CAP. 2: Despedida y viaje

Pasaron 2 días más antes de que Remus y Sirius, con la ayuda de Dumbledore, consiguieran encantar un giratiempo para que cada vuelta fuera un año en vez de una hora. Los demás profesores no conseguían recordar para nada lo que ellos tres recordaban, excepto McGonagall, que al día siguiente también recordó lo mismo que Dumbledore, algo sobre una carta y las clases de Harry.

Harry, Ron y Hermione pidieron muchas veces que les explicaran algo de esos "recuerdos", pero lo único que les decían era que Harry llegó con una carta para Dumbledore, lo pusieron de profesor y nadie sabía quién era en realidad. Pero no recordaban qué ocurrió al final con ese profesor, aún tenían bloqueado ese recuerdo.

- Pero dinos algo, Canuto- Ron, junto con Hermione, Harry, Sirius y Remus, jugaban partidas de ajedrez mágico y naipes explosivos en el Gran Comedor- A Colmillo lo pusieron como profesor, ¿verdad?

- Así es, y tengo que reconocer que su clase era la mejor de todas- Sirius sonrió.

- ¿A sí? ¿Eran interesantes?

- Mucho.

- Creo que para el viejo Canuto eran otros los motivos- dijo Remus.

- ¿A quién llamas tú "viejo"?- se ofendió- Tú eras el mayor de los merodeadores, por si no lo recuerdas (si más no a mí siempre me lo ha parecido por su forma de comportarse ^^).

- Vale, vale, lo siento, era una broma.

- ¿Cuáles eran los otros motivos?- preguntó Harry.

- Que siempre nos dabas ventajas- dijo Remus- Y no sabíamos como, pero siempre nos pillabas en nuestras travesuras. Supongo que lo harías con el mapa del merodeador.

- Pero nunca nos delatabas- dijo Sirius, y Harry sonrió.

- ¿Y de qué voy a dar clases?- dijo el muchacho.

- Ya lo verás- dijo Remus, y los dos merodeadores sonrieron de forma cómplice- ¡Uy, vaya horas!

- Tenemos que ir a ver si el giratiempo funciona- los dos se levantaros y se fueron casi corriendo, dejando al trío con un palmo de narices.

- Desde luego, podrían haber buscado una excusa un poco más buena- dijo harry.

- Sí- dijo Hermione- Han probado el giratiempo esta mañana.

- Si no es por eso- dijo Ron- Es que es la quinta vez que nos responden lo mismo.

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Fue esa misma tarde, después de hacer una "merienda" en la cabaña de Hagrid (ya sabemos como son sus pasteles ^^U), que los reunieron a todos en una sala encantada para que nadie del exterior pudiera saber qué ocurría allí dentro (espías, algo parecido a las bolas de cristal…). Harry se colgó el giratiempo en el cuello ("sobretodo llévalo siempre contigo" le dijeron) y se despidió de todos los allí presentes, incluso de Snape, aunque fue con un simple "cuídate" ( ¿Simple? ¡Ya es mucho saliendo de la boca de Snape! O.O).

- Harry- Dumbledore se acercó a él- Escucha, cada cierto tiempo vendrá alguien de nosotros a comunicarte noticias sobre Voldemort o si hay evoluciones en la búsqueda de tu cura. Si algo te ocurriera estando allá envía sólo a Hedwig con el giratiempo y vendremos de inmediato.

- De acuerdo.

- ¡Ah! Y llévale esta carta a mi yo del pasado- Sacó un sobre de pergamino y se la dio.

- ¿Esta carta es…?

- Sí- sonrió- la que tanto yo como Minerva recordamos- le guiñó un ojo- Y sobretodo asegúrate de que nadie más la lee ni sepa quién eres en realidad y que tus padres murieron, o podría haber una catástrofe.

- Iré con todo el cuidado posible, te lo prometo (¿he mencionado que se hablan de tú porque tienen una buena amistad?)- se giró hacia sus amigos- Lunático, Canuto, os echaré de menos- al primero le estrechó la mano y al segundo le abrazó.

- Intenta no hacer ninguna de las tuyas- le dijo Sirius.

- Y me lo dice un santo- los dos se rieron y él se fue a despedirse de su mejor amigo Ron- Orgullo, compañero- se estrecharon la mano y Ron le puso una mano encima del hombro- Nos veremos pronto, espero.

- Estaremos en contacto, no te preocupes por nosotros.

- Harry- Hermione le abrazó- Ve con mucho cuidado.

- He salido de situaciones peores, creo.

- Ya lo sé, pero igualmente no bajes la guardia.

- Empiezas a parecerte a Ginny- Harry sonrió- Orgullo, si tu hermana se entera de esto dile que me perdone por no decirle nada, no quiero preocuparla.

- Está bien, tranquilo- le guiñó un ojo- Ella sabrá entenderlo.

- ¿Cuántas vueltas le hago?- miró el giratiempo.

- Eso ya lo hemos hecho nosotros- dijo Sirius- tú sólo presiona hacia dentro la tuerca.

- Como si fuera un cronómetro- dijo Hermione.

- ¿Un cromoqué?

- Nada, cosas muggles- soltó Harry mientras comprobaba que tenía bien cogida la jaula con Hedwig dentro y su baúl y apretó el botón- Adiós…

No le dio tiempo a terminar la frase, la sala desapareció. Igual que la otra vez que utilizó el giratiempo, tuvo la sensación de que volaba muy rápidamente hacia atrás y a su alrededor veía pasar manchas de formas y colores borrosos, y notaba unas palpitaciones en los oídos. Tardó unos minutos en volver a sentir el suelo bajo sus pies y volver a aclararse todo. Se encontraba justo delante de las puertas de Hogwarts. Se fregó la cabeza, aún tenía esas palpitaciones en los oídos y tanta mancha y color lo habían medio mareado. Pero antes de que pudiera hacer nada, algo lo levantó por la túnica y una voz fuerte le gritó.

- ¡Oye tú! ¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡¿Cómo has entrado?!

Entonces le dieron la vuelta como a una hoja y Harry vio delante suyo a Hagrid que lo cogía con una mano. Era un Hagrid diferente, más joven y con menos cabellera y barba. No llevaba su abrigo de piel de topo, pero sí otro más fino y de color rojizo hecho, seguramente, por algún animal del bosque prohibido. Al chico casi se le escapa un "¡Hagrid, menos mal que eres tú!" pero enseguida recordó que ese Hagrid no le conocía de nada, así que se calló.

- ¡Eh, ¿es que no me has oído?!

- "¿Cómo no voy a oírle con esos gritos?" Di… disculpe… tra… traigo… una carta…- la túnica le estaba ahogando.

- ¿Una carta?- Hagrid, al fin, lo dejó en el suelo.

- Sí- dijo frotándose el cuello- He venido a ver al profesor Dumbledore, le traigo esta carta. Es urgente.

- Lo siento, muchacho, a Dumbledore no se le puede ver así como así.

- ¡Pero necesito verlo!

- ¿Para qué?

- Es… un… asunto confidencial.

- A mí no me engañas, chico. Lo siento, pero debes irte- antes de que se diera cuenta, Harry estaba abriendo las puertas y entrando en el castillo- ¡Oye tú! ¡Vuelve aquí!

Hagrid entró y persiguió al chico tan deprisa como podía, aunque no conseguía atraparlo. Harry era delgado y veloz como una lagartija y él era todo lo contrario. Pasaron por el Gran Comedor, por los pasadizos, subieron escaleras… Hagrid no podía creérselo, ese chico iba directamente… ¡al despacho de Dumbledore! ¿Cómo podía saberse el camino tan fácilmente?

- ¡Oye chico para! ¡No sabes por donde vas!

- ¡No pienso parar hasta ver a Dumbledore! "¡Y un cuerno! Conozco el despacho de Dumbledore mejor que la sala común de Gryffindor. Suerte que Hagrid no es muy rápido, me estoy cansando. ¡Ah, la estatua de la gárgola!"- iba tan deprisa que no pudo esquivar a una persona que aparecía de detrás de la gárgola y terminaron chocando- ¡Ah!- cayó de espaldas con los ojos cerrados.

- ¡Te cogí!- Hagrid les alcanzó y agarró a Harry.

- ¡Pero bueno! ¿A qué viene semejante alboroto por el pasadizo?

- Verá, profesora McGonagall, este chico ha entrado al castillo sin permiso alguno.

- "¿McGonagall?"- Harry miró a la mujer, un poco más joven que en su época- "¡Oh no, ella no! Estoy perdido".

- ¡Cielo Santo!- miró a Harry- ¡James Potter, rondando por el castillo en pleno verano! ¡Esto te costará un buen castigo, jovencito!

- ¿James Potter?- se asombró Harry.

- Un momento- Hagrid lo giró- ¡James, eres tú!

- ¡No, se equivocan de persona!- en ese momento un ruido les hizo mirar a la gárgola, se abría y de su interior aparecía la misma persona que Harry ya conocía, con su larga barba blanca y sus gafas de media luna.

- ¿A qué vienen todos esos gritos? Uno no puede ni echarse una siestecita tranquilamente ni siquiera en verano.

- ¡Profesor Dumbledore!- gritó Harry alegremente.

- ¡Por las barbas de Merlín! ¡James Potter! ¿Qué hace en el castillo en plenas vacaciones?

- Alguna de sus travesuras- dijo McGonagall.

- ¡NO! ¡Se están equivocando de persona!

- James, este truco no te funcionará- dijo Hagrid.

- ¡No me llamo James, me llamo Harry! ¡HARRY! ¿James tiene esta cicatriz?- con la mano se sacó el pelo de la frente. Todos miraron fijamente la cicatriz en forma de rayo. Harry odiaba que hicieran eso, pero al menos le creerían.

- Puede que sea de mentira- dijo McGonagall.

- Un momento, Minerva…- dijo Dumbledore- Este chico no miente.

- Sí- dijo Hagrid- James tiene los ojos azules, no verdes. Además, este chico es más grande que él y… no sé, es diferente.

- Gracias "Hagrid, tú sí que eres un amigo"- pensó Harry mientras Hagrid lo dejaba en el suelo y le pedía perdón- No pasa nada, de verdad.

- Bien, ahora que queda aclarado que no se trata de James Potter…- dijo Dumbledore- ¿podrías decirnos quién eres y por qué estás aquí?

- Me llamo…- recordó lo que le dijeron Sirius y Remus- Patter, Harry Patter. Traigo esto para usted- le enseñó la carta- Es muy importante.

- ¿Una carta?- cogió el sobre y lo miró- Ven conmigo a mi despacho. Minerva, ven tú también. Rubeus, por favor, vuelve a lo que estabas haciendo.

- Pero…- quiso quejarse Hagrid.

- Por favor.

- Está bien- echó una mirada curiosa a Harry y se fue.

Harry siguió a los dos profesores hasta llegar al despacho de Dumbledore y lo observó, no tenía tantas cosas raras por la pared ni en las estanterías, pero tenía el mismo aire extraño que ya conocía. Vio a Fawkes, el fénix, dentro de su jaula en el mismo sitio que en su tiempo. Se sorprendió al verlo, era un pollito muy pequeño y con unas pocas plumas anaranjadas.

- Aunque no lo parezca- Dumbledore se acercó a Harry y miró a Fawkes- es un fénix- sonrió- Se llama Fawkes y todavía es un polluelo recién nacido, pero cuando crezca será muy hermoso. Me lo ha regalado un viejo amigo que se dedica a la cría de aves mágicas.

- ¿En serio? "Vaya, eso sí que no lo sabía".

- Ejem…- McGonagall carraspeó para que la escucharan- ¿Podemos dedicarnos a lo que hemos venido?

- Oh, sí, sí, la carta- se fue hacia su mesa y se sentó en su silla- Siéntate, chico.

- Oh, sí, claro- tomó asiento y sacó el sobre.

- ¿De quién es?- cogió el sobre.

- Dentro lo pone.

Dumbledore abrió el sobre y tanto él como McGonagall leyeron el pergamino de su interior. Cada línea que decían cambiaban de expresión, pasó de tranquilidad a  sorpresa, de sorpresa inquietud, de inquietud a miedo… Y cada dos por tres echaban una que otra mirada a Harry. Una vez hubieron acabado (a Harry le pareció una eternidad, se le hacía incómodo tanto silencio y tanta miradita) sus caras eran de total asombro. Miraron fijamente a Harry y a su cicatriz y volvieron a leer, pasmados. Finalmente, Dumbledore miró a Harry y sonrió.

- Vaya, vaya, el hijo de James Potter y Lily Evans… quién lo iba a decir- esbozó una gran sonrisa.

- Lo cierto es…- dijo McGonagall que también sonrió- Que el parecido físico es increíble.

- Por lo que aquí dice, Harry, has pasado realmente de todo, se puede decir que eres una leyenda viviente.

- ¿Eso está escrito ahí?- preguntó el chico.

- No, no lo está. ¿Por qué?

- Porque es exactamente lo que usted me dijo hace un tiempo.

- ¡Ja, ja, ja!- se rió flojito, como disimuladamente- Qué coincidencia tan divertida… Bueno, aquí dice que te podemos acoger como profesor… Hay dos plazas disponibles, pero antes yo también quiero ver qué cantidad de magia tienes después de recibir el Magium Nulos.

- ¡Lumos!- dijo el chico al instante y apareció la llama de fuego en la punta de la varita- ¡Accio cuadro!- apuntó a un extraño cuadro de un unicornio que empezó a correr y desapareció del interior. El cuadro de descolgó y haciendo olas sin cesar, llegó al principio de la mesa donde se desplomó y Dubledore lo cogió por los pelos.

- ¿No tienes fuerza para que te llegue a las manos?- dijo McGonagall- Así pues, es verdad que tienes poquísima magia.

- Y no solo eso… ¡Expecto Patronum!- como la otra vez, salió un chorrito de humo plateado de la varita- ¿Lo ven? No me sale.

- Eso no es ningún mérito- dijo McGonagall- A tu edad no hay nadie que sepa dominar este encantamiento.

- Pues yo lo domino desde mi tercer curso.

- ¡¿QUÉ?!- dijeron a la vez.

- Sí, el profesor Lupin me lo enseñó para defenderme de los dementores.

- ¿Has dicho Lupin?- preguntó Dumbledore- ¿No será por casualidad…?

- Sí, Remus Lunático Lupin- Harry sonrió. Por primera vez podía adelantarse a Dumbledore.

- Vaya, vaya, vaya… Con que también es profesor- dijo McGonagall.

- Sí, él y Ojoloco Moody son los únicos que quieren enseñarnos Defensa Contra las Artes Oscuras, después de que retornara Voldemort.

- Voldemort- dijo Dumbledore casi en un susurro.

- No puedo creer que semejante ser pueda ser capaz de hacer lo que pone en esta carta- dijo McGonagall indignada.

- Créame, no tiene escrúpulos- dijo Harry medio enfadado.

- Bueno, dejemos ese tema, a nosotros nos tocará preocuparnos cuando sea la hora- miró a McGonagall y luego a Harry- En estas condiciones, sólo hay una única materia que puedas enseñar. Además, ¿es cierto que eres muy bueno como buscador?

- Bueno… sí, bastante.

- ¿Qué te parece ser el ayudante de la Sra. Hooch?

- ¿De verdad? ¡Genial!

- Bien, pues, ese será tu otro trabajo.

- ¿Otro?

- Claro, nos queda un puesto vacante que puedes hacer perfectamente, éste sólo será porque la Sra. Hooch se ha roto unas cuantas costillas por culpa de una caída tonta, y necesitará un ayudante durante un tiempo.

- ¿Y cuál será el otro?

- Pues será…

Notas de la autora:

Ja, ja, ja!! (risa macabra) ¿Cuál será el otro trabajo, a ver? Uno se queda con las ganas :D Bueno, en el próximo capítulo se sabrá ^-^ ¿Se encontrará de verdad con sus padres? Ô.o ¿Qué harán ellos?

Todo esto y más en el próximo capítulo!!

Pero antes de despedirme quiero agradecer a calia-c, Rena, Ammy, Windy y Anaissi por dejarme reviews… Gracias, d verdad!!!! Creí q no gustaría a nadie ¡-¡ y no hace falta q contrate esclavos ni monos, no lo harían como yo quiero!! XDDDD

 Y a ti también Khari, mi mami, sabes que hago lo q puedo por seguir rescribiendo!! Aunque aviso, el día 9 (¬¬## tenemos que ser precisamente nosotros los primeros) empiezo el instituto (q miedo ´·x·`) y ya no tendré mucho tiempo, así que quizás llegue a tardar en poder seguirlo. Aún así, espero que sigáis mi fic, porque es el primero y, bueno, me haría mucha ilusión. ^-^

Ahora sí me despido ya… hasta pronto (lo será, casi tengo terminado el 3º =B). Espero que me dejen reviews!!!! (es mucho pedir? /;.;\)

Nos vemos, @diós!!!!!!!

Kina ^_^ (Kina_san @-----)