-Capítulo 2-
- Una verdad inesperada -
Minami abrió bien los ojos. "Jade Zahara" ese era el nombre de su madre, y "Hoshibara" el apellido de su padre. ¿Pero quién era Ai Hoshibara?. Ella se llamaba Minami Fujiyama (desde pequeña se acostumbró a usar el apellido de sus tíos) y la única hermana que tenía era Mai Hoshibara quien había muerto hace dieciocho años. ¿Qué sería eso? ¿Acaso tenía otra hermana?...
Dudando muchísimo sobre lo que hacía, Minami recogió el sobre. Lo abrió y le echó un vistazo a la carta. Estaba escrita a mano con letra cursiva, y a medida que se iba terminando la letra se iba haciendo menos clara. Cuando comenzó a leerla se quedó pasmada. Decía así:
Viernes 13 de Noviembre de 1982Querida Ai:
Puedo imaginar lo sola que te has sentido. He visto todas las noches que has pasado en vela pensando en cómo sería tu vida si yo estuviera a tu lado; te he visto llorar cuando piensas en lo que pasó y sé que ahora mismo debes estar muy confundida. Perdóname por no haber luchado contra mi destino, de haber podido lo hubiese hecho sin duda alguna..
Para ti, hoy es primero de julio del año 2000. Sí, esta carta tiene 18 años. Ai, la única persona que te ayudará a entenderlo todo es Kaito Kuroba (el joven que conociste en Osaka).
Antes que nada te explicaré por qué te llamo "Ai". Tu verdadero nombre es Ai Hoshibara, no Minami Fujiyama. Te preguntarás entonces por qué tus tíos te cambiaron el nombre y como sé yo todas estas cosas. Pues bien, todo se remonta a 18 años atrás...
El miércoles 10 de Noviembre se realizó una gran exposición de joyas en el museo de arte de Tokio. Como debes saber yo soy de Marruecos. Yo poseía muchas joyas valiosas, joyas legendarias que mi familia tenía desde hace muchos años. Pero la más especial de todas -tan especial que no fui capaz de exhibirla en el museo- es la que tú tienes puesta ahora, un collar con un colgante de brillantes. No es su valor económico lo que la hace tan importante sino su historia.
La joya más importante en la exposición era una piedra de jade. Una piedra grande y muy antigua, de nombre "Ashonai" (ese es un detalle que muy pocos conocen).
Cuenta la leyenda que grandes poderes mágicos se fusionaron y se convirtieron en una piedra, una piedra de jade. Esa piedra fue llamada "Ashonai" por su gran y terrible poder. Esa piedra legendaria era capaz de otorgar poderes sobrenaturales, y conceder el deseo más ansiado y peligroso de todos... la inmortalidad. Imagina entonces lo que sería si ese gran poder estuviese en manos de un demonio, un espíritu maligno o un nigromante. Sería la ruina todos. Pero siempre prevalece la esperanza, ¿no es verdad?. El cristal que tienes en tu collar es nada menos que la única piedra mágica capaz de contrarrestar el maligno poder de la gema "Ashonai·, es el cristal "Kibou", la Esperanza.
La piedra Ashonai ha sido motivo de muerte y mucho sufrimiento. Sólo podrá ser destruido cuando el cometa Volley se acerque a la tierra. Y eso ocurre cada diez mil años. La noche del 31 de diciembre del 2000 es la última oportunidad que hay para destruirlo... ya que los 12 demonios que están buscándola ya llegaron a la tierra.
Una organización mafiosa sabía de esta leyenda, y la esta buscando para cumplir sus objetivos. Kid el ladrón fantasma también conocía la historia y se dedicaba a robar legendarias joyas para encontrar la piedra Ashonai. Lo que no sabían era que yo tenía en mi poder ambas piedras.
En la inauguración de la exposición Kid se apareció y robó la piedra de Ashonai. Eso fue lo que todos pensaron pero en realidad Toichi Kuroba ("Kid el ladrón fantasma") me la entregó minutos después, pues los dos sabíamos que si no la podíamos destruir teníamos que esconderla, llevarla lejos de Tokio.
Yo me encargué de enviar lejos la piedra Ashonai, lejos de Tokio y de la organización aquella. Lo que no pude evitar fue la muerte de Toichi. Ellos habían averiguado la identidad de Kid y fueron a su encuentro. Ya que Toichi no tenía la piedra y tampoco les quiso decir dónde estaba fue asesinado. Pero esos hombres eran astutos así que para que la policía no se enterara colocaron una bomba en el escenario donde Toichi hacía sus presentaciones de magia. Todos creyeron que había sido una muerte accidental, pero yo y Hikaru (su esposa) sabíamos que no era así... que habían sido los sujetos de la organización.
La noche de hoy ocurrió algo que yo no había previsto. Los sujetos de la organización no se dieron por vencidos y se las ingeniaron para entrar a la casa. Sin sentir ningún remordimiento envenenaron a tu padre a tu hermana (tú estabas en casa de tus tíos). Yo estaba destrozada pero las cosas no acababan ahí. Me obligaron a que les dijera dónde estaban las piedras. Yo me negué hasta al final y fue ese instante en el que me dispararon. Después de eso se marcharon de la casa.
Aproveché los últimos momentos que me quedaban para escribirte esta carta y guardarla de forma que solo tú pudieses encontrarla.
Por favor, tienes que entender que todo esto es la pura verdad. No es un cuento ni un juego, mi querida hija. Tu vida será muy distinta a partir de ahora...
Tienes que hallar la manera de hablar con Kaito. Él pasó y está pasando por lo mismo que tú, él sabrá explicarte todo... Te Amo mucho hija, confío en ti
Jade Zahara
Minami terminó de leer la carta. Tenía miedo... sentía muchísima tristeza. Su madre, su hermana y su padre habían sido asesinados. Toda la vida había creído que se trataba de un accidente. Por un momento deseó que fuese un sueño, una broma.... Se arrodilló en el suelo y se quedó llorando en silencio. Enterarse de tantas cosas así de repente era doloroso, le costaba creer todo aquello. La puerta de la habitación se abrió. Minami continuó llorando mientras sostenía la carta en sus manos. ¿Por qué tenía que ocurrirle eso a ella?.... - Minami... ¿Qué sucede?- Era la tía Azumi Minami se levantó aún sosteniendo la carta. Él... era la única persona capaz de ayudarla, pero cómo lo encontraría....- ¿Minami?...
- Yo... sé que pasó hace 18 años... - empezó a decir Minami en voz baja, mientras bajaba la mirada- También sé que mi nombre real es Ai Hoshibara... y cómo murió mi familia...
- Minami... - musitó la tía Azumi conmovida-
Minami se guardó la carta en el bolsillo de la chaqueta. Sin mirar a su tía le dijo que iba a salir.
- ¿Salir? ¿A dónde?... ¡Minami espera!- exclamó la tía Azumi cuando Minami salió de la habitación-
"Necesito estar sola" pensó Minami mientras se dirigía a la puerta y salía a la calle. No tenía la menor idea de a dónde iba... sólo quería alejarse de todos... estar sola...
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Minami se detuvo. No sabía dónde estaba. Había corrido muchas cuadras lejos de su casa. No conocía Tokio, había vivido siempre en Osaka.
- Estar sola...- sollozó Minami sin poder evitar enojarse consigo misma. Estaba en una ciudad que desconocía por completo. Ni siquiera recordaba bien el número de su casa. La carta de su madre era lo único que tenía en mente.
Miró a su alrededor. Era un barrio más bien solitario. Unos pocos autos transitaban por las calles y amanecía poco a poco.
Se sentó en la acera sin saber que hacer. Tomó el collar que le había regalado su madre al nacer. Era el único recuerdo que tenía de ella. ¿Realmente ese collar era una piedra mágica?, ¿Cómo una cosa tan pequeña podía ser la causa de tantos males?
Escuchó un sonido extraño. Se dio media vuelta. A sus espaldas había un callejón oscuro. Se puso de pie y se alejó un poco asustada. Ya había estado allí, estaba segura. En un sueño... tal vez en otra vida. Caía a un abismo profundo y las tinieblas llenaban cada desolado rincón.. pero de pronto veía una luz, un destello azul... y veía a un hombre.. se veía borroso, y cuando se acercaba para verlo bien la imagen desaparecía. Ese recuerdo, ¿Había sido un sueño? O realmente lo había vivido... era tan misterioso
Dudó que hacer. ¿Le convenía huir?. No podía marcharse. No sabía si ese momento se repetiría, tenía que aprovechar la oportunidad...
Un impulso sobrenatural la invadió. Sin saber bien lo que hacía se acercó al callejón. El ruido se hacía cada vez más fuerte. Una brisa fría repentinamente llenó el lugar. Sintió una risa aguda y volteó. No había nadie pero la risa se repitió. Miró hacia el frente, era un callejón sin salida. Comenzó a ponerse nerviosa y dio vuelta para salir del callejón. En cuanto lo hizo observó aterrada como los automóviles, las calles y todo a su alrededor desaparecía. Había sido una tontería lo de su sueño... ¿Qué ocurría?...
La risa se intensificó y Minami aterrada sintió una fría presencia a sus espaldas. Se dio vuelta y ahogó un grito. Sí había alguien a sus espaldas. Pero no era humano...
Era una figura alta, envuelta en una capucha morada. Su rostro era translúcido y se podían distinguir dos ojos rojos. Los dedos de sus manos eran largos y parecían estar manchados con sangre.
Minami comenzó a retroceder. Aquella cosa, ese demonio trató de acercarse a ella. Sin pensarlo dos veces, Minami corrió lejos de la criatura pero tropezó cayendo al suelo. Abrió los ojos. Ahora sí estaba asustada. No estaba apoyada en suelo firme... miró hacia su alrededor...no estaba en el callejón. Una leve neblina púrpura cubría el lugar. Una sensación incómoda de mareo la asaltó. Todo estaba oscuro, una tenue luz azul se reflejaba en el lugar en el cual ella había caído.
Trató de ponerse de pie y soltó un alarido de dolor. Al tropezarse se había doblado el tobillo, no podía levantarse. Trató de arrastrarse pero sentía mucho dolor. El demonio acercó sus largos dedos a la mejilla de Minami.
Asustada golpeó al demonio en la mano. El demonio retrocedió pero luego se acercó rápidamente. Alzó su mano y rasguñó a Minami en el rostro. Minami se llevó su mano a la mejilla al mismo tiempo que soltaba un grito. Estaba sangrando... aquello no era parte de su recuerdo, no lo era. Sintió ardor en el rostro como si la criatura le hubiese rozado con fuego...
Luchando contra el dolor que sentía se levantó. El demonio le dirigió una mirada amenazante y se abalanzó sobre ella. Minami esquivó al demonio pero era inútil, no podía correr ni caminar. Vencida por el dolor cayó al suelo nuevamente. El demonio acercó sus garras a su cuello. Minami se llevó su mano a su cuello en un intento de protegerse pero el demonio deslizó rápidamente la mano... quería su collar...
Minami se arrastró hacia atrás. Quería que terminara ya, que fuera un sueño... Despertar eso quería. Derramó una lágrima. Esa cosa la mataría.
Soltó otra lágrima y cerró los ojos.
Pudo oír al demonio chillar y murmurar, sintió que se alejaba. Abrió los ojos. Un hombre estaba entre el demonio y ella. Usaba una túnica azul, con una larga capa y un sombrero de punta. Parecía un mago. Minami levantó la mirada.
- ¡Gekka no kijutsushi! - exclamó el demonio. Su tono de voz frío y agudo, se veía acompañado por un leve temblor de inseguridad- ¡Estos no son tus demonios! ¡Me apoderaré de la piedra Kibou y se la entregaré a mi Señor!
El demonio se abalanzó sobre el mago pero este lo golpeó con un cetro de plata. La criatura dio una vuelta y comenzó a girar alrededor de Minami y el mago. Murmuraba frases en otro idioma, una lengua que Minami nunca antes había oído...
El mago apuntó con el cetro a la figura y exclamó:
- "Ishat Gekka no kijutsushi, Mikazuki.. mozoni arvetsu ed tse Hikari ed Iktsu… ¡Redro aoi turen no senark ima! ¡Hikari!"
Una luz azul brotó del cetro del mago. Un haz de luz llenó el lugar. El demonio que en un comienzo de veía invencible y amenazador, ahora reflejaba una mirada débil y cobarde. Rayos de luz mágica se envolvieron en torno al demonio. Este aterrado profirió gritos mientras maldecía al mago. Las tinieblas se llenaron de luz y el demonio desapareció entre destellos y chispas llameantes.
El silencio reinó el lugar. Minami parpadeó atónita. Era él, el hombre de sus recuerdos. Ya no era una pesadilla, era un sueño... un sueño fantástico y hermoso
El mago se volvió y miró a Minami. Ella pudo verle apenas el rostro pues usaba un antifaz. Aún así miró fijamente los profundos ojos azules del mago. "Un paraíso que renace de sus cenizas" pensó inconscientemente.
- ¿Te encuentras bien? - preguntó el mago arrodillándose junto a ella
- Sí - sonrió Minami- Gracias a ti...
El mago le sonrió a Minami. Ella en vano trató de levantarse, se había olvidado del dolor que sentía.
- Deja ayudarte-
Minami apoyó las manos en los hombros del mago. Levantó la mirada, le sonreía. Ambos se miraron por un instante. Minami le preguntó al mago quién era.
- Mikazuki*, mago de luna y servidor de la luz de Iktsu...Pero más importante es mi misión....
Minami interesada y algo sorprendida inquirió:
- ¿Cuál es tu misión?...
El mago levantó su mano derecha. Sostenía un cristal de color morado. Tal cual como la capucha de aquel demonio. Minami miró a Mikazuki sin entender.
- ¿Nos hemos visto antes?- musitó. Sus ojos azules le eran muy familiares.
- Sí... ya lo recordarás- Mikazuki miró seriamente a Minami- En este cristal están contenidos los poderes del demonio... pero.. "invertidos" por así decirlo..- comenzó a decir- Me explico... este demonio se caracterizaba por el engaño, la mentira y la traición.. con el hechizo he purificado su magia... este cristal simboliza verdad y lealtad. Eso es lo que debes hacer tú con los demonios que persisten... Excluyendo a este son 11 en total
- ¿Yo? - susurró Minami- Es por esto del cristal.. ¿no?... Pero yo no soy bruja.. no sé hechizos...
- Puedes aprender...
Mikazuki movió la mano y apareció otro cetro. Era de oro con un gran diamante en un extremo, un diamante en forma de corazón. Había una estrella, un sol y una luna sobre el corazón. En el cetro habían unos orificios, como si antes hubiese habido algo allí. Miró el primer orificio... la piedra morada estaba ahí.
El cetro de pronto de convirtió en un haz de luz. Minami miró asombrada las chispas de colores. Las luces giraron en torno al collar y se introdujeron en el cristal. Minami observó el cristal. Poseía un brillo muy especial.
Mikazuki sonrió y besó a Minami en la frente
- Es tiempo de que vuelvas a tu mundo- dijo
Su imagen se hizo borrosa. Minami no podía ver nada. Cerró los ojos, caía...caía..
*Mikazuki: en japonés "luna nueva".