Reunion en Hokkaido, por Kazuha Hattori

Ran encontró a Kazuha en el baño, llorando. Se acercó a ella, que estaba sentada apoyada en la pared, y se sentó a su lado sin decir nada. Ran quería dejar que Kazuha empezara a hablar y se desahogara, ya que en realidad, ella no podía decirle nada que le animara, eso era cosa de Heiji.

"Es idiota", dijo Kazuha con enfado. "Pero más idiota soy yo que voy detrás de él como una boba cuando está claro que no le importo nada".

"Yo no creo que eso sea verdad", dijo Ran pensativa. "Muchas veces te ha salvado, y eso tiene que significar, algo, ¿no crees?"

"No, no lo creo", dijo Kazuha ya sin llorar. "Me ha ayudado igual que ayudaría a Kudou-kun, o te ayudaría a ti, Ran-chan. Como si yo fuera un caso más que resolver... Kudou-kun tendría que haber dejado que se cayera, ¡así ahora estaría más tranquila!"

"Eso no es verdad, Kazuha-chan", dijo Ran con la misma tranquilidad. "El resultado habría sido peor, porque estarías llorando esperando que llegara la ambulancia".

"Siempre se las arregla para hacerme enfadar, ¿sabes? Ni siquiera tenía pensado invitarme a venir aquí, estoy segura. Sólo me ha traido porqué le dije que Tome-kun me invitaba a ir hoy al cine". Kazuha suspiró aburrida.

"¡Eso es bueno!" Dijo Ran levantándose contenta. "Significa que estaba celoso... Si sólo te tuviera como una buena amiga, le habría dado igual que hubieras ido con Tome-kun al cine, ¿no crees?" Ran asintió pensativa. "Tú déjamelo a mí, iré a hablar con Hattori-kun y... ".

"No Ran-chan", le interumpió Kazuha levantándose más tranquila. "Si tiene que decirme algo, quiero que venga él por su propio pie, no porque tú se lo digas". Ran pareció decepcionada. "Pero, gracias de todas formas, venga, vamos a ver si nuestros detectives ya han solucionado el caso".

*****

Heiji se acercó a Shinichi y a Hakuba, que hablaban en la habitación dónde aún estaba el cuerpo de Oda-san. Ambos parecían estar en otro mundo, del que Heiji les hizo regresar.

"Entonces, ¿estamos en un callejón sin salida?" Preguntó Heiji algo ausente.

"Pues... ", Shinichi fue interrumpido por el inspector Megure, que entró nervioso en la habitación.

"Chicos, ¿no abanzais?" Les preguntó. "Los demás están nerviosos y quieren irse, ya que según ellos la única culpable es Ran... yo sé que no fue ella, pero si no encontrais algo pronto... "

"¡Qué poca paciencia!" Dijo Shinichi saliendo de la habitación con enfado. "El asesino quiere desaparecer, pero yo no voy a dejarle, ¡ni hablar!" Llegó abajo y vio a todos en recepción con sus maletas ya preparadas. Kazuha y Ran estaban sentadas en las escaleras, aburridas. "¡De aquí no se va nadie!" Gritó el chico, llamando la atención de los reunidos e incluso de la policía. "¡Uno de ustedes es el asesino de Oda-san, y no permitiré que se vaya!"

"Claro que uno lo es, pero creo que ya es obvio que es la chica", dijo Yurie con enfado. "Si hubiera sido otra persona habriais encontrado algo, ¡no nos podeis retener aquí, vámonos okaasan!" Con gran esfuerzo, la joven cogió la maleta de su madre y fue hacia la puerta.

"¡No, ni hablar!" Dijo Shinichi interponiendose entre la puerta y la chica. "No dejaré que se marchen así cómo así, ya casi le tenemos". En ese momento empezó una fuerte discusión entre todos. Kazuha suspiró, apenada por su amiga. Se giró hacia ella y la vio respirar hondo y levantarse.

"Ran-chan, ¿que vas a...?" Antes de que Kazuha terminara la pregunta, Ran dio un fuerte puñetazo en la pared que hizo callar a todos los reunidos.

"Quince minutos", dijo Ran con firmeza. "Sólo esperen quince minutos más. Si en ese tiempo no encuentran pruebas que demuestren mi inocencia, dejaré que se vayan y cargaré con las conseqüencias".

"Pero, ¡Ran-chan...!" Dijo Kazuha levantándose.

"Ran, tú no puedes... " Dijo Shinichi acercándose a ella preocupado.

"No digas nada Shinichi, ¡resuelve el caso ya!" Dijo Ran con enfado, sentándose de nuevo. Miró al chico a los ojos, con tal confianza que le hizo recobrar ánimos.

"Muy bien, quince minutos", dijo Shinichi sonriendo, mirando a Yurie. "¿Me concederá quince minutos, Yurie-chan?"

"Claro que sí", dijo Murawa. Su hija la miró extrañada. "Deja la maleta Yurie, sólo quince minutos". Shinichi asintió y fue hacia las escaleras, dónde estaban Hakuba, sonriente, y Heiji, también contento. Los tres empezaron a subir las escaleras. "Lo habeis visto, ¿verdad?"

"Sí, pesaba bastante", dijo Heiji, entrando en la habitación de Shinichi. "Tenemos las pruebas, ¿no?"

"Sí era eso, sí", dijo Shinichi. "Ahora sólo queda mirar una cosa", los tres chcios subieron a la tercera planta y empujaron una de las puertas, que se abrió enseguida. Los tres sonrieron. "Ya está, le tenemos... ".

"Sí, y yo ya sé quien escribió los sobres, fue una tonteria, lo adivinaron antes que yo, ¿sabeis?" Dijo Hakuba sacando las tarjetas. "Iré a reunirles, ¿cuánto os llevará?"

"El tiempo que tenemos", bromeó Shinichi. Hakuba asintió y se marchó. "Oye Hattori-kun, ¿tú no tienes algo que hacer?"

"Kazuha puede esperar", dijo Heiji con mala cara. "Ran-chan sólo tiene quince minutos".

"Aún así... "

"No Kudou-kun, después lo solucionaré", de pronto el chcio sonrió. "Ya estoy acostumbrado a los enfados de Kazuha".

"Y ella a tus tonterias", dijo Shinichi riendo. "Por que sino no me explico por qué te aguanta".

"Empiezas a hablar como mis padres", dijo Heiji.

*****

Hakuba reunió a todos en el patio, frente al balcón dónde habían visto por última vez al señor Oda vivo.

"Vale, mis amigos están preparándose", explicó Hakuba. "Y mientras tanto quiero explicar quién escribió los sobres y por qué motivo".

"Muy bien, empieza", dijo el inspector Megure con curiosidad.

"Todos los que estamos aquí conocemos a Oda-san y creo que hablo por todos cuando digo que era una horrible persona. Cómo ya saben Oda-san había estado robando dinero de su banco y le daba soporte a un grupo terrorista que en dos semanas ha matado a veinte personas", explicó Hakuba. "El crimen de hoy tiene que estar motivado por uno de esos motivos. Cuando llegamos, hubo una persona que dijo que Oda-san sólo derrochaba el dinero, eso o que pensaba que quería undirle". Kazuha y Ran parecieon sorprendidas. "Es usted, Keisuke-san. Usted fue compañero de clase de Oda-san, y creo que no me equivoco si le digo que por ese motivo por el que usted tenía su dinero en el banco de la víctima. Eran muy buenos amigos y pensó que nunca le traicionaria, pero el dinero corompe a las personas y le arruinó. De ahí que las entradas para esta reunión sean tan caras".

"Es decir, ¿qué Keisuke-san mató a Oda-san?" Dijo Ran asombrada.

"Keisuke-san tenía motivos para hcerlo, sí, pero no fue él", dijo Hakuba para sorpresa de todos. "Él escribió estos sobres, tal vez para asustarle, ya que se suponía que aquí habría buenos detectives y podría sentirse intimidado. Usted, Keisuke-san, nunca pensó que lo matarían de verdad, ¿me equivoco?"

"No, no te equivocas, yo lo escribí, pero como dices, no tenía pensado matarle. Sólo quería asustarle para que lo confesara todo", dijo Keisuke mirando al suelo.

"Lamentablemente, alguien se adelantó a su propósito, Keisuke-san", dijo Shinichi, desde el balcón de su habitación. En el balcón había puesto varias sábanas del hotel que impedían que vieran sus piernas.

"Shinichi, ¿qué haces ahí?" Preguntó el inspector Megure mriando hacia arriba.

"Con la ayuda de Hattori-kun voy a explicar el asesinato", dijo sonriente. "Nosotros encontramos el cuerpo junto a la cama, era obvio que lo habían matado allí, pero no sabíamos cómo".

"El asesino", dijo Heiji, en el balcón de arriba. "Puso una bomba de gas que he encontrado en el conducto de ventilación que da a las habitaciones 307, dónde estaban Ran-chan y Kazuha, y la 308, dónde estaba Kajimura-san. Tal vez antes de que repartieran la comida, el asesino ya había hablado con Oda-san o le había dejado una nota y le había dicho: a las cuatro ve a la habitación 107 si no quieres que diga tu secreto. Eso, o algo parecido, el caso es que debió ser una amenaza para que el hombre se viera obligado a bajar sin que nadie le viera. Claro, el asesino, sabía que nadie saldría al pasillo, pues se había encargado de todos los que estaban en la tercera planta y de Keisuke-san, que estaba en la primera. Además, yo estaba sentado en el sillón dándole la espalda, así que en cierto modo también nos vigilaba a nosotros".

"El asesino habría podido esperar en mi habitación y matar a Oda-san cuando entrara, pero no lo hizo así... " . Shinichi mostró las sábanas, que estaban pintadas de rojo. "Sino así. Puso en las sábanas unas amenazas que, al verlas, hizo a Oda-san salir al balcón".

"Después", dijo de nuevo Heiji, asomándose al balcón y estirando el brazo como si llevaba una pistola e hizo como si le disparara a Shinichi. "Ya está, muerto".

"Sólo le quedaba bajar con Ran, recoger las sábanas, poner a Oda-san en mitad de la habitación y cerrar la puerta". Dijo Shinichi. "La prueba de que lo mató en el balcón está en la sangre que encontré en la barandilla, una sangre que el asesino nos dejó preparada".

"¿Preparada?" Dijo asombrado el inspector Megure.

"Sí, antes he mencionado que al asesino le habría bastado esperarle en la habitación, al fin y al cabo ya tenía als llaves de Ran, pero si no lo hizo fue para que el recepcionista le viera vivo y quedarse así sin coartada", explicó Shinichi. Todos le miraron extrañados. "Corrijame si me equivoco, Kikue Murawa". Todos se giraron hacia la mujer, que permanecía indiferente. "Usted tropezó en el pasillo con dos personas: una era Kajimura-san y la otra Kazuha-chan. Su hija, Yurie-chan salió a tomarse el primer baño, justo cuando Kajimura-san ordenaba el equipaje de Oda-san en la habitación de este. Usted aprovechó ese momento y entró en su habitación y puso la bomba de gas, que les durmió a los tres: a Kajimura-san, a Kazuha-chan y a Ran".

"Después esperó a que Kajimura-san volviera a su habitación y habló con Oda- san, diciendole cualquier cosa para llevarle a la habitación 107", continuó Heiji. "A la hora indicada todos dormían, así que fue a la segunda planta, que estaba abierta ya que estaban los demás sobres de Keisuke-san, esperó a que el recepcionista viera a Oda-san, llamó a recepción y cuando el joven se giró, llamó a Oda-san, que miró hacia el balcón de arriba, y disparó. El resto, lo hemos explicado, ¿no es así?"

"¡Espero que tengan pruebas de lo que dicen!" Dijo Yurie con enfado.

"Nosotros no, Yurie-san", dijo Hakuba. "Las tiene uste, y lo sabe. Por eso quería marcharse".

"¿Usted tiene las pruebas, señorita?" Preguntó Megure mirando a la joven.

"Sí, en la maleta", dijo Shinichi. "Pesaba demasiado, ¿verdad? Eso es porque a parte de llevar todo el equipaje, tiene usted que sumarle las sábanas que Murawa-san guardó tran asesinar a Oda-san". El inspectore Megure fue hacia la maleta, pero la señora Murawa le paró.

"Vaya, habeis tardado mucho en descubrirme", dijo la mujer sonriendo. "Oda- san me arruinó la vida, a mí y a mi hija. Nos robó todo lo que teníamos y por eso tuve que casarla con alquel mal hombre, Goro Kazama, que hasta el día en que se murió le hizo la vida imposible a Yurie... Oda-san se lo merecía".

"¿Por qué Ran-chan?" Preguntó Hakuba.

"Por nada en especial... Esta era su habitación, nada más", Murawa miró a Ran. "Espero que me perdones, estaba segura de que no pasaría nada, sabía que me descubrirían". Ran asintió como única respuesta.

"Okaasan", murmuró Yurie llorando.

"Ahora podrás quitarte el luto, Yurie", dijo la mujer sonriendo, mientras Takagui la esposaba.

*****

Heiji fue a su habitación, dónde Kazuha recogía su equipaje en silencio. El chico vio su maleta junto a la puerta ya preparada.

"Al final", dijo Heiji. "No has necesitado ningún pijama, has traido toda la ropa para nada".

"Supongo que sí", dijo Kazuha sin mirarle. El chico suspiró sin saber que decirle.

"Oye, Kazuha, cuando dije eso en la habitación... No quería decir que nunca me ayudabas, en realidad no sabía que decir, estaba enfadado y ya", dijo Heiji con cierto temor a la respuesta de ella. Para su sorpresa, no dijo nada, sino que cerró su maleta y la cogió, pero no pudo levantarla. Heiji se acercó a ella. "Trae, yo la llevaré".

"¡No!¡Quieto!" Gritó Kazuha con enfado. "Tú... Tú crees que yo no sé hacer nada, que soy tonta, ¡pero no lo soy! Puedo con esta maleta y no necesito que me ayudes".

"Kazuha, yo no... "

"Y puede que no sea tan inteligente cómo tú o Kudou-kun, que no pueda resolver los misterios esos que tanto os gustan, ¡pero eso no significa que no sirva para nada!Yo... ¡Yo intento ayudarte en lo que puedo!"

"¡Ya lo sé!" Gritó Heiji con enfado. "¡Ahora cállate! Siempre haces lo mismo, ¿sabes? Empiezas a gritarme por cualquier tonteria y no me dejas explicarte nada, ¡pues ahora vas a escucharme!¿Entendido?" Kazuha parecía bastante sorprendida, pues le miraba extrañada, como si tuviera miedo a decir o a hacer algo.

"Vale, te escucho", dijo finalmente.

"Tú no lo entiendes, yo siempre estoy metido en lios, voy de un asesinato a otro y puede que suene horroroso pero me gusta. Me encanta resolver los casos con Kudou-kun, es emocionante y... ".

"Y yo te estorbo, ¿no?" Dijo Kazuha con enfado.

"Sí, eso es, ¡me estorbas!" Dijo Heiji. Era obvio que la chcia no esperaba aquella contestación. "Me estorbas porque podrías haber sido tú en lugar de Ran quien se hubiera despertado con Oda-san muerto al lado, me estorbas porque más de una vez el asesino a podido hacerte daño, me estorbas porque una vez casi te tiré por un acantilado, ¡y eso me hace sentir culpable!"

"¿Cul...?¿Culpable?" Repitió extrañada.

"Sí, porque cada vez que pasa algo así te pongo en peligro, puede pasarte algo y si eso sucediera no me lo perdonaría nunca", de pronto y para su sorpresa, Heiji la abrazó. "No me lo perdonaría, nunca. Me gusta quedar contigo para ir al cine, o para estudiar, pero odio llevarte a sitios dónde hay una persona muerta, porque el asesino puede volver a matar y pensar que podría hacerte algo... No quiero ni pensarlo".

"Heiji... ", murmuró Kazuha. El chico deshizo el abrazo para mirarle a al cara.

"En el lugar de un crimen no me ayudas, ni quiero que lo hagas. Sólo quiero que me ayudes a estudiar, a elegir una buena película o a planear el fín de semana. No quiero ser el causante de que te pase algo malo", Heiji la miró extrañado. "¿Me entiendes ahora?"

"Yo... Sí, lo siento", dijo Kazuha. El chico sonrió entonces como siempre hacia.

"Perfecto, venga vámonos. Keisuke-san nos ha cambiado el billete y el avión sale en dos horas", Heiji cogió la maleta de su compañera y salió de la habitación contento.

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Notas de la Autora: no sé si ha quedado muy claro cómo lo hizo, no encontraba la manera clara de explicarlo bien, pero en fín, ya está hecho y espero que os haya gustado. He añadido un epílogo que ya es el final abierto de este fic. Leedlo y decidme cosas, R&R.