CAPITULO CUATRO
FALLING
UN MES DESPUÉS.
Un Luthor no... Diecisiete segundos. Eso le había tomado. Dejo a Chloe. Ni una palabra en el camino. Ni una. Podría ir cada día, engañándose. Creyendo que había abandonado esa oficina, esa torre, que nada suyo había quedado ahí… suspiro. Toda una vida, solo para ser lo mismo de siempre. Solo para existir. Solo. Incompleto. Pero no perdamos la coherencia. Sonrió. Vayamos despacio. Vayamos por encuentros, vayamos por los roces. Por la cronología correcta.
~… ¿Tan solo estas? ~
Cerro los ojos y dejo que las imágenes lo llevaran al pasado.
METRÓPOLIS. 2002.
- ~ "… No puedo… no puedo aspirar a tu perdón.- Tan perdido… Sonrió de nuevo y se levanto de su asiento dejando la copa de vino a un lado. Acercándose a los inmensos ventanales del rascacielos. Su rascacielos.
- Ven aquí- Clark avanzo con calma. Tan joven, inocente. Asesino. Levedad apoderándose del chico. Debilidad que él en ese momento asumió como la de siempre. Con Lex". ~
METRÓPOLIS. 2010.
Una lágrima cayó mientras las nauseas lo consumían. Grandioso. Realmente grandioso. Dejó que las imágenes llegaran hasta él. Ya no luchaba. Tendría que ponerse los pantalones después. Tendría que salir. Como siempre.
METRÓPOLIS. 2002.
- ~ "Viniste a mí. Yo te enseño, ¿no siempre ha sido así?.
- Lex- mas una suplica que otra cosa. Desde adentro". ~
METRÓPOLIS. 2010.
Sentado en el suelo. Vomitó un almuerzo que no recordaba haber comido, y se afirmó a la pared con excesiva fuerza. Intentó levantarse y el teléfono. Nada funcionaba, nada nunca lo hacia. Y estaba cansado. Harto. Cansado. Enfermo. Ardiendo en esa fiebre que lo consumía. Chloe en la puerta. Las mismas imágenes de siempre choqueandola. Se acercó sin palabras.
Y eso lo enfureció más. Lo enfureció tanto que golpeo la pared de nuevo, pero la fuerza no le alcanzo mas que para una leve sacudida. Leve para él.
METRÓPOLIS. 2002.
- ~ "No puedo, no puedo…- desde adentro.
- ¿No puedes que?- lo corto- ¿Vivir con este desaliento?. - se acerco hasta que pudo respirar sobre esos labios. Gritando sin alzar la voz. Eso sería mala educación- ¿Solo?. ¿Enterrado en tus propias miserias?, ¿Viviendo cada día en penitencia porque lo correcto le arrebato la vida a Lana y a tu padre?… Me pregunto que era lo tan urgente que tenías que decirle …- pensativo. Inocente- me pregunto si él habría podido soportarlo… me pregunto cuanto podrás soportar vivir como yo lo hice". ~
METRÓPOLIS. 2010. GALERÍA HERRERA. 4:30 PM.
- Un agrado tenerlo por aquí.
- Un agrado estar aquí- sonrió. Un agrado financiar su galería. Un agrado tener que bajar en el estacionamiento y no en la parte principal, donde debería estar habilitado el sitio con mi nombre. Un agrado que la galería se ubique frente al parque. El parque. Sonrió de nuevo- por cierto. Poseen un estacionamiento interesante, ¿lo diseño Anderson también?. Un Luthor no mendiga. No pregunta, no asevera, no destierra, no juega... normalmente.
- …Si.- sonrisa nerviosa- Planeaba que lo viéramos antes de irse.
- No es necesario ahora, ¿o sí?.- sonrisa de tiburón- Pero es agradable de su parte.
- N... no.- titubeo- Le mostrare las nuevas adquisiciones.
- Por favor, guíe el camino- le cedió el paso graciosamente. La gente era a veces, terriblemente entretenida. Pero temporal.
4:56 PM.
Sacó otra ronda de fotos y luego guardó la cámara. Se despojó del resto del sándwich y no resistió la tentación de fotografiar un par de niños jugando, cuando estos empezaron a sacarle la lengua. Sacó unas siete fotos mas, y se tapó la cara con la mano. Al menos 32° de temperatura. Perfecto día. Sonrió. Lindo día.
- Lindo día.
- ¿Hu?- susurro. Clark Kent, el acopio en persona. Sonrisa de cocodrilo. Brillante. Manos en los bolsillos de su traje negro, (¿acaso no conocía el resto de la paleta de colores?), Corbata negra, camisa negra, anteojos… ¿acaso no conocía la decencia?. Manos en los bolsillos. Hijo de puta.
- Lindo. Día- repitió sonriendo. La sonrisa Extra tiburón, la recordaba perfectamente. Solía utilizarla mucho con él. Siempre lo había notado. Suspiro- los parques Clark, son públicos.
- Financiados por…
- No, no por mí, muchas gracias. Parques son algo…
- ¿De categoría inferior?.
- No hay tal cosa como categoría inferior Clark.
- Solo menor cobertura televisiva.
- Hmm- asintió tranquilamente. Con las manos aun en los bolsillos, lo observo tranquilamente a través de las gafas. Ese hombre no conocía la vergüenza. Le sonrío suavemente, mientras volvía a guardar la cámara. Lex miro a los niños, los cuales, por supuesto, no le sacaron la lengua y Clark miro hacia el cielo un momento- no tengo que preocuparme por cambio de apetencias, ¿cierto Clark?.
- ¡Oh, yada, yada - respondió aburrido. Lex se lo quedo mirado por un largo segundo… y para sorpresa de Clark, Jesús y María, este río. Casi honesto.
- Clark, Clark, Clark… deliciosa boca.
- ¿Pasabas por el vecindario?. - pregunto evitando el comentario inocente. Y perfectamente sugestivo.
- Hmm… me gustan los vecindarios. Me hacen sentir... Cercano al pueblo.
- Curioso, no recuerdo que lo hayas sentido antes.
- ¿Crees que soy snob Clark?.
- Creo que en algún minuto los snobs levantaran una estatua a tu nombre y honor, recaudando dinero para alguna causa como la vuelta al comercio de la pashmina, ya sabes- balbuceando, pero, Hey, vive y aprende.
- Hmm. No me agrada especialmente la pashmina. Tal vez sea anticuado. Y mi honor, eso si es algo interesante de analizar.
- Sin comentarios.
- Y llevamos cinco minutos sin derramar la sangre de nadie.
- Hmm.
- ¿Crees que Dios este aburrido de nosotros?, ¿Tanto como para voltear y ver si hay algún nuevo caso en Jerry Springer?.
- Pensé que eras ateo.
- Pensé que eras heterosexual. Y aquí estamos.
- … Lo dije… snob- lo miro y Lex volvió a sonreírle con la extra tiburón. Se arregló la correa de la cámara y notó como Lex se quedaba mirando la camisa verde que definitivamente, como todo su guardarropa, había visto tiempos mejores, su camiseta blanca y sus jeans gastados. Perfectos.
- ¿Qué haces aquí?.
- Pasear.
- No eres del tipo que paseas.
- Tu conocimiento sobre mis hábitos es incitantemente presuntuoso. Solo porque no tengo el tiempo suficiente, no suelo hacerlo con frecuencia. Pero hoy he decidido poner en funcionamiento mi viejo organismo. Ya sabes, controlar la grasa- Clark no puedo evitarlo. Realmente no pudo. Lo miro de arriba abajo y Lex se le quedo viendo la boca. Denso.
- No creo que debas preocuparte por eso.
- Gracias.
- No era un piropo, es la verdad.
- No puedes culpar al hombre por intentar.
- ¿Me estas siguiendo?- Un Luthor no depende de otros.
- ¿Qué te hace pensar eso?.- se quedo viendo sus jeans de nuevo- ¿Hay algún sindicato de corresponsales que regule eso?. Ustedes los periodistas. Siempre sin imaginación. Conocedores del mundo grande y malo.
- Hmm.
- ¿Qué haces?.
- Tomo fotos, ¿qué haces tú?.
- Te veo tomar fotos- tan mierdamente obtuso. Oh, la soledad. Solo le faltaba el desvanecimiento.
- Dime, ¿estaremos todo el rato con esta clase de conversación?, Ya sabes, yo siempre todo curiosidad intelectual.
- Cierto.
- Cierto.
- ¿Y?.
- Admítelo Clark, te encantan estas conversaciones.
- Admítelo Lex, tienes un problema serio de evasión- y la temperatura bajo diez grados en dos segundos. Bien hecho Kent. Tan astuto.
- Admítelo Clark, eres un témpano de realidad ambulante.
- Admítelo Lex, no estas aquí para conversar sobre mi estilo personal.
- Admítelo, realmente estas interesado en esa taza de café.
- ¿Cuál?- ¡Duh!.
- La que te iba a proponer. Ahora solo te conformaras con tus fotografías, tu ropa barata y mis anécdotas personales.
- Puedo vivir sin tus anécdotas Lex.
- Puedo vivir sin tu ropa Clark…- un respiro. Dos. Lex sonriendo sin quitarse las gafas. Los guardaespaldas a lo lejos. Nueve. Se aclaró la garganta- pero que nunca se diga que no soy adaptable.
- ¿Nueve Lex?.
- Mientras más grande, mejor. Ya lo sabes. - ignoró el comentario y se paro un segundo.
- ¿Otra vez las amenazas de muerte?.
- Me amenazan todo el día. Sin ir mas lejos- se encogió de hombros- mi padre, el viernes, después del aperitivo.
- ¿Sigue vivo?- sonrío.
- Y palpitando. El bastardo,- sonrío casi con cariño. Casi- Pese a mi mejor esfuerzo.
- No lo dudo.
- Soy hombre que trabaja duro.
- Imagino que debe ser la mas seria.
- Todas lo son Clark. Dedico mucho tiempo y esfuerzo en merecerlas.
- Hmm.
- ¿Preocupado?- pregunto con fingida esperanza.
- Me solazo en tu seguridad personal.
- Clark, ¿cualquiera diría que te da lo mismo si vivo o muero?.- dijo ofendido. Clark solo alzo la ceja.
- Solo me comporto como el ciudadano común de Metrópolis.
- Deberías saber que según la última encuesta, el ciudadano común de Metrópolis me adora.
- ¿A cuantos sobornaste para obtener esos resultados?.
- … ¿Acaso no te gustaría saberlo?…- sonrío de nuevo con la extra…
- No realmente, no. - se encogió de hombros. Se saco la camisa y la amarro a la cintura. Reminiscencias. Bebiendo de ellas. Unas mujeres pasaron admirando la vista. Lex sonrío todo encanto y ellas se rieron despacio.
- ¿Lo ves?, Me adoran.
- Ciertamente Lex- compasivo.
- Así que, ¿qué harás esta noche?.
- Déjame ver: iglesia, lectura bíblica, Oprah…
- Estado ahí. Hecho eso. - sonrío inocente. Lo cual era una preocupación con alguien como Lex.
- Podía vivir perfectamente sin ese conocimiento Lex.
- ¿Qué culpa tengo que el demonio me utilice como arma de seducción de seminaristas?.
- Claro, tu solo pasabas por el vecindario.
- Exacto.- lo apunto con el dedo y esta vez la sonrisa fue casi verdadera. Clark sonrío de vuelta y por un segundo, ambos se quedaron petrificados. La gente a su alrededor. Los niños corriendo. El sexo en el aire. Lex sonrío como gato satisfecho y Clark se preguntó si alguna vez alguien había visto a un gato sonreír, ha, preguntas, preguntas- En fin, supongo que al arzobispo no le gustaría saber…
- Lex, por favor. No me interesa ese aspecto de tu vida.
- ¿Ah, no?.
- Nop. Al menos nada que tenga que ver con el sobrino del arzobispo.
- ¿Cómo sabes que era el sobrino?.
- Es el único que vale la pena… - Lex arqueo una ceja- además trato de ligarme en una sesión de entrevistas- Lex, plan para esta noche: apoderarse del mundo Sonrío encantador y Clark entrecerró los ojos. Nota mental dos: Destruir el sobrino del arzobispo.
- Tengo entendido que tu alcalde favorito, Carlos Ramírez se re postula oficialmente.
- Así es.
- Buen alcalde.
- Que te ha dado buena pelea.
- Sí, bueno, ambientalistas. - se encogió de hombros con adorable esnobismo… ¿adorable?. Clark, Clark…
- Tiene posibilidades. Si no, no lo financiarías… aunque ahora que lo pienso, también financias al republicano.- Lex río suavemente y Clark se sintió transportado al pasado por un segundo.
- Todos las tenemos...
- Apoyaras al republicano mientras ves como resulta las cosas, la administración de Ramírez estará en la mira, así como su actitud frente a tu nuevo proyecto de construcción. Me encanta la democracia.
- Lógicamente. Mente cerrada. Anti ambientalistas. Soy un libro abierto Clark. Y decían que eras solo una cara bonita.
- Solo daba una idea.
- Aquí va otra. Vayamos a esa cafetería- señalo al final de la calle.
- Hay 35° de calor Lex.
- ¿Y?. ¿Nunca has oído del café helado?.
- …
- ¿No estarás avergonzado de que te vean conmigo.- se quejo mirando directo a su entre pierna- Clark Kent, héroe de los desposeídos, defensor de las tribus perdidas, pro derechos de las mujeres, alienígenas y niños… con Lex Luthor. El gran y malvado, sin mencionar oscuramente atractivo, billonario, casi en el tri.
- ¿Tri?.
- ¿Acaso eso fue lo único que se te quedo de toda esa oración?.
- Básicamente.
- Solo checaba.
- Cierto.
- ¿Café helado?.
- ¿Razón por la cual estas por aquí?.
- Galería Anderson/Driskill. Nueva galería Luthor.
- Ha- señalo la cafetería y Clark suspiro. Su memoria tan infértil como siempre. El nombre...
- ¿No pensarías que estaba aquí porque tu sueles pasear por aquí todos los días, por al menos cuatro horas ida y vuelta a tu casa, o si?… ¿Le llamas casa cierto?. Es un trabajo duro.
- ERES. UN. SER. EXTRAÑO.
- NO. HAY. NECESIDAD. DE ENFATIZARLO. ¿Café?.
- ¿Dejarme en paz?.
- ¡Oh vamos Clark!, ¿Qué tendría de interesante tu vida sin mí?.
- ¿Sanidad mental?- ofreció.
- Pago el primer café y tu me revelas tus pensamientos más oscuros, si tal aberración es posible. En este último tiempo ciertamente has abusado de la uní dimensionalidad.
- ¿En algún momento recordaras que me arruinaste la cabeza?.
- Que cautivadoramente burdo.- se paro en seco.. Lex sonrío pero no había humor en su sonrisa.- Ambos sabemos que un lo siento, no cambiará las cosas. Ambos sabemos que no podemos ni queremos cambiar las cosas.
- Habla por ti.
- Hablo por los dos. Así que podemos ir derramando las culpas, o tomarnos el maldito café, ¿tu escoges?.
- ¿En serio?.
- No, solo estaba siendo amable.
- Tu no reconocerías la amabilidad, aunque te bailara encima de la mesa y te regalara un peluquín.
- Estado ahí. Hecho eso.
- Ser extraño.
- Encantador. Oscuro. Multifacético.- ofreció, siempre atento.
- ¿Multifacético?- se dio cuenta de que estaban frente al local y se le quedo mirando con impaciencia. Lex sonrío inocente. Otra vez esa preocupación.
- Lo admito. Ese vuelo desde Malasia cobra sus cuotas.- Tal vez realmente estaba envejeciendo. Sonrío ensoñadoramente y Clark trago saliva. Lex saboreo la victoria. Había valido el viaje y las treinta y seis horas sin dormir. Estaba loco de remate. Y con un propósito, mas de lo que Charles Manson podía decir hoy en día, así que era feliz. El rostro serio. Clark pensó que alguien adentro debería estarse divirtiendo mucho. No quiso saber quien.
- ¿Cuándo llegaste?- un Luthor no cree.
- Tres horas atrás. Guía el paso.- le cedió la entrada y Clark movió la cabeza en rendición. Lex sonrío. Un largo viaje. Un corto descanso. Aprovecharlo al máximo. Eligieron la mesa anexa al parque, y Lex se dedico a observar la garganta de Clark, tragando el café. El sol a su lado. La mesa perfecta. A veces, el tener memoria fotográfica era una cosa buena. A quien engañaba. Siempre lo era. Sonríe, Lex. Se hermoso - ¿Buen café?- garganta en movimiento. Tragando. Tragando. Arriba y abajo.
- Hmm. - treinta y seis horas sin dormir. Y todo por ver ingerir café a Clark Kent. Sip, valía la pena. Luisa Lane seguía parada afuera.
CONTINUARA
