CAPITULO ONCE.
ENDLESS
Perdido. Me consumo.
TRES DÍAS DESPUÉS. ITALIA.
- Me alegra que estés aquí- sin ironías. Imagínate.
- A mí también.
Si no hay verdad hablada, entonces no hay mentira que esconder. Siempre temes lo que no has conocido, siempre temes lo que no puedes controlar. Que... sabio, madre. Una mano acariciando tu brazo. Estas en el aire. Cada toque es nuevo. Nuevo. Nuevo. Nuevo. Cada vez es renacimiento. Y es el fin. Cada vez es reconocimiento de algo que no tuviste, que te quitaron, que nunca has estado dispuesto necesitar, que nunca has pronosticado, ni has podido controlar. Cada vez es nuevo. Refrescante. Refulgente. Olvidado desde que ella… sí. Renovado. Nuevo e indecente. Y no puedes parar. No puedes.
Y es interminable.
Interminable.
Que… humano Lex.
- Ven conmigo.
- ...
LEXCORP. CONCORDE. 4 PM.
Silencio. Pero soy real Lex. No hay máscaras que me desfiguren ahora.
Encerrado. Hace tiempo que Clark… sí. Aceptando que la plenitud era todo sexo y manos entrelazadas. Y silencio. Y bastaba. ¿Cuan patético puedes ser?.
Profundo. Profundo. Tanto. Dedos reconociendo piel. El Destino es todo lo que tenemos. Caricias descendiendo, oliendo a escondites de infancia y trazos de esencia compartida. Breves instantes sin guardia. Breves instantes de comunión.
- En dos horas señor- anuncio el piloto por el intercomunicador.
- Puedes escribir libros.
- Hmm.
- Siempre fuiste bueno. Mucho- demasiado. Que... dulce, Lex. Contemplándolo sin ver. Clark suspirando. Cada articulo, cada foto, cada premio, cada aliento...
- Hmm.
- Puedes hacer muchas cosas- puedes hacer todo.
- Hmm- Clark rió quedamente sin atisbo de mofa, y se acomodo en el asiento estirando sus piernas., observando a Lex frente suyo. No tienes idea. Flash back de cierta recepción, sensaciones de siervos y reyes. Sonrió un poco más.
- Pequeñas seguridades que nunca fueron seguras- hizo un brindis a su honor. El cuarto. Antes de siquiera dirigir el vaso hacia la boca, Clark ya se lo había arrebatado. Primera sonrisa genuina del día.
- Dime…
- Hay un tiempo…- imito a su padre. Cerro los ojos y Clark tomo su mano. Después de un momento mas largo que su estúpida esperanza, Lex se relajo en la caricia. Diversión. Reverencia.
Instantes que nunca dejaron de ser anhelos. Instantes más potentes aun que la ocasional negación. Que… cándido, Lex.
ESCOCIA. 5 AM.
Y entonces cierro mis ojos.
Desesperación. Ciega. Brillante. Todas las cosas que son y que nunca debieron esfumarse en una penumbra que no es mas que eso. Horas entrelazados. Horas colmando. Buscando siempre buscando. Sin negación. Porque ya no hay tiempo ni interés. ¿Nunca lo hubo o sí?. Manteniendo la llama. La coherencia. La verdad. Que… real Lex. Y es traición, nada mas ni nada menos. Y es incontenible.
Señales. Caminos. Sinuosidades en una piel demasiado blanca oliendo a sangre no vertida. Nunca, nunca termina. Buscando. Siempre buscando.
Si... la verdad no puede ser contenida. Pero nadie nunca habla de los disfraces, y Dios, no es todo esto tan aburrido. Un lugar tan hermoso, y la verdad fluye, ¿y porque?, ¿Por qué no puede ser diferente?... Dios, solo es otro día y es interminable, y la ausencia del anhelo es alucinante. Anhelo. Ambición de sangre. Y todo es interminable. Interminable. Y esto, esto es solo otro... Desvió la vista de Clark. Tanto.
~ Para que sirva, debe sangrar Hijo. ~
Gracias padre.
Succionando piel dorada. Cuello. Rabia. Nunca es NO, Lex. Y te mata desde adentro. Clark y el comienzo. Clark y el fin. El fin. El fin, mentiras que condensan y condensan y es... solo el fin que se acerca. Clark y las pestañas recogiendo gotas de sol. Clark y la esperanza de poder pronunciar. Clark y el entendimiento de la traición. Interminable. Interminable. ¿Qué es lo que quieres para navidad, Lex?. No tienes idea.
Respiración deprimente. Por primera vez. Única vez. Nunca olvidado. Siempre renegando. Es más divertido así. Que… revelación, Lex.
Observando gotas de sol en pestañas jamás decadentes. Decadente alma, decadente corazón, decadente… ha. Que… romántico. Posesionado de su cintura. Clark respirando. Respirando. Adentro y afuera. Adentro y afuera. Vida. Clark respirando, ¿no es eso cósmico?.
- … Lo dejaste vivir- respiración densa. No lo hagas, por favor, no. ¿Nunca dudas o sí?.
- Hmm- beso en su ombligo. Succión. Gentileza. Por un segundo… ninguno desvía la vista.
- ¿Por qué?.
- Estas lleno de preguntas hoy.
- Y tú de sueños.
- Mis sueños no hacen que me despierte en la noche y desconozca la realidad circundante por horas.
- Upss.
- Estoy siendo serio.
- Eso me preocupa Lex.
- No tienes idea de lo que provoca en mi- sonrió porque no había nada mas que hacer.
- Estas con ellos… Adentro…- mano en su mejilla. Dedos. Suaves. Ninguno respira. Tan suave… tanto.
- Tengo que vivir con eso... - Jesús. ¿No es eso especial, Lex?.
- Pobre pequeño Lex. ¿Me dices que lo sientes?- ¿Acaso olvidaste poner flores en su tumba?. Mami estaría tan decepcionada.
- ¿Y que si fuera así?- Oh, no tienes idea Clark. Ni deseo que la tengas. Mantener a los héroes en el pedestal. Necesitamos leyes, métodos, pruebas. Pobre pequeño Lex. Tan perdido.
- Harías cualquier cosa para protegerlo- estás tan asustado.
- Ha, la oportunidad de la trascendencia.
- Así es.
- Clark…
- ¿Hmm?.
- … Quiero hacerte el amor- sin aliento. Y es solo eso. El Destino es todo lo que tenemos.
- ¿Por qué?…
Es solo el sonido de su voz lo que quiebra el silencio de su roce. Solía tener un sueño. Clark y los ojos abiertos. Clark forzándolo a hacerlo. Ya no podrás cerrar los ojos Lex. Nunca más.
Nunca lo hice.
Divertimiento. Desatención momentánea de la atención. Diversión. Y pensar que por años, él se convenció de la validez de dicho argumento. El síndrome del mocoso malcriado, hijo único, siempre el centro de los golpes de papá. Tan duro dejar de sentir el calor del hogar. Las luces.
- Cementerio lloviendo.- beso en el estómago. Risa incrédula. De ambos. Afuera lluvia tintineante y lengua trazando la S en su pecho. Leve sonrisa- Parado al lado de un ángel. Vestido de negro. Observando la levedad. Viento. - Soplo sobre la piel. Respuesta perfecta. Lluvia en tu alma. Rió besando su cadera derecha. Beso. Succión. Mordisco. Oliendo el paso del tiempo. Interminable. Interminable- Pétalos rodeándote impulsados, sin jamás tocarte. Rosas.- gemidos. Sin tocar. Aun sin tocarlo. ¿Has ido a la Iglesia Lex?- Pétalos de flores que tardé meses en identificar.- hay una flor para cada sentimiento Alexander, cada una de ellas vale mas de mil gritos. Anhelo. Lealtad. Amor eterno. Absolución. ¿Cuánto tiempo puedes engañarte Lex?- ¿Sabes lo que eres?. - ¿Sabes lo que has hecho?. No es dolor, y el dolor es bueno, te hace recordar que estas vivo, revela carácter, hijo, enfoca. Ojos mojados. Quitare las mortajas de mi alma, porque... Dios. Que. Que. Que. Nunca quien. Porque era más fácil, más fácil… odiar.- ¿Quién eres?, ¿Adónde vas?. Porque tú eres la respuesta a todo, Clark. Todo- mordisco. Clark gritando. Llorando. Liberándose atrapado en su gentileza febril. Casi irreconocible en él, al besar las lágrimas… suspiros de esperanza. ¿Timidez Lex?- Quiero ir contigo…
Estúpido.
Levedad.
Humanidad.
- Años con ese sueño… desde ese día, en el puente- segundas oportunidades, Clark, no vienen a menudo. Un Luthor no espera oportunidades hijo, las crea. Crearas tu propio destino Alexander, esta en las venas, pero también depende de ti. Gracias madre. Tan alba como siempre. Clark llorando. Orgasmo y permanencia, rompiendo todo. Todo. Lex a su lado. Elección y destierro. Acariciando cabellos negros. Gentileza que ya no se puede obviar. Nunca funciono de todas maneras. ¿Reverencia?, y eso si era gracioso. Pero real, y eso. Dios. Insana necesidad de lamer las lágrimas y reírse hasta que... Dios, si alguien usa la palabra comunión en este momento, Lex probablemente reirá hasta atorarse. Habría gente que pagaría por ver eso. Es todo lo que tienes. Y tu deseas, si, tu deseas, deseas... - … años.- Dicen que los sueños son esperanzas-... el sueño es solo un sueño. Solo así puedo dormir. Solo así puedo descansar. Solo así pude... hacerlo…
- … Lex… - una voz tan delicada. Mas.
- Me consumo… tus labios me destrozan… -¿No eras tu quien lo pedía... – beso esos labios con serenidad.
- Eso es patético- murmuro contra su boca.
- Lo sé- gentil sonrisa.
Me consumo.
Y lo que humedece mi rostro es lágrima. Que…sí Lex.
Me consumo.
Estas en el aire que respiro.
Tu boca me cubre.
Tus labios me destrozan.
¿Cuánto tiempo viviré renegando?.
El suficiente. Para olerte. Controlarte. Conseguir lo que deseo. Un sacrificio. Una mentira. Estas de vuelta en mi vida por eso… que mentira Lex. Que trivial.
¿Me perdonaras?, Me absolverás?.
Te daré todo.
Todo.
- Cierro los ojos... - y la imagen ilumina un horizonte prohibido en su abundancia. Vivo. Vivo. ¿Quién lo hubiera pensado?… -Quiero hacerte el amor Clark… porque lo elijo y no puedo evitarlo.
- …
Recuerdo. El pasado, el roce, las miradas, los propósitos. Luz y horizontes. Todo es horizonte y el horizonte nunca termina. Que… estúpido.
Recuerdo las enseñanzas, la respiración, las historias, los atisbos. Mi memoria se impregna de luces que no son mas que eso. Interesante que después de todos estos años, pueda casi condicionarme con respecto a la dualidad de su significado. Luz y sombra. Sosiego. El Destino es todo lo que tenemos. Mi madre tocando el piano. La luz cayendo a través del salón, iluminando su cabello. Lágrimas en su rostro. Julián muerto. Sí. No hay lugar donde no existas.
Recuerdo. Percibiendo el sufrimiento. Contabilizándolo. Y nunca, nunca perdiendo su vuelo. Hay, envuelto en la sangre, una fascinación acerca del dolor. Dolor es vida. Dolor es un grito prolongado en gargantas que solo emitían desasosiego. Dolor es un niño muerto en vida. Dolor es creer tamaña idiotez. Me consumes.
Recuerdo. Manos en una espalda y deslizando. El cielo quebrándose, lluvia colmando ansias, cielo irradiando su calidez en una piel que se resquebraja entre mis labios. ¿Cuántas veces puedo destrozar tu alma entre mis dedos?, ¿Cuántas veces dejaras que lo haga?. Me consumo.
Hay un tiempo para cada propósito. He destruido miles de almas con sosiego, ¿por qué debería ser la tuya diferente?. Me visto. Como. Camino. El Destino es todo lo que tenemos. Y tú eres el mío. Madres esperando, hombres y mujeres ofreciéndose de rodillas y espero. Espero. Veo el teléfono. Me consumo. Te odio en el segundo... Oh, bueno, al menos lo intento.
Clark trazando el emblema Luthor en su pecho. Horas. Succionando. Sin tocarlo. Oh, la felicidad. Que... curioso. Todo un nuevo nivel Lex. Sublime Clark.
Cubierto de ira.
- Clark el habilidoso. ¿Son tus manos tan astutas y rápidas como tu lengua?- entrelazo sus manos en ese cabello.
- ¿Cuántas veces podré desintegrarme?- se levanto. Lex y el corazón decadente. Lex y el latido sacudiendo la habitación. Lex y el latido que hace voltear a Clark por un momento. Clark desnudo en el balcón.
- Te necesito- si la verdad no es hablada, entonces puedo esconder.
- Necesitas que lo proteja. Lo haré. El resto no era necesario- se coloco el pantalón de buzo negro y salió de la habitación. Lex estiro la mano. Aire.
- Lo es para mí- susurro.
Lo encontró en la habitación. Observando su rostro. Pequeña y casi imperceptible cicatriz en la mejilla. Respiración acompasada. Como siempre, el acercarse a la pequeña cama… miedo…
ESCOCIA. 8 HORAS ANTES.
Verde. Humedad colándose por los poros. Sofocante. Salieron del paso para encontrarse frente a un... castillo. Sin comentarios.
- ¿Hay algo que desees compartir Lex?.- Luthor resoplo suavemente en respuesta- Hermoso- Lex se le quedo viendo un segundo y luego sonrío mirando el horizonte. Arrogancia juguetona.
- Lo es.- lo observo por un segundo, y luego volteo hacia la servidumbre recogiendo el equipaje. Saludo respetuoso Lex. Sonrisa a Clark. Sincera. Menos de un segundo. Lex solo movió la cabeza- ¿Todo en orden?.
- Si señor.- Margaret asintió lentamente- Él… esta dormido - miro un segundo a Clark quien solo se mantuvo en silencio con las manos en los bolsillos de su chaqueta color chocolate hasta la rodilla. Es tu show, Lex. Entraron al castillo. Sorprendentemente luminoso... ¿Cálido?. Casi.
Después de ultimar algunos detalles, Lex se sentó junto a Clark, frente a la fogata. Sin expresión. Clark entrecerró los ojos. Luz en sus pestañas. Lex rió sacándolo de su adormecimiento. Todo un nuevo nivel.
Divertimiento, Lex. Estas tan, tan maravillosamente vivo.
- Quiero mostrarte algo.
- Ok.
Más. Quieres más. Pero es todo lo que tienes y es él.
Lex camino tras Clark. Todo es tan sereno. Música de otros tiempos guiando el camino. El movimiento de sus hombros, la respiración calmada. Miedo. Abrió la puerta. Música desprendiéndose de una pequeña caja. Margaret se les quedo viendo algo... asombrada. Bien. El juguete en el aire. Una pequeña risa. Clark trago saliva. Lex se quedo un par de pasos atrás. Miedo. Una pequeña voz se elevo en el silencio. Ojos azules verde. Gris. Como, como... miraron a Clark con curiosidad. De pronto sonrío haciendo que los dos hombres en la habitación dejaran de respirar.
... es todo lo que tenemos.
- ¿Papa?.
CONTINUARA
