No tengo un montón de dinero, no he escrito ningún libro y no soy inglesa, así que Harry Potter no me pertenece. Lastima.
Capitulo 1: La idea.
Ginny cerró el libro que estaba leyendo. Era un regalo de Colin y de Jimmy, sus dos mejores amigos, por su cumpleaños número 14, (hacía un par de días) y ya se lo había terminado. Trataba de una serie de relatos populares muggles, según le habían explicado sus amigos.
Eran fábulas infantiles muy conocidas en su edición original (Caperucita Roja, Cenicienta, Blancanieves...) Colin y Jimmy se lo habían regalado sabiendo lo que le gustaba a ella (igual que a su padre) todo lo relacionado con los muggles. Verdaderamente habían acertado. En todos sus ratos libres no había parado de leer y ahora, en la sala común, acababa de terminarlo.
Justo cuando dejaba el libro sobre la mesa, entraron sus amigos.
-Hola Gin- le saludo Colin. Solamente ellos dos la llamaban así
-¿Ya te lo has terminado?-pregunto Jimmy.
-Sip-Contesto
-Te ha gustado ¿eh?
-Sip
-Me alegro.-Dijo Jimmy-Pero venimos ha buscarte por que dentro de nada salen los carruajes para Hogsmeade.
-¡Ostras, la salida!-Exclamó- Se me había olvidado. Esperadme mientras cojo mi capa y mi dinero y salimos-dijo la chica mientras corría a la habitación de las alumnas de 4º.
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Esa tarde de otoño era un poco fría. Tres muchachos caminaban por las calles de Hogsmeade mientras se calaban sus capas para evitar que el glacial aire los congelara.
-Brr- tembló Colin-parece que estamos en diciembre
-No te quejes tanto-le dijo Ginny
-Esta en su naturaleza quejarse, Gin-se burlo Jimmy.
-Ja, ja que gracioso. Lo que pasa es que vosotros dos estáis mas acostumbrados al frió que yo. (NdA: pero eso es otra historia)
-Si, vale como tu digas.-Jimmy levanto las manos en señal de paz-¿Y a donde vamos primero?
-Necesito algunos pergaminos- habló Colin-y un par de carretes para mi cámara. (Que llevaba colgada al cuello, puesto que nunca se separaba de ella) si nos podemos pasar por la librería y luego por la tienda de objetos muggles me haríais un favor
-Pues decidido.-sentenció Ginny-Vamos
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La librería de Hogsmeade olía a polvo y a humedad. Era una sensación agradable estar ahí. Mientras Colin compraba, Jimmy y Ginny se dedicaban a mirar.
Entonces la chica lo vio. Un cuaderno. Era de cuero azul, paginas amarillentas y las esquinas un poco maltratadas. Parecía muy viejo. Lo tomo entre sus manos y lo examino. Era muy bonito. Tenía un aire sofisticado.
-Ya termine- Anunció Colin-¿Qué miras, Gin?
Pero Ginny no contesto.
-Eh Gin, que Colin té esta hablando.-La llamó Jimmy- Tierra llamando a Virginia. ¡¿Estas aquí?!
-Chicos-murmuro Ginny, pasando de los comentarios de sus dos amigos-tengo una idea.
Y una sonrisa apareció en su rostro. Una sonrisa que sus dos amigos solo habían visto una vez, pero que conocían muy bien. Una sonrisa muy típica de sus dos hermanos gemelos. Una sonrisa maléfica.
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Las Tres Escobas se encontraba repleta de alumnos de Hogwarts que se refugiaban del frío y tomaban unas reconfortantes Cervezas de Mantequilla.
Después de haber ido a comprar los carretes para la cámara de Colin, los tres amigos se habían dirigido al local, donde su amiga les había explicado su "idea".
La reacción de los muchachos fue... la esperada por Ginny; es decir, que se partieran de risa.
-Tía, tu idea es... ¡genial!- le comentó Jimmy-¿Como se te ha ocurrido algo semejante?.
-No sé- les contesto con una risita- vi el cuaderno, me acorde del libro que me regalasteis y ¡Ya veis!, Me vino la inspiración.
-Si tus hermanos se enteran te mataran- observó, divertido, Colin
-Pero no se tienen que enterar- dijo calmadamente Ginny- porque vosotros no vais a decir nada. ¿Verdad?
-¡¿Nosotros?!-exclamo de forma exagerada el fotógrafo
-¡¿Poder echar a perder un futuro manuscrito que nos alegrara las tardes en las que nos podamos sentir tristes o desdichados, que implante una sonrisa cuando seamos ancianos y recordemos nuestra juventud?! ¡¿Una buena forma de ridiculizar a quien queramos sin que se enteren?!. ¡Te crees que estamos locos!- Soltó Jimmy teatralmente para, acto seguido, retirarse un mechón de pelo castaño oscuro de los ojos.
-Pues entonces no hay ningún problema-sentencio la chica.
-¿Y cuando piensas empezar?
-¿Qué tal ahora, Colin?- le contesto su amiga-¿Tenéis una pluma y un tintero?- Preguntó mientras ponía y abría el cuaderno que momentos antes había comprado en la librería (y el que había echo que la menor de los Weasley no pudiera comprar dulces en Honeyducks hasta la próxima salida) encima de la mesa.
-Toma- le pasó Colin una pluma y un tintero que acababa de comprar en el mismo sitio que el cuaderno.
Esa tarde muchos alumnos de Hogwarst que se encontraban en Las Tres Escobas se giraban extrañados y se preguntaban por que dos chicos de 4º soltaban muy de vez en cuando unas sonoras carcajadas mientras miraban algo por encima del hombro de la mas pequeña de los Weasley.
N de la A: Me he decidido a publicar esta "cosa" (aunque estoy segura de que no es nada bueno) que hice hace bastante tiempo por los ánimos de mis amigas Andrea Gringer y Marian Weasley; puesto que a ellas si les gustó. Así que este fic, (o intento de fic) va dedicado a ellas con todo mi cariño y agradecimiento por su apoyo n_n.
