Los Merodeadores

Este es realmente mi primer fic que he hecho en mi vida, el
otro de Hermione, fue el primero que mande, pero este fue el
primero que escribí, siento que fue un buen trabajo, pero
ustedes decidan lo mejor. Gracias a Cleo por apoyarme siempre.
Eres 1 de mis mejores amigas. TKM
Besos y dejen reviews.

****************************************************************
**********

Unas aburridas vacaciones

El final del verano estaba a punto de terminar, el viento soplaba fuerte, insinuando una ligera lluvia, eran las 10 de la mañana, y aunque ya era tarde, nadie se había levantado de la cama, había sido una noche muy agitada para la familia de los Potter, ya que la noche pasada, habían tenido una gran fiesta, con un solo pero bien merecido propósito, James Potter, el único hijo de Susan Potter y Jonathan Potter había por fin, después de 11 años de espera, recibido su carta de ingreso a Hogwarts. James era un niño delgado, ojos grandes color avellana enmarcados en unas gafas redondas, no era muy alto, y, su cabello, negro como el azabache, lo tenia siempre desacomodado, y usara lo que usara, nunca se le acomodaba, era una de las principales causas por las que su mamà lo regañaba, además de muchas cosas mas.

-- James hijo... Baja a desayunar, que se nos hace tarde. Dijo dulcemente Susan, ella, podía ser un poco excéntrica, enojona y gritona, pero en ese momento ni la falta de sueño la podía hacer enojar, estaba encantada de que su hijo entrara a la mejor escuela de magia del mundo, normalmente, cuando James no hacia de las suyas, era una mamà encantadora.--James me escuchaste!?...dijo perdiendo la paciencia.

--Mamà estoy muy cansado, puedo dormir un poquito mas?--. Pregunto con ansias James.

--Por supuesto que no!, dijo Susan, James, hoy tenemos que ir al Callejón Diagon a comprar tus útiles escolares, por favor apurate o se acabara todo!.

--Si mamà no me tardo, solo me pongo unos pantalones y ya estoy. Dijo desanimado James, Pero cuando estemos ahí me podrías dar unos cuantos galeones?, por favor mamà, si?...

--Ok, pero baja rápido a desayunar, que no vez lo flaco que estas, van a pensar que no te damos de comer! dijo dulcemente Susan

--OK! y James pego tal grito que su papá se despertó, al contrario de Susan, el despertó enojado por que su sueño había sido interrumpido por un horrible grito. Jonathan, era el padre más comprensible del mundo, y era extremadamente difícil hacerlo enojar, nada más que no le gustaba ser despertado tan bruscamente.

A los Potter se les conocía por ser extremadamente ricos, Vivian en una mansión en Escocia, Jonathan era un auror, podía tener un carácter muy lindo, que según para los aurores eso es un signo de debilidad, pero el no permitía el abuso de la magia, odiaba a todo ser que se aprovechara de los pobres mugres atacándolos con magia, y se le consideraba un muy buen auror, Susan, en cambio era amante de las criaturas mágicas, y se encargaba, en el ministerio de magia en el departamento de control de criaturas mágicas, que se les diera un trato justo a los pobres animales. Eran personas muy queridas por todos, tenían una muy buena reputación y lo máximo que puede un mago tener respecto al honor.

Entrando al Caldero Chorreante, y después de saludar a muchas personas, Susan y James, entraron al callejón Diagon, Jonathan había salido a trabajar, y no iba a llegar sino hasta tarde, entonces ellos 2 aprovecharon que tenían el día libre para comprar todo.

-- James, ve a Madame Malkins a comprar tus túnicas del colegio, en lo que yo hago las compras de los libros, ten, te voy a dar, 10 galeones para tus túnicas, y 3 galeones para que compres bromas. Finalizo Susan

-- Pero mamà, 3 galeones no me va a alcanzar para nada, no quiero solo 1 bomba fétida, por favor mamà dame un poquito mas si?... Rogó James, haciendo una cara de niño bueno que ni el se la podía creer, James sabía perfectamente que el dinero le alcanzaba para comprar una gran dotación de Bombas fétidas, y unas bengalas del doctor filbuster, si no es que para un poquito más.

-- James, te conozco y no voy a caer tan fácilmente, que piensas incendiar Hogwarts en tu primer día.

--No mamà, me creerías capaz de hacer eso, NO va conmigo...

--Que tú crees que nací ayer, anda ve a comprar eso que te pedí y cuando termines vienes aquí o nos vemos en el Caldero Chorreante.

--Si ok

En la Tienda de Madame Malkin, estaba atascada de estudiantes de todos los cursos por sus túnicas del colegio, era imposible pasar, entonces James decidió ir primero a Gamboll y Japes a comprar un poco de todo antes de ir por sus túnicas.

Efectivamente, el dinero no fue suficiente para todo lo que James quería comprar, pero le alcanzo perfecto para lo indispensable, varias cajas de Bombas fétidas, otras cajas de Bengalas del doctor filbuster, también encontró un paquete de SNA Explosivo. Todavía le sobraba dinero, pero decidió emplearlo en su propio deleite, y fue corriendo a Florish y Blotts a comprar dulces, varias ranas de chocolate, chicles de calabaza que cuando los masticas explotaban en la boca, pero sobre todo grageas de todos los sabores, las favoritas de James eran las de chocolate, pero cuando se trataban de dulces, se comía cuanto veía.

Llego de nuevo a Madame Malkins, y como el suponía, la tienda estaba menos llena, solo habían 2 niños antes que el, el primero, parecía que nunca iba a salir, al parecer era su primer curso en Hogwarts, por que aunque venia con sus padres, parecía confundido, hablaban algo acerca del equipo de Inglaterra que había contratado un nuevo buscador, estaban mas entretenidos en su platica que el las túnicas de su hijo.

--Mamà nunca me va a quedar ninguna túnica, mejor vamos a otra tienda de túnicas donde haya de mi talla. Dijo el muchacho

--Estas loquito mi vida, esta es la mejor tienda de Túnicas en todo Inglaterra. Dijo la mamà en tono sarcástico, era una mujer de rostro severo, y sus ojos eran azules como el cielo, pero se veían en ellos una gran tristeza.

--Mamà, mira, esta muy chica, esta muy larga, esta muy pequeña, esta me aprieta, con esta parezco que traigo puesta una piel de elefante... ninguna me queda. Se quejo el chico, era un muchacho alto, con la piel algo morena, una nariz que daba muestras de que se la habían roto, y un cabello largo hasta abajo de la barbilla y muy grasiento.

--Severus, no le contestes así a tu madre, ya la oíste, alguna te quedara. Dijo su papá, que era exactamente igual que su hijo, pero con más arrugas, el cabello no lo tenía largo como su hijo, sino cortito y con una calva en la parte de atrás de su cabeza, pero igual de grasiento.

--Parece que es esta. Dijo entusiasmada, pero al mismo tiempo agotada Madame Malkin.

Efectivamente, la túnica le quedo de maravilla al chico, después de pagar los 10 galeones, siguió el siguiente. James se estaba impacientando, y pensó en dejar unas cuantas bombas fétidas debajo del asiento, pero entonces pensó que tal vez cuando vieran las bombas Madame Malkin no querría venderle túnicas y Susan lo mataría, entonces pensó que mejor esperaría, y decidió ver al chico que iba antes que el, era un muchacho bien parecido, con la piel bronceada, y unos ojos azul celeste, con el pelo color negro que alcanzaban sus ojos, por lo menos 5 cm. mas alto que James, el nombre de este muchacho era Sirius Black, su familia tenia la reputación de unos magos fríos y que le daban mucha importancia a la sangre, creían que no se deberían de admitir magos con sangre muggle a los colegios de magia, ni siquiera estaban de acuerdo en que los muggles existieran, Sirius desocupo a Madame Malkin por un insignificante ratito, ya que la primera túnica que se probo, le quedo a la perfección y no tuvo que esperar. Siguió el turno de James, que al igual que el chico anterior, salio muy rápido de la tienda.

Alcanzo a su mamà en el caldero Chorreante, ella, al ver el retraso de si hijo, decidió adelantarse a comprar los ingredientes de las pociones ya que estaban cerca del punto de encuentro y notaria si James llegaba, cuando este apareció, Susan lo llevo directamente a Ollivander's, donde James compro su varita. Después de probar casi todas las varitas de la tienda, o así lo sintió James, encontró a la suya que era de caoba; veintiocho centímetros y medio; flexible y excelente para transformaciones.

De regreso al Caldero Chorreante, ya para irse de nuevo a su casa, Pasaron por el mundo de la escoba, donde estaba el mejor y último modelo, la CleensWeep V, el modelo más reciente, pero sumamente caro. James rogó a su mamà para que se la comprara la escoba de carreras, pero ella se negó. Caminaron sin hablarse, James creía que ella era una egoísta por no permitirle a su hijo tener una escoba de carreras, pero se incontentaron justo al pasar por el Emporio de las Lechuzas, Susan dejo que James tuviera una mascota aceptando sus responsabilidades. --La que sea mamà? pregunto James

--Si amor, la que tu quieras.

James pensó que las ranas daban asco, que los gatos eran de niñas, que con una rata parecería muerto de hambre y que la había sacado de una coladera, entonces decidió una lechuza.

--Esta mamà, James escogió una lechuza que aun se veía que era un pichón, era de color café con unos impactantes ojos amarillos, era una ave muy bonita, parecía hasta de la realeza.

Salieron del caldero chorreante y cogieron el autobús noctámbulo que los llevaría de nuevo a Escocia, había sido un día muy aburrido, pero James por fin tenia lo que quería, bueno casi todo lo que quería, le faltaba su escoba de carreras, pero de ahí en fuera, era feliz, y mañana seria todo un estudiante de Hogwarts.

"Prepárate Hogwarts, que viene en camino James Potter, si, jajaja, el Gran James Potter" pensó mientras no podía mas con el sueño y pensando en Hogwarts y en el Gran James Potter, se quedo dormido, hasta que llego a su mansión.