí, mucho más majo que el de In the End, y sin yo quererlo tomó parte de la personalidad de Luce el de Spirits, a quien adoro, y es por eso por lo que acabó teniendo tanto protagonismo. Es un rato egocéntrico, aquí el señor XDD

- La mayoría de las paranoias, por cierto, se me ocurrían en el trabajo. Sí, cuando tenía tiempo me dedicaba a escribir este fic... Supongo que en el curro estoy más desequilibrada mentalmente de lo normal ^^Uuu

- Me mola que el registro de la historia ha ido cambiando según el estado de salud de Sev, jaja, y eso realmente no estaba planeado... Bueno, de hecho casi nada de esta historia ha estado planeado.... El guión ha ido saliendo según escribía tontería tras tontería XDDD

- Pensando, creo que el que se inundaran las mazmorras fue porque mi querido vecino de arriba me hizo una gotera en mi cuarto de tamaño considerable y en la que salió moho -estuve a punto de poner unas antorchas para que fuera una mazmorra de verdad, porque olía a humedad...... xDD-

- El yaoi, o bueno, las implicaciones que aparecen en el fic... En fin, qué os voy a decir que no sepáis? XDD Me cuesta escribir HP sin yaoi por medio lo sientooo XDDDD además, eran TAN cucosos de pequeños que no podía evitar que se me fuera la cabeza y quisieran demostrar sus sentimientos muahaha

- Sobre Malvavisco (XDD). Sybill iba a regalarle un gato de todas todas (tengo fijación con los gatos, los adoro XD), pero es que un día entré en una tienda de juguetes y vi unos gatos de peluche que eran *preciosos*, y me enamoré del malva y azul de trapito plando y piel como de toalla super suave y dije.... este va para el fic!!

Claro que, para buscarle nombre menuda odisea.... Los que puse son, en su mayoría, gatos famosos xD Lo de Legolas fue un cameo con un gato que tiene N_Snape en su fic (muaak), y luego tenemos a Erik (nombre que me gusta), Maximilian (no sé XD), Malvita (era obligado, siendo morado), Minerva (esto era una chanza entre las profesoras), Misifú (gato=misifú XD), Azrael (el gato de los Pitufos XDD), Artemis (el de Sailor Moon) y Dorami (la hermana de Doraemon xDDDDDDDDDD)

Por fin ya le pregunté a mi amiga cómo llamarle y me suelta, Malvavisco. Y yo ^^Uuuuuu Era tan estupendo el nombre, que se quedó con él XDDDDDDDDDDDDDDDD

- Y por último aunque no menos importante. El amuleto que Hermione le hizo a Lucius es chino, sipe. Es bastante grande, un colgante de metal que tengo en casa con varios simbolajos. La idea? Me la dio cierta panda de locas en Málaga XDD

Y por fin, repartos varios:

Severus es para mi Sev, fuente de inspiración de muchas de las cosas que han sucedido aquí XDD

Lucius es para the Fox Lady, en parte porque es el suyo, y en parte porque sin ella mi Lucius no existiría ^__^ Eso sí, Chibi Lucius es mío y solo mío! *__*

Sybill no la regalo porq nadie merece semajante castigo, es una persona a la que hace tiempo que no veo -y q no quiero ver más XDDDD-

Malvavisco es para Marta, porque ella le bautizó ;)

Sirius se lo dejo a la Black, por razones obvias XDDDD

Remus es para Enya, que siempre ha querido uno ^^

La Bufanda, la Jarrita de agua, el Saco Chino y el Amuleto son para la Pop, alias Nayara Malfoy.... que sé que la encantan estas cosas encantadas (elee la redundancia xD)

La Manta de cuadros es para la Cangreju, por el Hijo de la Manta XDDD

Draco se lo dejo a Lyra, pero cuidao con las puñaladas... yo no quiero saber nada eh? Puedes compartirlo con Nayara para que no te pegue XDDD

Los Griffindor como si queréis usarlos para tiro al blanco, a mí me place ^_^

Bsitos, y thanks!

Ny