Subaru despertó. Estaba en una cálida habitación, apenas recordaba nada.
Sus últimos recuerdos se centraban en Seishirou, ¿Pero acaso eso no había
sido un sueño?. Eso no era la habitación de un hospital ni por asombro,
estaba decorada con un gusto exquisito, de tonalidades un poco oscuras
para su personalidad pero bueno.
No le dolía en absoluto el ojo, lo cual le extraño bastante. Pero entonces
se dio cuenta de que ¿¡Estaba desnudo?! En ese momento sus mejillas
adquirieron diversas tonalidades de rojo. Él no solía dormir desnudo, y no
sabía quien le había desnudado. Entonces se fijo en esas sábanas de seda
blanca que casi parecía diluirse con su propia piel, en ese colchón de agua
tan cómodo y carísimo y en esa figura varonil que reposaba a su lado.
Un momento... pensó. Algo no cuadraba... ¿QUÉ HACIAN Seishirou-SAN Y ÉL
DESNUDOS EN LA CAMA? Subaru ahora ya estaba rojo como una cereza, un tomate
o aún más rojo que la sangre, no entendía nada, no recordaba nada y lo peor
es que se sentía tan inmensamente feliz.
Seishirou levantó un poco la mirada, para encontrarse con los ojos
desmesuradamente grandes y hermosos del Sumeragi. Estos parecían llenos de
dudas y preguntas. Cuyas respuestas solo las poseía él. Esbozó una sonrisa,
el Sumeragi era únicamente suyo y nada le podía negar, así que en vez de
dejarlo ahí como un guijarro más le iba a demostrar que él, si podía
"amar".
Subaru-kun... - dijo en tono de felino. ¿Pero que hago aquí? ¿Qué haces tú a mi lado... desnudo?! - intentó razonar el Sumeragi con el rostro de aspecto angelical. ¿Pero Subaru-kun, no te acuerdas de lo ocurrido? - dijo divertido.
¿Ocurrido? ¿Qué había pasado? Apenas recordaba nada, parecía como si todos sus recuerdos des de hacía años se hubieran borrado. Pero si que recordaba al adorable veterinario y de sus sentimientos por él. Sabía que quizás no sería correspondido, pero le amaba lo sabía... lo sabía des de que él había perdido su ojo por él. ¿Pero que había sucedido después?
Seishirou-san yo... -dijo tímidamente Subaru. ¿Sí, Subaru-kun...? - le contestó el asesino. Te quiero... - finalizó Subaru... ¿Por qué lo había dicho? , se preguntó a él mismo...
Y de pronto se encontró con los labios de su amado rozando primero tímidamente y después pasionalmente con los suyos. Un fuerte pinchazo le recorrió la cabeza, y una imagen se mostró ante él. Una chica con el pecho ensangrentado y una espada clavada en él, un joven muy parecido a él llorando por la muerte de esa muchacha y lamentándose por su desdichado amor. Y otra imagen apareció en su memoria, algo borroso, pero que le provocó un intenso dolor en su corazón no sabía por qué. Pero el estrecho contacto de los labios de Seishirou-san en ese momento le hicieron recuperar todos sus recuerdos...
Aaaaaaaaaaaaaaaaah! - y se desprendió rápidamente de los labios de Seishirou-san aún con el rostro acaramelado por el deseado beso.- ¿tú... tú... tú... me has besado?-continuaba- ¡Eres el asesino de mi hermana! Y ha saber de cuantos seres humanos... deberías morir... Y no solo eso! Me utilizaste a tu antojo! Y.. y... - dijo bajando la mirada y en tono triste... ¿Acaso deseas asesinarme? Pues sí ese es tu deseo, puedes realizarlo.
Seishirou estaba más serio que nunca, su mirada era fría y penetrante. Subaru se sentía desfallecer, bajo la mirada del hombre que tenía delante se sentía tan indefenso y completamente desnudo, como sí esa mirada le... Un momento. Él y Seishirou-san estaban desnudos, completamente DESNUDOS... Él jamás había dormido con nadie, su sexualidad siempre restó intacta pues nunca había amado a alguien que no fuera el asesino. Cuando su hermana fue asesinada fue la única cosa en la que no traicionó a su alma y a su corazón. Y ahora tenía delante al que le robó todos sus sueños y empezó a sentir un agradable calor dentro de su cuerpo. La visión que tenía delante no era nada turbadora, más bien era una obra de arte esculpida con extremada delicadeza, lo que no hizo hacer que el rubor volviera a cubrirle entero. Seishirou observaba la actitud del Sumeragi con una sonrisa perfilada en sus labios. No esperaba que Subaru se pusiera así tan pronto, lo cual le divirtió. Observó al Sumeragi con actitud reflexiva, imprimiendo en su mente cada milímetro de piel cada rincón oculto que antes no pudo observar. Hubiera podido violarle cuando le desnudó el día anterior, pero pensó que Subaru también tenía derecho a participar.
Mientras Subaru estaba Intentando tranquilizarse, aunque en esos momentos le fuera casi imposible. Seishirou se mostraba quieto como la más bella estatua, que ni hecha por el mejor escultor de la historia hubiera podido retratar la belleza y dignidad que desprendía el asesino. A Subaru se le volvieron a inundar los ojos de lágrimas, no entendía nada... ¿Por qué era tan feliz en ese momento? Necesitaba a Seishirou necesitaba que él pronunciara esas dichosas palabras y aún así el Sakurazukamori le maldecía con ese silencio de hielo, esa mirada en blanco y fría... Se tiró encima de Seishirou, pese a estar llorando cada vez que rozaba un milímetro de su piel, parecía que todo su cuerpo se estremecía. El asesino se quedó sorprendido, pues ahora tenía a su Subaru entre sus brazos llorando desesperadamente, y aún así tan cálido. Era como cuidar a un niño, al fin y al cabo el Sumeragi tenia el corazón de un niño de 16 años...
Hace años que nunca hubiera pensado en encontrarse en esa situación tan embarazosa, pero se sentía tan bien... Las lágrimas ya habían dejado de fluir por sus mejillas, ahora su respiración parecía haberse tranquilizado, aunque algo en su interior hizo que esta se empezara a agitar. Ni él mismo sabía lo que le sucedía pero el oír del corazón de Seishirou latiendo, el estar tan cerca de él, con la cabeza agazapada entre su pecho viril, tenso y musculoso, el notar como todo su cuerpo se tensaba a cada ola de su respiración. Como la calidez de su suave aliento le acariciaba el rostro como la mas dulce brisa... Hacía que algo emergiese en su interior. Elevó el rostro lo justo para encontrarse con la mirada dispar del asesino y se sintió conmovido, simplemente el impulso de sus sentimientos pudo más que él. Levantó un poco más el rostro y le besó. ¿Por qué lo hizo? Ni él lo sabía, o sí. Simplemente lo hizo porque lo deseaba. Ahí acababa el asunto, simple y fácil.
Seishirou sorprendido por la actitud desenvuelta que SU Subaru-kun le mostró. Así que profundizó el beso, hasta encontrar la lengua del Sumeragi. Haciendo que sus lenguas se entrelazaran en una profunda danza, que parecía él preludió de una sagrada ceremonia iniciada por el Sakurazukamori. Seishirou empezó a recorrer el torso del Sumeragi con sus manos sin parar de besarle. De golpe Seishirou se separó, lo que hizo que Subaru emitiera un pequeño gemido en forma de protesta. Le volvió a mirar, pero Subaru había estado esperando demasiados años como para que ahora volvieran esas estúpidas e indiferentes risas del asesino. Se lanzó encima de él y esta vez era el Sumeragi el que había atrapado la boca del Sakurazukamori. Con su lengua recorrió cada centímetro de su boca, danzando y haciendo que Seishirou empezará a estremecerse. De los ardientes besos pasó al cuello del asesino, mientras que sus manos empezaron a voltear hacia su zona más sensible. Seishirou aún muy sorprendido por la actitud de Subaru, tuvo que reconocer que pese a su nula experiencia el chico era bueno... MUY BUENO... Pequeños mordiscos que derivaron en "chupetones" sucedían en el cuello del asesino, las marcas que dejaba Subaru hacían pensar que el chico solo quería que su adorado veterinario fuera solo suyo, que jamás permitiría que nadie más le tocará. Después del cuello Subaru pasó a la clavícula hasta llegar a los bien formados pectorales y por fin llegó a los pezones que se erguían como nenúfares. Primero lamió y mordisqueó a su antojo, prestándoles especial atención a cada uno de ellos. Para Seishirou eso era una pequeña y dolorosa tortura, pues las manos del Sumeragi no llegaban nunca al destino que el querría, simplemente lo volteaban y sus finas manos de pianista acariciaban los alrededores. Subaru le estaba haciendo pagar cada año y cada lágrima derramada con esa exquisita y cada vez más doloroso castigo que se iba concentrando en su entrepierna cada vez más firmemente.
Por fin el Sumeragi bajo hacia el miembro del asesino No sin antes repasar los abdominales del Sakurazukamori. Lo tomo entre sus manos y con curiosidad tocó con un dedo la punta del especialmente grande miembro de su adorado. Seishirou se retorcía de placer y dolor. Hasta que empezó a recorrerlo con su lengua primero delicadamente y después como si de un helado se tratará, lamiéndolo muy lascivamente. Prestando muchísima atención y cuidado al glande. Y después de este preludio se lo puso "entero" en la boca. Primero pensó que se atragantaría, pues debido a su tamaño(y grosor) y a su erguidez hacía que la boca del Sumeragi pareciera a punto de explotar. Después empezó a masturbar a su amante mmmmuuuuuuuuy lentamente. Como quien dice estaba matando a Seishirou de placer.
Su... Subar... Subaru... kun -dijo con voz entre cortada el asesino.
Subaru alzó la vista lo justo y se separó del miembro de Seishirou. Quizás había hecho algo que no debería, pues se estaba dejando impulsar por la fuerza de sus sentimientos. Pero el miembro de Seishirou no indicaba eso en absoluto.
Sí, Seishirou-san... -dijo y su voz empezaba a temblar y perder la fuerza de antes...
"Oh dios! le amaba tanto, le necesitaba tanto, nadie sabía como le había
extrañado... no quería perderle..."
Subaru-kun... hemos de hablar... -dijo deteniendo el flujo de pasión.
"¿Por qué hago esto? ¿Por que no dejo que siga... por qué necesito decirle
lo mucho que lo extrañé? Me estoy volviendo completamente loco..."
Los ojos de Subaru temblaban y su corazón parecía que se estuviera destruyendo. Todas sus esperanzas empezaban a ser derruidas por una grúa manejada por la mano de Seishirou. Pero Seishirou no hizo nada de eso, no fue frío ni nada de eso... Simplemente lo cogió entre su regazo y se lo sentó encima de las piernas... Agarró la mano de Subaru y empezó a escribir un kanji en ella...
Ai... shi... -decía Subaru con voz temblorosa... - aishiteru...
Subaru fijo su mirada en el asesino, no podía expresar lo que sentía. Solo el deseo mezclado con el amor y la pasión del momento pudo hacer que Subaru pronunciara esas palabras...
Poséeme.. haz que el mundo no exista...
"Eso pensaba hacer igualmente... Subaru-kun... mi ingenuo e inocente
Subaru... MI Subaru... mi "amor"..."
Seishirou dejo de hacerse el tonto, para pasar realmente a la acción. Subaru había sido un buen preludio, pero nada comparado con lo que se acechaba. Volteó a su presa hasta tenerlo justo debajo de él. Se sentó encima de sus abdominales, atenazando su estomago. Lo tenía justo donde quería, ya nada podía detenerle. Hasta Subaru le había entregado su cuerpo, igual que cuando era un niño lo hizo con su alma y corazón. Esta vez era Seishirou quien posaba sus labios por todo el cuerpo del onmyouji y el que con su lengua le recorría de pies a cabeza. Besando cada milímetro de piel de su apreciadísima victima.
EL Sakurazukamori se centró en el miembro de Subaru tomándolo entre su boca, lengua... mientras que con uno de los dedos de su mano recorría toda la boca del Sumeragi... Cuando esté creyó que Subaru estaba preparado, sin dejar de masturbarle empezó a introducir un dedo dentro de su presa. Primero este hizo una mueca de dolor, pero después al entrar y salir empezó a notar el placer que esto producía. Primero un dedo... después dos, tres... bailaban en la entrada del Sumeragi. Pese a la lubricación proporcionada por los dedos y demás, sabía que Subaru necesitaba algo más... pero que?
Seishirou alargó un poco la mano hacia la mesilla de noche, hasta encontrar un frasco en un cajón La habitación se inundó de una fragancia frutal...
Esta vez Seishirou hizo que la mano de Subaru se embadurnara de vaselina y la coloco rozando con su propio miembro. Divertido pensó, que si el chico quería menos dolor, se lo tendría que ganar. Subaru notó como una sustancia pegajosa estaba en su mano, ignoraba su función pero en esos momentos estaba demasiado excitado como negarse a nada. Cuando Seishirou se la colocó en su miembro, él empezó a masturbarle. Pero Seishirou apartó deprisa la mano del Sumeragi. Subaru alzó un poco la vista con su enorme ojo verde, para encontrarse con la mirada dispar y desafiadora del asesino y como sus manos alzaban un poco sus caderas. Cuando este le penetró sin miramiento alguno.
Subaru grito por la repentina invasión. Pese a la lubricación proporcionada dolía... y mucho... Pero por primera vez sentía a Seishirou , sentía que estaba vivo. De golpe se sintió tranquilo , pero vacío y deseoso a la vez. Seishirou se había retirado. Pero enseguida volvió a sentir ese agudo dolor. Así siguieron las embestidas del Sakurazukamori, primero dulces y controladas. Pero acabaron siendo tan salvajes y pasionales que Subaru sentía que rompería el cabezal de la cama. Cuando el placer llegó anegándoles. El Sumeragi se convulsionó , dejando su semen en el abdomen del Sakurazukamori y gritó el nombre de su amado. Seishirou lo hizo a su vez dejando su blanco regalo en el interior de Subaru... Cayendo exhausto sobre él.
Seishirou alzó un poco la vista, y se separó de Subaru. Rodeó con sus brazos la cintura del onmyouji y dejó que este apoyara su cabeza en su pecho. En sus finos mechones negros caían finas gotas de sudor, que derivaban en su precioso rostro. Subaru aún gemía por el placer proporcionado. Abrió los ojos y se encontró con el rostro de su amante. Mientras se dormía entre sus brazos le dijo:
Te amo... por favor no te vayas... - y se durmió mientras una lágrima resbalaba entre sus mejillas aún ruborizadas.
Eres mío... mi Subaru-kun ... tranquilo por que yo estaré aquí para velar por tus sueños... - y notó como Subaru se sumía en un sueño aún más profundo... - mientras Tokio este en pie... - finalizó antes de dormirse él también...
Notas de la Autora: waaaaaaaaaa xfin xfi xfin!!!!! Después de ves a saber cuantos meses lo acabe!!! Si si si si si!!! Santas vacaciones! No quiero que acaben!!!! Es mi mayor momento de lucidez... (R: mentira... el insomnio es tu mayor momento de lucidez maja...) Ais mi primer intento de lemon! Asi que alabanzas y tomatazos (k de esos seguro que ay muchos.... aigh! La bolsa de tomates se me cayó encima -_-U) bueno llevaba mucho tiempo leyendo fics yaoi/slash así que espero haber dado la talla... Ala pos a sabeis! Lachicarebulucionaria@hotmail.com Pd: Chiharu algun dia acabare mi fik de X! Their destinity's returned! XDDD ki sap ki sap podria ser k...? xD
Subaru-kun... - dijo en tono de felino. ¿Pero que hago aquí? ¿Qué haces tú a mi lado... desnudo?! - intentó razonar el Sumeragi con el rostro de aspecto angelical. ¿Pero Subaru-kun, no te acuerdas de lo ocurrido? - dijo divertido.
¿Ocurrido? ¿Qué había pasado? Apenas recordaba nada, parecía como si todos sus recuerdos des de hacía años se hubieran borrado. Pero si que recordaba al adorable veterinario y de sus sentimientos por él. Sabía que quizás no sería correspondido, pero le amaba lo sabía... lo sabía des de que él había perdido su ojo por él. ¿Pero que había sucedido después?
Seishirou-san yo... -dijo tímidamente Subaru. ¿Sí, Subaru-kun...? - le contestó el asesino. Te quiero... - finalizó Subaru... ¿Por qué lo había dicho? , se preguntó a él mismo...
Y de pronto se encontró con los labios de su amado rozando primero tímidamente y después pasionalmente con los suyos. Un fuerte pinchazo le recorrió la cabeza, y una imagen se mostró ante él. Una chica con el pecho ensangrentado y una espada clavada en él, un joven muy parecido a él llorando por la muerte de esa muchacha y lamentándose por su desdichado amor. Y otra imagen apareció en su memoria, algo borroso, pero que le provocó un intenso dolor en su corazón no sabía por qué. Pero el estrecho contacto de los labios de Seishirou-san en ese momento le hicieron recuperar todos sus recuerdos...
Aaaaaaaaaaaaaaaaah! - y se desprendió rápidamente de los labios de Seishirou-san aún con el rostro acaramelado por el deseado beso.- ¿tú... tú... tú... me has besado?-continuaba- ¡Eres el asesino de mi hermana! Y ha saber de cuantos seres humanos... deberías morir... Y no solo eso! Me utilizaste a tu antojo! Y.. y... - dijo bajando la mirada y en tono triste... ¿Acaso deseas asesinarme? Pues sí ese es tu deseo, puedes realizarlo.
Seishirou estaba más serio que nunca, su mirada era fría y penetrante. Subaru se sentía desfallecer, bajo la mirada del hombre que tenía delante se sentía tan indefenso y completamente desnudo, como sí esa mirada le... Un momento. Él y Seishirou-san estaban desnudos, completamente DESNUDOS... Él jamás había dormido con nadie, su sexualidad siempre restó intacta pues nunca había amado a alguien que no fuera el asesino. Cuando su hermana fue asesinada fue la única cosa en la que no traicionó a su alma y a su corazón. Y ahora tenía delante al que le robó todos sus sueños y empezó a sentir un agradable calor dentro de su cuerpo. La visión que tenía delante no era nada turbadora, más bien era una obra de arte esculpida con extremada delicadeza, lo que no hizo hacer que el rubor volviera a cubrirle entero. Seishirou observaba la actitud del Sumeragi con una sonrisa perfilada en sus labios. No esperaba que Subaru se pusiera así tan pronto, lo cual le divirtió. Observó al Sumeragi con actitud reflexiva, imprimiendo en su mente cada milímetro de piel cada rincón oculto que antes no pudo observar. Hubiera podido violarle cuando le desnudó el día anterior, pero pensó que Subaru también tenía derecho a participar.
Mientras Subaru estaba Intentando tranquilizarse, aunque en esos momentos le fuera casi imposible. Seishirou se mostraba quieto como la más bella estatua, que ni hecha por el mejor escultor de la historia hubiera podido retratar la belleza y dignidad que desprendía el asesino. A Subaru se le volvieron a inundar los ojos de lágrimas, no entendía nada... ¿Por qué era tan feliz en ese momento? Necesitaba a Seishirou necesitaba que él pronunciara esas dichosas palabras y aún así el Sakurazukamori le maldecía con ese silencio de hielo, esa mirada en blanco y fría... Se tiró encima de Seishirou, pese a estar llorando cada vez que rozaba un milímetro de su piel, parecía que todo su cuerpo se estremecía. El asesino se quedó sorprendido, pues ahora tenía a su Subaru entre sus brazos llorando desesperadamente, y aún así tan cálido. Era como cuidar a un niño, al fin y al cabo el Sumeragi tenia el corazón de un niño de 16 años...
Hace años que nunca hubiera pensado en encontrarse en esa situación tan embarazosa, pero se sentía tan bien... Las lágrimas ya habían dejado de fluir por sus mejillas, ahora su respiración parecía haberse tranquilizado, aunque algo en su interior hizo que esta se empezara a agitar. Ni él mismo sabía lo que le sucedía pero el oír del corazón de Seishirou latiendo, el estar tan cerca de él, con la cabeza agazapada entre su pecho viril, tenso y musculoso, el notar como todo su cuerpo se tensaba a cada ola de su respiración. Como la calidez de su suave aliento le acariciaba el rostro como la mas dulce brisa... Hacía que algo emergiese en su interior. Elevó el rostro lo justo para encontrarse con la mirada dispar del asesino y se sintió conmovido, simplemente el impulso de sus sentimientos pudo más que él. Levantó un poco más el rostro y le besó. ¿Por qué lo hizo? Ni él lo sabía, o sí. Simplemente lo hizo porque lo deseaba. Ahí acababa el asunto, simple y fácil.
Seishirou sorprendido por la actitud desenvuelta que SU Subaru-kun le mostró. Así que profundizó el beso, hasta encontrar la lengua del Sumeragi. Haciendo que sus lenguas se entrelazaran en una profunda danza, que parecía él preludió de una sagrada ceremonia iniciada por el Sakurazukamori. Seishirou empezó a recorrer el torso del Sumeragi con sus manos sin parar de besarle. De golpe Seishirou se separó, lo que hizo que Subaru emitiera un pequeño gemido en forma de protesta. Le volvió a mirar, pero Subaru había estado esperando demasiados años como para que ahora volvieran esas estúpidas e indiferentes risas del asesino. Se lanzó encima de él y esta vez era el Sumeragi el que había atrapado la boca del Sakurazukamori. Con su lengua recorrió cada centímetro de su boca, danzando y haciendo que Seishirou empezará a estremecerse. De los ardientes besos pasó al cuello del asesino, mientras que sus manos empezaron a voltear hacia su zona más sensible. Seishirou aún muy sorprendido por la actitud de Subaru, tuvo que reconocer que pese a su nula experiencia el chico era bueno... MUY BUENO... Pequeños mordiscos que derivaron en "chupetones" sucedían en el cuello del asesino, las marcas que dejaba Subaru hacían pensar que el chico solo quería que su adorado veterinario fuera solo suyo, que jamás permitiría que nadie más le tocará. Después del cuello Subaru pasó a la clavícula hasta llegar a los bien formados pectorales y por fin llegó a los pezones que se erguían como nenúfares. Primero lamió y mordisqueó a su antojo, prestándoles especial atención a cada uno de ellos. Para Seishirou eso era una pequeña y dolorosa tortura, pues las manos del Sumeragi no llegaban nunca al destino que el querría, simplemente lo volteaban y sus finas manos de pianista acariciaban los alrededores. Subaru le estaba haciendo pagar cada año y cada lágrima derramada con esa exquisita y cada vez más doloroso castigo que se iba concentrando en su entrepierna cada vez más firmemente.
Por fin el Sumeragi bajo hacia el miembro del asesino No sin antes repasar los abdominales del Sakurazukamori. Lo tomo entre sus manos y con curiosidad tocó con un dedo la punta del especialmente grande miembro de su adorado. Seishirou se retorcía de placer y dolor. Hasta que empezó a recorrerlo con su lengua primero delicadamente y después como si de un helado se tratará, lamiéndolo muy lascivamente. Prestando muchísima atención y cuidado al glande. Y después de este preludio se lo puso "entero" en la boca. Primero pensó que se atragantaría, pues debido a su tamaño(y grosor) y a su erguidez hacía que la boca del Sumeragi pareciera a punto de explotar. Después empezó a masturbar a su amante mmmmuuuuuuuuy lentamente. Como quien dice estaba matando a Seishirou de placer.
Su... Subar... Subaru... kun -dijo con voz entre cortada el asesino.
Subaru alzó la vista lo justo y se separó del miembro de Seishirou. Quizás había hecho algo que no debería, pues se estaba dejando impulsar por la fuerza de sus sentimientos. Pero el miembro de Seishirou no indicaba eso en absoluto.
Sí, Seishirou-san... -dijo y su voz empezaba a temblar y perder la fuerza de antes...
"Oh dios! le amaba tanto, le necesitaba tanto, nadie sabía como le había
extrañado... no quería perderle..."
Subaru-kun... hemos de hablar... -dijo deteniendo el flujo de pasión.
"¿Por qué hago esto? ¿Por que no dejo que siga... por qué necesito decirle
lo mucho que lo extrañé? Me estoy volviendo completamente loco..."
Los ojos de Subaru temblaban y su corazón parecía que se estuviera destruyendo. Todas sus esperanzas empezaban a ser derruidas por una grúa manejada por la mano de Seishirou. Pero Seishirou no hizo nada de eso, no fue frío ni nada de eso... Simplemente lo cogió entre su regazo y se lo sentó encima de las piernas... Agarró la mano de Subaru y empezó a escribir un kanji en ella...
Ai... shi... -decía Subaru con voz temblorosa... - aishiteru...
Subaru fijo su mirada en el asesino, no podía expresar lo que sentía. Solo el deseo mezclado con el amor y la pasión del momento pudo hacer que Subaru pronunciara esas palabras...
Poséeme.. haz que el mundo no exista...
"Eso pensaba hacer igualmente... Subaru-kun... mi ingenuo e inocente
Subaru... MI Subaru... mi "amor"..."
Seishirou dejo de hacerse el tonto, para pasar realmente a la acción. Subaru había sido un buen preludio, pero nada comparado con lo que se acechaba. Volteó a su presa hasta tenerlo justo debajo de él. Se sentó encima de sus abdominales, atenazando su estomago. Lo tenía justo donde quería, ya nada podía detenerle. Hasta Subaru le había entregado su cuerpo, igual que cuando era un niño lo hizo con su alma y corazón. Esta vez era Seishirou quien posaba sus labios por todo el cuerpo del onmyouji y el que con su lengua le recorría de pies a cabeza. Besando cada milímetro de piel de su apreciadísima victima.
EL Sakurazukamori se centró en el miembro de Subaru tomándolo entre su boca, lengua... mientras que con uno de los dedos de su mano recorría toda la boca del Sumeragi... Cuando esté creyó que Subaru estaba preparado, sin dejar de masturbarle empezó a introducir un dedo dentro de su presa. Primero este hizo una mueca de dolor, pero después al entrar y salir empezó a notar el placer que esto producía. Primero un dedo... después dos, tres... bailaban en la entrada del Sumeragi. Pese a la lubricación proporcionada por los dedos y demás, sabía que Subaru necesitaba algo más... pero que?
Seishirou alargó un poco la mano hacia la mesilla de noche, hasta encontrar un frasco en un cajón La habitación se inundó de una fragancia frutal...
Esta vez Seishirou hizo que la mano de Subaru se embadurnara de vaselina y la coloco rozando con su propio miembro. Divertido pensó, que si el chico quería menos dolor, se lo tendría que ganar. Subaru notó como una sustancia pegajosa estaba en su mano, ignoraba su función pero en esos momentos estaba demasiado excitado como negarse a nada. Cuando Seishirou se la colocó en su miembro, él empezó a masturbarle. Pero Seishirou apartó deprisa la mano del Sumeragi. Subaru alzó un poco la vista con su enorme ojo verde, para encontrarse con la mirada dispar y desafiadora del asesino y como sus manos alzaban un poco sus caderas. Cuando este le penetró sin miramiento alguno.
Subaru grito por la repentina invasión. Pese a la lubricación proporcionada dolía... y mucho... Pero por primera vez sentía a Seishirou , sentía que estaba vivo. De golpe se sintió tranquilo , pero vacío y deseoso a la vez. Seishirou se había retirado. Pero enseguida volvió a sentir ese agudo dolor. Así siguieron las embestidas del Sakurazukamori, primero dulces y controladas. Pero acabaron siendo tan salvajes y pasionales que Subaru sentía que rompería el cabezal de la cama. Cuando el placer llegó anegándoles. El Sumeragi se convulsionó , dejando su semen en el abdomen del Sakurazukamori y gritó el nombre de su amado. Seishirou lo hizo a su vez dejando su blanco regalo en el interior de Subaru... Cayendo exhausto sobre él.
Seishirou alzó un poco la vista, y se separó de Subaru. Rodeó con sus brazos la cintura del onmyouji y dejó que este apoyara su cabeza en su pecho. En sus finos mechones negros caían finas gotas de sudor, que derivaban en su precioso rostro. Subaru aún gemía por el placer proporcionado. Abrió los ojos y se encontró con el rostro de su amante. Mientras se dormía entre sus brazos le dijo:
Te amo... por favor no te vayas... - y se durmió mientras una lágrima resbalaba entre sus mejillas aún ruborizadas.
Eres mío... mi Subaru-kun ... tranquilo por que yo estaré aquí para velar por tus sueños... - y notó como Subaru se sumía en un sueño aún más profundo... - mientras Tokio este en pie... - finalizó antes de dormirse él también...
Notas de la Autora: waaaaaaaaaa xfin xfi xfin!!!!! Después de ves a saber cuantos meses lo acabe!!! Si si si si si!!! Santas vacaciones! No quiero que acaben!!!! Es mi mayor momento de lucidez... (R: mentira... el insomnio es tu mayor momento de lucidez maja...) Ais mi primer intento de lemon! Asi que alabanzas y tomatazos (k de esos seguro que ay muchos.... aigh! La bolsa de tomates se me cayó encima -_-U) bueno llevaba mucho tiempo leyendo fics yaoi/slash así que espero haber dado la talla... Ala pos a sabeis! Lachicarebulucionaria@hotmail.com Pd: Chiharu algun dia acabare mi fik de X! Their destinity's returned! XDDD ki sap ki sap podria ser k...? xD
