¿Me das otra probadita?

Por: Conejo

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Dedicado a mi fan number one, Kari Kamiya =P (Mejor dicho, una de mis fans number one xD)

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Daisuke babeaba lentamente, pegado al vidrio y viendo los pasteles que se exhibían en la panadería de por su casa. Regresaba de la escuela, y tenía tanta hambre, y nada de dinero.

- Tengo hambre...- El muchacho se separó del vidrio, se sobó su vientre que sonaba como el auto descompuesto de su papá, y comenzó a gritar de forma ridícula por la frustración - ¡¡Quiero comer algo!!

En eso, Hikari Yagami salía del negocio, junto con Tailmon, y cargando una enorme bolsa llena de pastelillos. El exquisito olor llegaba hasta las fosas nasales del hambriento Daisuke.

- Tailmon, - Decía la niña, sonriente - ¡Con esto, seguro Taichi se sentirá satisfecho!

- ¡ claro!

El chico de los googles se acercó a su amiga, y le pidió casi de rodillas:

- ¡Hikari, dame una probadita! ¡Seguro, tu hermano no se dará cuenta!

Hikari miró por unos segundos a Motomiya, para después decir:

- Lo siento, Dai, pero no puedo. Taichi se percatará de que falta un pastelillo. Me dio el dinero contado, y tiene que haber en la bolsa los panes exactos.

- ¡ Dile que te asaltaron, o que un perro te atacó y se llevó uno de los panes! - Dijo Daisuke - Por favor, ¡Dame aunque sea una lamida de la bolsa!

Hikari se dio cuenta de lo que es capaz una persona comelona cuando tiene hambre, así que no quería arriesgarse de que la atacara para liberar sus instintos canibalescos y replicó:

- Está bien, te daré un pastelillo.- Sacó de la bolsa un pastel, y se lo dio a Daisuke, que no aguardó más y comenzó a practicámente tragarsélo. Hikari comenzó a reír.

- de...de... - Daisuke se pasó el panecillo completo, y dijo - ¿de qué te ríes?

- Es que... jajaja... Me recuerdas a mi hermano Taichi. - replicó la jovencita - Cuando tenía tu edad, era exactamente igual a tí.

- Ah, ¿sí?

- sí.

- Tal vez sea una característica de los líderes por naturaleza. - Dijo el muchacho, con aires de superioridad.

- Tal vez.- Hikari se intimidó frente al muchacho. Jamás había pensado en eso; Daisuke se parecía tanto a su hermano.

Su querido hermano.

Daisuke, por otro lado, se olvidó de su monstruosa hambre y de igual forma la tímidez le llegó a él de imprevisto, acompañado de un rubor leve en su rostro.

Miraba a Hikari, y se daba cuenta de que estaba igual que él. ¿Acaso...?

Hubo un silencio en las afueras de la panadería, silencio que se rompió cuando Tailmon habló:

- Kari, tenemos que regresar a casa.

- Ah... Tienes razón. - Hikari no se atrevió a mirar a los ojos a Daisuke, cuando le dijo - Bueno, ya nos tenemos que ir. Nos vemos mañana.

- Sí, en la escuela. - Completó el joven Motomiya.

- Bueno, nos vemos...- Hikari se giró, y comenzó a caminar hacia su casa. No hizo muchos pasos, cuando Daisuke la llamó:

- ¡ Hikari!

La muchacha se volteó.

- ¿Qué sucede, Dai?

- Este... ¿Me das otra probadita?