11. Por una vida, una traición
- Un momento señor Malfoy, tranquilícese – dijo Snape sin cambiar la expresión de su rostro- ahora dígame lo que ocurre.
Draco intentó relajarse, pero era imposible, debían actuar rápido, y sin pensárselo dos veces.
- Profesor, acaban de encontrar a Granger en muy mal estado, la señora Pomfrey no sabe lo que le ocurre y yo pensaba…-tragó aire y continuó- pensaba que usted podría saber lo que le ocurre.
- Y por qué pensaba que yo sabría como ayudar a Granger?- una mirada le registraba todo el rostro a Draco, esperando una respuesta razonable.
- No hay tiempo para eso, venga por favor- sin más preguntas Snape salió del despacho, seguido muy cerca por Malfoy.
No volvieron a decir nada más en el transcurso de su recorrido por los pasillos del castillo. Finalmente llegaron hasta la enfermería. En el interior sólo estaba la señora Pomfrey, yendo de arriba abajo revisando libros y más libros. La única cama estaba ocupada por Hermione, que seguía en un estado de inconsciencia.
Snape y Draco se acercaron a la cama, observaron el rostro sudoroso de la chica, Malfoy pensaba en lo mucho que estaría sufriendo Hermione, y eso le llenó de un sentimiento de culpa que jamás había experimentado.
- Profersor Snape?! Que hace aquí?- Snape hacía como si no hubiera escuchado la pregunta de la señora Pomfrey, él seguía escudriñando visualmente el rostro de la chica Gryfindor.
- Cuales son los síntomas que presenta, señora Pomfrey?- preguntó sin alzar la mirada.
- Pues, hasta el momento he podido localizar; sudores fríos, temblores o parecen más bien espasmos, estado de inconsciencia, no tiene buenos reflejos y sus pupilas están ciertamente dilatadas….- dijo varios síntomas más pero Snape no continuó escuchando.
- Le han encontrado algo extraño en la sangre?- el rostro de Snape no reflejaba absolutamente nada de lo que le estaba pasando por la mente.
- Pues, la verdad es que no, no hemos encontrado nada anormal en la sangre, no comprendo que puede haberle pasado, y no consigo bajarle la fiebre- Draco escuchaba todo esto con gran temor y lo que más le asustó fue- si no mejora en las próximas horas tendrá que ser enviada a San Mungo- si la llevaban allí, si que tendría que temer lo peor, pues los mejores tratamientos venían de Hogwarts, por lo que si no quedaban recursos allí, pocos quedarían en el hospital para Magos.
- Malfoy, acompáñeme- diciendo esto, hizo un gesto para que le siguiera, y dando un último vistazo al débil cuerpo de Hermione, siguió al profesor.
- A dónde vamos, profesor? Sabe que le ocurre?
- Primero de todo, me sorprende tanto que se preocupe por una sangre sucia, pero tampoco tengo interés de su vida privada- esto le sorprendió a Malfoy, pero un momento, había algo en lo que no había pensado…- por otro lado me gustaría que me contara toda la verdad, pues sé que esconde algo, algo que ha hecho que Granger haya acabado en ese estado- cuando Draco iba hacer intención de decir algo, Snape le interrumpió- pero no sólo me lo contará a mí.
Antes de poder reaccionar, se dio cuenta que se encontraban delante de la puerta del director Dumbledore. Que pretendía Snape? Aunque lo que lo había espantado anteriormente, era el no haber pensado de que bando era realmente Snape. Pues bien era sabido que antaño fue uno de los seguidores del Innombrable, pero, y ahora? Y si seguía siendo fiel a este? Y si seguía en contacto con su padre y los demás mortífagos? El revelar el plan que habían diseñado tanto su padre como Beuer, lo iba a revelar en pocos instantes, y el estar Severus Snape presente en la declaración, pues hacía más complicada la situación.
No le dio tiempo a pensar, pues ya habían subido por las escaleras, y ahora se encontraban frente al escritorio de Dumbledore.
De inmediato, la gran figura del director apareció de detrás de una estantería.
- Vaya, vaya, que les trae por aquí? – dijo Dumbledore, pero no miró a Snape, sino a Draco.
- Estará al tanto de lo que le ha ocurrido a Granger, verdad director?- dijo Snape .
- Desgraciadamente estoy al tanto,- nuevamente le dirigió una mirada a Draco- y creo que por eso está aquí, no señor Malfoy.?
- Yo…yo…-dijo sin alzar la cabeza del suelo. Todos sus argumentos, que había intentado ordenar tan cuidadosamente, se vinieron abajo al estar frente al director.
- Draco- dijo Dumbledore con un tono más dulce- sabemos en cierta medida que es lo que ha estado ocurriendo en el castillo y fuera de él. Sabemos que Beuer es un mortífago, y actúa a través, en cierta manera, de tú padre. Pero no tenemos pruebas sólidas que lo inculpen. Por eso necesitamos de nuestra ayuda….y creo que tú necesitas de la nuestra.
A Draco se le vino el mundo encima. Lo sabían, lo sabían todo, y no habían echo nada para impedirle a él que hiciera aquello a Hermione, pero , entonces:
- Como saben ustedes que yo voy a inculpar a mi padre y a Beuer? Como están tan seguros?- dijo con una voz, más alta de la que pretendía.- Ustedes saben lo que eso supondría? Saben donde me colocaría esto? Sería un traidor, para con los mortífagos y para con mi familia.
- Pero hay un precio más alto que se tendría que pagar si no ayudas a Granger, no?- con solo una mirada, Draco entendió a lo que se refería Dumbledore. Estaba entre la espada y la pared, todo dependía de lo que dijera ahora. Todo su futuro se iba a desplomar con lo que hiciera, cualquiera de las dos opciones, haría que perdiera cosas importantes. Cosas importantes? Desde cuando se había vuelto algo tan importante…?
- No tenemos mucho tiempo señor- dijo Snape.
- Draco, que vas a hacer?- se volvió a dirigir el director a Malfoy- pero quiero que sepas una cosa. A pesar de lo que te hayan enseñado, no creas que vas a estar solo, pues nunca se le ha negado ayuda en esta escuela, a quién la ha solicitado. Por lo que, piensa profundamente, en lo que quieres hacer. No en lo que quieran hacer los demás, sino en lo que quieras hacer tú.
Estas palabras ya las había oído en otra ocasión, pero esa vez no habían sonado tan cariñosas, pero el efecto había sido similar. Y si no hacía lo que verdaderamente sentía que tenía que hacer, nunca más volvería a oír esas palabras.
- Esta bien, aunque sé con esto, que habré destrozado todo mi futuro y habré traicionado a todos los míos.
- No lo tengas tan seguro- dijo Dumbledore.
Con un gran suspiro, Draco comenzó a contar todo lo que había ocurrido desde que había empezado el curso. Desde la carta de su padre hasta el frasco que le había dado Beuer. Contó las pocas gotas que había echado en la comida de Hermione y como la había recogido en el pasillo sorprendido de lo rápido que había actuado el veneno, lejos de todos sus planes.
Dumbledore y Snape escucharon en silencio, sin interrumpirle ni una sola vez. Cuando acabó Draco, estaba tan abatido, que necesitó sentarse. Snape iba a decirle algo, pues sus puños se habían cerrado, y demostraban lo que realmente sentía por dentro, pero un movimiento de mano del director le hizo tragarse las palabras.
- Draco, sigues teniendo el frasco que contenía veneno?- dijo Dumbledore
- Sí, lo escondí por si acaso alguien lo encontraba tirado y hacía un mal uso de él.- el director sonrió ante la sinceridad del chico.
- Ve y tráela, así el profesor Snape podrá analizar de que se trata y así fabricar un antídoto.
- Enseguida vuelvo- de un brinco salió corriendo del despacho y se dirigió a la salida.
- Director, sabe lo que conlleva todo esto?- dijo muy serio Snape.
- Lo sé muy bien Severus, tendremos que ir con cuidado, en cuanto a Beuer, tendremos que ocuparnos de él.
- Y el chico?
- Draco va a pasar momentos difíciles, pero no podemos dejarlo a su suerte, ya sabes lo que hará Lucius Malfoy cuando se entere que su único hijo, en el que depositaba todas sus esperanzas dentro de la escuela, le ha traicionado para ayudar a …una chica como Hermione Granger.
- Mpfh- consiguió soltar Snape.
Pasados unos minutos, apareció nuevamente Draco en el despacho, llevando en la mano el pequeño frasquito. En cuestión de segundos se lo dio a Snape.
- Sabes de que se trata Severus?
- No lo había visto desde hacía muchos años Dumbledore, pero creo estar en lo cierto de que se trata de las pociones que realizaban en antaño para eliminar a los magos hijos de muggle- dijo impresionado Snape. Draco se impresionó también, ya que según Beuer, ese veneno lo habían conseguido recientemente, aunque también podría haber sido mentira.- pero, a decir verdad, Malfoy, sólo tenía este frasco?
- Eh, sí claro- dijo desconcertado Draco.
- Pues, si es cierto eso, aquí apenas falta veneno, verdaderamente echó muy poca cantidad en la comida de Granger. Eso no le habría provocado ni en menor indicio de los síntomas que presenta ahora.
- Qué?- Draco estaba en casi shock, pero eso era imposible, a no ser que….
- Eso quiere decir Malfoy, que usted no fue el único que depositó ingredientes extras al menú de la señorita Granger- dijo en tono divertido Dumbledore, aunque Draco no lo encontró para reírse.
- Pero, entonces, podría ser que Beuer.
- Exacto, podría ser que Beuer, intentando "ayudarle", le administrara más veneno, mucho más.
- Ese ….ese
- Cálmate Draco. Ahora Snape, por favor, vaya a fabricar el antídoto- con un movimiento de asentimiento por parte del profesor, este abandonó el despacho. Ahora solo quedaban en la habitación Draco y Dumbledore. Era la primera vez para Malfoy que tenía una conversación tan larga con el director.
- Que voy a hacer ahora? Cuando mi padre se entere de todo, me matará, o cosas peores- dijo muy apenado Draco.
- No voy a engañarte Draco, tú padre se sorprenderá mucho, pero lo importante aquí, es que has podido salvar una vida, y posiblemente la de muchos nacidos de muggles. No debes arrepentirte de ello.
- Pero de todas maneras, no se que voy a hacer cuando se enteren todos de lo que he hecho.
- Queda mucho curso por delante, ya pensaremos en ello, pero para empezar, nadie debe enterarse de lo que ha pasado. Actúa como siempre y principalmente, que Beuer no se entere de que has venido aquí, pues las probabilidades de descubrirle se agotarán.
Lo que ha ocurrido aquí hoy, quedará aquí. Está claro- dijo seriamente Dumbledore mirando por encima de sus gafas en forma de media luna.
- Clarísimo profesor Dumbledore- Draco no demostró ningún sentimiento en su rostro.- Esto…seguro que Granger se recuperará, verdad?
- Snape es famoso por sus dotes de realizar difíciles pociones- dijo esbozando una sonrisa recordando el antídoto para el profesor Lupin y su pequeño problema con la luna llena- ten por seguro de que se recuperará. Aunque seguro que pedirá una buena explicación. En ese caso, dependerá de ti.
- Eh? Esto…si.
- Ahora, vete y descansa, y recuerda, actúa con normalidad- girando sobre sí Draco se dirigió hacia la puerta- Ay que ver que diferentes son los hijos de los padres!
- Decía algo director?- dijo girando la cabeza
- No,no, nada, ve,ve- y diciendo esto se sumergió en sus pensamientos mientras el chico desaparecía por la puerta- un pequeño eslabón puede romper toda una cadena. Esto va a ser muy difícil, pero bueno, que no ha sido difícil en estos seis años?.
Draco caminaba cabizbajo por los pasillos, sumido en sus propios problemas, que por lo visto, no eran pocos. Se había buscado su propia perdición en lo que representaba a su familia, no quería ni pensar en lo que haría con él su padre. Todos los que se habían acercado a él en Slytherin, lo repudiaran como un insecto, pues, quién querría acercarse a un traidor, que por ayudar a una sangre sucia, había delatado a su padre, y a muchos mortífagos, que gran parte de ellos eran padres de estudiantes en Hogwarts.
Nadie estaría con él, todo el poder que había conseguido en estos años, se vendría abajo. Estaba acabado, todos lo mirarían con repugnancia.
En ese momento se chocó con los últimos con los que querría haberse cruzado:
- Malfoy…te estábamos buscando- dijo un preocupado Goyle.
- Llevas todo el día desaparecido, además actúas de una forma extraña- continuó Crabbe.
- En serio, no importa- iba a continuar andando cuando:
- Te has enterado de lo que le ha pasado a la pequeña sangre sucia Granger?- dijo riéndose el más alto.
- Síii, jaja, dicen que le habrá dado un pasmo de tanto estudiar- añadió el otro. Draco se giró, sus ojos desprendían ira, pero claro, ellos no sabían nada de lo que había ocurrido, por lo que intentó calmarse rápidamente. Entonces se le ocurrió algo a Malfoy, y con la mirada fija en los ladrillos del suelo dijo.
- Decidme una cosa, si yo no fuera hijo de quien soy, vosotros habrías estado a mi lado todos estos años?- dijo casi temblándole la voz.
- Pero que tonterías dices ahora, si nos conocemos desde hace muchísimos años, claro que sí.
- Pero vuestros padres os presentaron a mí, porque ellos son amigos de mi padre, pero y si no hubiera sido así.
- `Pues….no sé…-demasiado pensar para aquellos dos- supongo que igualmente.
- Y eso por qué?- dijo desconcertado Draco.
- Pues porque eres el único que en alguna ocasión nos has defendido, aunque siempre te defendemos nosotros, o porque no nos tienes miedo, o ….- con eso le había bastado. No esperaba una gran sorpresa, pero eso le hizo dibujar una sonrisa en el rostro, casi imperceptible para sus dos compañeros.
- Esta bien, nos vemos luego- y dicho esto salió corriendo, pero no se dirigió a la casa Slytherin, sino a la enfermería de nuevo.
Cuando llegó allí seguía estando la señora Pomfrey. Al verle le iba a regañar de haber estado allí demasiado tiempo, perdiendo horas de estudio, pero al ver la cara de él, pensó que un rato más de visita no iba a importar. Así que se fue a su despacho, a seguir indagando en enfermedades extrañas.
Draco caminó lentamente en dónde estaba la cama de Hermione, ella seguía inconsciente, y parecía seguir sufriendo, pero eso ya se lo esperaba él, el profesor Snape todavía tardaría en preparar el antídoto por lo que debía aguantar el dolor y la impotencia de no poder hacer nada.
Cogió un taburete y se sentó junto a la cama, nunca se habría imaginado que podría estar visitando a la sangre sucia estando ella enferma, pero las cosas habían llevado un rumbo totalmente imprevisible.
- Parezco idiota estando aquí. No vas a despertarte porque te venta a visitar, pero bueno, creo que así me siento menos culpable. Creo que al fin y al cabo, has acabado teniendo mucha razón en todo lo que me echaste a la cara. Tú y tu insolente sinceridad- dijo esto con una sonrisa y con tono melancólico- Creo que mi vida se va a ir ….bueno simplemente he destrozado lo que podía haber de bueno en mi futuro, aunque según tú dirías, no habría nada de bueno en él. Qué típico de ti. Aunque debo reconocer que debería agradecer algo al Beuer por su estúpido plan del trabajo en grupo. Gracias a eso yo he podido descubrir muchas cosas. … También acabo de descubrir que puedo llegar a ser cursi….dios en que me he convertido!!-dijo con aire irónico, aunque su rostro se ensombreció de nuevo al ver la frágil figura de Hermione tendida en la cama- bueno, lo que tendría que decir, es que, …lo siento mucho, yo no quería que pasase esto. Espero que algún día pueda decírtelo a la cara estando despierta, aunque, cuando sepas la verdad, no querrás saber nada más de mí.- hizo una leve pausa más- bueno ya ves, esto me está volviendo loco, incluso hablo a solas con personas inconscientes, voy a perder la cabeza- diciendo esto, la agarro la mano cuidadosamente y así se quedó, observándola con gran tristeza, sin saber que desde la puerta los estaba observando el que hasta ahora había sido su enemigo.
Harry se sorprendió al ver a Draco Malfoy sentado junto a la cama de su amiga, cogiéndola de la mano, al fin sus sospechas se habían aclarado. A pesar de haber escuchado todo lo que había dicho Malfoy, este no pudo entrar en la habitación a darle un buen puñetazo, como era su intención, aquí seguí fallando algo, además su opinión sobre el chico slytherin estaba cambiando, aunque no podía confiar plenamente en él. Aunque, claro esta, esto no se lo diría.
Mientras tanto, una lechuza había traído un pequeño sobre al despacho del profesor Beuer, al leerlo esbozó una triunfal sonrisa:
- Por fin, por fin obtendremos resultados. A llegado la hora.
Dejó la carta en la mesa, en ella se podía leer:
Todo está listo mi querido amigo, el próximo sábado llegaré a la escuela.
Ocúpate de lo que falte para estar todo preparado.
L. Malfoy.
-----------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO
Bueno, otro capítulo más, la verdad es que no he quedado muy convencida, pero tenía que poner esta parte, pues avanza a lo que se refiere a la situación de Draco. Pobrecillo.
Espero que os siga gustando el fic, y sigais enviando reviews. Gracias a todas por vuestro apoyo.
Estoy pensando en hacer en un futuro algun fic de los merodeadores, pués la verdad, me encantan y podría ser divertido, nunca se sabe.
Ya veremos, por ahora seguiré con este, que algun dia tendrá que acabar.
Un beso a todas y nos leemos en el próximo capítulo.
Todavía seguimos de LUTO, y durara hasta que se pase el disgusto. jejeje
