VEILED
ITALIA. CIUDAD DE LA SPEZIA. TRES DÍAS DESPUÉS. 4 PM.
Pequeño y soleado día.
Lex acercándose por el único camino de acceso hacia la playa. Suéter púrpura claro (hablando de las fijaciones Clark). Pantalones negros sin ninguna arruga. Sin sudor. Tan agradable de su parte.
Dos días sin verlo. Algunas veces, debería escuchar a su madre. Siempre debió haberlo hecho, pero siempre fue demasiado tarde, ¿no es así?. Desde el principio.
Solo una mirada.
- ¿Aburrido?.
- No realmente- bordes levemente púrpuras bajo los ojos. De cerca no son tan leves.
- Lo lamento, soy un terrible anfitrión-lo miro de arriba abajo. Kakis azul oscuro, camisa del mismo color. Un día más en la playa.
- Hmm- se dedico a observar el mar. Por un segundo otro de sus flash backs lo cegaron. Gente gritando. Corriendo. El olor de la piel desgarrada. La voz de Lex a lo lejos... Ow Lex, siempre en el centro de la atención. Costumbres reconfortantes que nunca mueren. Lo miro mas por cortesía que otra cosa. Claro que sí, Clark. Minutos de silencio. De pronto, Lex... sonrisa blanca y radiante, sobrecogedora en una forma que nada debería serlo. Como el dolor cuando es bueno.
- Tengo una pasión escondida- susurro cerca de su oído. Clark arqueo una ceja.
- Estas realmente aburrido.
- Tu percepción nunca deja de asombrarme- manos en los bolsillos. Piernas levemente separadas y cabeza echada hacia un lado. Lex en reposo.
- Es parte de mi encanto. - ojos sonrientes. Inusualmente usual- Hermoso lugar.
- Has estado recorriendo mucho, según he sido informado- OH, OH. Intento una mirada inocente pero falló miserablemente y Lex sonrió con lo que podría decirse, la sonrisa mas sincera en algún tiempo. Tan, tan patético Clark.
- Aja.
- Pasión oculta- le recordó. Concurso de testosterona después.
- Entonces Lex.
- ¿Sí, Clark?.
- ¿Cuál es tu pasión oculta?- siempre supo que la incoherencia era un requisito en su vida, después de "los mutantes de la semana", y su necesidad de ser necesitado (Chloe tiene un club)... y eso no es... agradable de tu parte Clark... pero esto, las conversaciones, todo. Es todo un nuevo nivel.
- Guía turístico...
- Gui...
- Ya sabes, la capacidad de guiar a la gente... hacerlas... ver- leve deje amargo que Clark no se molesto en ignorar.
- Evil.
- Que puedo decir. Me completas.
- ¿Notas que esta conversación no tiene absoluto sentido?.
- ¿Se supone que la tenga cuando llevas esa camisa?.
- Eso sonó sospechosamente a un cumplido.
- Si, realmente me disculpo por eso. Guía turístico Clark.
- Ok. El tour- Lex se aclaro al garganta dramáticamente.
- Lugares seguros. Lugares vigilados. Un buen servicio es ganancia futura.
- Ok... - todo un nuevo nivel. Y Lex esta siendo... juguetón... que demo... todo un nuevo nivel. Lo cual en cierto y extraño lugar, es agradable. Lex estiro la mano.
- Sur de Europa. Liguria, brazo del mar Mediterráneo a tu derecha.- señalo el mar perfecto, ondulante. Todo elegancia y laxitud. No lo engaño ni por un segundo- Y a tu izquierda, mi cama. Al oeste: árboles y caminos y hacia el norte...
- Tu cama-
- Hacia el oeste, el muelle y el respectivo yate.
- Y al norte...
- Es tan triste... ¿Pero que puedo decir?, Necesito un reloj nuevo.- sonrisa que hiere. Por un segundo, solo uno, Lex pareció tragarse algo más grande que su propia arrogancia y hasta, hasta podría decirse que intento denegarlo. Dulce de su parte- Nunca... nunca ha sido de otra manera.
- ¿Y ahí algo que lo sea?....- Clark cerro los ojos y se dirigió hacia un tronco. Se sentó porque era el momento y Lex se acerco después de un rato. Lo miro curioso y Lex, respirando en medio del aire. Profundo. Casi imperceptible para cualquiera- Nunca fue mi...
- No- y es alucinante, naive, abismante. Ver en sus ojos que hasta él podía convencerse... una cualidad tan extraña. Increíble el poder hallarla en él... ¿siempre estuvo ahí?, ¿Algo en él la fomento?. Recordó los tiempos en que esa asombrosa capacidad de creer significaba esperanza. Las personas necesitan fe, sin ella... lo miro nuevamente, anhelando el fin de la perdida. Sintió mas que oyó el latido. Cabello en su rostro. El latido. Prueba fehaciente, ¿de qué?, ¿De que es real?, ¿De que quizá no fue su intención?, ¿De que en realidad ahí algo que resemblé dignidad en todo esto?. Intenciones. Intenciones. Ahí un lugar lleno de ellas dentro de cada uno de nosotros. Se llama muerte.
- Nunca lo fue. No realmente- amarga diversión en el tono. Silencio. La admisión no debería doler tanto. Y Clark, no tenía idea. Que... conveniente.
~ Él tu usara, y te romperá, y vendrás llorando, y luego irás por más. ¿Qué se supone que te hace eso Clark? ~
Humano. Y aun crees eso Clark.
- Apuesto que realmente crees eso.
- Apuesto que eso te hace sentir mejor.
- No lo hace.
- Si lo hace maldito bastardo.- dijo calmadamente- Es más fácil no ver tus propias heridas. Duelen menos si hay alguien mas jodido que tu- que encantador, Lex. Embáucate, eres muy bueno en eso. Inspirador. Si tu puedes, el mundo tiene una oportunidad para la ira y Sally Field.
- No las invalida.
- Escojo mi path- dijo con inesperada fiereza. Cierta memoria de un mocoso malcriado de seis años colándose.
- Estoy seguro de que así es.
- Es... - lo miro con una intensidad insondable y Clark no retrocedió solo porque amaba a Chloe- excitante, lo admito. Adictivo. De una forma encantadoramente folklórica.
- Seguro que sí- Hmm.
- Pero siempre lo dije, ese exterior tipo póster de propaganda sobre Kansas y los valores tradicionales, siempre fue una fachada...
- De la ramera que siempre lleve escondida- sonrisa hiriente. No supo de quien. ¿A quien le importa?. Estado ahí. Hecho eso. Tengo el reloj para probarlo.
- Iba a decir algo concerniente a tu salud mental... - pero si es la verdad la que quieres, pareció decir. Clark se levanto y en un movimiento demasiado rápido para ser humano (algo que concordaría con unas cuantas teorías de Luisa), Lex tomo su brazo.
- Has salido a pasear.
- LexCorp tiene varios intereses aquí... - se encogió de hombros- toda la bendita ciudad.
- Sin custodia.
- Petróleo y hierro. Siempre lustrando tus pequeños monumentos.
- Y acero.- murmuro, la mano cerrándose con fuerza sobre el brazo. Lo suficiente para herir a un ser humano. Clark lo miro y arqueo una ceja. Casi, casi... – Clark...
- Nunca hay tal cosa como sin custodia con tus hombres, aunque no se puede decir que no lo intente. La gente esta comenzando a murmurar, ¿no tienes idea de cómo se habrá producido eso?.
- No puedo imaginarlo- remembranza de sonrisa en su rostro.
- Incisivos comentarios y llamados por teléfono.
- Pobre y pequeño paisano.
- No bromees con el alienígena Lex.
- ¿Y quienes están realizando tan cruento ataque hacia la libertad de... - en un impulso que sorprendió a ambos (o algo así), Lex coloco en su lugar un mechón de su cabello. Un segundo después, el mechón volvió a caer sobre su frente y Lex se le quedo viendo satisfecho.
- ... No importa lo que digas, nunca te diré que White, Harmon y uno de nuestros queridos senadores queridos están regocijándose- un flash back de la última conferencia de prensa a la que asistió, y una serie de comentarios que causo risas en algunos y el fruncimiento del ceño de Luisa. Quien hubiera pensado que los senadores fueran. Tan rencorosos- Lex solo se dedico a observarlo por unos minutos, mas bien a estudiarlo y sonrió de pronto.
- Creo que el senador tendrá nuevas donaciones para su reelección. Clark solo movió la cabeza.
- ... Entonces... ¿Cuál es tu razón?.
- Eres muy predecible a veces, me agrada.
- Ese soy yo... Fanning y tu padre.
- ¿Por qué crees que Fanning tiene acceso libre a los Estados Unidos justo ahora?. Desde hace algunos meses... - Clark cerro los ojos- nunca lo fue Clark.- la vehemencia en el tono podría haberlo sorprendido en algún momento en que la claridad no fuera tan contagiosa.
- Mas de diez niños y contando...
- Es mía- Clark subió la vista y se le quedo viendo con atención. Las mentiras son tan frágiles y en ese momento no había mas fragilidad en el mundo que la presente en el tono de Lex. Y aun así...
- Lex... las acciones de tu padre. LexCorp y las perdidas...
- Es mi culpa... - sonrió brevemente- lo deje vivir... Y Clark creyó.
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Tan doloroso. Su mano, en ese cabello. Todo es contención... Suave. Seda. Casi sin textura. Casi irreal. Casi un anhelo. El periodista, ganador de premios, ejemplo de profesionalismo e integridad... si... moviendo la cabeza hacia su toque. Movimiento hipnotizante. Felino. Negro y ojos verdes. Lex sonrió. Era extraño como siempre solía hacer eso. Cada vez mas, cada vez. Mas profundo. Para notar que siempre estuvo ahí. Y él no esta teniendo conversaciones consigo mismo. Realmente no.
El periodista con la carrera acabada. Tal vez ensañando en alguna pequeña universidad en algún futuro en el que lo único certero era su ausencia. Madre, te extraño tanto. ¿Recordando viejos tiempos?... ¿a él?. Tanto altruismo Lex. Ausencia. ¿Alguna vez importo?.
Y entonces lo supo. El peso. No solo lo proceso o entendió o acepto o cuantifico. Hecho real e irrevocable. Clark y los ojos verde azules. Se hundió en ellos y abrió los suyos. Ni siquiera las heridas frente suyo lograron apaciguarlo. Acaricio su mejilla con infinita... sí, si... se levanto y extendió la mano.
- Cena conmigo.- ¿Cuan ridículo puedes llegar a ser?. El chico granjero asintió pensativo. Cualidad abominablemente encantadora, aun cuando... el síndrome del hijo único Lex. Obvio elegantemente el hecho de que Clark... - No te preocupes, encontrare alguna universidad- tan pedestre.
- Me siento tan amado- susurro. Esa voz... Lex puso las manos en los bolsillos... no tienes idea...
- ... Confío en ti...
- ¿Y?...- cada vez más difícil respirar sin las palabras. Quien lo hubiera imaginado.
- Porque puedo- porque lo necesito. Porque lo entiendo. Porque elijo. Porque... creo... Clark no se sorprendió ante su risa amarga.
AUSTRALIA
- ¿Algún Cambio?.
- Ninguno aparte de lo informado- aburrido. Aburrido. Aburrido.
- No me complacen sus resultados señor Fanning. La ineptitud nunca ha sido refrescante.
- Tampoco me complacen los suyos Sr. Luthor- Oh. Divertido. Divertido. Divertido... Todo en su tiempo.
- Recapitulemos, usted debía organizar y... entretener a cierto juguete. Simple y elemental.
- Eso es... - Lionel lo corto.
- ¿Y que recibo?. Excusas baratas sobre informantes y nuevos sistemas de seguridad no contemplados.
- Tal vez subestima a su hijo- Impagable.
- Tal vez lo sobrestime a usted. Tiene veinticuatro horas mas,- la falta de personal por estos días- para burlar los sistemas de seguridad, no importa cuan sofisticados o leales sean.- Oh, solaz- Si no se cumple lo estipulado. Aun con las ganancias obtenidas, comenzare a liquidar mis... inversiones- Fanning tuvo el decoro de no inmutarse.
- ... Hay muchos otros... como... - yo- el señor Kent tiene muchos enemigos. – Lionel se le quedo viendo casi sorprendido de que siguiera en el salón- Y es solo un juguete... - Y un deseo, es solo un deseo- A menos... que no... - nueve meses para que llegar a tal conclusión. Lionel se cuestiono a sí mismo, pero... los riesgos... - Luthor movió una armada para proteger a amigos y familias- flash back al feliz doctor Hamilton y el nuevo laboratorio.
- Alexander cree en las deudas- divertido. Divertido. No cierres los ojos Lex, los Luthor no podemos darnos ese lujo.
- Las deudas, ¡mi culo!. El morenito es... ambos... quien lo hubiera pensado.- la debilidad te hace maleable. La debilidad hace que pierdas el enfoque... eso o las rocas verdes... observo las manos de Fanning por un segundo- Pero lo entiendo, el morenito tiene su encanto... realmente lo odia, ¿no es así?- Lionel no se molesto en contestar y Fanning cerro la puerta tras de sí con una sonrisa en los labios. Tanta inocencia. Te daré todo.
ITALIA. CIUDAD DE LA SPEZIA. TRES DÍAS DESPUÉS. 9 PM.
- Pasa el azúcar- dijo Clark con calma. Por tercera vez. Las pequeñas satisfacciones de la vida. Lex surcando cielos en alguna dimensión desconocida. Eso duele. Sonrió. Lo peor era la perfecta conversación que Lex sostenía con él. Dolor de notarlo. Dolor del dolor, etc.
- Clark...
- ¿Sí, Lex?.
- El azúcar esta en tu lado.
- Hmm.
- Hmm... - lo imito- Quiero mostrarte algo.- Clark bebió su café con tranquilidad- Toma el azúcar y acompáñame a Escocia cuando vuelvas de Chechenia.
- Aja.
- .... Hay una pequeña posibilidad de que puedas desquiciarme- y esta conversación no tiene ningún sentido.
- Aduce abuso familiar. Siempre ayuda.
- Lo he hecho toda mi vida. Nunca falla. Aunque me gustaría algo mas... fresco.
- ... ¿Tan serio es?.
- ... No olvides el azúcar... - mañana... otro día.. Otro.
- ¿Y que haremos hoy, Lex?.
- Lo mismo que hacemos todos los días Clark.
- ¿El juego de la uva?.
- Precisamente- la actitud arrogante de vuelta. Patética familiaridad. ¿Por qué haces esto?.
- Confianza, Clark...
- Siempre lo has hecho, solo te gusta el drama.
- Así es.- rió quedamente. Triste. Clark le paso el azúcar con cara de inocencia y Lex. Dios... tanto en una mirada. Tanto que ni siquiera podía empezar a intentar leer. Memorizando el aliento- Es tan triste.
- Así de grande- murmuro.
- Quejas, quejas. Pequeño niño curioso, tendré que enseñarte buenos modales.
- ... - Clark solo suspiro. Noto el latido (hablando de monotemáticos), desbocado. Luego solo... quietud. Lucho contra una de las insanas tentaciones que lo recorrían cada día. Abrazarlo. Sí... virilidad.
- Por otro lado, conocerás el hogar ancestral de los Luthor.
- A ustedes realmente les gusta esa palabra.
- No tienes idea...
- Aja... ¿me pasas la ensalada?- Lex entrecerró los ojos y. Dios. Su sonrisa. Tan brillante. Vehemente.
- ¿Cuándo vuelves?- que complaciente de tu parte.
- ...Un par de semanas...
- La solidez hecha persona- se burlo con serenidad.
- No podría ser de otra manera.
~ - ¿Por qué Clark?...
- ¿Por qué no?. ~
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Desesperación hecha palabra. Carne. ¿Anhelada?. Clark se levanto solo porque sí. Lex bebió de su copa, y ambos obviaron el significado de la inmensidad. Viajar, no es solo moverse de un lugar a otro. Y la sabiduría es un recuerdo lejano.
- La urgencia de la huida.
- ... No... no creo que pueda darme ese lujo de nuevo- la intensidad de su mirada recreó con facilidad ese maldito nudo en Lex.
- Parte de mí siempre lo hará. La parte positiva- Yay.
- Barato.
- No, solo acostumbrado- ¿anhelado?. Se encamino a la puerta.
- Clark.- lo llamo suavemente. Este se detuvo un segundo- Vuelve a salvo- ironías vagas, estúpidas. Tal como él... vuelve a mí. Clark cerro suavemente tras de sí. Descifrando el alma. Que... rudo, Lex.
Al otro lado del mundo, Lionel Luthor mantenía otra de sus charlas con el recién liberado doctor Hamilton, quien examinaba el perfecto tallado de las rocas verdes. El nuevo laboratorio ya estaba recubierto de ellas.
CONTINUARA
