CAPITULO TRES.

INSIDE

~ We have a future together…  ~

Recuerda Clark, recuerda.

METRÓPOLIS 4: 10 AM. 2002

- Alguna vez oí sobre el peso del mundo, sobre tener la vida de todos en tus manos, sobre guiarlas.

- Usarlas.

- ¿Cuál es la diferencia?.

- … La hay. - pequeño niño bueno. Escuchando las lecciones de papá.

- Claramente…- sonrió duramente. Perdido. Clark se encogió. Era la misma sonrisa de Lionel. Pero no, no era así, no realmente. Era peor.- ¿por qué estas aquí Clark?.

- … No puedo… no puedo aspirar a tu perdón.- Tan perdido… Sonrío de nuevo y se levanto de su asiento dejando la copa de vino a un lado. Acercándose a los inmensos ventanales del rascacielos. Su rascacielos.

- Ven aquí- Clark avanzó con calma. Tan joven, inocente. Un asesino. Debilidad apoderándose del chico. Debilidad que él,  en ese momento, asumió como la de siempre. Con Lex.

- …

- … ¿Morirías por los que amas?… ¿Lo harías?.

- ¿A que puede conducir todo esto?.

- ¿A que se debe tu visita?.

- … Lo siento Lex, yo… Lágrimas vanas que no salían.- Si pudiera hacer…

- ¿Puedes devolverle la vida?.

- …No- hilo de voz. Ira.

- Entonces, ¿qué harías Clark?.- volteo suave casi sin moverse. Interesante que le costara por un segundo, despegar la mirada del adolescente frente a él. No volvería a suceder. – Mira a tu alrededor… abajo. ¿Que ves?.

- …- debilidad y flashes. Imágenes que de a poco se apoderaban de su cerebro. Dolor. Ira. Viendo el dolor desde otros ojos que no eran los suyos. Se mantuvo en pie como pudo. Perdido entre su universo interior y Lex. Lex sonriendo. Universo que no parecía ser suyo. Como si estuviera vivenciando un dolor ajeno. Y la creación de él. Se sujetó contra el ventanal y Lex aprovechó para dar un paso. No, pensó Clark. No, es cierto. Repugnancia.

- ¿Qué es lo que ves Clark?.- sonrisa misteriosa. Toda curiosidad intelectual.

- No sé en que puede… - su voz se quebró por un segundo- servir esto. - Desde adentro. Clark mareado. Sin comprender aun que lo que estaba sucediendo no era su habitual extravío con respecto a Lex. Pero era su obra. Otro paso. Era tan joven. Y tan lento.

- Viniste a mí. Yo te enseño, ¿no siempre ha sido así?.

- Lex- mas una suplica que otra cosa. Desde adentro.

- Clark, - neutral- mira abajo. ¿Qué ves?. - volteo un segundo como un títere barato.

- Gente…

~ And I don't want anything to stand in the way of our friendship.~

- Vida.

- Lex…

- … ¿Crees que haya algo de eso para nosotros?. - puso las manos en sus bolsillos. Pantalones negros. Suéter negro. Chaqueta negra. Suave. Delgada. Ondulante- Porque veras Clark, estamos hechos el uno para el otro. Somos iguales.- ronroneo. Clark abrió la boca y Lex sonrío suave, su rostro inexpresivo mas allá de una leve remembranza de… ¿piedad?- Y seremos uno por siempre.

- Lex.- piedad. Lex puso las manos contra el ventanal. A cada lado de Clark. No eran necesarios mas pasos. Clark no volteo. No podía.

- Vida. ¿Eso es lo que crees ver?. Vida. ¿Crees que haya eso para nosotros?. - pregunto suave, gentilmente.

- No puedo traerla de vuelta.- desde adentro.

- Ni a tu padre.- respiro en el cuello del chico. Opresivo. Lo torturo con la cercanía, sin el consuelo del toque. Vivirás por siempre Clark.

- … No…

- Te diría.. Y podría decirte muchas cosas, como que la muerte de tu padre, nivela las cosas... - Clark agachó la cabeza. Tan joven, tan impresionable.- pero no lo hace. - ronroneo, y simplemente lo atrapo entre él y el ventanal. Clark suprimió un gemido y Lex sonrío alejándose un poco. Hombros caídos.

- … No puedo, no puedo…- desde adentro.

~ Thanks to you, I have a second chance.~

- ¿No puedes que?- lo corto- ¿Vivir con este desaliento?. Voltea Clark. - se acercó hasta que pudo respirar sobre esos labios. Gritando sin alzar la voz. Eso sería mala educación- ¿Solo?. ¿Enterrado en tus propias miserias?, ¿Viviendo cada día en penitencia porque lo correcto le arrebato la vida a Lana y a tu padre?… Me pregunto que era lo tan urgente que tenías que decirle …- pensativo. Inocente- me pregunto si él habría podido soportarlo… me pregunto cuanto podrás soportar vivir como yo lo hice. ¿Ves su rostro en cada paso Clark?, ¿Ves su agonía?. Es terrible ser rechazado, no ser… elegido…

- ¡Ya basta!. - perdió el equilibrio por unos segundos y Lex sintió las palmas tibias por algo mas que el amanecer. Perfecto. Tan perfecto. Tan emocionante. Lo único emocionante… pero acaso, ¿había sido alguna vez de otro modo?. Sonrío feliz.

- Estas aquí.- respiro en su cara. Elegante. Incitante- Detenme… - Paso una mano por ese rostro. Tan hermoso. Perfecto. Ojos azules que a veces eran verdes y otras casi negros. Negros de rabia. Azul de alegría. Café verde cuando jugaban contigo. Verde iridiscente cuando… eran verdes ahora. Verde café, verde negro.- a veces me pregunto si sabes que deseas, si sabes… la intensidad de esa necesidad.- trazando la línea de su boca con el dedo… luego con la lengua. Y Clark no pudo, simplemente no pudo apartarse. Delicioso. ¿Él podría crear algo así?. Supuso que al menos podría intentarlo. Sonrío, Clark tembló. ¿Para que Lex?, Si ya lo tienes. Lo tienes todo.

~ And It was the most... exhilarating two minutes of my life ~

- Deseo no es necesidad.

- Ambos confundimos eso, ¿no es así?.- Clark volteo el rostro, pero Lex lo detuvo con esfuerzo mínimo. Lo atrajo hasta él, hasta que estuvo a centímetros de esa boca que tanto... deseaba.- El deseo es esto- paso nuevamente su dedo por los labios. Labios rojos, llenos, imposibles. ¿Cómo es que nadie los había probado aun?. ¿Cómo es que nadie los había reclamado?. Sonrío satisfecho. Y se acerco a ellos. Lamiéndolos despacio. Clark, Clark. Tan  joven.

- … No- dijo con voz estrangulada. Contra los ventanales. Ventanales del suelo hasta el techo. Amaneciendo.

- ¿No?.- ronroneo.- Esto es deseo.- susurro en su oído, pasando la lengua por el, con una suavidad tan exacerbante que por momentos, hasta parecía gentileza.. Clark perdido en ese toque. Tan ansiado. Tan repulsivamente anhelado- ¿Acaso sabes qué eres?- Clark con los ojos cerrados contra el ventanal. Lex viéndolo, siempre viéndolo. Clark, el mundo. Vida y amanecer- … - para no saber la perdida, la perdida Clark. ¿Saben ustedes que es eso?.- Clark perdido en el deseo- empujo hacia adelante y él chico abrió las piernas… tan fácil. Olió esa maldita piel con avidez.

- Lex…- susurro. Por favor, por favor. Termina con todo.

- ¿Es esto lo que deseas con tanta intensidad?… Porque veras Clark, - ronroneo en la garganta, en parte porque siempre había querido hacerlo. En parte para no ver esos ojos. Ojos que lo cazarían por siempre. Ojos llenos de amor y remordimiento. Ojos que no entendían lo que él estaba haciendo. Inocencia pura. ¿Qué mas podría pedir alguien?, ¿Qué mas podría desear, que no fuera la destrucción de lo mas preciado que una persona podía poseer?: La inocencia. La fe, la dignidad… la humanidad. Lex empapándose de esa esencia, lento, tan lento, moviéndose rítmicamente contra la entrepierna de Clark. Hasta el movimiento parecía empapado de esa asfixiante elegancia tan suya- porque verás Clark, esto no es deseo, nunca lo fue…- besó esa boca, tan llena, hinchada. - tu no me deseas- y tenía que parar. Realmente parar. De considerarlo humano. Era una estúpida costumbre.

 ~ for the first time, I didn't see a dead end..~

- Lex… - lágrimas rodando por tan perfecto rostro que hasta el sol no podía igualar su esplendor. Una imagen que cazaría a Lex por siempre. Perfecta. Hermosa. Completa. Nada que creara después podría igualarla. Nada que hubiera creado antes lo había hecho. Que triste. Una oleada de dolor lo golpeo, pero en medio de su tormenta emocional, solo se sintió consciente de la debilidad de sus piernas. Lex lo sostuvo. Como siempre.

- Y podrás correr. Salvar. Comer. Dormir. Y te preguntaras, ¿qué necesito?. Y la respuesta siempre seré yo. - susurrando en su oído. Moviéndose contra él. Creyendo que la perfección ante él era solo otra imagen más. Otra maldita imagen. Y Dios, él tenía tantas, tantas en su cabeza- Y moverás la cabeza, aceptaras lo que venga y creerás que deseas algo. Pero no es deseo Clark. Nunca lo fue. Todo hombre tiene un deseo. Todo deseo es debilidad… - empujo fuerte contra Clark y el joven dejó ir un gemido mitad placer, mitad sollozo. Perfecto- imagina lo que será entonces… dentro de ti.- movió las manos y las paso por debajo del suéter. Acariciando los lados, hasta que una de ellas subió hasta su corazón por un segundo, luego la movió hacia el lado. Movimiento circular- Tan parecido a nosotros… ¿Puedes imaginar lo que es convivir?. La verdad no podrá ser contenida… Vivirás para recordar lo que eres. Porque la grandeza Clark, nunca ha caminado contigo, ¿no es así?. Nunca la dejaste… siempre has sido débil… nunca mas que una prostituta barata.- entonces Lex coloco la mano en su corazón nuevamente. Y Clark puedo sentirlo. Verlo. Al principio creyó que era solo otro de sus momentos de ausencia. Momentáneos e incandescentes. Momentos que los arrebataban de la realidad por segundos eternos. Pero no. Todo el dolor. Toda la ira. El placer. En ese toque. Y Clark pudo sentirlo. Dios. La oscuridad en Lex. Riéndose de él. Desde adentro. La oscuridad por obra y gracia de él. Oscuridad creada por él. Por él. Por él. Desde adentro. Su último don.

~ I saw a new beginning  ~

- ¡No, Lex!- sollozo. Quiso soltarse pero Lex lo mantuvo un segundo más. Solo uno más. El sol saliendo atrás. Maravilloso. El sol completo, desplegado, atrás del chico. Maravilloso. Y todo, todo era suyo. Excitante. Clark apunto de caerse. Lex sosteniéndolo a través de la mano en el corazón, sabiendo que ese gesto los perseguiría por siempre. Que los perseguiría por siempre. Viéndolo. Sostenido por él. Creado por él. Maravilloso. Clark perdido. Clark viendo lo que había desatado. Majestuoso. ¿Quién dijo que él no era capaz de procrear?.

- No necesito matar… lo harás por mí... - susurro con el rostro perdido en la magnificencia ante él. Clark dejo de respirar un segundo y noto, por primera vez noto, cuan frágil era la conciencia.

~ We have a future, Clark ~

- … Te amo…

- Oh, Lo sé.- saboreo. La felicidad. Emoción tan fugaz. Tomando la copa de vino que había dejado en la mesa. 1932. Soltándolo. Clark cayó de rodillas, sollozando, tan prosaico. Liberándolo. Sin vergüenza de su debilidad. Vivo. Lex disgustado con la blandura de la imagen, dejo volar sus ojos frente al sol potente. Lavándolo. Templándolo. Confortándolo. Clark se levanto temblando. Sollozos vacíos. Tan joven. Tan impresionable. Tan enamorado - Vete ahora. - Volteó mientras Clark se alejaba de los ventanales. Martha Kent. Tan colaboradora. Dos meses atrás. Un mundo atrás:

 

~ And I don't want anything to stand in the way of our friendship.~

"Lex, a veces creo que él no… es solo que dice tener esas imágenes en su cabeza. Como si viera por dentro. Sé que no debería, molestarte, pero eres su amigo, y él no dice nada… ya sabes como es… por favor… por favor. Dime si algo le sucede… claro Martha"

- No importa cuan lejos vayas, no importa a cuantos salves, a cuantos cubras con tu protección, a cuantos conozcas y entregues tu entrepierna. No importa cuantas veces en tus sueños te perdone, no importa siquiera si te enamoras… Nunca estaré contigo... a tu lado… pero me llevaras por siempre en ti.- volteó un segundo para sonreír. Su sonrisa más encantadora. Y Clark lo entendió.

"Sucede… en momentos de … no lo sé, no sé que hacer. No creo que sea nada, no sé que es, ¿crees que este volviéndome loco Lex? Mirada de perrito perdido… Creo que debes respirar hondo y aceptar que estas demente".

~ Trust me. I'm a man of my word.~

Dios, pensó Clark. Imágenes golpeándolo. Placer. Dios. Placer. Lleno de placer. "¿Sabes lo que eres?… Me pregunto si podrás soportar vivir como yo lo hice… ¿Qué eres?… ¿Qué es lo que ves Clark?"

- cuando salgas de esta oficina. Cuando vayas por la vida y algo golpee tus ojos con su esplendor, con su belleza- sonrío, lleno de alegría- no significara nada… porque no estaré allí.

- … Lex… - suplico una vez más. Tan lleno de auto miseria que el corazón de Lex casi explotó de felicidad.

~ Trust me Clark, our friendship will be the stuff of legends ~

- Cuando te vayas… ni siquiera perturbaras al aire.

Y un alma, es solo un alma.

METRÓPOLIS 4: 30 AM. 2002.

CONTINUARA