Hola!!!!!
Lo primero q quiero hacer es contestar a los nuevos reviews…
- Elena-Unduli: Vaya, gracias! Me encanta q t guste mi humor. Y tranquila, este fic seguirá siendo divertido! (o al menos lo intentaré ^^U)
- Nury: Wapa! Gracias x tu apoyo! Y, además…. Quién se pondría de nik Serpentosia aparte de yo? Jajajaja. Xsupuesto, soy la Serpi de siempre!
Weno, y aquí os dejo ya con el 3º capítulo:
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Al fin, llegaron al zoo.
Jarri se levantó, sacudiéndose la arenilla que se le había quedado en el pelo tras el viaje.
Los Bursley dejaron al burro amarrado a un gran árbol, fuera de la entrada al zoo, y al carro en la zona de aparcamientos y se dispusieron a comenzar la visita.
Judley corría emocionado observando los animales que se encontraban al otro lado de las jaulas.
Jarri paró frente al recinto de los jabalíes verrugosos, y se quedó mirando como comían. Esta escena le pareció extremadamente familiar. Ya que Judley no comía ni con las manos, sino que metía la cabeza dentro de su plato, al igual que los jabalíes la metían en su comedero. Además, la comida de los animales era bastante similar a la que les servía Verdunia últimamente.
Tras comprobar el parecido de Judley con otros animales, tales como osos, hipopótamos o incluso con las papeleras del zoo, que tenían forma esférica, Jarri siguió a sus tíos y a Judley a "la casa de los reptiles".
Era un lugar oscuro, con la única iluminación de la luz que salía de cada urna en la que estaban encerradas bellas serpientes y otros lagartos. La única decoración de la sala eran algunas plantas escondidas en los rincones de la habitación, en los que, como Jarri descubrió, olía a meada humana, aunque no llegaba a comprender el por qué… (N/A: jajajaja, no pude evitar poner algo así! es una experiencia vivida por amistades…).
Judley se detuvo frente a una culebra, de nombre científico: "Culebrum di campi espanium, escondum bajis rocum pa mordirum tum culis" (N/A: el que no entienda, que lo pregunte en un reviews, jejeje). Jarri se paró a mirarla también. Estaba dormida. Judley empezó a golpear el cristal, hasta romperlo, y como estaba inclinado se cayó dentro de la urna.
- Cuidado! – Le gritó Jarri a la serpiente, pero de su boca solo salió un silbido y un japo (ñardo, escupitajo, como queráis llamarlo).
El silbido despertó a la serpiente, que logró apartarse a tiempo para que Judley no le aplastase. El japo dejó una bonita marca en la pared.
Judley se puso a lloriquear, pero Jarri no le prestó atención, sino que miraba a la culebra, que le dijo:
- Gracias, me has salvado. Me voy a la depresión del Ebro (hala maños!) a formar una nueva familia.
- Vale, guay.- Dijo Jarri, que ya se creía que había tenido un amigo.
Cuando rescataron a Judley y salieron de allí, se había desatado una gran tormenta.
Salieron corriendo y se dirigieron a la salida. Pero cuando llegaron frente al árbol en el que estuvo atado el burro, descubrieron que ya no existía ni árbol, ni burro, ya que un rayo había decidido pasarse por ahí y acabar con ambos. Así que con el carro a salvo, con Sernon y Verdunia en él, Jarri haciendo de burro y Judley sobre él, emprendieron el regreso hacia el pueblo, por el camino sucio, con baches y piedras punzantes, ahora aún con más charcos.
Serpentosia (con copirraigt)
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Pronto el capitulo 4: Un gran visitante y una extraña carta.
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