PAST
El odio mueve montañas y helicópteros. El odio crea y desborda. El odio es un ser llorando. Un ser que no debió existir. Sangre y carne.
Odio, es una mejilla rota y la maldita seguridad riéndose en tu cara. Sangre rota. Mejilla rota. Alma..
Odio es perros y armas. Odio es un Matisse rasgado quirúrgicamente trazando a la perfección un emblema.
Odio es la impotencia del amor. Odio es no poder dejar de ver un par de ojos verde azules. Dormir. Respirar. Cabellos negros. Seda. Traición. Que... divertido.
Lex contesto el teléfono:
- Hola padre. Bueno oírte, ¿cual es la ocasión?.
- La traición no es de multitudes Alexander. Siempre lento. Siempre decepcionante.
- Así que, básicamente, llamas por teléfono para sacar la lengua y decirme: yada, yada. Que maduro de tu parte.
- Arruinaste tu chance Lex. Pero de nuevo. Nunca la tuviste. Nunca pudiste.
- Me devastas emocionalmente padre.
- Aun ilusionado por el futuro. Puedes seguir jodiendo lo que se te ponga por delante. Este nunca será tu mundo... lastima por tu nueva ramera. Debió calcular un mejor tiempo- inhalo casi imperceptible. Lionel sonrió. Lex también. ¿Amargura?. Que... conveniente Lex.
- Como te decía, básicamente: yada, yada.
- Entonces contrata mejores lacayos. Las debilidades internas Lex. Nunca prestaste la atención debida. Tu pequeño imperio solo es otra de tus fantasías- flash back de su madre. Lex cerro los ojos por un segundo. Ira congelada. No eres nada mas que sangre.
- Imagina eso- susurro.
- Torpe intento- un Luthor no intenta.
- ¿Qué te hace pensar que fue eso?- divertido.
- ¿Tu con advertencias?.- risa seca- Aunque ciertamente nunca te ha dado para más. Siempre... débil... Ahora lo sé. Es... apropiado, ¿no lo crees?. Pintoresco.
- Sangre de tu sangre- se mofo.
- Si, hablando de eso...
- Si él sangra. Tú lo haces- lo corto con calma. Silencio.
- Ten cuidado con lo que dices. No es algo que puedas borrar. Soy tu padre, Lex. Quizás necesites... pruebas... Lamentaras el día en que me dejaste con vida Alexander.
- ¿Y no dar un leit motiv a tu pusilánime existencia?. Sabes que lo nuestro es imposible.
- Recobrare lo que es mío... con ciertos bonos- respira Lex. Solo otro más.
- Si él sangra. Tú lo haces- sonrió.
- ¿Monotemático Lex?. Cuando este a mi lado, él entenderá el significado de esa palabra. Y con suerte tal vez lo hagas tu- te daré algo, hijo mío. Algo que nadie jamás tendrá las agallas de entregar.
- Viniendo de ti, esas palabras significan mucho, padre- apago el teléfono.
~ Quiero tu alma ~
DOS SEMANAS DESPUÉS
Clark despertó. Nostalgia. ¿Cuan patético se puede ser?. Merco el número, pero corto sonriendo. Aparentemente no hay limite. Dos días después, Lex llamo.
- ¿Dónde estas?.
- "Hola Lex, ¿eres tu?. Que alegría más grande, ¿Cómo estas?, ¿Has descansado?, ¿Cómo esta el clima?... Italia- cansado. Cansado. Cansado. Sonrisa en la voz. Clark se miro las manos.
- ... Ha... tu padre tuvo un interesante accidente hace un par de semanas.
- La tecnología de hoy no es lo que solía ser.
- ... Lex...
- Clark.- lo imito perfecto- Interesante, es un concepto sugestivo. Tu, Clark Kent, ¿cómo era que me decías?, Ha, sí: En defensa de los animales, la navidad... y esas otras cosas.
- ¿Que?... - Dios.
- Estabas tan ebrio que no recordabas haberlo estado.
- ... Ok.
- Estaré fuera por un tiempo.
- Ah.
- ... Vaya. Ni una lágrima...
- Llevo el dolor por dentro.
- Ven conmigo- dijo de pronto.
- ¿Hu?.
- Clark, ¿qué clase de respuestas son esas?. Estas destruyendo mis ilusiones aquí. Pero después de todo, llevas dos Pulitzer, eso simplemente lo confirma... y mi llave de la ciudad.
- ¿Mi llave?.- rió abiertamente- Tienes problemas, ¿estas conciente de eso?.
- Hmm. – ronroneo- ¿Vendrás?.
- Visita a Smallville.
- Tengo gente allá.
- Sí, ¿en serio?. ¿Qué esta pasando Lex?.
- Ven conmigo.
- No. ¿Hay algo que deba preocuparme con respecto a mi madre?.
- Nunca deberás preocuparte de nada en lo concerniente a Martha.- la certeza de su voz hizo que Clark tragara saliva. Casi... – Aléjate de Fanning.
- No.
- Ven conmigo.
- No.
- De vuelta a los cinco años.
- Yep.
- Ha, una respuesta positiva. Puedo trabajar con eso- ronroneo nuevamente. ¿Buen humor?. De alguna manera, Clark supo que hacia días que Lex no estaba así.
- Aja.
- Uvas... - Clark se rió a carcajadas a falta de otra cosa- Villa y todo. Uvas. Jugosas. Néctar denso por tu piel. Velas y todos esos estúpidos clichés... sexo gratis.
- Que triste- voz expresando exitosamente disgusto y diversión.. Y más disgusto. Lex rió profundo. Sexy. Sexy. Clark. Concéntrate.
- ¿Qué puedo decir?.
- Nunca conocí ese lado tuyo.
- Como sabes, puedo ser muy dúctil.
- Nunca he querido conocer ese lado tuyo- risa sexy.
- Apuesto que no... ven conmigo.
- No.
- ¿Sol?.
- No realmente.
- ¿Uvas?.
- No.
- ¿El secreto de mi vida?.
- Eres tan profundo, Lex.
- ... Discutiría eso, pero... ven.
- Italia.
- Italia... Italia donde hay uvas.
- Tengo que hacer cosas y evitar otras.
- Y escapar del maniático de turno.
- Me encanta el valor que le otorgas a mi trabajo.
- ¿Qué puedo decir?. Una asignación a Chechenia según recuerdo. Mal lugar. Muy poco de donde sacar provecho.
- Me devastas.
- Trae a Martha. La extraño sabes... una de las pocas personas.
- ¿Qué quieres que te diga?.
- Que vendrás y que dejaras que mis hombres vean por ella.
- No.
- Menage a trois con Chloe.
- Lex... - advirtió.
- ¿Jimmy?.
- ... ¡Lex!. ¡No!- respondió un chico de dieciséis años y Lex sonrió otra vez. Y otra vez.
- Nada jamás le sucederá a tu madre, Clark... y por extensión...
- La importancia de ser Clark.
- Sabes, Jimmy fue una pausa perturbante.- Clark rió- Uvas.
- No, Lex.
- Sexo.
- Clubes, Lex.
- Ja.
- Saldré a la calle.
- Voy a joderte. Muy, muy duro... - OH, Dios... Clark se preguntó si alguna vez Lex tendría que hacer algo mas aparte de hablar con esa voz- Te hice perder.
- Vaya, otra de tus juegos mentales.- se burlo- Solo promesas.
- Hechos. Además tengo algo que enseñarte y si dices una palabra algo malo, muy malo te sucederá.
- Mi precio acaba de subir.
- Quieres decir, ¿mas de dos martínis?.
- ... Tal vez...
- Estoy en tu sangre.
- También el martíni.
- Sexo, comida, techo y el poder de destruirme. El matrimonio perfecto... ¿Clark?.
- ... ¿Comida gratis?- por un segundo, a Clark le pareció oír suspirar a Lex.
- Y un viaje al hogar ancestral de los Luthor. El verdadero.
- Trivial.
- No podría ser de otra manera.
- Entonces... ¿Comida?.
- Aja.- y seguridad. Mucha, mucha seguridad. Hombres. Armas. Perros. Run Clark... madre... tienes problemas Clark, ¿estas conciente de eso?- No pudiste convencer a Daniel- OH, buen Dios.
- ¿Aun celoso?.
- O Victoria.
- Muerta en el accidente. - gracias a Dios. Sincronía mental cósmica.
- Bambi.
- Muerta.
- La frase Viuda negra, ¿significa algo para ti?.
- ... Lo que sea que te satisfaga Clark. Además, sabes que eres mi favorito, no rezongues. Enviare las instrucciones para el viaje. Ponte hermoso- corto. Clark cerro los ojos.
CINCO DÍAS DESPUÉS. ITALIA.
- Lex- hay un significado cósmico en la estupidez. Se llama fe.
- ¿Hmm?- jugando en su ombligo.
- Me gustan las uvas.
- Eso pensé- mordisco.
- ... Lex...
- ¿Hmm?.
- Eso duele.
- ... Lo sé... - pequeña sonrisa reptilínea. Se levanto y abrazo a Clark con fuerza. Tan, tan vacío. Cerro los ojos junto a él.
CONTINUARA
