EL ROBO DE KID EN OSAKA, by Kazuha Hattori
Isako corría por los pasadizos, siguiendo una capa blanca que en cada esquina desaparecía. Era obvio que aquel Kid conocía demasiado bien los pasadizos...no podía ser otra persona. (Al fín, al fín has vuelto...y al fin serás mio). Siguió corriendo hasta que vio una luz. Había abierto una puerta y había llegado a una sala de la cual no había escapatoria, pues era el salón y allí estaban su padre y sus hermanos. Salió del pasadizo ansiosa, pero allí no había nadie. Su hermano Aoshi estaba de espaldas a ella, mirando unos papeles junto con Kuroba.
"Aoshi, ¿dónde está él?" Preguntó ella nerviosa.
"¿Quién?" Dijo extrañado. En ese momento entraron las chicas, acompañadas de Heiji y Shinichi.
"Isako, ¿dónde te has metido?" Dijo Aoko extrañada.
"Al final las hemos tenido que sacar nosotros", dijo Heiji riendo. "No tienes remedio, Kazuha".
"Heiji, hazme un favor y olvídame", dijo Kazuha, sentándose de nuevo en el sofá. El chico la miró extrañado.
"He perseguido a Kid hasta aquí", explicó Isako. "¿Cómo es posible que no le hayais visto?"
"¿Otra vez por los pasadizos?" La regañó su hermano. "No es bueno que andes por ahí, y lo sabes".
"Bah, da igual...sé que está aquí y le cogeré". Isako dio media vuelta y fue hacia su habitación.
(¿Qué me ha seguido? Eso... eso es imposbile, tras saltar del balcón vine aquí, y no por los pasadizos), pensó Kaito extrañado.
"Mi hermana es así... se enfada por tonterias", dijo Aoshi intentando disculparla.
"Se parece a una que yo me sé" dijo Heiji suspirando.
"Aoshi, tu hermana me ha enseñado la casa...desde el balcón vi el jardín. Es como un laberinto, ¿podrías enseñármelo?" Preguntó Kazuha, ignorando el comentario de Heiji.
"Claro, como no Kazuha", dijo él sonriendo. "¿Alguien más quiere verlo?" Al ver que nadie decía nada, la pareja salió fuera de la casa.
"Ey, ¿es qué nadie va a ir con ellos?" Dijo Heiji mirando a sus amigos nervioso. "No les podemos dejar solos..."
"Es verdad, iré yo", dijo Sonoko. Ran la agarró de la muñeca y la paró.
"Sonoko...mejor no vayas" dijo su amiga.
"Jo, Ran", se quejó. "Es que Aoshi-kun es tan guapo...es normal que a Kazuha-chan le guste".
"¿Eh?" Murmuró Heiji mirando a la chica. Ran pareció advertirlo, pues la cogió del brazo y la llevó a rastras hacia las escaleras.
"Tú no sabes mantener la boca cerrada, ¿no?" Le regañaba Ran. "Venga, vamos a ver si Isako-chan está mejor".
"Vale", suspiró finalmente su amiga.
Heiji se quedó mirando hacia las escaleras pensativo. (No puede ser verdad...a Kazuha no le puede gustar ese tio, ¿o sí? No...siemplemente, porque es imposible. A Kazuha no...)
"Aoko-chan", la voz de Shinichi le hizo volver al mundo real. "Tú conoces a los Minesawa, ¿podrías hablarme de ellos?"
"Eh...sí", dijo ella extrañada. "Pero yo en realidad no les conozco muy bien...antes venía aquí cada verano, porque era muy amiga de Isako, pero cuando ella encontró novio y se prometió, dejé de venir. De sus hermanos sé poco...Hiroya-kun siempre ha sido muy independiente, nunca estaba por aquí. En cuanto a Aoshi-kun, es muy amable y bueno, él siempre nos vigilaba desde su habitación, quiere mucho a su hermana".
"¿Y qué hay del Minesawa-san?" Continuó Shinchi.
"Tampoco sé nada de él. Pasaba el verano aquí, pero siempre encerrado en su habitación, hablando por teléfono", explicó Aoko.
"¿Y dónde está su mujer?" Preguntó de nuevo el chico.
"Pues..."
"No hay señora Minesawa", dijo Kaito interrumpiendo a su amiga. "Nunca la ha habido...en realidad, es un misterio, nadie habla de ella y si te fijas, señor detective, Minesawa-san no lleva anillo".
"Es muy raro..." dijo Heiji de pronto. "Tampoco hay fotos de Minesawa-san con ninguna mujer...todas son fotos de sus hijos".
"No lo entiendo", dijo Aoko. Los tres chicos la miraron. "Habeis venido para atrapar a Kid, ¿para qué haceis preguntas de la familia?"
"Pura curiosidad" dijo Shinichi nervioso. "Hattori-kun, será mejor que vayamos a ver eso..."
"¿Eso?" Dijo su amigo extrañado.
"¿Ya te has olvidado de lo que los Minesawa nos han enseñado?"
"Ah, vale, venga vamos", dijo Heiji caminando hacia las escaleras.
"Perdonad, ¿os podemos ayudar?" Dijo Aoko nerviosa. "Yo...también quiero coger a Kid".
"Anda Aoko, déjales hacer su trabajo", dijo Kaito levantándose. "Vamos a pedirle a Hiroya-kun que nos deje entrar en la piscina cubierta".
"Pero..." se quejó la chica.
"Espera, ¿quieres ayudarme?" Le preguntó Heiji, sonriendo contento.
"Ay, señor", suspiró Shinichi, pues conocía aquella sonrisa demasiado bien.
Mientras tanto, por el jardín, una pareja paseaba. Kazuha estaba encantada, pues aquello era un verdadero laberinto y la compañía de Aoshi le encantaba, demasiado para su gusto.
"Nunca había visto a nadie que disfrutara tanto paseando" dijo Aoshi sonriendo.
"Es que es...fabuloso", dijo ella contenta. "Es increible...debió de costar mucho hacerlo".
"Sí, tardaron años. En el centro hay una casa...ven te llevaré hasta allí". El chico cogió a Kazuha de la mano y la llevó caminando por el laberinto hecho de plantas. La chica se dejó llevar y en poco tiempo tuvo ante ella una pequeña casa hecha de madera. Aoshi metió la llave en la cerradura y abrió la puerta, para luego entrar con ella. No era muy grande, pero había cuadros en el suelo y una pequeña chimenea.
"Tiene un extraño olor a...calor. Es como si al entrar estuvieras en tu hogar", dijo Kazuha maravillada.
"Sí, aún siendo pequeña es muy acogedora...cuando necesito pensar vengo aquí". Kazuha advirtió que el chico guardaba algo en el suelo, bajo una tabla del parqué.
"¿Estos cuadros los has pintado tú?" Preguntó extrañada, al ver los dibujos oscuros y tristes.
"No, yo no sé pintar", dijo él llevándola a fuera otra vez. "Y si supiera, pintaría con muchos colores...para algo están, ¿no?"
"Siempre sabes que decir...".
"En realidad, cuando estoy con una chica tan guapa como tú, me cuesta mucho", dijo Aoshi, haciendo que Kazuha se sonrojara.
"Ninguno de vosotros tiene pareja, ¿no?" Preguntó, sin saber muy bien por qué.
"No, ni mis hermanos ni yo", dijo él sonriendo. "Hattori-kun...¿es tu novio?"
"No, que va", dijo ella enseguida. "Somos amigos desde pequeños, vamos juntos a clase, pero no hay nada entre nosotros"
"Me alegro", dijo Aoshi suspirando. "Pero parece que tú no". Kazuha se limitó a mirar al suelo. El chico se quitó el collar con la llave y la colgó en el cuello de la chica, que se sorprendió. "Quiero que guardes esto por mí. No le digas a nadie que tienes esta llave hasta que yo te la pida, ¿vale?"
"Eh...vale".
No muy lejos de allí, más concretamente tras los arbustos que había junto a ellos, Kaito y Aoko permanecían agachados y en silencio. Cuando la otra pareja empezó a caminar, Aoko suspiró.
"Que bonito...es obvio que a él le gusta ella", dijo la chica pensativa. "Además, es un regalo muy bonito, la llave...eso simboliza la llave de su corazón, estoy segura".
"Yo estoy seguro de que no es bueno para ti que veas tantas telenovelas" dijo Kuroba aburrido.
"Lo que pasa es que los chicos de diecisiete años sois unos inmaduros...nunca haceis regalos bonitos".
"Yo no te hago regalos porque tú no quieres".
"Es que tú no eres mi novio", dijo ella ruborizada.
"Porque tampoco quieres", dijo Kaito. "Espero que sepas como salir de aquí, porque ellos se han ido y yo no sé".
"¿Qué?" Dijo mirando a ambos lados, no había ni rastro de Kazuha o Aoshi. "Ay, no...yo tampoco sé".
"¿Qué?" Gritó Kuroba.
Shinichi le dio una linterna a Heiji cerrando la puerta de su habitación con llave. Su amigo de Osaka se introdujo en el agujero que habían hecho en la pared para sacar a las chicas y miró a ambos lados.
"¿Qué lado te pides?" Bromeó Heiji encendiendo su linterna.
"Esto está asqueroso" dijo Shinichi tosiendo a causa del polvo. "No parece ser utilizado mucho"
"Y que lo digas..." el chico suspiró. "Bueno, siempre a la derecha, por si hay que volver o alguien tiene que venir a buscarnos".
"Estoy de acuerdo...Hattori-kun, ¿has encendido el transmisor?"
"Claro Kudo-kun" dijo enseñándole una placa que el doctor Agasa había hecho para Conan meses atrás. "Veamos cuanto alcance tiene..."
"Si perdemos la conexión, volvemos, ¿entendido?" Dijo Shinichi hablando ya por el transmisor, aunque escuchaba a su amigo de lejos.
"Vamos Kudo-kun, no puedes hacerme entrar y volver a la mitad...yo sigo hasta el final".
"La verdad, a mí también me interesa ver...", Shinichi se calló al llegar al final de su tunel. "Vaya, yo ya he llegado al final". El joven detective empezó a tantear el muro de piedra intentando encontrar una palanca o algo, pero allí no había nada.
"Pues por aquí hay muchas desviaciones", dijo Heiji por el transmisor. "Mejor que vengas aquí...yo cojo el de la derecha, tu coge el de la izquierda".
"Espera...parece que hay algo aquí".
Para desgracia de Kazuha y Aoshi empezó a llover, por lo que tuvieron que correr hacia la casa. Kazuha lamentó el no haberse puesto pantalones, pues correr por el fango con falda y tacones no era muy cómodo. Desde abajo vio una sombra en la ventana de la habitación que Heiji compartía con Kaito y Shinichi. Llevaba una gorra, por lo que supuso que debía tratarse del primero. De pronto tropezó y cayó al suelo manchandose toda de fango.
"¿Estás bien?" Le preguntó Aoshi, ayudándola a levantarse.
"Sí, sólo algo sucia". Ambos fueron ya caminando hacia la casa y entraron en una pequeña sala con la decoración tan cargada como las otras.
"Será mejor que vayas a ducharte", le dijo el joven. "Puedes usar el baño que hay arriba al final del pasillo...pon el cartel de no molestar y no entrará nadie".
"Muchas gracias Aoshi", dijo Kazuha quitándose los tacones. "¿A qué hora cenais aquí?"
"A las diez...tienes una hora, ¿te basta?"
"Claro" dijo ella riendo. "En diez minutos estaré lista".
"No tengas prisa...les diré a tus amigas donde estás". El chico fue hacia la sala contigua y cerró la puerta tras él. Kazuha suspiró y fue hacia las escaleras.
"Mi hermano...¿te gusta?" Preguntó una voz femenina tras ella. Se giró y vio a Isako, que miraba hacia el techo apoyada en la pared. "Tú a él sí...no lleva a nadie a esa cabaña, ni siquiera yo sé ir".
"Yo no..." empezó a decir Kazuha, pero fue interrumpida.
"Eso significa que Heiji está libre, ¿no?" Dijo Isako tan seria como antes.
(¿Le ha llamado Heiji? Ninguna chica le llama así...), pensó Kazuha extrañada. "A ti...¿a ti te gusta Heiji?" Preguntó, no muy segura de querer saber la respuesta.
"En un principio no...pero besa bien". La chica le dio la espalda y salió de la habitación, dejando tras ella a una muy sorprendida Kazuha. Lo único que pudo hacer fue empezar a subir las escaleras pensativa. (Heiji...¿besando a una chica?¿Besando a Isako-chan? Es imposible...nunca me lo he imaginado así. Y se acaban de conocer...No, no puede ser verdad, ¡no! Y yo como una tonta esperando tener mi primer beso con él...y todo para nada). Kazuha entró en el baño pensativa...y decepcionada.
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Notas de la Autora: Tachannnnnn!!!!! Me ha costado, pero he terminado el tercer capítulo, jejeje. Ya ves Keiko, la "musa" ha vuelto, ^_^ Aish, ¡como me gusta ver a Heiji celoso! Vas a tener razón, Silver Lady, soy muuuuyyyy mala, jejeje(por cierto, buena la idea de que la pulsera sea de los abuelos, ya se verá). Y eso de que a Heiji sólo le besas tú, Keiko, habrá que verlo, :p . Laura, ves que no ha quedado muy claro quien a besado a quien, todo se verá, jejeje. Seguid dejando reviews, eh??
Y en el próximo capítulo: ¿Qué hay en los pasadizos?¿Por qué se corportan Heiji y Kazuha de un modo tan extraño? ¡¡El momento más deseado por Kazuha está muy cerca!! R&R ya lo sabeis!!!
Seguid visitando mi grupo, encontrareis la dirección en mi perfil, ^^ .
Isako corría por los pasadizos, siguiendo una capa blanca que en cada esquina desaparecía. Era obvio que aquel Kid conocía demasiado bien los pasadizos...no podía ser otra persona. (Al fín, al fín has vuelto...y al fin serás mio). Siguió corriendo hasta que vio una luz. Había abierto una puerta y había llegado a una sala de la cual no había escapatoria, pues era el salón y allí estaban su padre y sus hermanos. Salió del pasadizo ansiosa, pero allí no había nadie. Su hermano Aoshi estaba de espaldas a ella, mirando unos papeles junto con Kuroba.
"Aoshi, ¿dónde está él?" Preguntó ella nerviosa.
"¿Quién?" Dijo extrañado. En ese momento entraron las chicas, acompañadas de Heiji y Shinichi.
"Isako, ¿dónde te has metido?" Dijo Aoko extrañada.
"Al final las hemos tenido que sacar nosotros", dijo Heiji riendo. "No tienes remedio, Kazuha".
"Heiji, hazme un favor y olvídame", dijo Kazuha, sentándose de nuevo en el sofá. El chico la miró extrañado.
"He perseguido a Kid hasta aquí", explicó Isako. "¿Cómo es posible que no le hayais visto?"
"¿Otra vez por los pasadizos?" La regañó su hermano. "No es bueno que andes por ahí, y lo sabes".
"Bah, da igual...sé que está aquí y le cogeré". Isako dio media vuelta y fue hacia su habitación.
(¿Qué me ha seguido? Eso... eso es imposbile, tras saltar del balcón vine aquí, y no por los pasadizos), pensó Kaito extrañado.
"Mi hermana es así... se enfada por tonterias", dijo Aoshi intentando disculparla.
"Se parece a una que yo me sé" dijo Heiji suspirando.
"Aoshi, tu hermana me ha enseñado la casa...desde el balcón vi el jardín. Es como un laberinto, ¿podrías enseñármelo?" Preguntó Kazuha, ignorando el comentario de Heiji.
"Claro, como no Kazuha", dijo él sonriendo. "¿Alguien más quiere verlo?" Al ver que nadie decía nada, la pareja salió fuera de la casa.
"Ey, ¿es qué nadie va a ir con ellos?" Dijo Heiji mirando a sus amigos nervioso. "No les podemos dejar solos..."
"Es verdad, iré yo", dijo Sonoko. Ran la agarró de la muñeca y la paró.
"Sonoko...mejor no vayas" dijo su amiga.
"Jo, Ran", se quejó. "Es que Aoshi-kun es tan guapo...es normal que a Kazuha-chan le guste".
"¿Eh?" Murmuró Heiji mirando a la chica. Ran pareció advertirlo, pues la cogió del brazo y la llevó a rastras hacia las escaleras.
"Tú no sabes mantener la boca cerrada, ¿no?" Le regañaba Ran. "Venga, vamos a ver si Isako-chan está mejor".
"Vale", suspiró finalmente su amiga.
Heiji se quedó mirando hacia las escaleras pensativo. (No puede ser verdad...a Kazuha no le puede gustar ese tio, ¿o sí? No...siemplemente, porque es imposible. A Kazuha no...)
"Aoko-chan", la voz de Shinichi le hizo volver al mundo real. "Tú conoces a los Minesawa, ¿podrías hablarme de ellos?"
"Eh...sí", dijo ella extrañada. "Pero yo en realidad no les conozco muy bien...antes venía aquí cada verano, porque era muy amiga de Isako, pero cuando ella encontró novio y se prometió, dejé de venir. De sus hermanos sé poco...Hiroya-kun siempre ha sido muy independiente, nunca estaba por aquí. En cuanto a Aoshi-kun, es muy amable y bueno, él siempre nos vigilaba desde su habitación, quiere mucho a su hermana".
"¿Y qué hay del Minesawa-san?" Continuó Shinchi.
"Tampoco sé nada de él. Pasaba el verano aquí, pero siempre encerrado en su habitación, hablando por teléfono", explicó Aoko.
"¿Y dónde está su mujer?" Preguntó de nuevo el chico.
"Pues..."
"No hay señora Minesawa", dijo Kaito interrumpiendo a su amiga. "Nunca la ha habido...en realidad, es un misterio, nadie habla de ella y si te fijas, señor detective, Minesawa-san no lleva anillo".
"Es muy raro..." dijo Heiji de pronto. "Tampoco hay fotos de Minesawa-san con ninguna mujer...todas son fotos de sus hijos".
"No lo entiendo", dijo Aoko. Los tres chicos la miraron. "Habeis venido para atrapar a Kid, ¿para qué haceis preguntas de la familia?"
"Pura curiosidad" dijo Shinichi nervioso. "Hattori-kun, será mejor que vayamos a ver eso..."
"¿Eso?" Dijo su amigo extrañado.
"¿Ya te has olvidado de lo que los Minesawa nos han enseñado?"
"Ah, vale, venga vamos", dijo Heiji caminando hacia las escaleras.
"Perdonad, ¿os podemos ayudar?" Dijo Aoko nerviosa. "Yo...también quiero coger a Kid".
"Anda Aoko, déjales hacer su trabajo", dijo Kaito levantándose. "Vamos a pedirle a Hiroya-kun que nos deje entrar en la piscina cubierta".
"Pero..." se quejó la chica.
"Espera, ¿quieres ayudarme?" Le preguntó Heiji, sonriendo contento.
"Ay, señor", suspiró Shinichi, pues conocía aquella sonrisa demasiado bien.
Mientras tanto, por el jardín, una pareja paseaba. Kazuha estaba encantada, pues aquello era un verdadero laberinto y la compañía de Aoshi le encantaba, demasiado para su gusto.
"Nunca había visto a nadie que disfrutara tanto paseando" dijo Aoshi sonriendo.
"Es que es...fabuloso", dijo ella contenta. "Es increible...debió de costar mucho hacerlo".
"Sí, tardaron años. En el centro hay una casa...ven te llevaré hasta allí". El chico cogió a Kazuha de la mano y la llevó caminando por el laberinto hecho de plantas. La chica se dejó llevar y en poco tiempo tuvo ante ella una pequeña casa hecha de madera. Aoshi metió la llave en la cerradura y abrió la puerta, para luego entrar con ella. No era muy grande, pero había cuadros en el suelo y una pequeña chimenea.
"Tiene un extraño olor a...calor. Es como si al entrar estuvieras en tu hogar", dijo Kazuha maravillada.
"Sí, aún siendo pequeña es muy acogedora...cuando necesito pensar vengo aquí". Kazuha advirtió que el chico guardaba algo en el suelo, bajo una tabla del parqué.
"¿Estos cuadros los has pintado tú?" Preguntó extrañada, al ver los dibujos oscuros y tristes.
"No, yo no sé pintar", dijo él llevándola a fuera otra vez. "Y si supiera, pintaría con muchos colores...para algo están, ¿no?"
"Siempre sabes que decir...".
"En realidad, cuando estoy con una chica tan guapa como tú, me cuesta mucho", dijo Aoshi, haciendo que Kazuha se sonrojara.
"Ninguno de vosotros tiene pareja, ¿no?" Preguntó, sin saber muy bien por qué.
"No, ni mis hermanos ni yo", dijo él sonriendo. "Hattori-kun...¿es tu novio?"
"No, que va", dijo ella enseguida. "Somos amigos desde pequeños, vamos juntos a clase, pero no hay nada entre nosotros"
"Me alegro", dijo Aoshi suspirando. "Pero parece que tú no". Kazuha se limitó a mirar al suelo. El chico se quitó el collar con la llave y la colgó en el cuello de la chica, que se sorprendió. "Quiero que guardes esto por mí. No le digas a nadie que tienes esta llave hasta que yo te la pida, ¿vale?"
"Eh...vale".
No muy lejos de allí, más concretamente tras los arbustos que había junto a ellos, Kaito y Aoko permanecían agachados y en silencio. Cuando la otra pareja empezó a caminar, Aoko suspiró.
"Que bonito...es obvio que a él le gusta ella", dijo la chica pensativa. "Además, es un regalo muy bonito, la llave...eso simboliza la llave de su corazón, estoy segura".
"Yo estoy seguro de que no es bueno para ti que veas tantas telenovelas" dijo Kuroba aburrido.
"Lo que pasa es que los chicos de diecisiete años sois unos inmaduros...nunca haceis regalos bonitos".
"Yo no te hago regalos porque tú no quieres".
"Es que tú no eres mi novio", dijo ella ruborizada.
"Porque tampoco quieres", dijo Kaito. "Espero que sepas como salir de aquí, porque ellos se han ido y yo no sé".
"¿Qué?" Dijo mirando a ambos lados, no había ni rastro de Kazuha o Aoshi. "Ay, no...yo tampoco sé".
"¿Qué?" Gritó Kuroba.
Shinichi le dio una linterna a Heiji cerrando la puerta de su habitación con llave. Su amigo de Osaka se introdujo en el agujero que habían hecho en la pared para sacar a las chicas y miró a ambos lados.
"¿Qué lado te pides?" Bromeó Heiji encendiendo su linterna.
"Esto está asqueroso" dijo Shinichi tosiendo a causa del polvo. "No parece ser utilizado mucho"
"Y que lo digas..." el chico suspiró. "Bueno, siempre a la derecha, por si hay que volver o alguien tiene que venir a buscarnos".
"Estoy de acuerdo...Hattori-kun, ¿has encendido el transmisor?"
"Claro Kudo-kun" dijo enseñándole una placa que el doctor Agasa había hecho para Conan meses atrás. "Veamos cuanto alcance tiene..."
"Si perdemos la conexión, volvemos, ¿entendido?" Dijo Shinichi hablando ya por el transmisor, aunque escuchaba a su amigo de lejos.
"Vamos Kudo-kun, no puedes hacerme entrar y volver a la mitad...yo sigo hasta el final".
"La verdad, a mí también me interesa ver...", Shinichi se calló al llegar al final de su tunel. "Vaya, yo ya he llegado al final". El joven detective empezó a tantear el muro de piedra intentando encontrar una palanca o algo, pero allí no había nada.
"Pues por aquí hay muchas desviaciones", dijo Heiji por el transmisor. "Mejor que vengas aquí...yo cojo el de la derecha, tu coge el de la izquierda".
"Espera...parece que hay algo aquí".
Para desgracia de Kazuha y Aoshi empezó a llover, por lo que tuvieron que correr hacia la casa. Kazuha lamentó el no haberse puesto pantalones, pues correr por el fango con falda y tacones no era muy cómodo. Desde abajo vio una sombra en la ventana de la habitación que Heiji compartía con Kaito y Shinichi. Llevaba una gorra, por lo que supuso que debía tratarse del primero. De pronto tropezó y cayó al suelo manchandose toda de fango.
"¿Estás bien?" Le preguntó Aoshi, ayudándola a levantarse.
"Sí, sólo algo sucia". Ambos fueron ya caminando hacia la casa y entraron en una pequeña sala con la decoración tan cargada como las otras.
"Será mejor que vayas a ducharte", le dijo el joven. "Puedes usar el baño que hay arriba al final del pasillo...pon el cartel de no molestar y no entrará nadie".
"Muchas gracias Aoshi", dijo Kazuha quitándose los tacones. "¿A qué hora cenais aquí?"
"A las diez...tienes una hora, ¿te basta?"
"Claro" dijo ella riendo. "En diez minutos estaré lista".
"No tengas prisa...les diré a tus amigas donde estás". El chico fue hacia la sala contigua y cerró la puerta tras él. Kazuha suspiró y fue hacia las escaleras.
"Mi hermano...¿te gusta?" Preguntó una voz femenina tras ella. Se giró y vio a Isako, que miraba hacia el techo apoyada en la pared. "Tú a él sí...no lleva a nadie a esa cabaña, ni siquiera yo sé ir".
"Yo no..." empezó a decir Kazuha, pero fue interrumpida.
"Eso significa que Heiji está libre, ¿no?" Dijo Isako tan seria como antes.
(¿Le ha llamado Heiji? Ninguna chica le llama así...), pensó Kazuha extrañada. "A ti...¿a ti te gusta Heiji?" Preguntó, no muy segura de querer saber la respuesta.
"En un principio no...pero besa bien". La chica le dio la espalda y salió de la habitación, dejando tras ella a una muy sorprendida Kazuha. Lo único que pudo hacer fue empezar a subir las escaleras pensativa. (Heiji...¿besando a una chica?¿Besando a Isako-chan? Es imposible...nunca me lo he imaginado así. Y se acaban de conocer...No, no puede ser verdad, ¡no! Y yo como una tonta esperando tener mi primer beso con él...y todo para nada). Kazuha entró en el baño pensativa...y decepcionada.
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Notas de la Autora: Tachannnnnn!!!!! Me ha costado, pero he terminado el tercer capítulo, jejeje. Ya ves Keiko, la "musa" ha vuelto, ^_^ Aish, ¡como me gusta ver a Heiji celoso! Vas a tener razón, Silver Lady, soy muuuuyyyy mala, jejeje(por cierto, buena la idea de que la pulsera sea de los abuelos, ya se verá). Y eso de que a Heiji sólo le besas tú, Keiko, habrá que verlo, :p . Laura, ves que no ha quedado muy claro quien a besado a quien, todo se verá, jejeje. Seguid dejando reviews, eh??
Y en el próximo capítulo: ¿Qué hay en los pasadizos?¿Por qué se corportan Heiji y Kazuha de un modo tan extraño? ¡¡El momento más deseado por Kazuha está muy cerca!! R&R ya lo sabeis!!!
Seguid visitando mi grupo, encontrareis la dirección en mi perfil, ^^ .
