13. La verdad siempre duele
Casi toda la mañana del sábado se la había pasado en el despacho de Dumbledore. Habían estado largo y tendido discutiendo el problema que se venía encima. Pues la llegada de su padre a la escuela complicaba todo, pero al igual también significaba el final de toda esa farsa.
Al terminar ese día todo cambiaría, y ya no habría marcha atrás.
Habían acordado el impedir por todos los medios de que Beuer y su padre se enterasen de que Hermione estaba sana y salva. Y así lo harían.
Ahora venía la otra parte del plan que tanto había estado pensando durante la noche. Había quedado con Hermione en verse en Hogsmeade, y una vez allí le contaría todo, no quería ser un cobarde y sabía que diciéndole todo su relación de amistad terminaría. ¿De qué otra forma reaccionaría ella, sabiendo que él había intentado matarla? Seguramente, con un abrazo no.
Por otro lado, en la sala común de Gryffindor, Hermione estaba discutiendo con Ron.
- Y a qué se debe este cambio de actitud tan repentino?- dijo curioso Ron.
- Pues nada, alguien me sugirió que saliera a tomar el aire, y he seguido su consejo, así de simple- dijo una risueña Hermione.
Harry los miraba sin decir nada, contento de ver como su amiga se había recuperado tan bien. Pero algo le seguía rondando por la cabeza. Cuando vio que Ron se alejaba de donde se encontraba Hermione, la cogió del brazo y le dijo en voz baja:
- Ese alguien no será Malfoy?- dijo analizando la expresión de la chica, que como pensó parecía asombrada de que el hubiera dado en el clavo.
- Bueno…si, él me lo dijo. Pero no te creas cosas raras Harry. Lo que pasa es que me parece una pena desperdiciar este día. Eso es todo- intentaba disimular Hermione.
- Lo que tú digas Hermione, yo no voy a meterme en tus asuntos, solo quiero que sepas que como amigo, te digo que tengas cuidado.- dicho esto se alejó para alcanzar a Hermione, dejando a esta parada.
Desde que Malfoy se había ido de la enfermería la tarde anterior, había estado pensando detenidamente porque se sentía tan extraña ahora con respecto al chico slytherin.
Era bastante complicado, ya que ella misma luchaba contra lo que se estaba apoderando de sus sentimientos, pues tenía miedo de descubrir lo que sentía por Draco Malfoy.
Pero tras pensar tanto, decidió que dejara fluir las cosas, pues ellas mismas se arreglarían. Y con esto en mente se unió a sus amigos para dirigirse juntos a Hogsmeade y a pasar un agradable día. O eso esperaba ella.
Al llegar a la salida se vieron, Draco estaba con un grupo de Slytherin, junto a ellos Parkinson que miraba con recelo a Hermione, ya que esta se había quedado mirando al chico rubio. Y por su parte él hacía lo mismo con Ron, pues siempre se le apoderaba una rabia al ver al pelirrojo metiéndose siempre en sus asuntos.
Sin dirigirse ni una mirada todos abandonaron la escuela para llegar al pueblo.
Una vez allí Draco se fue con su grupo a varias tiendas, donde como casi siempre, tuvo que despegar a Goyle y Crabbe de las de golosinas.
Intentaba disfrutar al máximo de la compañía de los slytherin, pues sabía que tarde o temprano su posición en aquella casa acabaría cayendo. Pero tampoco iba a ser una gran pérdida o por lo menos así es como intentaba convencerse.
Por otro lado, vio al grupo de Harry caminando alegremente por el pueblo, y allí se encontraba Hermione, tan risueña y contenta como siempre que iba con sus amigos. Nunca había soportado ese ambiente, pero ahora era distinto, ya no le enfurecía tanto de ver esa cara tan feliz por ir con sus amigos, por fin había comprendido muchas cosas.
A Hermione ya le pareció la hora de separarse de sus amigos para encontrarse en Las Tres Escobas con Malfoy. El problema era, de cómo le decía a ellos que los abandonaba para ir con él. No tenía muchas ganas de escuchar los comentarios de Ron respecto a este tema.
- Esto… tengo que ir a un sitio, chicos- dijo tímidamente mirando hacia otro lado.
- Pues te acompañamos, no tenemos otra cosa que hacer- dijo sin darle importancia Ron.
- Pero es que… yo….
- Bueno si no nos necesitas, me gustaría ir a mirar otra vez la tienda de golosinas, me he quedado con ganas de…- Harry empezó a dar una gran excusa para no avergonzar más a Hermione, pues tenía cierta idea de lo que iba a hacer. Pero claro, una cosa es que él supiera lo que pasaba, y otra muy diferente que lo supiera Ron. Aunque no le gustaba la idea, pero había decidido en no meterse en los asuntos de su amiga.- Vamonos Ron.
Cogió a su amigo por el brazo y se alejaron, Hermione todavía escuchaba las quejas de Ron, pero agradeció a Harry el gesto que tuvo. Era muy complicado el explicarle a Ron a donde iba.
Una vez que llegó a Las Tres Escobas, buscó con la vista a Malfoy, pero no lo vio por ningún lado. Decidió sentarse en una mesa y esperar.
Encontró una libre en un rincón del establecimiento, bastante retirado fuera de las miradas curiosas de los clientes. Odiaba sentirse observada.
- Otra vez buscando un lugar alejado para estar solos, Granger?- la fría voz de Malfoy surgió a sus espaldas. No lo había visto llegar, y se había sobresaltado al escucharle.
- Ya vuelves a pensar en lo de siempre, eh?- dijo con una sonrisa sarcástica después de recuperarse del susto.
El se sentó frente a ella, observó que nadie se había girado a mirarles, pues seguramente nadie creería que estaban compartiendo mesa Draco Malfoy y Hermione Granger.
Por un momento se quedaron callados sin decir una palabra, así que Hermione alzó la vista y se encontró con los fríos ojos grisáceos que antaño siempre la habían asustado, pero ahora le asombraban.
Sintiendo como sus mejillas se sonrojaban de la forma en que el chico la miraba, volvió a retirar la mirada y la posó en sus manos.
- Y… qué propones que hagamos?- dijo intentando que no le temblara la voz.
- Bueno, podríamos empezar en pedir algo- y con un gesto de mano el chico, hizo que se acercara la camarera. Pidió para ambos, un par de cervezas de mantequilla.
Seguían sin tener un tema de conversación y los dos se sentían bastante cortados. Draco estaba dándole vueltas a la cabeza, en la forma de decirle lo que había echo. Pero optó que ese sitio no era el más adecuado.
- Y qué has estado haciendo esta última semana?- dijo rompiendo la tensión Hermione. Había conseguido tranquilizarse y ya iba siendo hora de dejar esta situación tan ridícula. Desde cuando había perdido el habla Draco Malfoy?
- Pues, el miércoles jugamos un partido contra Huffelpuff- se tranquilizó el también. Era absurdo malgastar el tiempo pensando en otras cosas, en vez de estar disfrutando de la compañía de la persona que tanto había ansiado recobrar su reciente relación de amistad, o algo así- obviamente les ganamos, gracias a mí. Tardé un poco, pero conseguí alcanzar la snitch- había recobrado su típico tono orgulloso. Empezó a relatarle a Hermione como había sido el partido, cada detalle. Ella pudo comprobar que un brillo se veía en los ojos del chico, y eso le hizo gracia.
- No sabía que el quiditch te emocionara tanto, jeje- dijo riéndose sorprendida- no había escuchado algo así, exceptuando las largas charlas que mantienen Harry y Ron- al oír estos nombres a Draco le dio una pequeña punzada, pero enseguida la alivió, no quería por nada que estropeasen aquel ambiente.
Con este tema, y otros más que sacó Draco, pasó el tiempo sin que ninguno de los dos se diera cuenta. No podían creerse que lo hubieran estado pasando tan bien, si al principio todo había sido incomodo. Pero ahora se habían acostumbrado a la situación. Y al parecer, a ambos le agradaba la compañía del otro.
- Que tal si damos una vuelta? Me he cansado de estar sentado todo el rato aquí- con una mirada de asombro Hermione asintió, y tras pagar su consumición, se dirigieron a la salida.
Mientras empezaron a pasear, Hermione se decidió a hablar de lo que le estaba rondando desde hacía un rato.
- Me sorprendes?- dijo con un tono que extraño a Draco.
- Como que te sorprendo?- le daba cierto miedo de cómo podía continuar esta conversación, pero no intentó evitarla.
- Pues, nunca creí que permitieses que se te viera en público con una…sangre sucia- estas últimas palabras le habían dolido decirlas y le habían costado mucho decirlas.
Draco se quedó en silencio, había estado en lo cierto, temía esta conversación, pero sabía que tarde o temprano la tendría que tener. Así que lo pensó bien, antes de dar su contestación.
- Te mentiría si dijese que me ha sido muy difícil para mí- aquí hizo una pausa, Hermione tenía también miedo de las palabras que iba a decirle el chico, pero debían tener esa conversación- cuando empezamos el trabajo de clase, me incomodaba mucho el tener que compartir los ratos contigo. Que nos vieran trabajando juntos, a solas, en la biblioteca, afuera…
- Pero…- con un gesto de la mano, le indicó que no le interrumpiera.
- Al compartir el tiempo contigo, al tener las conversaciones que teníamos, comprendí algo.
- El qué?- dijo casi en un susurro Hermione, mirándole a la cara, pero sin ver directamente sus ojos.
- … Que eres la única persona con la que me he podido mostrar verdaderamente como soy…- Hermione se quedó sin habla, y Draco se quedó mirándola con una expresión llena de tristeza. Se lo había dicho, ahora ya no había marcha atrás.
Ahora ya había confesado a Hermione, como se sentía en parte. Y lo que temía era la reacción de la chica, que por ahora se había quedado mirándole con cara de sorpresa. Pero tras unos instantes, su expresión se relajó y adoptó un gesto de duda.
- Te estás burlando de mí?- al decir esto, Draco abandonó todo indicio de tristeza y lo cambió por sorpresa. Hermione lo miraba esperando una respuesta.
- Pero….serás…te estoy diciendo la verdad….- dijo poniéndose cada vez más rojo.
- De verdad?- prefería estar segura de lo que le estaba diciendo.
- De verdad- dijo pesadamente y empezando a perder la paciencia de que alguien le estuviera haciendo pasar ese embarazoso momento.
- De verdad?
- Uf…te he dicho que de verdad, no seas pesada
- Entonces, si que es verdad- se giró y esbozó una gran sonrisa que hizo que a Draco se le cayera el mundo encima. Como podía ser así, en un momento podía ser la persona más incordiadota del mundo y en otro instante cambiar a ser la chica más encantador del momento. No podía llegar a entenderla. Sin darse cuenta cogió el brazo de la chica para que se detuvieran, estaban a las afueras del pueblo, y no había ni un alma cerca. Hermione se giró a mirarle, y él se quedó mirándola.
Que se suponía que tener que hacer ahora? En esos momentos tenía allí a una persona especial para él, que ya no tenía tanto miedo de estar junto a él, y a él ya no le importaba compartir su compañía con ella.
Pero, todavía le escondía la verdad, esa verdad tan horrible que destrozaría ese momento. Pero debía decírselo, y no alargar más el momento, pues el silencio que los dominaba ahora podía ser malinterpretado por la chica.
Se separó de ella y mirándole seriamente le dijo:
- Tengo que decirte algo, aunque tal vez me odies para siempre.
- De que hablas, Malfoy?- dijo preocupada Hermione.
Tras un largo momento en silencio, Draco se armó de todo el valor que tenía en esos momentos y dijo:
- Yo fui el causante de que estuvieses apunto de morir.
Hermione no dijo nada, no hacía falta, pues sus ojos lo demostraban todo, algo notó que se rompía dentro de ella. Pero para el asombro del chico ella no empezó a chillarle ni nada parecido, sino que se quedó mirando al suelo, como dándose cuenta de todo en un momento. Al fin alzó la cabeza, sus ojos estaban empañados, pero ninguna lágrima caía.
- Cómo?..Por qué?- fue lo único que pudo decir. En parte le habría gustado a Draco que reaccionara de otra forma, puede ser que así pudiese estar más tranquilo, pero ahora le costaba mucho explicar las cosas y verle esa cara impasible pero llena de dolor.
Poco a poco empezó a contarle todo, igual que lo había echo en su momento a Dumbledore y a Snape. Desde la llegada de la lechuza con la carta de su padre, y la llegada de Beuer, hasta el momento que fue a hablar con el director esa misma mañana advirtiéndole de la llegada de su padre.
Hermione había estado escuchando todo sin decir ni una sola palabra, pero sus ojos seguían estando fijos en el suelo, cada vez notaba que otra parte de ella se desquebrajaba. Cuando terminó de contarle Draco alivió un leve suspiro, y miró con mayor tristeza a la chica que se mantenía impasible delante de él
Cuantas ganas tenía de abrazarla y decirle que le perdonara, cuantas ganas tenía decirle todo el cambio que había sufrido, cuantas ganas tenía…
Dejó de pensar cuando Hermione alzó la cabeza, y por fin pudo decir algo, pero casi en un murmullo.
- Dime una cosa…- Draco no dijo nada, esperando la pregunta de la chica- todo lo que hemos hablado, la forma en tratarnos, todo lo has manipulado a tu parecer para que yo confiara en ti?
Los tristes ojos de la chica, le miraban suplicando una contestación honesta, y él le debía esa contestación. Cerrando lentamente los ojos asintió. Pero al abrirlos vio la desesperación en el interior de esa mirada, mientras su rostro seguía impasible, así que él dijo:
- Pero eso solo fue al principio… algo pasó… por eso yo no te di todo el veneno, por no decir nada, Snape me dijo que con solo esas….
- No me digas más….no quiero escucharlo- la furia de Hermione al fin estaba saliendo a flote- yo…yo pensé….oh dios que idiota fui- dijo mirando hacia otro lado- yo creí que podía fiarme de ti, creí que en el fondo eras una buena persona…y yo….yo te creí…oh dios…y aun quieres que crea lo que me dijiste antes…que estúpida he sido, tendría que haber echo caso a los que son mis amigos…no a alguien…a alguien como tú…- la voz de la chica temblaba demasiado, estaba perdiendo el control, y no quería llorar, no delante de él.
- Tienes que escucharme, por favor, tienes que escuchar lo que tengo que decirte…- Draco intentaba agarrarla pero ella siempre se alejaba de él.
- No me toques…no te acerques- Hermione estaba fuera de sí, estaba nerviosa, y lo que necesitaba era irse de ahí. Se apresuró a darse la vuelta y salir corriendo de aquel lugar, cuando notó que le cogía por la muñeca.
- Por favor escúchame…por favor….Hermione- con toda la rabia que tenía dentro, se giró y le dio una gran bofetada.
- No vuelvas a utilizar mi nombre, entendiste?- y las lágrimas salieron, un montón de lágrimas se deslizaban por sus mejillas, mientras le dedicaba una mirada con todo el odio que podía mostrar en ese momento. Y dándose media vuelta salió corriendo de aquel lugar.
Draco se llevó la mano a la mejilla, en ese momento recordó que ya había recibido una bofetada de ella en una ocasión, pero esta era mucho más dolorosa, no le dolía la mejilla, su dolor era más profundo, aunque el de ella sería mucho mayor.
Ya esta, se había acabado, el bonito sueño que pensó tener, ahora se empezaba a transformar en una pesadilla. Sus temores se habían cumplido.
Lo que no sabía en ese momento que las cosas todavía podían empeorar mucho más.
------------------------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO
Buahhhh que triste, bueno que se le va a hacer, estas cosas tenían que pasar, pero bueno aun queda fic.
Espero que os haya gustado, ahora ya me toca irme de vacaciones, por lo que el siguiente no lo publicaré hasta dentro de unas dos semanas. Paciencia hijas mias, paciencia, jajajaja.
Muchas gracias por vuestro apoyo y por vuestros reviews. Siempre son muy bien acogidos por mi. Jejeje.
Espero recibir muuuuuuchos más.
Un beso muy grande y nos vemos pronto. Eso espero.
